Comentario de Levítico 14:39 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Al séptimo día el sacerdote volverá a examinarla; y he aquí que si la mancha se ha extendido en las paredes de la casa,
Lev 13:7, Lev 13:8, Lev 13:22, Lev 13:27, Lev 13:36, Lev 13:51 La consideración de las circunstancias exhibirá la importancia y la conveniencia de la ordenanza de Moisés respecto al tema de la lepra de casa. 1ro. – Moisés ordenó que el dueño de una casa, cuando aparecieren manchas sospechosas en las paredes, debía dar aviso, para que se inspeccionara; y ese inspector, como en el caso de la lepra humana, debía ser el sacerdote, a quien le tocaba el deber. Ahora serviría para parar el mal en el punto de su origen, y hacer a todos atentos en observarlo. 2do. – Al darse cuenta, el sacerdote tenía que inspeccionar la casa, pero el ocupante tenía la libertad de primero sacar todo; porque cualquier cosa que se hallaba dentro de la casa declarada inmunda, llegaba a ser, junto con la casa, inmunda. 3ro. – Si, a primera vista se vieran manchas, la casa debería de estar cerrada durante siete días y después tener otra inspección. Si, durante este intervalo, el mal no se propagaba, se le consideraba como una circunstancia simplemente casual, y la casa no se consideraba contaminada; pero si se hubiera desparramado, se consideraba la verdadera lepra de casa; y las piedras afectadas con el mal debían quitarse de la pared, y llevarse a un lugar inmundo en las afueras de la ciudad, y las paredes de la casa entera habían de raspar y enyesar de nuevo. 4to. – Si, después de esto, la lepra brotaba de nuevo, había que tumbar toda la casa, y llevar todo el material afuera de la ciudad. Por lo tanto, Moisés nunca permitía que una casa leprosa se quedara de pie. 5to. Si, al contrario, la casa siendo inspeccionada por segunda vez, se hallara limpia, se le declaraba así, y se hacía una ofrenda en ese momento; para que todos supieran con seguridad que no estaba infectada, y el público se librara de todo temor al respecto. Por medio de esta ley, muchos males se evitabanpararía el problema en el punto de su origen, y haría que todos estuvieran atentos en observarla: la gente se guardaría de esas impurezas de donde comenzó, y así la salud sería conservada y no sufriría en una casa infectada. El propósito de estos estatutos de Moisés era de prevenir la infección por medio de las obligaciones sagradas de religión. Las leyes ceremoniales se guardan más conscientemente y sagradamente que los preceptos morales.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
REFERENCIAS CRUZADAS
d 597 Lev 10:10; Lev 13:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., mirará