Biblia

Comentario de Éxodo 34:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Éxodo 34:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Aconteció que al descender Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, Moisés no sabía que la piel de su cara resplandecía por haber estado hablando con Dios.

Año 1491 a.C.

Con las dos tablas. Éxo 32:15.

no sabía él. Éxo 16:15; Jos 2:4; Jos 8:14; Jue 16:20; Mar 9:6; Mar 14:40; Luc 2:49; Jua 5:13; Hch 12:9; Hch 23:5.

que la piel de su rostro. Mat 17:2; Luc 9:29; Hch 6:15; 2Co 3:7-9, 2Co 3:13; Apo 1:16; Apo 10:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

la piel de su rostro resplandecía: Una de las descripciones más hermosas de la Biblia es la luminosidad en el rostro de Moisés. Su proximidad a la presencia de Dios transformó su apariencia normal (2Co 3:7-18).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

La primera vez en el monte (Éxo 24:12 Éxo 32:14), a diferencia de la segunda, no había quedado Moisés con un rostro que reflejase un esplendor resultante de haber estado en presencia del Señor por un período extenso de tiempo. En la primera ocasión solo se hace mención de que Moisés había estado ausente durante cuarenta días y cuarenta noches (Éxo 24:18). En la segunda, se hace mención de la ausencia de cuarenta días y cuarenta noches, pero añadiendo que Moisés había estado con el Señor sin comer y sin beber (v. Éxo 34:28), lo que parece llamar la atención a la diferente naturaleza de la segunda visita. En contraste con la primera, no quedó interrumpida por el acto de Dios de enviar a Moisés de regreso debido al pecado en el campamento (Éxo 32:7-10). Un pueblo obediente y no rebelde temía la evidencia de la presencia de Dios. Cuando no estaba hablando con el Señor ni con autoridad de parte del Señor, Moisés velaba su rostro. El apóstol Pablo comenta que el velo impedía que el pueblo contemplase una gloria que se desvanecía y lo relacionó con la insuficiencia del antiguo pacto y con la ceguera de los judíos en su época (vea las notas sobre 2Co 3:7-18).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

El pasaje de los versículos Éxo 34:29-35 posee cierta autonomía y destaca el carácter radiante de la piel y el rostro de Moisés. Es un fenómeno extraño que se ha interpretado como un reflejo remanente de haber visto la gloria de Dios. Más allá de las explicaciones posibles, debe entenderse como exaltación del líder y como confirmación de su estrecha relación con Dios.

En sus manos: En hebreo está en singular: «En su mano» (NBE, BJ).

La piel de su rostro resplandecía: Es una traducción literal y clara. Otras versiones ofrecen «su cara brillaba» (TLA) o «resplandecía» (DHH). BJ propone «su rostro se había vuelto radiante», y NVI, «de su rostro salía un haz de luz». El texto hebreo utiliza una palabra para “brillar” o “resplandecer” que, vocalizada de otra manera, significa “cuerno”. Esto condujo a la interpretación errónea de la Vulgata, “su rostro tenía cuernos”, que era la versión que conocía Miguel Ángel al esculpir con esa forma su famoso Moisés, que devino en un modelo reproducido por otros artistas.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

2Co 3:7-16.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— irradiaba luminosidad: El rostro de Moisés tras ser expuesto a la luminosidad de la gloria del Señor se vuelve a su vez luminoso. La palabra hebrea qeren significa tanto rayo de luz como cuerno. En la Vulgata se tradujo por cuerno y de ahí surgió la representación de Moisés con cuernos en la frente (como en la famosa estatua de Miguel Ángel).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

h 1549 Éxo 32:15; 2Co 3:3; Heb 9:4

i 1550 Mat 17:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

monte Sinaí. Véanse 19:1, 2.

la piel de su rostro resplandecía. El rostro de Moisés transmitía algo de la gloria de la presencia de Dios.

Fuente: La Biblia de las Américas

Y al bajar… tablas… TM añade sucedió… del testimonio → §194; como cuando… Es decir, aquella primera vez. Se sigue LXX.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., El

Fuente: La Biblia de las Américas

[=] *2Cor 3:7 *2Cor 4:6

[.] La piel de su cara se había vuelto radiante, por haber hablado con Yavé. Este signo exterior delata la transformación profunda obrada por Dios en aquellos que se presentan ante él a cara descubierta. Este detalle será re-interpretado en Mc 9,2 y 2 Cor 3,12-18. La nube es el signo de la presencia de Dios. Cuando se inaugure el Templo, siglos más tarde, también lo llenará la nube (1 Re 8,10). La nube cubrirá a Jesús en su Transfiguración y lo ocultará en su Ascensión. La nube acompaña al Pueblo en el desierto. Dios está con ellos en forma velada, pero real.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana