Comentario de 2 Samuel 18:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
David pasó revista a la gente que estaba con él, y puso sobre ellos jefes de millares y jefes de centenas.
David, pues, pasó revista. Éxo 17:9; Jos 8:10.
jefes de millares. 1Sa 8:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David pasa revista al ejército y les encarga a Absalón, 2Sa 18:1-5.
Muchos israelitas caen heridos en el bosque de Efraín, 2Sa 18:6-8.
Absalón, muere suspendido en una encina, asesinado por Joab, 2Sa 18:9-17.
Absalón, 2Sa 18:18.
Ahimaas y el etíope traen noticias a David, 2Sa 18:19-32.
David llora por Absalón, 2Sa 18:33.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David contó y pasó revista a sus fuerzas combativas para prepararse para la batalla.
Jefes de millares: Aunque sólo un pequeño contingente de tropas dejaron Jerusalén con David, otros seguidores leales se unieron muy pronto a su causa.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Muerte de Absalón (18:1-15).
1David revistó las tropas y puso al frente de ellas jefes de millares y de centenas; 2 una tercera parte, a las órdenes de Joab; una tercera, a las de Abisaí, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y la otra tercera a las de Itaí el jeteo. El rey dijo a su gente: “Yo saldré también con vosotros.” 3 Pero la gente respondió: “No, no salgas tú, porque, si somos vencidos, no importaría mucho aunque sucumbiéramos la mitad de nosotros. Pero tú, tú eres para nosotros como diez mil, y es mejor que puedas salir de la ciudad a socorrernos.” 4 El rey respondió: “Haré como os parece.” Estúvose el rey cerca de la puerta, mientras por grupos de mil y de ciento salía la gente, 5 y dio esta orden a Joab, a Abisaí y a Itaí: “Preservad por amor mío la vida del joven Absalón”; y todo el pueblo oyó esta orden que dio David a todos los jefes. 6 Salió, pues, la gente al campo contra Israel y trabóse la batalla en los bosques de Efraím. 7 Allí sucumbió el pueblo de Israel ante los seguidores de David y se hizo una gran matanza, de veinte mil hombres. 8 Dispersóse la gente por toda aquella tierra, y fueron más los que devoró el bosque que los que aquel día hirió la espada. 9 Al encontrarse Absalón con las gentes de David, iba montado en un mulo; y al pasar en el mulo debajo de una encina muy grande y copuda, quedó aprisionada su cabeza entre las ramas de la encina, quedando colgado entre el cielo y la tierra, mientras el mulo en que iba montado escapaba. !0 Vio esto uno, y le dijo a Joab: “He visto a Absalón pendiente de una encina.” 11 Joab le dijo: “¿Y por qué no le echaste a tierra, y yo te hubiera regalado diez siclos de plata y un talabarte?” 12Pero aquel hombre le dijo: “Aunque me pesaras mil de plata, no pondría yo la mano sobre el hijo del rey, pues bien oímos todos que a ti, a Abisaí y a Itaí os dijo el rey: “Guardadme a Absalón.” 13Además, haría yo traición a mi vida, pues al rey nada se le esconde, y tú mismo testificarías contra mí.” 14 Joab le dijo entonces: “No será así, yo mismo le atravesaré delante de ti”; y cogiendo tres dardos en sus manos, se los clavó en el corazón a Absalón, que todavía vivía, pendiente de la encina. 15Cercáronle luego diez mozos, escuderos de Joab, que hirieron a Absalón, acabándole.
Las simpatías del pueblo por David manifestáronse al enrolarse mucha gente en su ejército. Como solía hacerse, se dividió el ejército en tres cuerpos Que 7:16; 1Sa 11:18; 1Sa 13:17), que se confiaron a tres expertos jefes. Quería David tomar parte en el combate; pero, ante las razones de la gente (expresión para designar a la tropa,1Sa 17:8-9), quedóse junto a la puerta esperando el éxito de los acontecimientos.
Los dos ejércitos se enfrentaron en un espeso bosque de Trans-lordania, a la altura de la tribu de Benjamín, no lejos, o acaso en el actual es-Salt, palabra derivada del latín saltus, bosque. Los dados de Absalón que no cayeron en la refriega huyeron precipitadamente, buscando la salvación en la fragosidad de la selva, que entorpeció su huida y les puso al alcance de sus perseguidores.
También logró escapar Absalón montado en un mulo (1Sa 13:29) pero las ramas de los árboles y la maleza de la selva entorpecieron la marcha del animal, de manera que se encontró frente a frente con los hombres de David. En el intento de acelerar la marcha la cabeza de Absalón (no su cabellera, como se interpreta continuamente), quedó aprisionada entre dos ramas, en tanto que el mulo escapaba, quedando colgado entre el cielo y la tierra. Uno de los soldados contó a Joab haber visto a Absalón suspendido de una rama, a lo que contestó Joab: “¿Por qué no le mataste, y hubieras ganado diez siclos de plata (unas treinta pesetas) y un cinturón?” El oficial le expuso largamente las razones que le movieron a respetar a Absalón; a lo que contestó Joab: “No quiero perder el tiempo contigo” (De Vaux), y, tomando en sus manos tres bastones (shebatim), dardos (LXX) o lanzas (Vulgata), se los clavó en el corazón, o cerca, porque siguió viviendo.
Con este acto viola Joab el mandato del rey, pero ejerce un derecho de guerra reconocido en aquel tiempo. Priva además a Israel de un personaje indeseable, que, en caso de sobrevivir, hubiera quizá cambiado el curso de las cosas. Absalón era reo de muerte por haber asesinado a Amnón (1Sa 13:28) y por haberse rebelado contra su padre (Deu 21:18-21). Unos jóvenes guerreros que acompañaban a Joab (1Sa 14:13) lo remataron.
Sepultura de Absalón (1Sa 18:16-18).
16 Entonces tocó Joab la trompeta, y el pueblo cesó en la persecución de Israel, porque Joab dio esta orden; 17 y cogiendo a Absalón, echáronle en un gran hoyo en el bosque y lo cubrieron con un gran montón de piedras, e Israel huyó cada uno a su casa. 18Habíase alzado Absalón en vida un monumento en el valle del rey, diciendo: “Para que se conserve la memoria de mi nombre, pues que no tengo hijos,” y dio al monumento su nombre, y así se llama hoy todavía el cipo de Absalón.
Conforme a la costumbre, el cadáver de Absalón fue arrojado a una fosa abierta en el bosque, que cubrieron con un montón de piedras (Jos 7:26; Jos 8:29) en señal de menosprecio y para escarmiento de las generaciones futuras. En el v.18 se añade una noticia sobre el monumento que Absalón había hecho levantar en el valle del rey, junto al torrente Cedrón, llamado vad, la mano de Absalón. Según Flavio Josefo (Ant. lúa. 7:10; 3), era un mausoleo de mármol blanco situado a menos de medio kilómetro de Jerusalén. Se discute acerca de su emplazamiento concreto, pero cabe conjeturar que se encontraba en el mismo sitio donde hoy se levanta el llamado sepulcro de Absalón, monumento de época helenística. Era costumbre que todos los judíos que pasaban junto a él le arrojasen piedras en señal de reprobación.
David, enterado de la muerte de su hijo (18:19-32)
19 Ajimas, hijo de Sadoc, dijo: “Déjame correr al rey para darle la noticia de que Yahvé le ha hecho justicia de las manos de sus enemigos.” 20 Joab le dijo: “No le llevarás hoy tú la noticia, ya se la llevarás otra vez; pero no lo hagas hoy, pues que ha muerto el hijo del rey.” 21 Y Joab dijo a un cusita: “Ve y anuncia al rey lo que has visto.” El cusita se prosternó ante Joab y corrió. 22 Ajimas, hijo de Sadoc, dijo, a pesar de todo, a Joab: “Ocurra lo que ocurra, déjame que corra tras el eusita.” Y Joab le dijo: “¿Por qué te empeñas en correr a él, hijo mío? Este mensaje no te aprovecharía.” 23 “Ocurra lo que ocurra, yo voy,” repuso Ajimas, y Joab le respondió: “Ve.” Ajimas corrió por el camino de la Hoya y se adelantó al cusita. 24 Estaba David sentado entre las dos puertas. El centinela que estaba en la torre sobre la puerta alzó los ojos y miró, y vio al hombre que corría solo hacia la ciudad, 25 y gritó para advertir al rey. El rey dijo: “Si viene solo, es que trae buenas noticias.” En tanto el hombre siguió acercándose hacia la ciudad, 26 y el centinela descubrió al otro que corría también, y gritó del lado de la puerta: “Otro que corre solo.” El rey dijo: “Es que también trae buenas noticias.” 27El centinela dijo: “Por el modo de correr, el primero me parece Ajimas, hijo de Sadoc.” Y el rey dijo: “Es hombre de bien, seguramente trae buenas noticias.” 28 Ajimas, gritando, dijo al rey: “IVictoria!” Prosternóse luego ante el rey, rostro en tierra, y dijo: “Bendito Yahvé, tu Dios, que ha entregado a los que alzaban su mano contra mi señor el rey.” 29 El rey preguntó: “Y el joven Absalón, ¿está bien?” Ajimas respondió: “Yo vi un gran alboroto cuando Joab envió al rey tu siervo, pero no pude saber lo que pasaba.” 30Y el rey le dijo: “Pasa y ponte allí.” Pasó él y se paró. 31 Llegó luego el cusita y dijo: “Recibe, ¡oh rey, mi señor! la nueva de que ha defendido Yahvé hoy tu causa contra todos los que se alzaron contra ti.” 32 Y el rey preguntó al cusita: “Y el joven Absalón, ¿está bien?” Y el cusita respondió: “Que lo que es de ese mozo sea de los enemigos de mi señor el rey y de todos cuantos para mal se alcen contra ti.”
A Ajimas le espoleaba el prurito de ser el primero en anunciar al rey lo que había sucedido. Joab se lo impidió, porque no era concebible que un hombre de categoría, como era un hijo del sumo sacerdote Sadoc (15:27-36; 17:17), fuera portador de funestas noticias; podía ir él en caso de anunciar solamente la victoria sobre el ejército de Absalón; pero, en las circunstancias actuales, esta buena nueva iba unida estrechamente a la de la muerte de Absalón. Por lo mismo, Joab escoge a un cusita para mensajero. Una vez éste en camino, porfio Ajimas una y otra vez hasta que arrancó de Joab la autorización de ir, pensando éste que no alcanzaría al cusita. En contra de lo previsto, Ajimas llegó antes al lugar “entre las dos Puertas,” es decir, la interior y la exterior (1Sa 4:13-14), donde estaba sentado David. A las preguntas que le hizo el rey sobre la suerte de Absalón, encontró Ajimas una fórmula ambigua, un subterfugio para no dar la noticia sobre su muerte, ganando tierno para que llegara el cusita, esclavo etíope, y se lo anunciara de manera clara.
Fuente: Biblia Comentada
Estos capítulos comienzan con «la casa de Saúl» (2Sa 9:1) y acaban con «Seba … hombre de Benjamín» (2Sa 20:1). Como en el caso de Saúl, David aparece como un rey fracasado, aunque un fracasado arrepentido. Fue solo la gracia y la misericordia del Señor y su pacto irrevocable con David lo que preservó a David de ser excluido del trono como lo había sido Saúl (cp. 2Sa 7:15). El énfasis en esta sección recae sobre las angustias de David, angustias que le sobrevinieron debido a su propio pecado.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Muerte de Absalón. Inevitablemente ese día hubo allí una gran matanza (7). Las rebeliones no son baratas. Los servidores de David pudieron demostrar la superioridad de su experiencia, mientras que las tropas de Absalón no conocían bien la zona y como resultado sufrieron muchas bajas (8). Pero indudablemente murieron muchos hombres de ambos bandos.
El escritor concentra su atención en la vida de sólo dos hombres, David y Absalón. Ninguno de los dos parece haber apreciado la perspectiva de Ajitofel en 17:3, el hecho de que la muerte de sólo un hombre (sea David o Absalón) resolvería la cuestión. David estaba dispuesto a arriesgar su vida (y Absalón no sólo arriesgó la suya sino que la perdió), pero sus tropas fueron más sabias que el rey, y se aseguraron de que su vida no corriera peligro. Joab se aseguró de que Absalón perdiera la vida, y con su muerte terminó también la batalla y la guerra (15, 16). Joab veía la situación con más claridad que David, a quien le era imposible considerar a su hijo como un enemigo.
El v. 18 completa el relato de Absalón, dando un ejemplo más de su arrogancia. Su único verdadero monumento fue su tumba, en un bosque. Sus palabras infieren que sus tres hijos (14:27) ya habían muerto.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
18.1 David se hizo cargo como lo había hecho en días anteriores. En los últimos años, su vida había estado caracterizada por la indecisión y la parálisis moral. Ahora comenzaba a hacerse cargo y a cumplir con su deber.18.12-14 Este hombre pescó a Joab en su hipocresía. El sabía que, si el rey se hubiese enterado, Joab habría vuelto en su contra por haber matado al hombre. Joab no pudo responder, sólo lo despidió. Aquellos que están a punto de hacer una maldad, con frecuencia no toman el tiempo para considerar lo que están por hacer. No les importa si es o no correcto o lícito. No se apresure a actuar sin pensar. Considere si lo que está por hacer es correcto o no.18.29 Si bien él llegó a la ciudad antes, Ahimaas tenía miedo de decirle al rey la verdad acerca de la muerte de su hijo Absalón.18.33 ¿Por qué le afectó tanto a David la muerte de su hijo rebelde? (1) David se dio cuenta de que él, en parte, era el responsable de la muerte de Absalón. Natán, el profeta, había dicho que, debido a que mató a Urías, sus propios hijos se rebelarían en su contra. (2) David estaba enojado con Joab y con sus oficiales por matar a Absalón en contra de sus deseos. (3) David amaba profundamente a su hijo, aun cuando Absalón no lo mereciera. Hubiese sido más bondadoso y amoroso lidiar con el ego descontrolado de Absalón cuando era más joven. REBELION
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 914 1Sa 8:12; 1Cr 13:1; 1Co 14:40
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
pasó revista. I.e., contó y reunió.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
O, alistó
Fuente: La Biblia de las Américas
[6] La narración de la batalla es muy breve.[10] Absalón, colgado de su cabellera, simboliza el castigo por la rebeldía.[18] En el torrente Cedrón, cerca del monte de los Olivos, se conserva la tumba de Absalón.