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Comentario de 1 Samuel 17:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Samuel 17:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Los filisteos reunieron sus tropas para la guerra y se congregaron en Soco, que pertenecía a Judá. Después acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim.

juntaron sus ejércitos. 1Sa 7:7; 1Sa 13:5; 1Sa 14:46, 1Sa 14:52; Jue 3:3.

Soco. Jos 15:35; 2Cr 11:7; 2Cr 28:18.

Azeca. Jos 10:10, Jos 10:11; Jos 15:35; Jer 34:7.

Efes-damim. 1Cr 11:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los ejércitos de los israelitas y de los filisteos listos para la batalla, 1Sa 17:1-3,

Goliat reta a Israel, 1Sa 17:4-11.

David, es enviado por su padre a visitar a sus hermanos, acepta el reto, 1Sa 17:12-27.

Eliab lo regaña, 1Sa 17:28-29.

Él es traído a Saúl, 1Sa 17:30-31;

muestra la razón de su confianza, 1Sa 17:32-37;

y mata al gigante, 1Sa 17:38-54.

Saúl se informa de David, 1Sa 17:55-58.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Esta sección provee una demostración de lo recto de David para gobernar al pueblo de Dios. Este capítulo muestra a Saúl acurrucarse en su tienda con su coraza y armas en un montón inútil, lo que contrasta con David que marcha a la guerra solamente con una honda, pero con la autoridad de Dios. Hay dos batallas aquí. Una es la batalla sobre el campo; la otra es la batalla íntima en la tienda del rey.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Los ejércitos filisteos e israelitas estaban reunidos en el Valle de Ela, a quince millas (24 km aproximadamente) al oeste del pueblo de David, Belén. Los filisteos acampaban entre Azeca y Soco, sobre la colina (v. 1Sa 17:3) al sur del valle. Azeca, estratégicamente localizado sobre una colina, era una serie de fortalezas construidas a lo largo del límite oeste de Judá para vigilar los caminos que llegaban a la región. Soco era una de las ciudades que más tarde sería fortificada por Roboam (2Cr 11:7). La descripción corresponde a Judá, nos recuerda que los filisteos invadían las tierras de Judá.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

El gigante Goliat (17:1-11).
1 Los filisteos, juntando sus tropas para hacer la guerra, se reunieron en Soco, que pertenece a Judá. Acamparon entre Soco y Azeca, en Efes Domim. 2 Reuniéronse también Saúl y los hombres de Israel y vinieron al valle del Terebinto, y pusiéronse allí en orden de batalla contra los filisteos. 3 Estaban éstos acampados en un monte, y los de Israel en un monte opuesto, mediando entre ellos el valle que los separaba. 4 Salió al medio, de las filas de los filisteos, un hombre llamado Goliat, de Gat, que tenía de talla seis codos y un palmo. 5 Cubría su cabeza un casco de bronce y llevaba una coraza escamada, de bronce también, de cinco mil siclos de peso. 6 A los pies llevaba botas de bronce y a las espaldas un escudo, también de bronce. 7 El asta de su lanza era como el enjullo de un telar, y la punta de la lanza, de hierro, pesaba seiscientos siclos. Delante de él iba su escudero. 8 Goliat separó, y, dirigiéndose a las tropas de Israel, ordenadas en batalla, les gritó: “¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo un filisteo, y vosotros siervos de Saúl? Elegid de entre vosotros un hombre que baje a pelear conmigo. 9 Si en la lucha me vence, que me mate y os quedaremos sujetos; pero, si soy yo el que le venzo y le mato a él, seréis vosotros los que nos quedaréis sujetos y nos serviréis.” 10 El filisteo añadió: “Yo arrojo hoy este reto al ejército de Israel. Dadme un hombre y lucharemos.” Al oír las palabras del filisteo, 11 Saúl y todo Israel se asombraron y llenaron de miedo.

Los filisteos habían abandonado la montaña de Efraím a efectos de la derrota que les infligió Saúl (14:155), pero habíanse atrincherado en la Sefela, dispuestos a vengarse. Habiendo salido de Gat y de Acarón, se infiltraron por los wadis que desaguan en la Sefela, ramificándose por el macizo central de Judea. En una de las incursiones llegaron a un lugar entre Azeca y Soco llamado Efes Domim. A su encuentro salió Saúl, acampando en el valle del Terebinto. La acción se desarrollaba a unos treinta kilómetros al sudoeste de Jerusalén. Azeca (Jos 10:10-11; Jos 10:1535) se identifica con Tell Zacaría, a unos doce kilómetros al noroeste de Beit Gibrin. El nombre de Soco (Jos 15:35) sobrevive todavía en el actual Jirbet Shuweike, a tres kilómetros al sudoeste de Bet Nettif. Efes Domim, según Abel (Géographie II 318) corresponde a Djennbatein, a tres kilómetros al sur de Tell Zacaría y a dos al oeste de Jirbet Shuweike. El valle del Terebinto es el amplio valle es-Sant. Los dos ejércitos se pusieron en orden de batalla, frente a frente, separados por el valle del Terebinto. Dice el texto hebreo que del campamento filisteo salió un ish habenayim, “un hombre de entre dos,” es decir, un guerrero, que, colocado entre dos ejércitos, invitó a un duelo l.
El hombre llamábase Goliat, natural de Gat, lugar donde, según Tos 11:22, habitaban descendientes de los enaquim. Su altura, según los LXX, era de cuatro codos (no seis, como lee el texto masorético). El codo tenía c.45 metros; siendo, por consiguiente, la talla de Goliat Deu 2:92 metros, o Deu 2:02. Su armadura correspondía a su talla: llevaba una coraza de cinco mil siclos de peso, es decir, de unos ochenta kilogramos.

David, en el frente de batalla (Deu 17:12-25).
12 David era hijo de un efrateo, de Belén de Judá, que tenía ocho hijos, llamado Isaí, y era al tiempo de Saúl uno de los hombres más ancianos. 13Los tres hijos mayores de Isaí habían salido para la guerra, y se llamaban el mayor Eliab; el segundo, Abinadab, y Samma el tercero. 14 David era el menor; y cuando las tropas marcharon tras de Saúl, 15 David iba y venía y apacentaba las ovejas de su padre en Belén. 16 El filisteo salía de su campo mañana y tarde, y estuvo haciendo así por cuarenta días. 17Isaí dijo a David, su hijo: “Toma ese “efá” de trigo tostado y esos diez panes y corre al campamento donde están tus hermanos; 18 lleva también esos diez requesones para el jefe de su millar. Visitas a tus hermanos para ver cómo están y les preguntas si quieren algo.” 19 Saúl, ellos y todos los hombres de Israel estaban en el valle del Teberinto, en campaña contra los filisteos. 20 David se levantó de madrugada y, dejando las ovejas al cuidado de un pastor, se fue cargado de lo que le mandara Isaí. 21 Llegó al campamento cuando el ejército salía a ordenarse en batalla, lanzando sus gritos de guerra. 22 Israelitas y filisteos se ordenaban en batalla, ejército contra ejército. David dejó los objetos que traía en manos de un guardia del bagaje y corrió hacia las filas del ejército. En cuanto llegó, preguntó a sus hermanos cómo estaban; 23 pero mientras hablaba con ellos, he aquí que el campeón, el filisteo de Gat, Goliat de nombre, salió de las filas de los filisteos y se puso a decir lo de los otros días, oyéndolo David. 24 En viendo a aquél, todos los hombres de Israel se retiraron ante él, temblando de miedo. 25 Decíanse unos a otros: “¿Veis a ese hombre que avanza? Viene a desafiar a Israel. Al que le mate le colmará el rey de riquezas, le dará su hija por mujer y eximirá de tributos la casa de su padre.”

Toda la perícopa Deu 17:12-31 falta en el códice Β de los LXX, hallándose, sin embargo, en A. Entre las razones que pudo tener el traductor para no incorporarla en su texto fue la de evitar la aparente contradicción del texto con 16:14-23, en que se habla de la estancia de David en la corte. En cambio, en la presente sección parece que Saúl ni le conoce. El autor Deu 17:12-31 desconocía el texto anterior; los detalles que da sobre la familia de David no concuer-dan con los del c.1ó. Pertenecía Isaí al clan de los efrateos, aliados de Caleb (1Cr 2:19; 1Cr 2:24; 1Cr 2:50) e instalados en Belén (Rut 1:2). El texto original del ν . 15 es: “David iba y venía, alternando el servicio con Saúl con el cuidado del rebaño de su padre en Belén.” Acaso sea el texto una glosa redaccional encaminada a armonizar el texto con 16:22-23. Quizá el espacio de cuarenta días de que habla el v.16 deba entenderse en sentido simbólico (Exo 24:18; Exo 34:28; Gen 7:4). El efa era. una medida de capacidad correspondiente a treinta y seis litros. Los granos de trigo tostados (qali, Rut 2:14) estaban en uso, como entre nosotros el maíz tostado. El final del v.18 es interpretado diversamente. Cree De Vaux que, atendida la juventud de David, para cerciorarse de que cumplió su encargo, pide Isaí un justificante; según otros (Ubach), encarga Isaí a David traiga el salario que reciben sus hermanos, superfluo para ellos, mientras que para él, que cuida de su manutención, representaba una ayuda económica.

David, delante de Saúl (Rut 17:26-37).
26 David preguntó a los que tenía cerca: “¿Qué darán al que mate a este filisteo y arranque a Israel la afrenta? ¿Quién es ese filisteo, ese incircunciso, para insultar así al ejército del Dios vivo?” 27La gente le repitió las mismas palabras, diciendo: “Esto es lo que harán al que le mate.” 28 Eliab, su hermano, que había oído hablar a aquellos hombres, se encendió en cólera contra David y le dijo: “¿Para qué has bajado y a quién has dejado tu rebañito en el desierto? Ya conozco tu orgullo y la malicia de tu corazón. Para ver la batalla has bajado tú.” 29 David le contestó: “¿Qué he hecho? Sencillamente hablar una palabra.” 30Y apartándose de él, se dirigió a otro, haciéndole la misma pregunta, y recibió la misma respuesta. 31 Los que habían oído las palabras de David se las repitieron a Saúl, que le mandó venir. 32 David dijo a Saúl: “Que no desfallezca el corazón de mi señor por el filisteo ese. Tu siervo irá a luchar contra él.” 33 Saúl le dijo: “Tu no puedes ir a batirte con ese filisteo; eres todavía un niño y él es hombre de guerra desde su juventud.”34 David dijo a Saúl: “Cuando tu siervo apacentaba las ovejas de su padre y venía un león o un oso y se llevaba una oveja del rebaño, 35 yo le perseguía, le golpeaba y le arrancaba de la boca la oveja; y si se volvía contra mí, le agarraba por la quijada, le hería y le mataba. 36 Tu siervo ha matado leones y osos, y ese filisteo incircunciso será como uno de ellos. ¿No seré capaz de ir, de batirle y quitarle y quitar el oprobio de Israel? Porque ¿quién es ese incircunciso que ha insultado al ejército del Dios vivo?” 37 Y añadió: “Yahvé, que me libró del león y del oso, me librará también de la mano de ese filisteo.” Saúl entonces le dijo: “Ve y que Yahvé sea contigo.”

Eliab reprende a David por su “orgullo,” pareciendo ignorar la escena de la unción de David en Belén (16:6ss). A Eliab responde David que vale la pena interesarse por una cuestión que a nadie molesta y que, en cambio, afecta a toda la nación. En toda la narración late la idea de la realeza, que impelía a David a conducirse como caudillo y salvador de Israel. Dios le ha elegido por rey, y tiene, por consiguiente, la misión de velar por el bien y el honor de la heredad de Yahvé. Además, la victoria sobre el filisteo equivalía a acaparar el favor popular.

David mata a Goliat (17:38-52).
38 Saúl hizo que vistieran a David sus ropas, púsole sobre la cabeza un casco de bronce y le cubrió de una coraza. 39 Después David se ciñó la espada de Saúl sobre sus ropas y probó de andar, pues nunca había ensayado la armadura; y dijo a Saúl: “No puedo andar con estas armas, no estoy acostumbrado”; y deshaciéndose de ellas, 40 agarro su cayado, eligió en el torrente cinco chinarros bien lisos y los metió en su zurrón de pastor, y con la honda en la mano avanzó hacia el filisteo. 41 El filisteo se acercó poco a poco a David, precedido de su escudero. 42 Miró, vio a David y le despreció por muy joven, de blondo y bello rostro. 43 Díjole, pues: “¿Crees que yo soy un perro para venir contra mí con un cayado?” “No – contestó David -, eres todavía peor que un perro.” 44 Maldíjole el filisteo por sus dioses, y añadió: “Ven, que dé tus carnes a las aves del cielo y a las bestias del campo.” 45 David respondió al filisteo: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y venablo, pero yo voy contra ti en el nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has insultado. 46 Hoy te entregará Yahvé en mis manos; yo te heriré, te cortaré la cabeza y daré tu cadáver y los del ejército de los filisteos a las aves del cielo y a los animales de la tierra; y sabrá así toda la tierra que Israel tiene un Dios, 47 y sabrán todos éstos que no por la espada ni por la lanza salva Yahvé, porque él es el Señor de la guerra, y os entregará en nuestras manos.” 4S El filisteo se levantó, se puso en marcha y avanzó hacia David. David echó a correr a lo largo del frente del ejército, para ir al encuentro del filisteo; 49 metió la mano en el zurrón, sacó de él un chinarro y lo lanzó con la honda. El chinarro se clavó en la frente del filisteo, y éste cayó de bruces a tierra. 50 Así David, con una honda y una piedra, venció al filisteo y le hirió de muerte. 51 Corrió, parándose ante el filisteo, y, no teniendo espada a la mano, cogió la de él, sacándola de la vaina; le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos muerto a su campeón, pusiéronse en fuga, 52 y los hombres de Israel, levantándose y lanzando los gritos de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Acarón, y cayeron filisteos en el camino de Seraím hasta Gat y Acarón.

Nunca había vestido David las ropas del rey; al imponérselas ahora Saúl, le confiere parte de su dignidad. No había ensayado la armadura, a pesar de su oficio de escudero del rey (16:21). David va a la lucha en el nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel (v.45). Al avanzar hacia el filisteo sabía David que la victoria era suya. Dios dirigía sus pasos para afianzarle más y más en el camino del trono. Sin saberlo, Saúl contribuye a la exaltación popular de su rival.

David, ante el rey (17:53-58).
53 A la vuelta de la persecución de los filisteos, los hombres de Israel saquearon su campamento. 54 David tomo la cabeza y las armas clel filisteo y llevó a Jerusalén la cabeza, y las armas las puso en su tienda. 55 Cuando Saúl hubo visto a David avanzar contra el filisteo, dijo a Abner, el jefe de su ejército: “¿De quién es hijo ese joven, Abner?” Abner respondió: 56 “Por tu vida que no lo sé, ¡oh rey! “Y el rey le dijo: “Infórmate, pues, a ver de quién es hijo.” 57 De vuelta David de la muerte del filisteo, Abner le tomo y le llevó ante Saúl, teniendo todavía en la mano la cabeza del filisteo. 58 Saúl le preguntó: “¿De quién eres hijo, mozo?” Y David le contestó: “Soy hijo de tu siervo Isaí, de Belén.”

En los últimos versos del presente capítulo se encuentran algunas antinomias, que se explican por las glosas redaccionales que un escriba posterior ha introducido en el texto o por el hecho de anticipar el autor los acontecimientos. Así, por ejemplo, al hablar en el v.53 de Israel y de Judá, supone la escisión del reino, acaecida después de la muerte de Salomón. Dícese en el y.54 que David llevo a Jerusalén la cabeza (de Goliat), y las armas las puso en su tienda. Ahora bien, Jerusalén cayó en manos de los israelitas en tiempos en que David ocupaba el trono (2 Sam 5:6-16). Además, al hablar de su tienda parece indicar que David fue movilizado y que disponía de su tienda, como cualquier otro soldado. Según v.57, David entregó a Saúl la cabeza de Goliat; la espada del gigante fue depositada en Nob (21:9). El autor de los v.55-58 ignora el encuentro de Saúl con David narrado en los v.31-39, así como la vida de éste en la corte real en calidad de escudero y músico (16:18-23). La única explicación posible de estas anomalías se halla en que el autor sagrado ha escrito su libro a base de tradiciones distintas, orales y escritas, que ha reproducido fielmente, sin incurrir en la tentación de quitar las dificultades y suprimir las diferencias.

Fuente: Biblia Comentada

Soco … Azeca … Efes-damim. Tras la unción de David y su instalación en la corte del rey, aparece esta actualización acerca de la situación de Israel respecto a sus enemigos. Soco y Azeca eran ciudades de Judá (Jos 15:20; Jos 15:35; Jer 34:7), a aproximadamente 24 km al oeste y a 27 km al NO (respectivamente) de Belén. Efes-damim (1Cr 11:12-13; cp., 2Sa 23:9), el campamento de los filisteos, se encontraba probablemente a 1,5 km al sur de Azeca.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La tercera sección principal de Samuel relata la constante caída de Saúl y la selección y preparación de David para el reino. El capítulo 1Sa 16:1-23 comienza con Samuel llorando por Saúl como se lloraría por los muertos. La muerte de Saúl (1Sa 31:1-13) pone fin a esta última división del libro.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1Sa 17:1-55 : En el marco de las guerras filisteas, se inserta una nueva versión de la entrada de David en la corte de Saúl. Importantes manuscritos griegos omiten 1Sa 17:12-31 y algunos versículos aislados. Se trata casi siempre de textos que repiten o contradicen datos sobre David ya introducidos en 1Sa 16:1-23.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— filisteos: Ver nota a 1Sa 4:1 b; fueron, sin duda, la mayor amenaza para Israel durante el reinado de Saúl.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El desafío filisteo. La escena cambia de la pacífica corte real a un nuevo campo de batalla, cerca de Soco, que pertenecía a Judá; o sea que hubo otra vez una invasión por parte de las tropas filisteas, a la que tenía que hacer frente Saúl. Quizá por sus derrotas anteriores, los filisteos se valieron en esta oportunidad de un tipo diferente de guerra. Colocaron frente a sus tropas a un paladín (4) y demandaron que se adelantara un paladín israelita para pelear contra él en una confrontación individual. La teoría de tal combate individual era la creencia de que los dioses en general o los dioses más fuertes darían la victoria al hombre que ellos escogieran. De esta manera, se podía lograr una victoria sin perder muchas vidas. En vista de la estatura de Goliat, de sus armas poderosas y su fuerte armadura, los filisteos no tenían ninguna duda de quién sería el ganador. Es digno de notar que ni Saúl, cuya estatura ha sido enfatizada antes en el relato (9:2; 10:23) tuvo la valentía de aceptar el desafío; también él y todo el pueblo se amedentaron y tuvieron tuvo mucho temor (11). Saúl demostró de este modo su falta de liderazgo: Israel necesitaba un nuevo soldado para dirigirlos a la batalla.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

17.4-7 En los días del éxodo, la mayoría de los israelitas habían temido entrar a la tierra prometida por los gigantes que vivían allí (Num 13:32-33). El rey Og de Basán necesitaba una cama de unos 4 m de largo (Deu 3:11). Ahora Goliat, de 2.70 m de alto, ridiculizaba a los soldados israelitas, y parecía invencible ante ellos. Saúl, el más alto de los israelitas, pudo haber estado preocupado porque él era obviamente el rival más adecuado para Goliat. A los ojos de Dios, sin embargo, Goliat no era diferente de los demás.17.9 A veces un ejército evadía una batalla muy costosa al enfrentar a su guerrero más fuerte, contra el guerrero más fuerte de su enemigo. Esto evitaba un gran derramamiento de sangre, porque el ganador de la pelea era considerado el ganador de la batalla. Goliat tenía una ventaja definitiva sobre David desde del punto de vista humano. Pero Goliat no se daba cuenta de que al pelear con David, también tenía que pelear con Dios.17.16 ¿Por qué sucedería esto de manera continuada por cuarenta días, sin que un bando atacara al otro? Estaban acampados a los lados opuestos de un valle de empinadas paredes. Quienquiera se apresurara a descender al valle y subir a los escarpados peñascos estaría en desventaja al principio de la batalla y probablemente sufriría grandes pérdidas. Cada lado estaba esperando que el otro atacara primero.17.26 Lo que una perspectiva diferente puede hacer. Muchos de los que observaban veían a un gigante. Sin embargo, David vio a un mortal que desafiaba al Dios todopoderoso. Sabía que no estaría solo cuando enfrentara a Goliat: Dios pelearía con él. Vio su situación desde el punto de vista de Dios. Mirar las circunstancias imposibles desde el punto de vista de Dios nos ayuda a poner en su correcta perspectiva los problemas gigantes. Una vez que los identificamos podremos pelear mejor.17.28-32 La crítica no pudo detener a David. Mientras que el resto del ejército permanecía paralizado, David reconoció la importancia de actuar. Con Dios peleando por él no había razón para esperar. Puede ser que la gente trate de desalentarlo con comentarios negativos o burlas, pero usted debe continuar haciendo lo que sabe que es correcto. Al hacerlo, estará complaciendo a Dios, cuya opinión es la que más importa.17.55-58 A pesar de que David había tocado muchas veces el arpa frente a Saúl, la pregunta que hizo Saúl a Abner parece mostrar que no conocía a David muy bien. Tal vez, como se había pensado que David se casara con la hija de Saúl si tenía éxito (17.25), Saúl quería conocer más acerca de su familia. O posiblemente la inestable condición mental de Saúl (16.14) pudo haber impedido que reconociera a David. DAVIDCuando pensamos en David, pensamos: pastor, poeta, matador de gigantes, rey, antepasado de Jesús. En resumen, uno de los hombres más grandes del Antiguo Testamento. Pero junto con esta lista está otra: traidor, mentiroso, adúltero, asesino. La primera lista da las cualidades que quizá todos queremos tener; la segunda, la que quizá todos podemos llegar a tener. La Biblia no se esfuerza en esconder los fracasos de David. Sin embrago, se le recuerda y respeta por su sentimientos hacia Dios. Al saber que nos parecemos más a David en sus errores que en su grandeza, debemos tener la curiosidad de descubrir qué fue lo que hizo que Dios se refiriera a David como un hombre «conforme a mi corazón» (Act 13:22).David, más que nada, tenía una fe inalterable en la naturaleza fiel y misericordiosa de Dios. Fue un hombre que vivió con gran placer. Pecó muchas veces, pero era rápido para confesar sus pecados. Sus confesiones provenían del corazón y su arrepentimiento era genuino. David nunca tomó a la ligera el perdón de Dios ni dio por hechas sus bendiciones. Por ello, Dios nunca dejó de darle ni su perdón ni las consecuencias de sus actos. David experimentó el gozo del perdón aun cuando tuvo que sufrir las consecuencias de sus pecados.Tenemos la tendencia a invertir estas dos cosas. Muy a menudo, preferiríamos evitar las consecuencias a experimentar el perdón. La gran diferencia que hay entre David y nosotros es que él pecó en gran manera, pero no pecó repetidamente. Aprendió de sus errores porque aceptó el sufrimiento que traían consigo. Por lo general parece que no aprendemos de nuestros errores o de las consecuencias que resultan de los mismos. ¿Qué cambios necesita hacer para que Dios encuentre esa clase de obediencia en usted?Puntos fuertes y logros :– El más grande rey de Israel– Antepasado de Jesús– Nombrado en la Galería de la Fe de Hebreos 11– Dios mismo lo describió como un hombre conforme a su corazón (1Sa 13:14).Debilidades y errores :– Cometió adulterio con Betsabé– Urdió el asesinato de Urías, esposo de Betsabé– Desobedeció directamente a Dios al tomar un censo del pueblo– No lidió bien con el pecado de sus hijosLecciones de su vida :– La disposición de reconocer nuestros errores con sinceridad es el primer paso para enfrentarlos– El perdón no elimina las consecuencias del pecado– Dios desea en gran manera nuestra confianza y nuestra adoración completasDatos generales :– Dónde: Belén, Jerusalén– Ocupaciones: Pastor, músico, poeta, soldado, rey– Familiares: Padre: Isaí. Esposas mencionadas: Mical, Ahinoam, Betsabé, Abigail. Hijos mencionados: Absalón, Amnón, Salomón, Adonías. Hija mencionada: Tamar. Siete hermanos– Contemporáneos: Saúl, Jonatán, Samuel, NatánVersículos clave :»Ahora pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo. Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre» (2Sa 7:28-29).Su historia se relata en 1 Samuel 16-1 Reyes 2. Además se le menciona en Amo 6:5; Mat 1:1, Mat 1:6; Mat 22:43-45; Luk 1:32; Act 13:22; Rom 1:3; Heb 11:32.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 822 Jos 13:2; Jue 3:1; Jue 3:3; 1Sa 9:16; 1Sa 14:52; Amó 9:7

b 823 2Cr 11:7; 2Cr 28:18

c 824 Jos 15:35; Jer 34:7

d 825 1Cr 11:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

filisteos. Véase coment. en 4:1.

entre Soco y Azeca, en Efes-damim. Soco estaba a unos 20 km al oeste de Belén en la Sefela (tierra baja) de Judá y a unos 5 km al este de Azeca. Azeca estaba situada en la entrada occidental del valle de Ela (v. coment. en el vers. 2). Tiempo después Azeca fue una ciudad fuerte y bien fortificada (Jer 34:7). La localización precisa de Efes-damim ( Pasadamim en 1 Cr 11:13), se desconoce.

Fuente: La Biblia de las Américas

Los ejércitos estaban acampados a cada lado del valle de Ela, a 24 km. al O de Belén. Los filisteos al parecer estaban en la colina al S del valle y los israelitas estaban en la colina del lado N.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Fuente: La Biblia de las Américas

[1] El texto narra la confrontación entre Goliat y David. La escena se sitúa en la región montañosa del oeste, en la frontera entre los israelitas y los filisteos.[4] Este es el primer caso de combate singular. La narración está llena de dramatismo. Ni el nombre de Goliat ni su armamento son mencionados en otros pasajes bíblicos. Su estatura corresponde a 2.80 metros.[45] La confrontación adquiere dimensiones religiosas.[54] Muchos detalles de la narración permiten suponer que ha sido tomada de diversas tradiciones.

Fuente: Notas Torres Amat