Biblia

Comentario de Números 13:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Números 13:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces Jehovah habló a Moisés diciendo:

Los nombres de los hombres quienes fueron enviados a espiar la tierra, Núm 13:1-16.

Sus instrucciones, Núm 13:17-20.

Sus hechos, Núm 13:21-25.

Su informe, Núm 13:26-33.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

De acuerdo a Deu 1:21-23, que se enviaran hombres que reconozcan la tierra fue idea del pueblo. Este tal vez instó a Moisés a enviar espías a la tierra para descubrir el mejor acercamiento para la conquista. Por lo tanto, Dios instruyó a Moisés a proceder con el plan. Su ubicación en el desierto de Parán (Núm 12:16), al sureste de Canaán, era ideal para la redada hacia el norte de los espías y luego para el ejército de Israel.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

13. Los Exploradores de Canaán.
E l relato de los c.13-14 sobre la exploración de Canaán y la rebelión del pueblo es bastante complejo desde el punto de vista literario.

Orden Divina de Explorar Canaán (1:16-17:16).
1Partióse después el pueblo de Jaserot y acampó en el desierto de Farán. 2 Yahvé habló a Moisés, diciendo: “Manda a algunos hombres a explorar la tierra de Canaán que voy a daros: 3 manda a uno por cada tribu y que sean todos de los principales entre ellos.” 4Mandólos Moisés desde el desierto de Farán, según el mandato de Yahvé, todos los jefes de los hijos de Israel. 5Sus nombres son: de la tribu de Rubén, Samua, hijo de Zecur; 6de la tribu de Simeón, Safat, hijo de Jurí; 7(6)de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jeíbné; 8de la tribu de Isacar, Jigal, hijo de José; 9de la tribu de Efraím, Osea, hijo de Nun; 10 de la tribu de Benjamín, Falti, hijo de Rafu; 11de la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí; 12de la tribu de José de Manasés, Gadí, hijo de Sasí; 13de la tribu de Dan, Amiel, hijo de Guemalí; 14de la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel; 15de la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vapsí; 16de la tribu de Gad, Guel, hijo de Maquí. 17 Estos son los nombres de los mandados por Moisés para explorar la tierra. A Osea, hijo de Nun, le dio Moisés el nombre de Josué.

El v.1 es el v.16 del c.12 en los LXX y TM, y sirve de introducción al relato de los exploradores después del incidente del castigo de María. Los israelitas continuaron hacia el norte, llegando al desierto de Farán, sin designar el lugar preciso. Pero en Núm 32:8.9 se dice que los exploradores partieron de Cades-Barne, la actual Ain Qedeis1, a unos 150 kilómetros al sur de Bersabé, en el Negueb. Llegados al mediodía de Canaán, nada más natural que enviar exploradores a la tierra con la doble finalidad de examinar las defensas que tendrían que vencer para adueñarse de ellas y las condiciones de la tierra, a fin de alentar al pueblo en los trabajos de la conquista. Los documentos no nos dicen el número de los exploradores, contando sólo entre ellos a Caleb. El documento tiende a idealizar la historia de Israel, a fin de dar expresión a ciertas ideas religiosas. Así, es Yahvé el que toma la iniciativa y ordena a Moisés que envíe exploradores, que han de ser doce, según el número de tribus. Entre ellos Josué, de la tribu de Efraím, y Caleb, de la tribu de Judá. Los exploradores recorren toda la tierra de Canaán, desde Sin, en el Negueb, hasta Rejob, camino de Emat, de sur a norte durante cuarenta días. Los textos recorren sólo la parte sur de Canaán, lo que es más verosímil. En esa tendencia a idealizar el pasado. Así, los exploradores son los príncipes de cada tribu. La lista incluye 24 nombres, de los cuales 11 no aparecen en otros textos bíblicos. Los más famosos son Caleb y Josué. Aquél era idumeo2, pero aquí es presentado como perteneciente a la tribu de Judá, porque los calebitas aparecen especialmente relacionados con esta tribu3, apoderándose de Hebrón4. En tiempos de David se fusionaron con la tribu de Judá5. Josué es primeramente llamado Osea (“salva”), pero se le cambió el nombre en “Josué” (Yehosua: “Yahvé salva”) (v. 17-16). No se da razón del cambio del nombre, pero puede suponerse que haya tenido lugar con ocasión de la victoria sobre los amalecitas, en que se mostró Yahvé como salvador de su pueblo6.

Exploración de la Tierra de Canaán (18/17-25/24).
18(17)Mandólos, pues, Moisés a explorar la tierra de Canaán, diciéndoles: “Subid de aquí al Negueb; después subid a la montaña, 19(18)y observad la tierra cómo es, qué gente la habita, si fuerte o floja, si poca o mucha; 20(19)qué tal es la tierra habitada, si buena o mala; cuáles son sus ciudades, si abiertas o amuralladas; 21(20)Cua1 es su terreno, si fértil o pobre, si con árboles o sin ellos. Animaos y traed algunos frutos de esa tierra.” Era esto al tiempo de las primeras uvas. 22(21)Subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Sin hasta Rejob, a la entrada de Jamat. 23(22)Subieron al Negueb y llegaron a Hebrón, donde estaban Ajinam, Sesaí y Tolmai, hijos de Enaq. Hebrón fue fundada siete años antes que Tanis en Egipto. 24(23)Llegaron hasta el valle de Escol, cortaron un sarmiento con racimos de uvas, que trajeron dos en un palo, y granadas e higos. 25(24)Llamaron a aquel lugar Najal-Escol, por el sarmiento de vid que allí hallaron los hijos de Israel.

Moisés les encarga inspeccionar las fortalezas y condiciones de la tierra que habían de conquistar. Deben subir por el Negueb7 hacia la zona montañosa que rodea Hebrón, siendo el Negueb más bien la parte que rodea Gaza, Bersabé y sur de Hebrón. Como en esa zona montañosa de Hebrón habitaban los amorreos, se llamará “montaña del amorreo.”8 La “tierra de Canaán” equivale, más o menos, a lo que llamamos Palestina9, limitada al norte por Sidón y al sur por Gaza10. Se divide en tres zonas geográficas bien definidas: montaña, Negueb y Sefela11, siendo esta última la parte semi-costera occidental. Los exploradores deben internarse en la zona sur y percatarse de las posibilidades de ataque y de vivienda, y, como prueba de su incursión, deben volver con frutos del país (v.21). El hagiógrafo puntualiza que era el tiempo de las “primeras uvas,” hacia el mes de agosto, cuatro meses después de la partida del Sinaí.12 El v.22(21) parece una adición del sacerdotal, que quiere idealizar la incursión de los exploradores, suponiendo que recorrieron el territorio ideal de la tierra prometíaa en tiempos de la monarquía israelita. El desierto de Sin no es el Sinaí, sino la zona montañosa al norte de la meseta de Tih, continuando hacia el norte el desierto de Farán, y llegando por el este al monte de Akrabim o de los escorpiones13. Rejob es la parte septentrional de Canaán cerca del monte Hermón14, en la parte superior del Jordán. La “entrada de Jamat” o “camino de Jamat” es una frase estereotipada para indicar los límites septentrionales del reino de Israel15, y designa la Beqa o depresión entre el Líbano y Antelíbano, por donde discurría el camino hacia Jamat o Amatu de los textos asirios16. El v.23 nos da un recorrido de los exploradores más verosímil: la región que rodea Hebrón, no muy lejos de Cades Barne (unos 250 km.). Hebrón era entonces llamada Quiriat-Arba (“ciudad de los cuatro”)17, en la que habitaban descendientes de la raza gigante de Enaq. Los nombres Ajinam, Sesai y Tolmai (v.24-23) son probablemente nombres de tribus18. Parecen restos de las poblaciones presemíticas de Canaán, a las que la imaginación popular asignaba una estatura gigantesca, atribuyéndoseles la construcción de los monumentos megalíticos19. El hagiógrafo, para encarecer la antigüedad de Hebrón, dice que fue fundada “siete años antes que Tanis” o Soán (v.23-22). En realidad no sabemos cuándo fue fundada Tanis en el Delta oriental egipcio, capital de los hicsos, reconstruida por Ramsés II (s.XIII), pero que aparece mencionada en textos de la VI y XII dinastía, es decir, en el tercer milenio antes de Cristo. Los expedicionarios llegaron al valle de Escol, que parece estar no lejos de Hebrón, teniendo en cuenta que Escol es el nombre de uno de los aliados de Abraham20. En efecto, los alrededores de Hebrón son fértiles en viñas, higos y granadas, que son justamente los frutos que llevan de vuelta los exploradores. El hagiógrafo encarece hiperbólicamente la calidad y tamaño de los racimos de aquella región, diciendo que los exploradores transportaron uno de ellos entre dos, colgado de un palo (v.24). Escol significa en hebreo racimo, y por eso llamaron a aquella región Najal-Escol (“valle del racimo”). Es una explicación popular del nombre geográfico, que probablemente está relacionado con el nombre propio Escol de Gen 14:13-14.

Retorno de los Exploradores (26-33).
26(25)Volvieron de explorar la tierra al cabo de cuarenta días, 27(26)y, llegados, se presentaron a Moisés y a Aarón y a toda la asamblea de los hijos de Israel en el desierto de Farán, en Cades; 28(27)e hicieron relación a ellos y a toda la asamblea, mostrando los frutos de la tierra, y contaron así: “Hemos llegado a la tierra adonde nos mandasteis; en verdad mana leche y miel; he aquí sus frutos; 29(28)pero la gente que la habita es fuerte, y sus ciudades son muy grandes y están amuralladas; hemos visto también allí a los hijos de Enaq. 30(29)Los amalecitas habitan la región del Negueb; los jéteos, jebuseos y amorreos, la parte montañosa; los cananeos, las costas del mar y a lo largo del Jordán.” 31(30)Caleb, imponiendo silencio al pueblo, que murmuraba contra Moisés, clamó: “¡Subamos, subamos luego! ¡La conquistaremos, seremos más fuertes que ellos!” 32(31)Pero los que habían subido con él dijeron: “No debemos subir contra aquella gente; es más fuerte que nosotros.” 33(32)Y desacreditaban entre los hijos de Israel la tierra que habían explorado, diciendo: “Es una tierra que devora a sus habitantes, y todos cuantos hemos visto de ellos eran de gran talla. 34(33)Hasta gigantes hemos visto allí, ante los cuales nos pareció a nosotros que éramos como langostas; y así les parecíamos nosotros a ellos.”

Los exploradores tardaron cuarenta días en su misión, cifra estereotipada que indica un lapso considerable de tiempo21. Volvieron y se reunieron con los israelitas en Cades, probablemente la actual Ain Qedeis, al sur del Negueb, entre el desierto de Farán y el de Sin, a unos 150 kilómetros al sur de Bersabé22. Es una zona donde hay algunos pozos y oasis, muy apta para que los israelitas merodearan con sus rebaños durante los treinta y ocho años de su estancia antes de entrar en Canaán. El relato de los exploradores es muy verídico según la apreciación diversa de cada uno. Los optimistas lo pintan de color de rosa: la tierra explorada es maravillosa por su feracidad, y puede decirse que mana leche y miel (v.29-28); los pesimistas, en cambio, insisten en las dificultades y parte negativa de la tierra: devora a sus habitantes (ν·34-33).La expresión manar leche y miel es proverbial para encarecer la feracidad de una tierra. Las madres beduinas prometen a sus hijos leche y miel como lo mejor que pueden ofrecerles. Así es fácilmente concebible la frase en los israelitas, que salían de las estepas calcinadas y misérrimas del Sinaí23, al encontrarse con la relativa feracidad de Canaán. Los exploradores encarecen también las fortificaciones de la región habitada por los terribles descendientes de Enaq, los gigantes de la imaginación popular. Los datos arqueológicos modernos confirman las apreciaciones de los exploradores sobre la solidez de las ciudades fortificadas de los cananeos, y los textos egipcios se hacen eco de ello. Las ciudades son muy grandes, calificación que se ha de interpretar a la luz de la mentalidad beduina de los exploradores. En realidad, las ciudades cananeas solían ser acrópolis reducidas para facilitar la defensa24. El v.30 parece una adición erudita posterior, en la que se concretan las zonas geográficas habitadas por las distintas razas que estaban asentadas en Canaán. En el Negueb, o parte sur de Canaán (entre Gaza y el mar Muerto), están los amalecitas, gentes que aparecen en tiempos de Abraham en esta misma zona geográfica25. Era una población que vivía del pillaje, contra la que tuvieron que luchar constantemente los hebreos aun después de su establecimiento en Canaán. Por eso surgió un odio secular contra ellos26. La montaña o zona montañosa que rodea Hebrón hasta Jerusalén está habitada por los jéteos o hititas, población del Asia Menor que aparece en las cartas de Tell Amarna ocupando Canaán27; los jebuseos tienen la capital en Jerusalén, expulsados por David28; los amorreos, población que en los textos asirios da nombre al occidente semítico (Amurru) desde el Eufrates al Mediterráneo29. Los cananeos habitan la costa marítima y el valle del Jordán. La palabra cánamo designa generalmente a los habitantes de toda la región de Canaán (desde Fenicia hasta el desierto de Farán, lindante con Egipto), y en este sentido equivale muchas veces a amorreo. En las cartas del Tell-Amarna (s.XIV a.C.), Amurru es la región de Fenicia, y Canaán es lo que hoy llamamos Palestina30.
La narración de los exploradores sembró el terror entre los hebreos, y Caleb se levantó para animarlos al ataque (v.32-31)· Los pesimistas, sin embargo, no quieren entrar en esa región fortificada, en la que habitan gentes temibles, y además es una tierra que devora a sus habitantes, expresión que puede aludir a su pobreza (en contra de lo que habían dicho los optimistas), a los peligros de las fieras que en ella merodean, o mejor, a las poblaciones feroces que la habitan, que se matan entre sí. E insisten recordando la estatura de los gigantes, descendientes de Enaq, en cuya comparación los israelitas son como langostas. En Isa 40:22 se dice que Dios contempla a los hombres desde el cielo y que desde esa altura parecen langostas, expresión gráfica para encarecer su pequenez y debilidad.

1 R. Savignac, La región de ‘Ain Qedeis: RB (1922) 55-81. – 2 Cf. Num 34:19; Num 32:12; Jos 14:6; Jue 1.13; Num 13:6. – 3 Num 13:6; Jos 14:6-15; · – 4 Jos 15:13-19. – 5 Par 2:9; 25-42; 49. – 6 Estos cambios de nombre son frecuentes en personajes principales bíblicos, para caracterizar su misión histórica (cf. Gen 17:5; Gen 35:10). Los LXX leen ΊησοΟs(***); por ello los Padres consideran a Josué como tipo de Jesucristo, “salvador” del mundo. – 7 El nombre Negueb suele relacionarse con la raíz semítica ngb, que significa “ser seco.” Como esta región seca estaba al sur de Canaán, en la literatura bíblica es sinónimo de región meridional. Cf. Abel, Géog. I 418-419. – 8 Deu 1:7; Núm 13:30. – 9 En las cartas de Tell Amarna, Kinalihi, y en acadío mat Kinahni (“tierra de Canaán”)· – 10 Núm 13.30 – 11 Cf. RB (1931) 365. – 12 Num 10:11. – 13 Cf. Núm 34:3; Jos 15:1. – 14 Cf. 2Sa 10:8; Jue 18:28; 2 Sal 10:6. – 15 Cf. Num 34:8; Jos 13:5; Amo 6:14. – 16 Cf. Abel, Géog. I 300-301. – 17 Cf. Jue 1:10. – 18 Cf. Jos 11.21; Jue 1:20; Jos 15:14; Jue 1:10. – 19 Cf. Abel, o.c., I 328-329. – 20 Cf. Gen 14:13-24. – 21 Cf. Num 14:34. – 22 cf. RB (1922) 79-80. – 23 Cf. Power, Verbum Domini (1922) 53.58. – 24 Cf. DBS I 1010; H. Vincent, Canaán d’aprés la exploration récente 22-89. – 25 Gen 14:7; Exo 17:8-16. – 26 Cf. Desnoyers, Histoire du peuple hébreu I 73 n.s; Abel, Géog. I 270-273. – 27 Cf. RB (1909) 66. En los textos asirios sargónidas se llama a Siria y Palestina Hattu en razón de la influencia hitíta. – 28 2Sa 56:6-8. – 29 Cf. RB (1928) 63; Abel, Géog. I 239- – 30 Cf. RB (1908) 501-502.

Fuente: Biblia Comentada

Jehová habló a Moisés. Según Deu 1:22-23, el pueblo había primero solicitado enviar a los espías después que Moisés les mandó que tomasen la tierra. Aquí, el Señor acogió el deseo del pueblo y mandó a Moisés que los enviase.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

En contraste con Núm 1:1-54; Núm 2:1-34; Núm 3:1-51; Núm 4:1-49; Núm 5:1-31; Núm 6:1-27; Núm 7:1-89; Núm 8:1-26; Núm 9:1-23; Núm 10:1-36, en Núm 11:1 tiene lugar un cambio principal. El obediente Israel se transformó en el Israel quejumbroso (Núm 11:1; Núm 14:2; Núm 14:27; Núm 14:29; Núm 14:36; Núm 16:1-3; Núm 16:41; Núm 17:5) y rebelde (Núm 14:9; Núm 17:10). Finalmente, Moisés y Aarón se rebelaron también contra el Señor (Núm 20:10; Núm 20:24). Como respuesta a la desobediencia a Israel se encendió la ira del Señor (Núm 11:1; Núm 11:10; Núm 11:33; Núm 12:9; Núm 14:18; Núm 25:3-4), que lanzó plagas sobre su pueblo (Núm 14:37; Núm 16:46-50; Núm 25:8-9; Núm 25:18), como había hecho con Faraón y los egipcios (Éxo 9:14; Éxo 12:13; Éxo 30:12). Sin embargo, aunque Dios juzgó a aquella generación de Israel, seguirá cumpliendo sus promesas a Abraham en el futuro (Núm 23:5Núm 24:24).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Estos capítulos registran el gran fracaso de Israel en Cades. El pueblo faltó al no creer al Señor (Núm 14:11) renunciando a conquistar la Tierra Prometida. Su falta de fe constituyó una rebelión expresa contra el Señor (Núm 14:9). El NT contempla retrospectivamente estos tiempos como una ilustración de apostasía (cp. 1Co 10:5; Heb 3:16-19).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La narración nos refiere ahora el suceso que impedirá a toda a una generación de israelitas la entrada en la tierra prometida. El informe de los exploradores (Núm 13:28-29) causa una ola de rumores y murmuraciones (Núm 13:30 a), exagerando los peligros que la entrada en la tierra prometida podría acarrear (Núm 13:32-33). Esto produce un intento de rebelión y la propuesta de retornar a Egipto (Núm 14:1-4). La intercesión de Moisés obtiene el perdón, pero no impide el castigo de la generación rebelde (Núm 14:13-44).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Deu 1:22-28.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Los espías. El texto comienza con la palabra de Dios. El mandato de ir a espiar la tierra incluye el recordatorio que él les estaba dando la tierra y el tiempo estaba cerca. Cada tribu fue representada por un líder. Estos eran diferentes a los que habían llevado a cabo el censo y presentaron las ofrendas cuando el tabernáculo fue dedicado. Quizá eran más jóvenes. Josué, p. ej. uno de los escogidos, era siervo de Moisés y joven (Exo. 33:11; Núm. 11:28). Moisés le cambió el nombre de Oseas a Josué, un cambio de significado de “él salva” a “el Señor salva” (v. 16). Este es quizá el primer nombre israelita en el cual se usa el nombre del Señor. Su traducción al gr. es Jesús.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

13.17-20 Moisés decidió qué información se necesitaba antes de entrar a la tierra prometida y llevó a cabo pasos cuidadosos para obtener esa información. Cuando usted toma decisiones o asume nuevas responsabilidades, estos son dos pasos importantes que debe recordar. Pregúntese qué es lo que necesita saber acerca de esa oportunidad y luego dé los pasos para obtener esa información. Esta clase de sentido común es de gran ayuda para realizar los propósitos de Dios.13.25-29 Dios dijo a los israelitas que la tierra prometida era rica y fértil. No sólo eso, El prometió que esa tierra generosa sería suya. Cuando los espías rindieron su informe a Moisés, dieron muchas razones para entrar en la tierra, pero no dejaron de pensar en las cosas malas que podrían suceder. El hablar de gigantes y de ciudades amuralladas puede facilitar que nos olvidemos de la promesa de Dios de ayudarnos. Cuando se enfrente a una decisión difícil, no permita que lo negativo le haga perder la vista de lo positivo. Evalúe las dos cuidadosamente. No permita que las dificultades potenciales lo cieguen ante el poder de Dios para ayudar y su promesa de dirección.13.26 A pesar de que Cades era sólo un oasis desértico, fue una encrucijada en la historia de Israel. Cuando los espías regresaron a Cades después de inspeccionar la nueva tierra, el pueblo tenía que decidir si entraban a la misma o se retiraban. Decidieron retirarse y fueron condenados a vagar durante cuarenta años en el desierto. Fue también en Cades donde Moisés desobedeció a Dios (20.7-12). Por este motivo, tampoco se le permitió entrar a la tierra prometida. Aarón y María murieron allí, por lo que tampoco pudieron entrar en la nueva tierra. Geográficamente, Cades quedaba cerca de los límites al sur de Canaán. Pero debido a la falta de fe de los israelitas, necesitaron más que toda una vida para ir de Cades a la tierra prometida.13.27 La tierra prometida, también llamada la tierra de Canaán, era de hecho magnífica, como lo descubrieron los doce espías. La Biblia a menudo la llama la «tierra de la que fluye leche y miel». Aún cuando la tierra era relativamente pequeña -240 km de largo por 96 km de ancho- sus florecientes laderas estaban cubiertas de higueras, dátiles y nueces. Era la tierra que Dios había prometido a Abraham, a Isaac y a Jacob.MARIAPregunte a sus hermanos o hermanas mayores cuál es su mayor prueba en la vida y a menudo le contestará, «¡Mi hermano (o hermana) menor!» Esto sucede especialmente cuando el hermano menor tiene más éxito que el mayor. Los lazos de la lealtad familiar pueden estirarse hasta el punto de quiebra.Cuando encontramos por primera vez a María, es parte de una de las más extraordinarias historias sobre cuidado de niños. Estaba vigilando a su hermano menor, que flotaba en el río en una cuna a prueba de agua. La agilidad mental de María permitió que a Moisés lo criara su propia madre. Su complejo de superioridad como protectora, reforzada por aquel acontecimiento, tiene que haberla llevado a sentirse molesta con el ascenso a la grandeza de su pequeño.Un día el matrimonio de Moisés le concedió a María pie para criticarlo. Era natural que su complejo de inseguridad aflorara en cuanto al asunto. Con Moisés casado, María ya no era la mujer más importante de su vida. El verdadero problema, sin embargo, no era el tipo de mujer con quien Moisés se había casado, sino el hecho de que ahora él era el hombre más importante en Israel, «¿Sólo ha hablado el Señor por medio de Moisés?» preguntó María a su hermano Aarón. «¿No ha hablado también por nosotros?» No se hace mención de la respuesta de Moisés, pero Dios tuvo una respuesta rápida tanto para María como para Aarón. Sin negar sus funciones en su plan, Dios señaló claramente su relación especial con Moisés. María fue castigada con lepra, una enfermedad mortal, por su insubordinación. Pero Moisés, consecuente con su carácter, intercedió por su hermana, así que Dios sanó de la lepra a María.Antes de criticar a otros, tenemos que detenernos por un momento para poder descubrir nuestra motivación. Si no lo hacemos podemos acarrearnos resultados desastrosos. Lo que a menudo etiquetamos como «crítica constructiva» pueden ser realmente celos destructivos. Ya que la manera más fácil de elevar nuestra posición es rebajar al otro. ¿Está dispuesto a cuestionar su motivación antes de hacer una crítica? ¿Acaso el dedo que utiliza para señalar una crítica necesita apuntarlo a usted primero?Puntos fuertes y logros :– De pensamiento rápido bajo presión– Líder capaz– Compositora de canciones– ProfetisaDebilidades y errores :– Tenía celos de la autoridad de Moisés– Criticó abiertamente el liderazgo de MoisésLecciones de su vida :– Por lo general, es más importante trabajar con los motivos que yacen detrás de la crítica que con la crítica mismaDatos generales :– Dónde: Egipto, península de Sinaí– Familiares: Hermanos: Aarón y MoisésVersículos clave :»Y María la profetisa, hermana de Aarón tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María le respondía: Cantad a Jehová, porque en extremos se ha engrandecido; ha echado en el mar al caballo y al jinete» (Exo 15:20-21).La historia de María se relata en Exodo 2 y 15; Números 12 y 20. Además se menciona en Deu 24:9; 1Ch 6:3; Mic 6:4. 13.28 Los «hijos de Anac» eran una raza de personas anormalmente grandes. La familia de Goliat puede haber descendido de estas personas (véase 2Sa 21:16-22).13.28, 29 Las ciudades fortificadas de las que hablaron los espías estaban rodeadas por altas murallas aproximadamente de 6 m de ancho por 7.5 m de alto. Por lo general había guardias instalados en la parte alta, donde se tenía una vista dominante de todo el campo. Los residentes, dijeron los espías, eran hombres formidables -de 2.10 a 2.70 m de altura- así que los israelitas se sintieron como saltamontes junto a ellos (13.33). Las ciudades amuralladas y los gigantes infundieron miedo en los corazones de la mayoría de los espías.13.30-32 ¡Imagínese estar parado ante una multitud y gritar una opinión que no agrada a nadie! Caleb estaba dispuesto a levantarse para pronunciar esa opinión no popular para hacer lo que Dios había mandado. Para ser eficaz cuando se levante en contra de una multitud, usted debe (1) tener los hechos (Caleb había visto la tierra por sí mismo), (2) tener la actitud correcta (Caleb confiaba en la promesa de Dios de dar a Israel la tierra) y (3) pronunciarse en favor de lo que usted cree (Caleb dijo: ¡Podemos conquistarla!).13.33 Los hijos de Anac, también llamados nefilitas, eran gigantes que habitaron la tierra antes del diluvio (Gen 6:4).13.33-14.4 La opinión negativa de los diez hombres provocaron una gran rebelión entre el pueblo. Ya que es inherente a la naturaleza humana aceptar una opinión como un hecho, debemos ser especialmente cuidadosos cuando declaramos nuestras opiniones negativas. Lo que decimos puede influenciar severamente las acciones de aquellos que están confiando en nosotros para un consejo sabio.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

Esta sección, que habla de Israel en Cades, forma un intervalo en la narrativa de la peregrinación a Canaán. Explica el porqué la primera generación de israelitas que salieron de Egipto no entraron en la tierra prometida. La mayor parte de la experiencia de Israel en el desierto se centró en Cades-barnea (vers. 26; cp. 32:8), un oasis en la región nordeste de la península del Sinaí (desierto de Parán, vers. 3) y al sur de la frontera de Canaán.

Fuente: La Biblia de las Américas

[4] Num 27; 32, 8; Deut 1, 22; 9, 23.[17] Josué significa Salud de Dios o Salvador dado por Dios.[23] Tanaís era la capital y corte de los reyes de Egipto.

Fuente: Notas Torres Amat