Comentario de Josué 1:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
—Mi siervo Moisés ha muerto. Ahora, levántate, pasa el Jordán tú con todo este pueblo, a la tierra que yo doy a los hijos de Israel.
Mi siervo Moisés. Jos 1:1; Isa 42:1; Heb 3:5, Heb 3:6; Heb 7:23, Heb 7:24.
levántate y pasa. Núm 27:16-21; Deu 3:28; Deu 31:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dios anima a Josué de forma afectuosa y compasiva asegurándole su cuidado, protección y presencia y lo insta a obedecer su Ley. Esto es un ejemplo de cómo Dios anima misericordiosamente a sus siervos y de que sus exhortaciones aún son valiosas; el éxito verdadero en la vida no se obtiene si no se conoce ni se hace la voluntad de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
la tierra que yo les doy: Abraham recibió la promesa de que a él pertenecería la tierra de Canaán cientos de años antes (Gén 12:7; Gén 13:14, Gén 13:15, Gén 13:17; Gén 15:18-21; Gén 17:8; Gén 22:17). Aunque permitió que los descendientes de Abraham fueran esclavos en una tierra extranjera (Gén 15:13), Dios prometió que los traería de vuelta a su propia tierra (Gén 15:16). Esta promesa nunca se olvidó, es más, Dios la repitió muchas veces (Éxo 6:4, Éxo 6:8; Deu 1:6-8; Deu 4:38, Deu 4:40; Deu 5:31; Deu 7:13; Deu 8:1-10; Deu 9:4-6; Deu 11:8-12, Deu 11:17; Deu 26:1, Deu 26:9; Deu 32:49, Deu 32:52; Deu 34:4).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
PASA ESTE JORDÁN… A LA TIERRA. Como a las experiencias de Israel en el desierto, a su entrada en Canaán y su conquista se le puede llamar «ejemplo» que fue «escrit[o] para amonestarnos» (cf. 1Co 10:11).
(1) La tierra prometida y su conquista por el pueblo de Dios no tipifica el cielo sino la presente herencia espiritual y la salvación en Cristo de los creyentes.
(2) Aunque los creyentes poseen la salvación y en cierto sentido están en «los lugares celestiales en Cristo» (Efe 1:3), todavía deben pelear la batalla de la fe para asegurar su posesión de la salvación final y del reposo eterno (1Ti 1:18-20; 1Ti 4:16; 1Ti 6:12). Al igual que en la toma de Canaán, la posesión de la salvación y de la vida eterna entraña contienda y conquista espiritual (Efe 6:10-20).
(3) Para Josué y los israelitas, se efectuó y se mantuvo la posesión de la tierra prometida por la fe en Dios, expresada en obediencia a su palabra y en guerra contra los enemigos de Dios (vv. Jos 1:7-9; cf. Deu 28:1-68). Para el creyente bajo el nuevo pacto, la posesión de la salvación y las bendiciones de Dios se mantienen asimismo por una fe viva en Cristo (véase el ARTÍCULO LA FE Y LA GRACIA, P. 1582. [Rom 5:21]) que se expresa en la obediencia a su palabra (véase Jua 3:36, nota) y en la contienda espiritual contra el pecado, la carne y Satanás (Gál 5:16-21; véase Efe 6:11, nota). Así que pudiera perderse la posesión de la tierra (i.e., la herencia del Señor), como advierte Josué (Jos 23:16). La esperanza de la final posesión del supremo reposo de Dios estriba en la fe en las promesas de Dios (v. Jos 1:6), en su poder (Jos 3:14-17) y en su presencia personal (vv. Jos 1:5; Jos 1:9).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
la tierra que yo les doy. Esta es la tierra que Dios prometió en su pacto con Abraham y frecuentemente reafirmó más tarde (Gén 12:7; Gén 13:1-18; Gén 14:1-24; Gén 15:1-21; Gén 15:18-21).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Deu 1:8; Deu 5:31; Hch 7:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El mandato del Señor. Las palabras del Señor evocan aquellas de Moisés en Deut. (cf. v. 2 con Deut. 10:11; v. 3 con Deut. 11:23, 24; v. 5a con Deut. 7:24; vv. 5b-7a, 9, con Deut. 31:6-8). Los vv. 7b, 8 recuerdan textos en Deut. que lo identifican como “el libro de la Ley” y ponen énfasis en la importancia de meditar sobre y obedecer esta ley (ver Deut. 5:32, 33; 30:10). La promesa: Como estuve con Moisés, estaré contigo (5) recuerda la respuesta de Dios a la objeción de Moisés en Exo. 3:12. El libro de Jos. recoge el hilo de la historia donde termina el Pentateuco.
Los mandamientos y las promesas en los vv. 2-9 destacan la relación de pacto entre Dios y su pueblo. De parte de Dios, escogió a Israel para heredar la tierra (6). Del lado de Israel, debían ahora por fe reclamar el don (3, 4). No es tanto un asunto de obediencia, cruzar el Jordán, tan importante como lo es, sino un asunto de confianza en Dios (6, 7, 9). El les da razón para confiar: promete su presencia con ellos (5, 9b). De la misma manera, la iglesia que confía obedece el mandato de su Señor de evangelizar el mundo (Mat. 28:18-20). El mandato de no temer es una regla de la guerra santa.
2-5 La primera orden es cruzar el Jordán. El v. 2 dice lit.: “Ahora, levántate, pasa … ” (es decir, “cruza inmediatamente, no te demores”). Cristo ordena a la iglesia: “Sígueme” y él tampoco permite demoras (cf. Luc. 9:59-62). En el v. 4 se definen las fronteras extremas de la tierra, aunque la frontera sur está incompleta. Sólo durante el reinado de Salomón Israel llegó a tener el control de esa área (ver 13:1-7). El desierto se refiere al desierto oriental que principia en Transjordania. El Líbano se incluye en la tierra prometida en Jos. 13:5.
6 La segunda orden es tomar posesión de la tierra. “Tomar posesión” recuerda la concesión de la tierra que Dios dio a los patriarcas como una recompensa por su servicio fiel. Ahora, Josué debe conquistarla (caps. 1-12) y distribuirla (caps. 13-21).
7-9 La tercera orden, ser valiente y meditar en la Ley, vv. 7, 8, muestra que la posesión de la tierra depende de la obediencia en fe al libro de la Ley. La confianza y la obediencia se besan, no se pelean (cf. Rom. 1:5; 16:26; Stg. 2:14-26). Aunque Josué fue preparado para esta guerra, la obediencia, no el poder, garantizaron el éxito de la operación. Los cristianos bajo el nuevo pacto tienen la doble ventaja de que Cristo satisfizo las demandas de la ley y las promesas (Mat. 5:17; Rom. 3:21-26) y a través del Espíritu ha escrito la ley sobre sus corazones (2 Cor. 3:3-6; Heb. 8:7-13; 10:15-18).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
c 2 Deu 34:5
d 3 Núm 27:21; Deu 3:28
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Jordán. El río Jordán fluye por la cuenca más honda del mundo, llamada la hendedura del valle del Jordán. La parte más ancha del valle se extendía hasta 24 km de anchura, y la parte más estrecha, hasta 1.6 km. En la primavera el Jordán se desbordaba, dificultando el cruce del río.
Fuente: La Biblia de las Américas
A Moisés se le prohibió entrar en la Palestina a causa de su incredulidad (cp. Núm 20:12). El Jordán, entonces desbordado (Jos 3:15), sería difícil de cruzar.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
que les doy… TM añade a los hijos de Israel. Se sigue LXX → §194.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
[=] *Dt 34:1