Comentario de Josué 8:30 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces Josué edificó en el monte Ebal un altar a Jehovah Dios de Israel,
edificó un altar. Gén 8:20; Gén 12:7, Gén 12:8.
en el monte Ebal. Moisés mismo había dado órdenes expresas sobre esta solemnidad en dos ocasiones; la primera en Deu 11:29, Deu 11:30, en la cual indicó el lugar exacto donde iba a realizarse; y la segunda, en Deu 27:4-8, hay una renovación de las instrucciones a Josué, con referencia especial a asuntos particulares. Jos 8:33.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La victoria sobre Jericó y la derrota y posterior victoria sobre Hai fueron sucesos significativos al tomar la tierra, ya que fueron las «primeras». Las victorias posteriores también fueron importantes, pero recibieron menos atención (caps. Jos 10:1-43; Jos 11:1-23).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
el monte Ebal se menciona aquí y en Deu 11:29; Deu 27:4, Deu 27:13. Este y el monte Guerizim, justo al sur del primero, fueron los lugares que se usaron para proclamar bendiciones y maldiciones cuando los israelitas entraron a la tierra, específicamente Ebal era el sitio de las maldiciones (Deu 11:29). Aquí había un altar. Ebal y Guerizim son dos cumbres importantes en el centro de Canaán que flanquean un paso de Este a Oeste a través de la región montañosa norcentral. Casi toda la tierra prometida se ve desde la cima del monte Ebal.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
JOSUÉ EDIFICÓ UN ALTAR. El episodio de la construcción de un altar en el monte Ebal y la lectura de la ley (v. Jos 8:34) revela cuatro principios para la interpretación del libro de Josué.
(1) El derecho a poseer la tierra prometida estaba sujeto a la proclamación del pacto de Dios y la lealtad del pueblo a él (Deu 30:15-18).
(2) El acceso de Israel a Dios siempre fue por fe mediante el sacrificio y la expiación de sangre (vv. Jos 8:30-31).
(3) La continuación de las bendiciones de Dios dependía de que ellos se mantuvieran fieles a Él con fe y amor sinceros (Deu 28:1-68; Deu 29:1-29; Deu 30:11-20; véase Jos 7:1-26, nota). No eran incondicionales la vida, bendición, paz y salvación en Canaán. La fe en las promesas de Dios, encarnadas en el altar, la expiación de sangre y los mandamientos, era esencial para mantener una relación de pacto con Dios (Deu 29:18-21).
(4) La Palabra de Dios escrita era la suprema autoridad para su pueblo y el fundamento sobre el cual experimentaban su bendición o maldición (vv. Jos 8:31-32; Jos 8:34; Jos 1:8; cf. Deu 27:1-26; Deu 28:1-68; Deu 29:1-29; Deu 30:1-20; Mat 7:24-27).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Se ofrece gratitud a Dios por dar la victoria. El altar, en obediencia a la instrucción de Éxo 20:24-26, fue construido de piedras no cortadas, de esta manera mantuvieron la adoración simple y no manchada por el despliegue humano de capacidad. Josué le dio a la Palabra de Dios un lugar detallado y central.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta ceremonia se llevó a cabo en obediencia a Deu 27:1-26 en la conclusión de la campaña central de Josué (cp. Jos 6:1 – Jos 8:35).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Ver Jos 8:33 – Ébal… Garizín.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El pacto renovado en el monte Ebal
En el corazón de sus historias de batalla, el narrador hace una pausa para relatar que Israel renovó el pacto en Siquem como Moisés les había ins truido (Deut. 11:29). Se publicaron las demandas y los preceptos del Señor de Israel. El altar simbolizaba la demanda de Dios sobre la tierra (cf. Gén. 12:8) y la ley definía el carácter de su reinado. Como las viñas sin podar (Lev. 25:5, 11) y el cabello sin cortar (Núm. 6:5) eran símbolos en Israel de que estos objetos eran santos o dedicados al Señor, así un altar de piedras sin labrar mostraba que pertenecían al Creador. El monte Ebal está al norte de Siquem (la moderna Nablus), el sitio de mal agüero, y el monte Gerizim, el más bajo de los dos (33) al sur. Uno debe asumir que Israel tenía libre acceso a esta área, ya sea porque tenían un tratado con los siquemitas (ver cap. 24; cf. Gén. 34; Jue. 9) o porque los cananeos, agazapados en sus fortificaciones, tenían temor de confrontarlos en esta área poco poblada. El monte Ebal, el monte de las maldiciones, fue elegido como el sitio apropiado para el altar porque allí Dios quitó la maldición de los pecadores.
Los holocaustos simbolizaban la consagración total de Israel a Dios y sirvieron para rescatarlos. Las ofrendas de compañerismo, que se comían, celebraban su relación con Dios. Los mismos sacrificios se usaron en la ceremonia en el monte Sinaí cuando Israel inicialmente ratificó el pacto (Exo. 24:5). Prefiguran la sangre de Cristo del nuevo pac to (Luc. 22:20). Se ha encontrado un altar en el monte Ebal y de acuerdo con su descubridor, A. Zetal, toda la evidencia científica corresponde muy bien con la descripción bíblica.
Como Josué estaba siguiendo la ley de Moisés, el lector debe asumir que las grandes piedras fueron cubiertas con cal y la ley inscrita sobre ellas (32; cf. Deut. 27:1-8). No se especifica la extensión de la ley escrita a la vista de los israelitas reunidos solemnemente. El lector debe asumir también que en el anfiteatro natural con espléndidas propiedades acústicas, seis tribus sobre el monte Gerizim aclamaron las bendiciones sobre la obediencia y seis en el monte Ebal las maldiciones sobre la desobediencia (33; cf. Deut. 27). Las tribus, compuestas de ciuda danos nativos y naturalizados, permanecieron en pie hacia los sacerdotes que llevaban el arca, el trono del Rey divino (ver 6:6, 7). Después, para que la escucharan todos los ciudadanos del reino de Dios, Josué leyó la ley, expresada a través de las bendiciones y las maldiciones, esencia del tratado de Israel con Dios (34, 35; cf. Deut. 11:26; 30:1).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
k 275 Éxo 20:24
l 276 Deu 11:29; Deu 27:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el monte Ebal. Este monte estaba al norte de Siquem (moderna Nablus). Su situación era estratégica: estaba en el centro del tránsito del este al oeste y del norte al sur. Anteriormente Dios había instruido a Israel, que cuando entrara en la tierra, anunciara las bendiciones de la ley desde el monte Gerizim y las maldiciones desde el monte Ebal (Dt 11:26– 30), y también que inscribiera la ley en grandes piedras y las colocara en el monte Ebal (Dt 27:2– 8).
Fuente: La Biblia de las Américas
Como súbditos del S eñor , su Rey, Israel estaba relacionado estrechamente con El por medio de la ley. En las estipulaciones de la ley, ellos prometieron obedecerle, y El prometió bendecirlos, protegerlos y proveer para ellos. Si ellos dejaban de obedecerle, El les advirtió que los castigaría. En las laderas de los montes Ebal y Gerizim, la nación entera prometió sumisión y obediencia a la ley como pueblo del pacto con el S eñor .
Fuente: La Biblia de las Américas
Ebal. Véase nota en Deu 11:29.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
[=] *Dt 11:29
[.] ¿Qué significa esta alianza celebrada en Siquem? La Biblia nos presenta la historia antigua de Israel en forma algo ficticia cuando dice que las doce tribus estuvieron en Egipto, salieron con Moisés y llegaron con él a la tierra prometida. Diversos grupos habían tomado parte en la salida de Egipto (Ex 12,38). En Palestina se les juntaron otros grupos (33). Las tribus no eran un pueblo homogéneo ni un grupo cerrado y no constituían todavía una nación organizada. Sin embargo, esas tribus de fuerza desigual formaban un conjunto. Entre ellas predominaban las de Efraím y Manasés, pero, posteriormente, se desarrolló en el sur la tribu de Judá, a partir de grupos diversos, en especial los calebitas (Jue 1,12; Núm 13,30) y los quenitas (Jue 1,16). La alianza de Siquem pudo ser la ocasión en la que todos aceptaron la fe y los mandamientos recibidos de Moisés.