Estudio Bíblico de 2 Samuel 22:10-14 | Comentario Ilustrado de la Biblia

2Sa 22:10-14

También inclinó los cielos y descendió.

Jesús anunció

En 1808 hubo una reunión de los emperadores de Francia y Rusia en Erfurt. Había allí hombres ilustres de otras tierras. Se dispuso que cuando cualquiera de los emperadores llegara a la puerta de la sala de recepción, el tambor debería tocar tres veces; pero cuando llegaba un dignatario menor, el tambor sonaba sólo dos veces. Después de un rato, la gente en la sala de audiencias escuchó dos toques del tambor. Dijeron: “Viene un príncipe”. Pero después de un rato hubo tres toques y gritaron: “¡El Emperador!”. Oh, hay una llegada más gloriosa a tu alma esta noche. El tambor golpea dos veces a la llegada de las alegrías y felicitaciones menores de vuestra alma; pero late una, dos, tres veces, en la entrada de un Rey glorioso: Jesús el Salvador, Jesús el Dios. Te felicito. Todo es tuyo: lo presente y lo por venir. (CH Spurgeon.)

Dios viene en nuestro socorro

“Dios vive, ” esa es la armadura que tenía David. No puedes verlo; no brilla al sol; pero lo tiene; Dios está con él. Hay dos soberanos que nunca se mueven de sus capitales. El Papa se apega al Vaticano, es la etiqueta papal; y el sultán, ha permanecido durante quince años dentro de los límites de su capital: es la etiqueta mahometana. Pero Dios no es así. Dios, por así decirlo, deja el cielo alto, y Él mismo se ha puesto al lado de este joven David. Oh, guerrero de Cristo, ¿por qué deberías desanimarte? ¿Por qué deberías estar triste? ¿Por qué no ha de ser glorificada vuestra visión para que podáis contemplar los caballos y los carros del Dios viviente? En la batalla contra el pecado: la armadura que tenéis es la conciencia del Dios vivo. David conoce a Dios. (J. Robertson.)