Biblia

Comentario de 1 Samuel 10:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Samuel 10:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces Samuel convocó al pueblo delante de Jehovah, en Mizpa,

convocó … delante de Jehová. 1Sa 7:5, 1Sa 7:6; Jue 20:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Mizpa era donde los israelitas se reunieron para un tiempo de restablecimiento espiritual antes de su victoria sobre los filisteos (1Sa 7:5).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Samuel convocó al pueblo. La elección de Saúl por parte del Señor se hizo pública en Mizpa, el lugar del avivamiento espiritual antes de la victoria de Israel sobre los filisteos (1Sa 7:5-8).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La ceremonia en Mizpa. Mizpa parece haber sido considerada como ciudad capital en esta época; ésta era la segunda asamblea nacional que allí se realizaba (ver 7:15, 16). Por lo tanto, era el lugar apropiado para la ceremonia a fin de aclamar a Saúl como rey. Este pasaje es una continuación directa del cap. 8, en lo que a los representantes israelitas se refiere, porque ellos nada hubieran sabido de los acontecimientos personales y privados consignados en 9:1-10:16. Samuel inmediatamente repitió sus reproches anteriores en el nombre de Jehovah. Aunque Saúl había sido escogido y capacitado por Jehovah para servirle como rey, la demanda israelita por tener un rey seguía siendo una rebelión contra Dios. Samuel les volvió a recordar que Dios nunca había dejado de rescatarlos de sus poderosos enemigos.

Quizá hubiéramos esperado que Samuel anunciara enseguida que el Señor había escogido a Saúl para proceder luego al ungimiento público. Pero los vv. 20-24 consignan una ceremonia muy distinta, en que Saúl fue elegido al azar, como si ni hubiera existido una decisión anterior. Sabemos demasiado poco del mecanismo que usaron; en particular es desconcertante cómo Saúl pudo ser elegido en su ausencia. Pero, sin embargo, se subraya que aun ahora Saúl es un hombre modesto y humilde, que se retrae en lugar de querer ser rey. Pero era de una presencia impresionante y la mayoría de la asamblea lo reconoció instantáneamente. Y fue así que Saúl fue aclamado rey: Ni Samuel ni Dios se lo impusieron a los israelitas, sino que fue aceptado por los representantes de Israel en general. (Se insinúa que los perversos eran pocos.) Era importante que el primer rey de Israel recibiera el apoyo de un pueblo unido, por lo tanto resultaba apropiado que el pueblo lo aceptara libre y voluntariamente como rey. Este hecho explica por qué había sido necesario guardar el secreto hasta este momento.

El v. 25 se refiere a un documento que se guardó en el santuario, donde sin duda los sacerdotes lo cuidaban. Ha sido descrito como la “constitución” real. No se nos dan detalles de su contenido, pero probablemente era una versión ampliada de Deut. 17:18-20. El proceder de un rey se refiere a “las leyes del reino” (DHH) que sin duda incluían los derechos y deberes. En otras palabras, era un documento que le decía al rey lo que tenía el derecho de esperar de sus ciudadanos, y cuáles eran sus deberes, bajo Dios, hacia ellos. De esta manera el rey y el pueblo asumían una relación mutua de pacto.

Saúl se fue a su casa como todo el mundo (26); Gabaa parece haberse convertido, a su tiempo, en su ciudad capital. Al principio de la monarquía no existiría un sistema centralizado de impuestos, y Saúl por el momento dependía del cultivo de sus tierras para mantenerse (ver 11:5).

En realidad no sorprende que hubiera israelitas cínicos que dudaban de la habilidad de Saúl para guiar a Israel hacia la victoria sobre los filisteos (27). Si los ancianos israelitas habían sido culpables de rechazar la monarquía de Dios, estos hombres eran culpables por partida doble porque habían rechazado también la elección divina de quien sería el rey humano. Se los describe como perversos o “indignos” (BJ).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

j 426 1Sa 7:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Mizpa. Véase coment. en 7:5.

Fuente: La Biblia de las Américas

Mizpa. Cp. 1Sa 7:5.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[.] Aquí viene la continuación lógica del capítulo 8, y es otro relato de la elección de Saúl. Este capítulo no se opone al anterior en forma demasiado chocante, pues en aquel Samuel consagraba a Saúl en forma secreta, y aquí el sorteo pone de manifiesto al elegido de Dios. La Biblia nos presenta el mismo acontecimiento contado por dos hombres de convicciones opuestas. El primero veía en la institución de reyes una cosa buena y conforme a los planes de Dios (cap. 9-10); el segundo veía en ésta una novedad peligrosa que Dios solamente toleraba. Al yuxtaponer los dos relatos, la Biblia nos da a entender que toda decisión política es discutible y que, habitualmente, los que defienden posiciones contrarias tienen cada uno parte de la verdad. Está escondido en medio de los equipajes (22). Aquí empieza la tragedia de Saúl, rey a pesar suyo. Los israelitas pedían un rey a causa del peligro exterior (los filisteos), pero, en sus convicciones profundas, repudiaban toda autoridad. El mismo Saúl no se sentía hecho para gobernar. A pesar de que se destacaba por su buena presencia (sobresalía de los hombros arriba) y por su valentía, como lo muestra el capítulo 11, no era de los que se arriesgan. Era un hombre porfiado, apegado a las ideas de su tiempo (ver c. 25). Saúl, hombre modesto, no tenía la humildad que a Dios le gusta y que permite emprender cosas nuevas y grandes sin temor al posible fracaso. Todos aclamaron ¡Viva el rey! (24). Hemos presenciado muchos congresos entusiastas como éste y que no llevaron a ningún resultado positivo. Como pasa a muchos dirigentes, Saúl, al día siguiente, se encuentra solo en medio de un pueblo que cree haberlo solucionado todo porque se llevó a cabo una elección.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana