Comentario de Números 34:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Jehovah habló a Moisés diciendo:
La lista de los nombres de los varones tiene varios propósitos:
(1) dar autenticidad al registro;
(2) dejar como recordatorio a estos hombres en la historia de Israel;
(3) servir como acuerdo legal para que la transferencia de la tierra a las tribus se hiciera en orden.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
El Señor designó a los hombres que debían asignar las secciones de la tierra de Canaán: el sacerdote Eleazar (Núm 20:25-26), el general Josué (Núm 27:18-23) y los príncipes de cada una de las diez tribus que debían recibir sus heredades. Ninguno de estos hombres era hijo de los príncipes que se relacionan en Núm 1:5-15.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Los líderes repartirían la tierra. Josué y Eleazar fueron autorizados para realizar esta tarea (v. 17), y su labor se registra en Jos. 14-19. Diez líderes de las tribus fueron nombrados para que les asistieran (vv. 18-29). Varios de los nombres en la lista contienen la palabra “El” (“Dios”). Esto es evidencia de la antigüedad de la lista misma, ya que nombres posteriores contienen el nombre de “el Señor” (ver material sobre 1:4-16). También pudiera apuntarse que estos eran hombres de edad bastante avanzada; p. ej. Caleb tenía como 80 años (ver Jos. 14:10). Aun cuando estos eran los líderes de las tribus de Israel, estaban definitivamente sujetos a Josué y a Eleazar. Caleb, p. ej., unos cinco años más tarde, le pidió a Josué que le diera la herencia que se le había prometido. Este tipo de una alta autoridad era esencial para prevenir disputas territoriales entre las tribus. Tenía que estar claro que la tierra era repartida de acuerdo con la voluntad de Dios, por medio de sus siervos asignados, y las delimitaciones no debían ser alteradas (ver Prov. 22:28; 23:10).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
El S eñor mismo nombró a los que distribuirían la tierra, lo que significaba cuán importante era la tarea. En general las tribus fueron registradas geográficamente desde el extremo sur (Judá y Simeón), hasta el extremo norte (Aser y Neftalí). Dan parece estar todavía en su lugar meridional (vers. 22), lo que quizás indique lo antiguo de este documento. Más tarde parte de Dan se traslada al norte (Jos 19:47; Jue 18:1– 10).
Fuente: La Biblia de las Américas
La repartición de la tierra debía ser supervisada por Eleazar, Josué y un príncipe por cada tribu.