Entonces avisaron al rey de Jericó, diciendo: —Unos hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para explorar la tierra.
fue dado aviso al rey. Sal 127:1; Pro 21:30; Isa 43:13; Dan 4:35.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
fue dado aviso: A pesar de la discreción de los espías (v. Jos 2:1), la noticia de su llegada a Jericó viajó rápido.
el rey de Jericó gobernaba un pequeño reino que incluía su ciudad y los territorios aledaños. Como suele ser el caso en el mundo antiguo, su «reino» era realmente una ciudad-estado. Compare la referencia con «Jabín, rey de Hazor» en Jos 11:1.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
–rey. Él no estaba a cargo de un dominio amplio, sino solo la ciudad-estado. Los reyes sobre otras áreas de la ciudad aparecen más tarde durante esta conquista (cp. Jos 8:23; Jos 12:24).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Rajab oculta a los espías. El reconocimiento, espionaje y el engaño son necesarios en la guerra, aun en la guerra santa (ver 1; cf. Jue. 7:9-16). Rajab escondió a los espías y engañó a los explo radores del rey de Jericó con mentiras (2-7). Clandestinamente dejó que los espías escaparan y los instruyó sobre la forma de evitar ser descubiertos, escondiéndose en las cuevas de las montañas al occidente de la ciudad, lo opuesto a lo que podría esperarse como una posibilidad (16, 17). Los engaños de Josué y Rajab producen dudas. ¿Cómo pueden esos engaños ser una parte legítima de la guerra santa? (Cf. Mat. 5:33-37; Ef. 4:14, 15.)
Las analogías indirectas de situaciones donde el engaño y la desinformación son correctos y necesarios, pueden ayudar. Los cazadores usan trampas y escondrijos; los pescadores, cebos y anzuelos. En los deportes, los jugadores con frecuencia tratarán de engañar a sus oponentes moviendo una pelota o adoptando posturas engañosas. En el ajedrez, un jugador engaña a su oponente tomando su pieza más débil para capturar la más fuerte; en los juegos de cartas uno conserva una “cara seria”. Dios fue bondadoso con las parteras que engañaron al Faraón (Exo. 1:19-20) y “por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses” (Heb. 11:23). En todas estas situaciones no acusamos a los participantes de actuar de acuerdo con principios carentes de ética de que un fin recto justifica medios injustos. Más bien, reconocemos que en dichas situaciones el engaño es legítimo, no erróneo. Así también el AT reconoce que en la inteligencia de guerra, la contrainteligencia y las trampas son todas parte de “el juego”. Josué preparó una emboscada (Jos. 8:9), y David usó a Husai como una estructura en conjunción con una red de espías (2 Sam. 15:32-37; 16:15-22). En el NT, Pablo escapó de los judíos bajo el amparo de la noche (Hech. 9:23-26), y el ángel tomó ventaja de los soldados dormidos para liberar a Pedro de las garras de Herodes (Hech. 12:6-10). Sin embargo, en la mayoría de las situaciones, las mentiras son incorrectas (Prov. 30:7, 8) y se requiere la verdad (Ef. 4:15). El creyente debe escuchar al Espíritu de Dios por medio de la Escritura y la conciencia para no racionalizar la situación.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
el rey de Jericó. Era gobernador local de la ciudad-estado de Jericó y no gobernaba sobre una extensa región.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
diciendo… vinieron… TM añade he aquí… durante la noche… Se sigue LXX → §194.