Y yo vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que descendía del cielo de parte de Dios, preparada como una novia adornada para su esposo.
21:2 — Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido — Y yo… Jerusalén — La vieja Jerusa—Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
y yo Juan vi. Apo 1:1, Apo 1:4, Apo 1:9.
la santa ciudad. Apo 3:12; Sal 48:1-3; Sal 87:3; Isa 1:21; Isa 52:1; Jer 31:23; Heb 11:10; Heb 12:22; Heb 13:14.
descender del cielo. Apo 21:10; Gál 4:25, Gál 4:26.
como una esposa ataviada para su marido. Apo 19:7, Apo 19:8; Sal 45:9-14; Isa 54:5; Isa 61:10; Isa 62:4; Jua 3:29; 2Co 11:2; Efe 5:25-27, Efe 5:30-32.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
LA NUEVA JERUSALÉN. La nueva Jerusalén ya existe en el cielo (Gál 4:26); pronto vendrá a la tierra como la ciudad de Dios esperada por Abraham y todos los fieles, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Flp 3:20; Heb 11:10; Heb 11:13; Heb 11:16; véase el ARTÍCULO LA CIUDAD DE JERUSALÉN, P. 536. [1Cr 11:7-8]). La nueva tierra será la sede de Dios, quien permanecerá con su pueblo para siempre (cf Lev 26:11-12; Jer 31:33; Eze 37:27; Zac 8:8).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
la nueva Jerusalén. Cp. Apo 3:12; Heb 11:10; Heb 12:22-24; Heb 13:14. Esta es la ciudad capital del cielo, un lugar de santidad perfecta. Juan la ve «descender del cielo» y esto indica que ese lugar ya había existido por siempre, pero que ahora desciende al cielo nuevo y la nueva tierra de su lugar eterno y sublime. Esta es la ciudad donde los santos vivirán (cp. Jua 14:1-3). esposa. Esta es una metáfora importante del NT que representa a la iglesia (cp. Mat 25:1-13; Efe 5:25-27). Aquí la imagen de Juan se extiende a partir de la tercera parte de las bodas judías que era la ceremonia. Los creyentes (la esposa) que están en la nueva Jerusalén salen al encuentro de Cristo (su marido) en la ceremonia final de la historia divina de la redención (vea la nota sobre Apo 19:7). Toda la ciudad, ocupada por todos los santos, es llamada la esposa, así que todos los santos quedarán incluidos por fin en la imagen de la esposa y la bendición de las bodas. Dios ha traído a casa una esposa para su Hijo amado. Todos los santos viven con Cristo en la casa del Padre (una promesa hecha antes de que la Iglesia comenzara; Jua 14:2).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En este punto de la cronología de Apocalipsis, los santos del AT, los santos de la tribulación y todos los que se convirtieron durante el reino milenario habrán sido incorporados en unidad como la esposa redimida que morará en la nueva Jerusalén. Juan describió la consumación de todas las cosas en Cristo y el descenso de la nueva Jerusalén como para dar inicio al estado eterno (cp. Apo 19:7; Apo 20:6; 1Co 15:28; Heb 12:22-24).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
21:2 — Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido —
— Y yo… Jerusalén — La vieja Jerusa-
lén era la capital de los judíos en Palestina, bajo el primer pacto. Esta es la nueva, la espiritual. En Gál 4:21-31, el Nuevo Testamento (la iglesia) es la Jerusalén de arriba. En Heb 12:22 leemos de «la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial», que es la «iglesia (Versión Moderna; el texto dice «ekklesia») de los primogénitos». El estado o lugar final se llama la «ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios» (Heb 11:10).
— descender del cielo, de Dios — El lugar de origen de la iglesia es el cielo. Por eso Pablo dice a los Gálatas que es «de arriba» (Gál 4:26). Es el reino de los cielos. La cabeza de la iglesia la gobierna desde su trono en los cielos.
— dispuesta como… marido — La iglesia no viene a ser la esposa de Cristo en el día final, porque ¡ya lo es! (Véase 19:7, comentario). Pero la entrada de los santos en la vida eterna es como la venida de la esposa ataviada a su marido para comenzar su vida matrimonial. Una ciudad santa y una esposa hermosamente ataviada para su marido simbolizan la santidad y hermosura de la iglesia redimida.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA NUEVA JERUSALÉN (1)
Apocalipsis 21:2
Y vi la Santa Ciudad, la nueva Jerusalén, descender del Cielo, de con Dios, como una esposa engalanada para su marido.
Aquí tenemos otra vez un sueño de los judíos que nunca murió: el sueño de la restauración de la Santa Ciudad de Jerusalén. Una vez más advertimos que esto tiene un doble trasfondo.
(i) Tiene un trasfondo que es esencialmente griego. Una de las grandes aportaciones al pensamiento filosófico universal fue la de las ideas o formas Platón. Enseñaba que existía en el mundo invisible la forma o idea perfecta cada cosa de la tierra, y que todas las cosas terrenales eran copias imperfectas de realidades celestiales. En ese caso, hay una Jerusalén celestial de la que es copia imperfecta la Jerusalén terrenal. Es lo que Pablo está pensando cuando habla de la Jerusalén de arriba Gal 4:26 ), y también lo que tiene en mente el Autor de Hebreos cuando habla de Jerusalén la celestial He 12:22 ).
Esa forma de pensamiento dejó su impronta en las visiones judías entre los dos Testamentos. Leemos que en la edad mesiánica se dejará ver la Jerusalén que es invisible (2 Esd 7:26 ). El autor de 2 Esdras dice que se le concedió una visión de ella hasta donde era posible para ojos humanos soportar la visión de la gloria celestial (2 Esd 10:44-59 ). En 2 Baruc se dice que Dios hizo la Jerusalén celestial antes que el Paraíso, que Adán la contempló antes de pecar, que se le mostró en visión a Abraham, que Moisés la vio en el Monte Sinaí, y que está ahora en la presencia de Dios (2 Baruc 4:2-6).
Esta concepción de las formas preexistentes puede que nos parezca extraña; pero tras ella está la gran verdad de que el ideal existe de veras. Quiere decir además que Dios es la Fuente de todos los ideales. El ideal es un desafío, que, aunque no se realice en este mundo, todavía puede que se realice en el mundo por venir.
LA NUEVA JERUSALÉN (2)
Apocalipsis 21:2 (conclusión)
(ii) El segundo trasfondo de la concepción de la nueva Jerusalén es totalmente judío. Los judíos siguen orando en su liturgia sinagogal:
Y vuélvete con compasión a Tu ciudad de Jerusalén, y mora en ella como has prometido; y apresúrate a reconstruirla en nuestros días con una estructura perdurable; y apresúrate a establecer allí el trono de David. ¡Bendito seas Tú, oh Señor, el Edificador de Jerusalén!
La visión que tuvo Juan de la nueva Jerusalén usa y amplia muchos de los sueños de los profetas. Copiaremos algunos de estos sueños para que quede claro de una ojeada cómo se refleja una y otra vez el Antiguo Testamento en Apocalipsis.
Isaías tuvo estos sueños:
¡Pobrecita, fatigada con tempestad y sin consuelo! He
aquí que Yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y
sobre zafiros te fundaré.
(Isa 54:11-12 ).
Extranjeros edificarán tus muros y sus reyes estarán a tu servicio… Tus puertas estarán de continuo abiertas: no se cerrarán ni de día ni de noche… Mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás… En vez de bronce traeré oro, y plata en lugar de hierro; bronce en lugar de madera, y hierro en lugar de piedras… Nunca más se hablará de violencia en tu tierra, ni de destrucción o quebrantamiento en tus términos; llamarás » Salvación» a tus murallas, y a tus puertas «Alabanza.» El sol ya no te hará falta para la luz del día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que el Señor te será por luz eterna, y tu Dios será tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque el Señor te será por luz eterna, y los días de tu luto se habrán acabado (Isa 60:10-20 ).
HAgeo tuvo este sueño:
La gloria de la segunda Casa será mayor que la de la primera, dice el Señor de los Ejércitos; y daré paz en este lugar, dice el Señor de los Ejércitos (HAgeo 2:9).
Ezequiel tuvo el sueño de la Jerusalén reconstruida (capítulos 40 y 48) donde encontramos hasta el detalle de las doce puertas de la ciudad (Ez 48:31-35 ).
Los autores intertestamentarios tuvieron sus sueños.
A la ciudad que Dios amó la hizo más radiante que las estrellas y el sol y la luna; y la engarzó como la joya del mundo e hizo un Templo extraordinariamente hermoso en su santuario, y lo compuso con unas medidas de muchos estadios, con una torre gigantesca que llegaba
hasta las nubes a la vista de todos, para que todos los
fieles y los justos vieran la gloria del Dios invisible, la visión deleitosa (Oráculos sibilinos 5:420-427).
Y las puertas de Jerusalén se edificarán con zafiro y esmeralda, y todos tus muros con piedras preciosas, las torres de Jerusalén estarán hecha de oro, y sus almenas de oro puro, las calles de Jerusalén estarán pavimentadas con carbunclos y piedras de Ofcr, y las puertas de Jerusalén resonarán con himnos de alegría, y todas sus
casas dirán: ¡Aleluya!
(Tobías 13:16-18).
Se ve claramente que la nueva Jerusalén era un sueño constante; y que Juan recogió detalles amorosamente de diferentes visiones -las piedras preciosas, las calles de edificios de oro, las puertas siempre abiertas, la luz del mismo Dios que hacía innecesaria la del sol y la luna, la venida de las naciones trayendo sus dones a Jerusalén.
Aquí está la fe. Aunque Jerusalén había sido borrada del mapa, los judíos no perdieron nunca la confianza en que Dios la reedificaría. Es verdad que expresaban sus esperanzas en términos de riqueza material; pero esta era meramente un símbolo de la seguridad de que hay una bienaventuranza eterna para el pueblo fiel del Señor.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Apo 3:12; Apo 19:7; Isa 60:1-22; Isa 61:10; Isa 62:1-12; Isa 65:18-25; Gál 4:26; (ver Heb 11:10; Heb 11:16).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
f 1013 Isa 52:1
g 1014 Heb 12:22; Rev 3:12
h 1015 Rev 19:7
i 1016 Mat 9:15; Jua 3:29
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
la ciudad santa, la nueva Jerusalén. Esta ciudad representa al pueblo santo de Dios, su reino eterno y la novia, que es la iglesia (vers. 9, 10), en contraste con la Babilonia impía, la ciudad de la ramera (17:1) y la ciudad infiel de la antigua Jerusalén donde Cristo fue crucificado (11:8).
Fuente: La Biblia de las Américas
2 (1) La revelación que este libro contiene está compuesta de señales (véase la nota 1 (2) del cap.1). Debido a la profundidad de los asuntos grandes e importantes de este libro, es difícil que el hombre los describa detalladamente con palabras simples. Así que, todos estos asuntos son simbolizados y descritos por señales, como por ejemplo los candeleros, que representan las iglesias, y las estrellas, que representan los mensajeros de las iglesias (cap.1); Jezabel, que representa la Iglesia Romana fornicaria y degradada (cap. 2b); el jaspe y las piedras preciosas, los cuales representan la vida y al Dios redentor (4:3); el León y el Cordero, que representan al Cristo vencedor y redentor (cap.5); los cuatro caballos, los cuales representan el evangelio, la guerra, el hambre y la propagación de la muerte (cap. 6a); la mujer universal, quien representa los redimidos de Dios de todas las generaciones, su hijo, quien representa los fuertes y vencedores de entre los redimidos de Dios, y el dragón, la serpiente, que representa a Satanás, quien es cruel y astuto, el diablo (cap.12); la bestia que sube del mar, que representa al anticristo, y la bestia que sube de la tierra, que representa al falso profeta (cap.13); la cosecha, que simboliza el crecimiento del pueblo bajo el cultivo de Dios, y las primicias, que representan a los que maduran primero entre los que crecen bajo el cultivo de Dios (cap.14); Babilonia la Grande, que representa Roma en el aspecto religioso y en el aspecto material (caps.17-18); y la novia, que representa a los santos que hayan madurado y estén preparados para ser el complemento de Cristo (cap.19a). Aparte de estas señales, hay muchas otras. La última señal, que también es la mayor, es la Nueva Jerusalen, la cual representa la totalidad de los redimidos de Dios a lo largo de todas las generaciones, quienes han sido regenerados, transformados y glorificados. No se trata de una ciudad material sin vida, sino de una persona corporativa y viviente, quien es la novia cuyo Marido es Cristo, una persona maravillosa (v.2).
La Nueva Jerusalen es una entidad viviente compuesta de todos los santos que Dios ha redimido a lo largo de todas las generaciones. Es la novia de Cristo como Su complemento ( Jua_3:29), y la santa ciudad de Dios como Su habitación, Su tabernáculo (v.3). Esta es la Jerusalen celestial ( Heb_12:22), la cual Dios ha preparado para nosotros y la cual Abraham, Isaac y Jacob esperaban con anhelo ( Heb_11:10 , Heb_11:16). Esta es también la Jerusalén de arriba, la cual es nuestra madre ( Gál_4:26). Como novia de Cristo, la Nueva Jerusalén proviene de Cristo, su Marido, y llega a ser el complemento de El, tal como Eva provino de Adán, su marido, y llegó a ser su complemento ( Gén_2:21-24). Ella se prepara participando de las riquezas de la vida y naturaleza de Cristo. Como la santa ciudad de Dios, ella está completamente santificada para Dios y completamente saturada de la naturaleza santa de Dios a fin de ser Su habitación.
Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, Dios compara a Su pueblo con una esposa ( Isa_54:6 Jer_3:1 ; Eze_16:8 Ose_2:19 2Co_11:2 Efe_5:31-32) y con una morada para Sí mismo (Éxo_29:45-46 Núm_5:3 ; Eze_43:7 , Eze_43:9 Sal_68:18 1Co_3:16-17 1Co_6:19 2Co_6:16 1Ti_3:15). La esposa es quien le satisface en amor, y la morada es donde halla Su descanso en expresión. Ambos aspectos tendrán su consumación en la Nueva Jerusalén. En ella, Dios tendrá satisfacción absoluta en amor y un total descanso en expresión por la eternidad.
2 (2) Todos los redimidos de Dios, después de ser arrebatados a los cielos, constituirán la Nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de Dios. Esto indica que nuestra morada eterna no será el cielo, sino la Nueva Jerusalén en la tierra nueva.
2 (3) La Nueva Jerusalén es una novia, lo cual indica que ella no es una ciudad material, sino una persona corporativa. Con respecto a Cristo, es una novia en quien El halla satisfacción; con respecto a Dios, es un tabernáculo en el cual El puede descansar y mediante el cual puede expresarse.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
nueva Jerusalén. Esta ciudad celestial será la residencia de todos los santos (Heb 12:22-24), la esposa de Cristo (Apo 21:9-10), y el lugar que Cristo está preparando para los Suyos (Jua 14:2). Durante el milenio, parece ser que la nueva Jerusalén (descrita en detalle en Apo 21:9 – Apo 22:5) estará suspendida sobre la tierra, y será la habitación de todos los creyentes durante toda la eternidad (como se pone de relieve en Apo 21:1-8).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Y vi… M↓ registra Y yo Juan, vi; de DIOS… → Apo 3:12; la ciudad… → Isa 52:1; ataviada… → Isa 61:10.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R539 Τῷ ἀνδρί se usa como un dativo de ventaja: para su marido.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
M i añaden yo Juan.
21.2 g Rev 3:12.
21.2 g Isa 52:1.
21.2 g Isa 61:10.