Estudio Bíblico de Marcos 12:17 | Comentario Ilustrado de la Biblia

Mar 12:17

Dar a César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

Nuestras obligaciones para con Dios y los hombres

El espíritu del pasaje nos obliga a considerar sagrados los derechos de todos los seres y darles todo lo que es suyo.

I. ¿Qué se debe a Dios? ¿O cuáles son las cosas, propiedad de Dios, que nuestro Salvador aquí requiere que le demos? “La tierra es del Señor”, etc. Por supuesto que nosotros, y todo lo que poseemos, somos propiedad de Dios. Más particularmente-

1. Nuestras almas con todas sus facultades.

2. Nuestros cuerpos.

3. Nuestro tiempo.

4. Todos nuestros conocimientos y adquisiciones literarias.

5. Nuestros bienes temporales.

6. Nuestra influencia.

El que rehúsa a Dios cualquiera de estas cosas, o parte de ellas, no cumple con el precepto del texto.

II. ¿Qué cosas debemos nosotros a los hombres?

1. Todos los hombres tienen derecho a nuestro amor.

2. A todos los que Dios ha hecho nuestros superiores debemos obediencia, sumisión y respeto.

3. A nuestros inferiores debemos bondad, mansedumbre y condescendencia.

4. Aquellos de nosotros que somos miembros de la iglesia visible de Cristo, nos debemos unos a otros el desempeño de todos los deberes que resultan de nuestra conexión.

5. Hay algunas cosas que debemos a nuestras familias y conexiones. Como esposos y esposas.

Mejoramiento:

1. ¡Cuán grande, cuán inconcebible es la deuda que hemos contraído tanto con Dios como con los hombres!

2. Nuestra necesidad de interesarnos por el Salvador, y la imposibilidad de salvarnos sin Él. Evidentemente no podemos saldar nuestras deudas pasadas. En Cristo hay ayuda. Él se convierte en garantía para todos los que creen en Él. ¿Y no se combinan la razón, la conciencia y la consideración de nuestra propia felicidad con la Escritura para incitarnos a aceptar las ofertas de este benefactor divino y, constreñidos por su amor, a vivir en adelante para Él y no para nosotros mismos? (Dr. Payson.)

Dios ante César

Frederic, el Elector de Sajonia , a quien, siendo prisionero de Carlos V, se le prometió la ampliación y la restitución de la dignidad, si asistía a misa. “Summum in terris dominum, agnosco Caesarem, in caelis Deum.”–“En todos los arreglos civiles estoy dispuesto a ceder ante César, pero para las cosas celestiales solo tengo una Señor, y por eso no me atrevo a servir a dos: Cristo me es más bienvenido en cadenas, que los honores del César sin Cristo”. (Diccionario de ilustraciones.)

Una ofensa contra César

Un niño de unos nueve años de edad, que asistía a una escuela sabática en Sunderland, le pidió a su madre que no permitiera que su hermano trajera a casa nada que hubiera sido contrabandeado cuando se hizo a la mar. “¿Por qué deseas eso, hijo mío?” dijo la madre. Él respondió: “Porque mi catecismo dice que está mal”. La madre respondió) “Pero eso es sólo la palabra de un hombre”. Él dijo: “Madre, ¿es la palabra de un hombre que dijo: ‘Dad a César lo que es de César?’” Esta respuesta silenció por completo a la madre; pero su padre, todavía tratando de defender la práctica del contrabando, el niño le dijo: “Padre, ¿qué es peor robar a uno o robar a muchos?” Con estas preguntas y respuestas, el niño silenció a sus padres sobre el tema del contrabando. (Museo Bíblico.)