Estudio Bíblico de Oseas 8:9 | Comentario Ilustrado de la Biblia

Os 8:9

Un asno salvaje solo por sí mismo.

La figura bíblica del asno salvaje

Qué figura del alma indómita que rechaza el yugo fácil del Redentor bendito. El espíritu indómito del hombre desprecia el amor del Señor adorable. No se puede concebir una imagen más real de lo completamente intratable que esta. El asno salvaje seguirá su propio camino. Pero esto es según la naturaleza. Lo que estamos llamados a contemplar es el ser caído del hombre, descrito como un “asno salvaje solo por sí mismo”. Efraín y las Diez Tribus se comparan con el asno salvaje por muchas razones.

1. Rechazaron el yugo fácil de Cristo; sus corazones estaban indómitos; fueron tercos en su rechazo de la gracia invitante de Dios; estaban llenos de locura obstinada; eran testarudos e ingobernables, sin consentir en ninguna restricción; eligieron su propio camino, corriendo de un lado a otro tras el pecado, locos por sus ídolos, como el asno salvaje atraviesa el desierto sólo para satisfacer su propia naturaleza baja.

2. El asno salvaje es excesivamente veloz; y aunque muchos de ellos comúnmente se juntan, sin embargo, es común que alguno de ellos se separe y se separe de su compañía, y corra solo o al azar por sí mismo. Es cuando se escapa así que es una presa tan fácil para el león. Efraín, al buscar ser todo para sí mismo, se convirtió en la presa más segura del devorador; y cada vez que el pecador se separa de sí mismo, pensando que por ello es libre y sin amo, está en buena forma de ser dejado a su suerte y entregado por Dios.

3. El asno montés es presa del león en el desierto, y el alma infiel a Cristo, buscando sus propias cosas, es como un asno montés solo para sí mismo, o para sí mismo, para su propia gratificación, su propio placer y el fin de estas cosas es muerte. (Alfred Clayton Thiselton.)