Comentario de Números 11:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¿De dónde he de sacar yo carne para dar de comer a todo este pueblo, que llora ante mí diciendo: “Danos carne para que comamos”?
Mat 15:33; Mar 8:4; Mar 9:23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Moisés confesó a Dios que él no podía proveer carne al pueblo tal como ellos pedían. Sus quejas lo descorazonaban, de modo que a causa de esta gran carga, Moisés pidió que el Señor le diera muerte.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
[o] LAS CODORNICES Dijimos en el comentario que en este capítulo se combinaron dos tradiciones: la del maná y la relativa a los ancianos, que de hecho son los jueces (Ex 18; Dt 1,9). Salta a la vista que el hilo del relato pasa de las quejas del pueblo en 1-6 a los versículos 18-23 y a su conclusión en 31-35. Esa tradición del maná debió haber sido muy antigua a juzgar por los versículos 7-9 que guardaron el contacto con la realidad (como Ex 16,14 y 31): el mana era una especie de resina que se recogía por debajo o por encima de algunos arbustos. En cuanto a las codornices, compárese con Ex 16,12 yj Num 11,18. Esta historia del pueblo que quiere carne es en la Biblia uno de los ejemplos de que Dios juega con lo que le pedimos. No basta con decir Dios escucha nuestras plegarias cuando él juzga que lo que le pedimos será útil para nosotros, pues si no nos oye es porque necesitamos otra cosa. Dios nos conduce por un camino en el que debemos aprender a conocernos a nosotros mismos y también a conocerlo a él. Sólo él sabe lo que hay en nuestras peticiones y lo que hay en el fondo de nuestro deseo. Allí es donde él quiere trabajar. Habrá muchas veces en que la oración hecha con fe será acogida y en que se reconocerá la generosidad de Dios, pero habrá otras en que nadie podrá dar una explicación como aconteció con esas codornices que llegan por milagro y que inmediatamente provocan la muerte: una vez más debemos aquí callarnos ante el misterio, o la santidad de Dios.