Comentario de Jueces 18:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
En aquellos días no había rey en Israel. También en aquellos días, la tribu de Dan buscaba una heredad para sí, donde establecerse, porque hasta entonces no le había tocado una heredad entre las tribus de Israel.
no había rey. Jue 17:6; Jue 19:1; Jue 21:25.
la tribu de Dan. Jos 19:40-48.
hasta entonces. Jue 1:34.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La tribu de Dan envía cinco hombres para buscar una heredad, Jue 18:1-2.
En la casa de Micaía ellos consultan con el levita, y son animados en su camino, Jue 18:3-6.
Inspeccionan Lais, y regresan con buenas noticias, Jue 18:7-10.
Seiscientos hombres son enviados para sorprenderla, Jue 18:11-13.
En su camino roban a Micaía su sacerdote y sus cosas consagradas, Jue 18:14-26.
Vencen a Lais, y la llaman Dan, Jue 18:27-29.
Establecen la idolatría, en donde Jonatán hereda el sacerdocio, Jue 18:30-31.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Los danitas decidieron espiar la tierra, lo que recuerda a los doce espías que se infiltraron en Canaán en la época de Moisés (Núm 13:1-33) y los dos espías que Josué envió a Jericó (Jos 2:1-24). La palabra hebrea que se traduce espía se relaciona con la palabra que se usa para decir pie; la idea es que los espías caminaban silenciosamente, explorando lo que podían ver.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Los Exploradores en Casa de Mica (18:1-6).
1En aquellos días, la tribu de Dan andaba buscando dónde establecerse, pues no le había tocado hasta entonces heredad en medio de las otras tribus de Israel. 2 Mandaron, pues, los hijos de Dan de entre los suyos a cinco exploradores, hombres fuertes; los mandaron de Sora y de Estaol para que recorriesen la tierra y la explorasen, diciéndoles: “Id a reconocer la tierra.” Llegaron los cinco hombres, por los montes de Efraím, hasta la casa de Mica, y pasaron allí la noche. 3 Estando cerca de la casa de Mica, conocieron por la voz al joven levita, y, acercándose a él, le preguntaron: “¿Quién te ha traído a ti aquí? ¿Qué haces aquí y qué tienes aquí?” 4El les contestó: “Mica ha hecho por mí esto y lo otro, y me he ajustado con él y le sirvo de sacerdote.” 5Ellos le dijeron: “Entonces consulta a Dios para que sepamos si prosperará el viaje que hemos emprendido.” 6Y les dijo el sacerdote: “Id tranquilos; está ante Yahvé el camino que seguís.”
Acosados los danitas por el exterior y reducidos a un espacio vital totalmente insuficiente, fueron constreñidos a emigrar. Con estos acontecimientos se tienen ya los elementos de juicio para entender la expresión ambigua (Jos 19:40-48) de que “no le había tocado hasta entonces heredad en medio de las otras tribus de Israel.” Cinco hombres del clan de Sora y Estaol (Jos 13:2-25; Jos 16:31) fueron escogidos y enviados a explorar la tierra en busca de un territorio donde poder colocar cierto número de danitas. En su viaje hacia el norte pasaron por los montes de Efraím y llegaron a un villorrio donde estaba la casa de Mica (Jos 17:8), y pasaron allí la noche. A la mañana siguiente, ya en trance de proseguir su viaje, reconocieron la voz del joven levita, o porque le habían tratado personalmente en su región, o porque fueron sorprendidos al oír la voz de un hombre que hablaba con el mismo acento que ellos. Entraron en conversación con él, que les informó de los buenos tratos que le daba Mica, a quien servía como sacerdote. Porque los levitas eran expertos en el arte de la consultación, le pidieron consultara a Yahvé acerca del éxito de su viaje. El levita lo hizo – no se dice qué rito empleó -, dándoles una respuesta ambigua, que ellos interpretaron como de buen augurio. Debe descartarse la opinión de Hummelauer, según la cual el levita consultó al diablo, de quien fue la respuesta.
Los Cinco Exploradores llegan a Lais (Jos 18:7).
7Reemprendieron su camino los cinco hombres y llegaron a Lais. Vieron que la gente de ella vivía en seguridad, a modo de los sidonios, pacífica y tranquilamente, sin que nadie dañase a nadie, y que eran ricos y estaban alejados de los sidonios y no tenían relación con la Siria.
Los cinco exploradores continuaron su viaje en dirección al norte hasta llegar a Lais (Jos 19:47), ciudad situada en las fuentes del Jordán, a cinco kilómetros de Banías (Cesárea de Filipo), en el Actual Tell-el-Qadi. Allí nace el manantial que da origen al río Jordán, Nahr-el-Leddán, que conserva el nombre que se dio más tarde a la ciudad, Dan, en memoria de su conquista por los danitas. La ciudad, situada en una llanura y con abundancia de agua, era rica, no faltando nada de cuanto produce la tierra. Sus habitantes vivían en paz y seguridad, a la manera de los sidonios, es decir, habitantes de Fenicia (Jos 3:3), tranquilos y confiados. Tal vez la ciudad fuera colonia de Sidón (v.28), pero en caso de ataque p0r sorpresa no era fácil a la metrópoli prestarle ayuda, por hallarse a una distancia de cincuenta kilómetros y por mediar entre ambas ciudades la depresión de Nahr-el-Litani. Con respecto a los Estados árameos del este, Lais no mantenía ninguna relación con ellos. Los cinco exploradores comprendieron las ventajas que ofrecía el terreno para la emigración.
Emigración de los danitas (Jos 18:8-13).
8 Volviéronse, pues, a sus hermanos, a Sora y Estaol, que les preguntaron: “¿Qué traéis?” Ellos contestaron: 9 “Hemos ido y recorrido el país hasta Lais y hemos visto un pueblo que mora tranquilo según las costumbres de los sidonios, alejado de éstos y sin comunicación con la Siria. Subamos luego contra ellos. Hemos visto la tierra y es muy buena. ¿Os estáis quietos? No dilatéis la ida, para apoderarnos de esa tierra. 10 Daréis con un pueblo que vive seguro. La tierra es amplia, y Dios la ha puesto en vuestras manos. Es una tierra que produce de todo.” 11 Salieron, pues, de Sora y Estaol seiscientos hombres de las familias de Dan, armados en guerra, 12 y subiendo, acamparon en Quiriat-Jearim, de Judá, por lo cual se llamó hasta hoy este lugar Majane Dan, al occidente de Quiriat-Jearim. 13Pasaron de allí a los montes de Efraím y llegaron hasta la casa de Mica.
A las preguntas de sus compatriotas, a su regreso, respondieron los exploradores que el territorio era rico y fácil de conquistar. El laconismo de la respuesta, según el texto hebraico, contrasta con la larga descripción que hacen los LXX, cód. A. L., de las condiciones de vida que han observado en Lais. Según Num 1:39; Num 26:43, la tribu de Dan contaba con más de sesenta mil hombres aptos para las armas. Esto indica que no todos los danitas emigraron a Lais, sino únicamente parte del clan residente en Sora y Estaol. La primera etapa fue Quiriat-Jearim (Jos 9:17; 1Sa 6:21; 1Sa 7:1; 2Sa 6:2), a quince kilómetros al noroeste de Jerusalén, actualmente Abu-Gosch. Mahaneh-Dan significa campamento de Dan (2Sa 13:25); su emplazamiento no puede determinarse de manera exacta.
Robo en el santuario de Mica (2Sa 18:14-26).
14 Los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra de Lais dijeron a sus hermanos: “¿Sabéis que en esta casa hay un efod, y “terafim,” y una imagen tallada y chapeada? Ved vosotros lo que se ha de hacer.” 15Pasaron adelante; y entrando en la casa del joven levita, la casa de Mica, le preguntaron por su salud. 16 Los seiscientos hombres de los hijos de Dan, armados en guerra, se quedaron a la entrada de la puerta. 17Subieron los cinco exploradores y entraron para apoderarse del efod, de los terafim,” y de la imagen chapeada, mientras estaba el sacerdote a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados en guerra. 18 Después que entraron en la casa de Mica, se apoderaron del efod, de los “terafim,” y de la imagen tallada y chapeada, les dijo el sacerdote: “¿Qué hacéis?” 19 Ellos le dijeron: “Cállate; ponte la mano en la boca; vente con nosotros y serás nuestro padre y nuestro sacerdote. ¿Qué te es mejor, ser sacerdote de la casa de un solo hombre o serlo de una tribu y de una familia de Israel”? 20Alégresele al sacerdote el corazón, y, tomando el efod, los “terafim,” y la imagen tallada, se fue con aquella gente. 21Pusiéronse en marcha de nuevo, llevando por delante a los niños, a los animales y las cosas de precio; 22 y estaban ya lejos de la casa de Mica, cuando éste y los hombres que habitaban las casas vecinas de la de Mica se reunieron para salir en persecución de los hijos de Dan. 23Gritaron a los hijos de Dan; y éstos, volviendo la cara, dijeron a Mica: “¿Qué te ocurre, para que nos vengas dando voces?” 24 El contestó: “Mi dios, el que yo he hecho, me lo habéis quitado junto con el sacerdote, y os marcháis. ¿Qué me queda entonces? ¿Y todavía me preguntáis qué me ocurre?” 25Dijéronle los hijos de Dan: “No nos hagas oír más tu voz si no quieres que hombres irritados se arrojen sobre vosotros y pierdas tu vida y la de los de tu casa.” 26 Prosiguieron los hijos de Dan su camino; y Mica, viendo que eran más fuertes que él, se volvió y tornó a su casa.
La composición de los v.16-18 es singular. El sentido de la perícopa parece ser el siguiente: Habitaba Mica en un villorrio o caserío en el que las casas, dispuestas en forma circular, dejaban un patio en el centro, con la casa de Mica en el fondo del mismo y frente a la única puerta de entrada (v. 16-17). Los seiscientos hombres se aglomeraron en la puerta del caserío, donde saludaron y conversaron largamente con el levita (v. 15-16). Entre tanto, los cinco exploradores aprovecharon la coyuntura de hallarse el levita enzarzado en la conversación con el grueso de la tropa para deslizarse hacia el interior del patio, con ánimo de desvalijar el santuario instalado en la casa de Mica (v.17). Viendo ellos que el levita seguía en la puerta del caserío (v.17c), se filtraron en la casa de Mica, llevándose la imagen tallada (pesel), el efod y los terafim y, acaso (véase v.2), el ídolo de metal (massekah; v.18). De regreso, obligados a salir por la única puerta de acceso a la ciudad, en donde se hallaba el levita, no pudieron evitar que éste se diera cuenta del robo y les increpara, diciendo: “¿Qué hacéis?” Ellos y el grueso de los danitas le impusieron silencio y le invitaron a seguirles para ser su padre espiritual (2Sa 17:10) y sacerdote. Las propuestas que le hicieron le parecieron más lucrativas que las de Mica, por lo cual cargó él mismo con los objetos sagrados y, en medio de la tropa, como personaje distinguido, comenzo a recorrer el camino.
Toma de Lais (2Sa 18:27-29).
27Lleváronse, pues, lo que había hecho Mica y el sacerdote que tenía, y marcharon contra Lais, contra el pueblo tranquilo y confiado, y los pasaron a filo de espada y prendieron fuego a la ciudad. 28 No hubo quien la librara, por lo lejos que estaba Sidón y por no tener relación con la Siria. Estaba en el valle que se extiende hacia Bet Rejobot. Los hijos de Dan reedificaron la ciudad y habitaron en ella, 29 y la llamaron Dan, del nombre de su padre, hijo de Israel, pues antes se llamaba Lais.
La ciudad fue consagrada al anatema (2Sa 1:8-25; 2Sa 4:15). En la antigüedad, la guerra era total, y sigue siéndolo después de tres milenios. Después de la primera fase de la conquista israelita, no se habla más de “consagrar” la población cananea, sino solamente de rechazarla o someterla a tributo 1.
El autor sagrado explica el éxito de la empresa debido al aislamiento de Lais, que se encontraba lejos de Sidón y sin ninguna relación con la Siria. Bet Rejobot (Num 13:22; 2Sa 10:8), probablemente sobre el sitio original de Banías, era el centro de un pequeño Estado arameo que se organizó durante el siglo XII a. de C. El lugar formaba parte del país de los árameos o sirios (2Sa 10:8).
Fundación de Dan y de su santuario (2Sa 18:30-31).
30Los hijos de Dan se erigieron la imagen tallada de Mica; Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Moisés, él y sus hijos, fueron sacerdotes de la tribu de Dan hasta el tiempo de la emigración de Dan. 31 Permaneció entre ellos la imagen tallada de Mica, que él se había hecho, todo el tiempo que estuvo en Silo la casa de Dios.
Los danitas reedificaron la ciudad, a la cual dieron el nombre de su antepasado epónimo, Dan, uno de los hijos de Jacob. La traducción literal de los v.30-31 es la siguiente: “Los hijos de Dan se erigieron la imagen tallada (pesel). Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Moisés, él y sus hijos fueron sacerdotes de la tribu de Dan hasta el tiempo de la cautividad de la tierra. Y se instalaron para ellos la imagen tallada que hizo Mica, por todo el tiempo que la casa de Yahvé estuvo en Silo.” Estos dos versos han retenido la atención de exegetas e historiadores. Manipulados por los especialistas, los versos han sufrido mucho. Los críticos dudan de que uno y otro figurara en el texto primitivo; a veces suprimen los dos. Sin acudir a operaciones quirúrgicas tan enérgicas, algunos los amputan parcialmente. A pesar de las incertezas de la crítica literaria, los dos versos son importantes para la historia del sacerdocio israelita2. Hasta ahora el autor sagrado había callado el nombre de este levita; pero, en el trance de poner de relieve el origen ilustre del santuario, declara que se llamaba Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Moisés (Exo 2:22; Exo 18:3; 1Cr 23:15). Pero este detalle de que un descendiente de Moisés se prestara a una desviación del yahvismo auténtico indica la anarquía religiosa existente en aquella época. Por esto mismo, para salvaguardar el honor del gran caudillo de Israel, los masoretas reemplazaron más tarde su nombre por el del impío Manases (2 Re c.21). Esta es la razón que en el texto masorético haya un nun suspendido entre la primera y segunda letra del nombre de Moisés (m(n)sh) 3.
Descendientes de Jonatán continuaron ejerciendo su sacerdocio, poco ortodoxo, en el santuario de Dan hasta que desapareció con Cautividad del reino del Norte en los años 733 ó 722. En tiempos de Jeroboam, la imagen tallada de plata fue reemplazada por un becerro de oro, lo que “indujo al pecado, pues iba el pueblo hasta Dan para adorar” (1Re 12:30). Los profetas Amos y Oseas levantaron su voz contra estos sacerdotes.
En estos capítulos puede verse la mano de un autor del reino de Judá, que condena el santuario de Dan. Insiste en su carácter idolátrico (1Re 18:30a; 1Re 18:31a). El mismo redactor ha impreso su pensamiento en varias partes del relato. Respeta en general la vieja tradición danita; puede ser que haya añadido él los pasajes 17:6 18:1; 17:2-4. él redactor es un ferviente y ah vista, un partidario del sacerdocio sadocita de Jerusalén 4.
1 Véase A. Fernández, El santuario de Dan. Estudio critico-exegético sobre Jud. I7-l8 “Bíblica,” 15 (1934) 237-264; C. Hauret, Aux origines du sacerdoce danite: “Mélanges Ro-bert” (París s.a.) 105-113; Murtonen, A., Some Thoughts on Judges 1755: VT 1 (1951) 223-224.
1 W. F. Albright, De Γ age de la pierre a la chrétienté (París 1951) 204-205.
2 Fiauret, l.c., 105-106,
3 Fernández, l.c., 253 11.2; Hauret, l.c., 107. Hauret, l.c., 112-113.
Fuente: Biblia Comentada
Jue 17:6+.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— andaba buscando: Para este cambio de asentamiento de la tribu de Dan, ver Jos 19:40-48 y Jue 1:34.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La historia subsecuente de los ídolos de Micaías
Como vimos en el capítulo inaugural del libro, los danitas no pudieron tomar posesión total de su territorio en el sur (1:34). Su migración hacia el lejano norte, que se relata aquí, probablemente tuvo lugar muy al principio del período de los jueces (ver nota sobre v. 12).
La segunda parte de la historia de Micaías consiste de varias escenas que reflejan el movimiento de los danitas de un lado para otro, y sus encuentros con varias personas en su camino. Hay dos escenas que involucran al levita a quien Micaías había reclutado para ser su sacerdote. Fue consultado por los espías danitas (3-6) y les dio un oráculo favorable, y luego convino en abandonar a Micaías e ir con los danitas y servirles a ellos. En la escena que sigue (22-26) Micaías hace su aparición final, un hombre patético y quebrantado (24). En Lais, a la que los danitas dieron otro nombre, se vuelve a abrir el santuario de Micaías en un nuevo sitio y bajo nueva administración (30, 31). Pero las palabras ominosas hasta el tiempo de la cautividad de la tierra, apuntan a que este santuario sufrió la misma suerte del original (ver nota sobre v. 30).
Toda la historia está relatada con expresión de disgusto. Hay muchas similitudes superficiales con la conquista original de la tierra por Israel (Núm. 13-14; Deut. 1). Pero con toda su demostración de fuerza, los danitas aquí estaban de hecho en retirada, haciéndose a un lado de su verdadera herencia bajo la presión cananea (ver arriba). Y Lais, en contraste con las ciudades fortificadas que conquistó Josué, era un lugar remoto, quieto, confiado e indefenso (27, 28). Las simpatías del autor parecen estar más con las víctimas de los danitas que con los danitas mismos.
Al final, la historia es más acerca de Micaías que de los danitas. Sobre todo trata de la falsa con fianza que la gente tiene de poder manipular a Dios con objetos e instituciones religiosas. Los danitas esencialmente cometieron el mismo error que Micaías y su nuevo santuario estaba destinado a la destrucción desde el principio, al igual que Micaías. Una religión egoísta trae el juicio de Dios, no su bendición (ver especialmente 17:13).
Notas. 2 Para Zora y Estaol ver sobre 13:2, 25. Clanes es lit. el singular “clan”, que parece ser equivalente a tribu aquí (cf. vv. 11, 19). Contrástese 6:11. Para la región montañosa de Efraín ver sobre 4:5. 7 Lais estaba muy al norte de Canaán, 40 km. al norte del mar de Galilea. Fue llamada “Dan” por los danitas (29). Los sidonios (ver sobre 3:3) vivían sobre la costa mediterránea donde se encuentra actualmente el Líbano. 11 Para 600 ver sobre 3:31. 12 Quiriat-jearim (“ciudad de bosques”) estaba en las montañas a unos 13 km. al oeste de Jerusalén. Cf. Quiriat-séfer, “ciudad de libro(s)”, en 1:11. Campamento de Dan. Aparece desde el 13:25 que el lugar ya era conocido con este nombre en tiempos de Sansón. Por lo tanto, es probable que la comunidad de Sansón era un grupo pequeño de danitas que permanecieron en el sur después que la mayor parte de la tribu se había movilizado hacia el norte. 14 Para efod cf. 17:5 y ver sobre 8:27. Los ídolos domésticos (heb. terapim) aparentemente eran objetos pequeños (Gén. 31:19) que, como el efod, se usaban para adivinación (ver Eze. 21:21, donde “ídolos” traduce terapim y 2 Rey. 23:24). 19 Sé para nosotros como padre cf. 17:10. 21 La idea era mantener a los guerreros entre sus posesiones (incluyendo lo que habían robado) y a cualquiera que pudiera perseguirlos. 28 La ubicación precisa de Bet-rejob se desconoce, pero ver sobre v. 7 y cf. Núm. 13:21. 29 Israel se usa aquí como el nombre alternativo para Jacob (Gén. 30:4-6; 32:8). 30 Para GersoŒn ver Exo. 2:22. El sacerdote fundador era el nieto de Moisés. Esto le dio al lugar un gran prestigio y probablemente explica por qué Jeroboam I lo escogió más tarde para ser uno de los dos santuarios nacionales del reino del norte (1 Rey. 12:25-30). Sin embargo, permaneció como un centro de idolatría. El texto heb. tiene una pequeña “n” (heb. nun) inserta en la palabra “Moisés” para cambiarla a “Manasés”, el perverso rey de ese nombre (2 Rey. 21). Esto se hizo por respeto a Moisés, pero es cla ro cuál era la lectura original. La cautividad de la tierra es probablemente una referencia a la conquista final del reino del norte por Asiria en 722 a. de J.C., especialmente porque 2 Rey. 17 se refiere específicamente a la deportación de sacerdotes en ese tiempo (27; cf. vv. 1-6). 31 Silo estaba a unos 30 km. al norte de Jerusalén. Fue aquí que los israelitas primero instalaron el tabernáculo de reunión después de su llegada a Canaán (Jos. 18:1). Para el tiempo de Samuel, se había reemplazado por un edificio más permanente (1 Sam. 1:9, 24), pero Silo y su santuario fueron destruidos más adelante, probablemente por los filisteos (Jer. 7:12).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
18.1 A la tribu de Dan se le asignó una tierra que era suficiente para satisfacer sus necesidades (Jos 19:40-48). Sin embargo, debido a que no confiaron en Dios para que los ayudara a conquistar su territorio, los amonitas los forzaron a vivir en las colinas y no los dejaron establecerse en las llanuras (Jos 1:34). En vez de luchar por el territorio que les correspondía, prefirieron buscar una tierra nueva en el norte donde la resistencia enemiga no fuera tan fuerte. Fue durante este viaje hacia el norte cuando algunos de sus hombres pasaron por la casa de Micaía y robaron algunos de sus ídolos.18.4-6 Los sacerdotes y sus ayudantes eran todos de la tribu de Leví (Num 3:5-13). Tenían que servir al pueblo, enseñarle cómo adorar a Dios y llevar a cabo los rituales de los servicios de adoración en el tabernáculo en Silo y en las ciudades designadas. Pero este sacerdote desobediente mostró falta de respeto hacia Dios porque: (1) Llevaba a cabo sus deberes en una casa. Los deberes sacerdotales debían realizarse exclusivamente en el tabernáculo o en una ciudad designada. Esta exigencia era para evitar cambios en las leyes de Dios. (2) Llevaba ídolos con él (Num 18:20). (3) Decía que hablaba en nombre de Dios cuando esto no era cierto (Num 18:6).18.11-26 En todo este incidente, nadie deseaba adorar a Dios; en cambio, todos querían usar a Dios con fines egoístas. En la actualidad, algunas personas asisten a la iglesia para sentirse mejor, ser aceptadas, aliviarse de culpa y relacionarse para sus negocios o amistades. Cuídese de seguir a Dios con propósitos egoístas en lugar de un servicio desinteresado.18.14 Un efod era una vestidura ceremonial que usaba el sacerdote.18.24 Micaía hizo ídolos y contrató a un sacerdote para que practicara su religión personal. Cuando los hombres de Dan se llevaron sus ídolos y al sacerdote, no quedó nada. ¡Qué condición espiritual más vacía! Un ídolo es cualquier cosa que ocupa el lugar de Dios en la vida de una persona. Algunos invierten todas sus energías en buscar dinero, éxito, posesiones o una carrera. Si se les quitan estos ídolos, solo queda un caparazón vacío. Como único puede protegerse contra tal vacuidad es invirtiendo su vida en el Dios viviente al que nunca puede perder.18.27 ¿Tenía la tribu de Dan el derecho de matar a los ciudadanos de Lais? No. Dios ordenó que limpiaran y destruyeran ciertas ciudades debido a su idolatría y maldad. Pero Lais no entraba en ese juicio. No estaba dentro de los límites asignados a Dan y su gente era pacífica en contraste con los cananeos guerreros. Pero la tribu de Dan no respetaba la Ley de Dios. La Ley de Dios decía que una ciudad idólatra debía destruirse (Deu 13:12-15). Los mismos de Dan eran culpables de este pecado. Esta historia muestra cuán lejos se apartaron de la Ley de Dios algunas de las tribus.18.27 Solo porque los hombres de la tribu de Dan derrotaron a Lais no significa que sus acciones fueran buenas. Su idolatría mostró que Dios no los dirigía. Hoy día, muchos justifican sus malas acciones por las muestras externas de éxito. Piensan que la riqueza, la popularidad o la falta de sufrimiento indican la bendición de Dios. Pero muchas historias en la Biblia advierten que maldad y éxito terrenal pueden ir tomados de la mano (2Ki 14:23-29). El éxito no muestra la aprobación de Dios. No permita que el éxito personal se convierta en una vara de medir para saber si complace o no a Dios.18.30, 31 La tribu de Dan robó los ídolos de Micaía y ahora los situó en Lais. Aunque los danitas realmente negaban a Dios al adorar estas imágenes (Exo 20:1-5), tal vez imaginaron que adoraban a Dios mediante ellos (véase la nota a Exo 32:4-5). Adorar imágenes de Dios no es adorar a Dios, aun cuando se asemeje en alguna manera a la verdadera adoración. Hoy muchas personas cometen el mismo error cuando dicen ser cristianos sin creer en verdad en el poder de Dios o cambiar su conducta de acuerdo con sus expectativas. Al decir que seguían a Dios, no cambiaban sus vidas para estar de acuerdo con sus expectativas. La santidad no puede solo enunciarse, debe ser una realidad en nuestras motivaciones y acciones.18.31 Tal vez la destrucción de Silo fue durante los sucesos que narra 1 Samuel 4 y 5, no mucho tiempo después de los momentos descritos aquí. Debido a que Silo era el centro religioso de Israel, se requería que todos los varones adultos viajaran allí para ciertas fiestas religiosas. La tribu de Dan, sin embargo, estableció sus ídolos y sacerdotes en el nuevo territorio que conquistó. Debido a que estaba aproximadamente a ciento treinta kilómetros de Silo, quizás fue su excusa para no cumplir los requerimientos de la Ley. Este acto era una demostración más de la falta de respeto que había hacia Dios.18.31 La verdadera adoración a Dios debió haberse mantenido mediante el sacerdocio levítico en toda la tierra y la influencia del tabernáculo en Silo. Esta historia muestra cómo las influencias paganas y la depravación moral llegaron a todos los rincones de la cultura israelita. A pesar de que habían pasado trescientos años desde que entraron en la tierra prometida, seguían sin destruir la idolatría y las prácticas pecaminosas que incluía.Quizás en su vida existe la tendencia de permitir que hábitos «inofensivos» ocupen sus pequeños rincones, pero pueden convertirse en fuerzas dominantes. Los valores, las actitudes y las prácticas que ha adoptado del sistema del mundo pueden quedar a la vista al aplicarles la luz de la verdad de Dios. Una vez que los vea por lo que son, podrá empezar a desarraigarlos.LA TRIBU DE DAN SE DIRIGE HACIA EL NORTE : Las tropas de la tribu de Dan viajaron desde Zora y Estaol hasta la región montañosa de Efraín donde persuadieron al sacerdote de Micaía para que los acompañara. Continuaron rumbo norte hasta Lais donde masacraron brutalmente a los ciudadanos. La ciudad fue llamada Dan y los ídolos del sacerdote se convirtieron en el centro de su adoración.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 941 Gén 36:31; Deu 33:5; Jue 8:23; Jue 17:6; Jue 19:1; Jue 21:25
b 942 Jos 19:40
c 943 Núm 33:55; Jos 19:47; Jue 1:34
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
En aquellos días no había rey en Israel. Véase coment. en 17:6. El resto de la frase simbólica cada uno hacía lo que a sus ojos le parecía bien, se omite aquí. La historia de la migración danita sigue inmediatamente después. La fórmula sirve de enlace a las divisiones dentro de los capítulos 17– 21.
la tribu de los danitas buscaba…heredad. Aparentemente su inhabilidad de capturar y asegurar su territorio forzó a los danitas a emigrar más al norte, a lo que comúnmente se llama la región montañosa, hasta Lais, a la cabecera del Jordán.
Fuente: La Biblia de las Américas
Los amorreos habían obligado a los de Dan a internarse en las áreas montañosas de su territorio (Jue 1:34).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
heredad… Es decir, un lugar suficientemente amplio.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., en aquellos días
Lit., le había caído
O, heredad
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, heredad suficiente.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[14] Gen 31, 19.[28] Al pie del monte Líbano.