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Comentario de 1 Samuel 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Samuel 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

El arca de Jehovah estuvo en la tierra de los filisteos siete meses.

Año 1140 a.C.

El arca de Jehová. 1Sa 5:1, 1Sa 5:3, 1Sa 5:10, 1Sa 5:11; Sal 78:61.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Después de siete meses los filisteos toman consejo de cómo regresar el arca, 1Sa 6:1-9.

Llevan el arca en un carro nuevo con ofrendas a Bet-Semes, 1Sa 6:10-18.

El pueblo es herido por mirar en el arca, 1Sa 6:19-20.

Envían mensajeros a los de Quiriat-jearim, 1Sa 6:21.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

a los adivinadores se les demandaban ser capaces de predecir el futuro y de determinar la voluntad de sus dioses a través de la observación y de presagios como el patrón de vuelo de los pájaros o el hígado de un animal sacrificado (Núm 22:1-41).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Consejo sobre el destino del arca (6:1-9).
1 Siete meses estuvo el arca de Yahvé en la tierra de los filisteos. 2 Congregaron éstos a sacerdotes y adivinos, y les preguntaron: “¿Qué hemos de hacer con el arca de Yahvé? Decidnos cómo hemos de devolverla a su sitio.” 3 Ellos respondieron: “Si volvéis el arca del Dios de Israel, no la mandéis de vacío, y no dejéis de hacerle una ofrenda de desagravio; si os curáis, sabréis que era su mano la que pesaba sobre vosotros sin alzarse.” 4 Preguntaron los filisteos: “¿Y qué desagravio hemos de hacerle?” Respondieron: “Cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, según el número de los príncipes de los filisteos, pues una misma es la plaga que a vosotros y a vuestros príncipes aflige. 5 Haced, pues, una imagen de vuestros tumores y de las ratas que asuelan la tierra, y honrad al Dios de Israel; quizá deje así de hacer sentir su mano sobre vosotros, sobre vuestros dioses y sobre vuestra tierra. 6 ¿Para qué endurecer vuestro corazón, como endurecieron el suyo Egipto y el Faraón? ¿No tuvieron que dejar salir a los hijos de Israel después que los hubo castigado ? 7 Haced, pues, un carro nuevo, tomad dos vacas que estén criando y que no hayan sido nunca puestas al yugo; uncid las vacas al carro, y dejad los terneros lejos de ellas, en el establo. 8 Coged luego el arca, la ponéis sobre el carro, y junto a ella, en un cofre, los objetos que haréis como ofrenda de desagravio, y la devolvéis; que ella se vaya. 9 Seguidla con los ojos: si sube por el camino de su tierra hacia Bet Semes, será que Yahvé nos ha infligido tanto mal; si no, sabremos que no ha sido su mano la que nos ha herido y que esto ha sucedido por casualidad.”

Siete años estuvo el arca en tierra de los filisteos. Teniendo en cuenta que llegó a Bet Semes (Jos 15:10; Jos 21:16) en tiempos de la siega (v.13), que suele tener lugar allí entre mayo y junio, cabe deducir que fue capturada hacia el mes de noviembre. Los príncipes de los filisteos son los que solicitan el consejo de los sacerdotes (Kohanim) y de los adivinos (qosmim). Eran los filisteos eminentemente supersticiosos (Isa 2:6). El término qesem (Num 23:23; Deu 18:14) no se aplica nunca a los profetas verdaderos. Los adivinos y sacerdotes de Dagón responden a la segunda pregunta: “De mandar el arca, dicen, no la enviéis vacía; dadle una reparación.” La palabra hebraica asham expresa a la vez el delito y el sacrificio por el mismo, la reparación de la falta cometida (Dhorme). Se convino en que el tributo de reparación consistiese en cinco tumores de oro y cinco ratones del mismo metal. Aún hoy día penden de los muros de los santuarios cristianos exvotos que recuerdan la enfermedad que aquejaba al paciente, y de la cual vióse libre por una intervención de los santos. En otros tiempos, libres los atenienses de una enfermedad afrentosa, hicieron reproducciones del miembro enfermo (Scholia Acharnenses 244). Obsérvese que es la primera vez el texto menciona los ratones, asociándolos, acaso, a la pestebubonica, de la cual son ellos los principales propagadores. Sostiene De Vaux que es posible la reunión en este capítulo de dos tradiciones según una, la peste consistió en la aparición de tumores vergonzosos; según la otra, en una invasión de ratones. En el v.5 se habla de las “ratas que asuelan la tierra.”
Porque Dios está presente en el arca, al devolverla a su tierra, debe colocarse sobre un carro nuevo, arrastrado por vacas que no hayan sido puestas nunca al yugo (Num 19:2; Deu 15:19; Deu 21:3; 2Re 2:20). Sería indecoroso destinar al servicio sagrado un carro dedicado a usos profanos. Las vacas jóvenes tenían además la ventaja de indicar a los filisteos si fue o no Yahvé el que los hirió. No acostumbradas al peso del yugo ni a estar uncidas al carro, tampoco sabrían caminar juntas y arrastrar el carro a la tierra de Israel. Con el fin de dificultar su marcha encerraron los terneros en el establo.

El arca, camino de Bet Semes (2Re 6:10-18).
10 Hiciéronlo así, y, tomando dos vacas que estaban criando, las uncieron al carro y dejaron los terneros en el establo. 11 Pusieron sobre el carro el arca de Yahvé y el cofre, con las ratas de oro y las figuras de sus tumores. 12 Las vacas tomaron el camino de Bet Semes y siguieron derechamente por él; iban andando y mugiendo, sin declinar ni a la derecha ni a la izquierda. Los príncipes de los filisteos fueron tras ellas, hasta llegar al territorio de Bet Semes. 13 Las gentes de Bet Semes estaban segando el trigo en el valle, y, alzando los ojos, vieron el arca con gran alegría. 14 El carro llegó al campo de Josué, betsemita, y se paró en él. Había allí una gran piedra, y partieron las maderas del carro y ofrecieron las vacas a Yahvé en holocausto. 15 Los levitas, bajando del carro el arca de Yahvé y el cofre que estaba junto a ella y contenía los objetos de oro, los pusieron sobre la gran piedra. Las gentes de Bet Semes ofrecieron aquel día holocaustos y sacrificios pacíficos a Yahvé. 16 Los cinco príncipes de los filisteos, después de ver esto, se volvieron a Acarón aquel mismo día. i? Estos son los tumores de oro que los filisteos donaron a Yahvé como ofrenda de desagravio; uno por Azoto, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Acarón.18 También las ratas de oro eran según el número de ciudades de los cinco príncipes, tanto de las fortificadas como de las no amuralladas. Testigo la gran piedra que todavía hoy queda en el campo de Josué betsemita, sobre la cual se depuso el arca de Yahvé.

Con gran sorpresa vieron los filisteos que las vacas bisoñas marchaban directamente hacia la tierra de Israel, como si un ser invisible las arrastrara. Cinco representantes de la pentápolis filistea acompañaron el arca hasta entregarla a los betsemitas, que segaban el trigo en el valle llamado hoy es-Serar. La ciudad se hallaba en el sitio conocido hoy por Tell er-Rumele, a veinticinco kilómetros oeste de Jerusalén, La ciudad dominaba la salida del valle a la llanura, y, por lo mismo, era de gran valor estratégico i. Sobre una de las rocas del lugar ofrecieron los betsemitas las dos vacas en holocausto, consumidas por el fuego de las maderas del carro, hecho astillas. Fueron los levitas los encargados de bajar el arca (Num 4:15-25). ¿Pertenecen los versos 15:17-18 a otro redactor? Así 10 creen Dhorme y De Vaux.

De Bet Semes a Quiriat Jearim (6:19; 21-7:1).
19 Los hijos de Jeconías no se alegraron con las gentes de Bet Semes al ver el arca de Yahvé, e hirió éste de entre ellos a setenta hombres. El pueblo hizo gran duelo por haberlos herido Yahvé con tan gran plaga; 20 y las gentes de Bet Semes se decían: “¿Quién puede estar delante de Yahvé, este Dios santo? ¿Y adonde habrá de ir al alejarse de nosotros?” 21 Mandaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-Jearim para que les dijeran: “Los filisteos han devuelto el arca de Yahvé; bajad para subirla con vosotros.” 22 Las gentes de Quiriat-Jearim vinieron y subieron el arca, depositándola en la casa de Abinadab, que está sobre una colina; y consagraron a Eliezer, su hijo, para que custodiase el arca de Yahvé.

La traducción del v.16g es la de los LXX. Aunque en el texto hebraico no esté expreso el sujeto del verbo herir, por el contexto se saca que debe ser Yahvé. ¿Por qué les castigó Dios? Porque aprovecharon la coyuntura de la presencia del arca entre ellos para examinarla en sus mínimos detalles, por dentro y por fuera, con curiosidad indiscreta (Num 4:20). Dios es santo, y no permite que personas manchadas con impurezas, o no santificadas por El, se le acerquen (Is c.1-6). No sabemos quién es Jeconías, que cita el texto griego, víctima, con su familia, del castigo divino. La cifra de cincuenta mil es excesiva; no aparece en muchos códices griegos.
La muerte de setenta personas sembró el pánico en Bet Semes. ¿Quién puede estar al lado de Yahvé? El arca de Dios participa de la santidad divina, y Yahvé es, a su vez, santo y terrible. Las gentes de Quiriat-Jearim la recogieron, depositándola en casa de Abinadab. La localidad de Quiriat-Jearim se encuentra en una altura, junto al actual poblado de Qariet el-Enab, al nordeste de Bet Semes y a doce kilómetros al noroeste de Jerusalén. No fue trasladada el arca a Silo por haber sido destruido el santuario por los filisteos (; Jer 26:6-9; Sal 78:60). Quiriat-Jearim era un lugar más seguro para guardar el arca, por estar más cercano del país de los filisteos. La casa de Abinadab se levantaba sobre la colina que domina el pueblo, que, por caprichosa analogía, se llama hoy Tell el-Azar, nombre que recuerda el de su hijo Eliezer. Sobre el lugar se levanta hoy una iglesia dedicada a la Virgen, con la advocación de Foederis Arca.

Fuente: Biblia Comentada

El regreso del arca. Para entonces, todos los filisteos estaban convencidos de que el arca era propiedad de Jehovah, Dios de Israel (2) y también de que era un objeto peligroso. Tenía que ser manejado con gran cuidado para que no sufrieran problemas peores. Así que naturalmente se valieron de sus propios expertos religiosos para que les aconsejaran cómo devolver el arca sin correr ningún pe ligro. Sus consejeros tenían que contestar dos distintas preguntas: ¿Dónde exactamente en Israel debía ser enviada el arca? ¿Y cómo debían hacerlo? La respuesta detallada de ellos nos da un interesante pa norama de las ideas religiosas de la época. Primera, se requería una ofrenda por la culpa, como una confesión de que habían hecho lo malo. Segunda, debían pagar una compensación (en oro). Ter cera, el transporte provisto para el arca no debía ser conducido o guiado, sino que su rumbo debía dejarse en mano de los dioses. (Es evidente que los expertos religiosos temían el poder de Jehovah, pero no estaban bien seguros de lo que realmente había causado los problemas de los filisteos.)

Puede verse otro aspecto del pensamiento filisteo en el hecho de que confeccionaban figuras de las cosas de las cuales querían librarse (5). Esta práctica se conoce entre los eruditos como magia compasiva; se creía que cuando se deshacían de las figuras, ¡los males también desaparecían! Los tumores eran síntomas de la plaga que probablemente había sido causada por los ratones. En la antigüedad no se sabía que las ratas transmitían plagas, y parece que éstas estaban atacando los depósitos de comida.

El v. 6 nos recuerda que Dios había usado antes las plagas para forzar a Egipto, un enemigo anterior de Israel, a soltar a Israel, su pueblo (ver Exo. 7-12). El poder del Dios de Israel se veía en su control sobre eventos fuera de Israel. En siglos posteriores, cuando otros enemigos (especialmente Asiria y Babilonia) eran demasiado fuertes para Israel y Judá, estas historias que demostraban el poder de Dios se convirtieron en una fuente de gran consuelo para el pueblo de Dios y alentaban su fe en la habilidad de él de rescatarlos.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

6.3 ¿Qué se pretendía lograr con esta ofrenda de culpa? Esta era una reacción normal a los problemas en la religión cananea. Los filisteos pensaban que los problemas se debían a que sus dioses estaban enojados. Reconocieron su culpa al tomar el arca y ahora estaban intentando cualquier cosa para aplacar al Dios de Israel. Los adivinos (6.2) probablemente ayudaron a elegir el presente que creían que aplacaría a Jehová. Pero la ofrenda constaba de imágenes de tumores y de ratas, no la clase de ofrendas prescritas por las leyes de Dios (Levítico 5.14-6.7; 7.1-10). Cuán fácil es diseñar nuestros propios métodos para hacer un reconocimiento a Dios en lugar de comprometernos a servirle en la forma que El nos pide.6.7-12 Los sacerdotes filisteos y los adivinos idearon una prueba para comprobar si Dios era el que había causado todos sus problemas recientes. Dos vacas que acababan de parir fueron atadas a un carro y enviadas hacia la frontera de Israel llevando el arca del pacto. Para que una vaca dejara a su becerro, debía ir en contra de todos sus instintos maternos. Sólo Dios, que tiene poder sobre todo el orden natural, pudo hacer que esto sucediera. Dios envió las vacas a Israel, no para pasar la prueba de los filisteos, sino para demostrarles su grandioso poder.6.9 Los filisteos reconocieron la existencia del Dios hebreo, pero tan sólo como una de las muchas deidades de las cuales buscaban su favor. El pensar en Dios de esta manera les facilitó ignorar su mandamiento de que debían adorarlo solamente a El. Mucha gente «adora» a Dios de esta manera. Lo ven sólo como un ingrediente de una vida exitosa. Pero Dios es mucho más que un ingrediente, El es la fuente de la vida misma. ¿Es usted un «filisteo» que ve el favor de Dios sólo como un ingrediente de una buena vida?6.19 ¿Por qué murió la gente que miró dentro del arca? Los israelitas habían hecho del arca un ídolo. Habían tratado de aprovechar el poder de Dios, para usarlo para sus propios propósitos (victoria en la batalla). Pero el Señor del universo no puede ser controlado por los humanos. Para proteger a los israelitas de su poder, El les había advertido que ni siquiera miraran los objetos sagrados del santuario que estaban en el Lugar Santísimo o morirían (Num 4:20). Debido a su desobediencia, Dios llevó a cabo su juicio prometido.Dios no puede permitir que la gente piense que puede utilizar su poder para sus propios fines. No puede permitir que pasen por alto sus advertencias y vayan ante su presencia a la ligera. El no quiere que el ciclo de desacato, desobediencia y derrota comience una vez más. Dios no mató a los hombres de Bet-semes sólo por ser cruel, los mató porque si pasaba por alto su pecado de presunción, estaría empujando a la nación entera de Israel a que pasara por alto a Dios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) LXX añade: “y su país se infestó de ratones”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 235 1Sa 4:11; 1Sa 5:1; Sal 78:61

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Lit., el campo

Fuente: La Biblia de las Américas

[3] Sabréis entonces que vuestros males son efectos de la ira del Dios de los hebreos, ofendido con las irreverencias que habéis cometido contra el arca.[12] Una mano invisible, más fuerte que la naturaleza, las apartaba de sus ternerillos.[14] En este caso extraordinario pudo ser lícito a los betsamitas ofrecer en holocausto las mismas vacas que llevaban el arca.[18] Abel significa luto o llanto, nombre que se cree dado a al lugar por la gran mortandad de los betsamitas en castigo de la curiosidad con que registraron el arca, abriéndola con el pretexto de ver si los filisteos habían quitado las tablas de la ley. Aun a los levitas les era prohibido bajo pena de muerte mirar descubierta el arca. Num 4, 15-20.

Fuente: Notas Torres Amat