Biblia

Comentario de 2 Samuel 20:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Samuel 20:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Ocurrió que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, de Benjamín. Este tocó la corneta y dijo: —¡Nosotros no tenemos parte en David ni heredad en el hijo de Isaí! ¡Cada uno a su morada, oh Israel!

Aconteció que se hallaba. 2Sa 19:41-43; Sal 34:19.

un hombre perverso. 2Sa 23:6; Deu 13:13; Jue 19:22; 1Sa 2:12; 1Sa 30:22; Sal 17:13; Pro 26:21; Hab 1:12, Hab 1:13.

el cual tocó la trompeta. 2Sa 15:10; Jue 3:27; Pro 24:21, Pro 24:22; Pro 25:8.

No tenemos nosotros. 2Sa 19:43; 1Re 12:16; 2Cr 10:6; Luc 19:14, Luc 19:27.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Por causa de la discusión, Seba divide a Israel, 2Sa 20:1-2.

David, 2Sa 20:3.

Amasa, es hecho capitán de Judá, es asesinado por Joab, 2Sa 20:4-13.

Joab persigue a Seba hasta Abel-bet-maaca, 2Sa 20:14-15.

Una mujer sabia salva a la ciudad entregando a Seba, 2Sa 20:16-22.

Los hombres de David, 2Sa 20:23-26.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

seba era de Benjamín, la misma tribu de Saúl. El término perverso, que también significa «persona que no sirve para nada», indica que Seba era un sinvergüenza.

trompeta: Seba tocó un cuerno de carnero, como era usual para llamados militares (2Sa 2:282Sa 15:102Sa 18:162Sa 20:22).

no tenemos nosotros parte en David: Estas tres líneas de poesía forman un lema de campaña o canción de rebelión.

Cada uno a su tienda puede expresarse como «Volvamos a casa, y desde allí podremos resistir al rey».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Revuelta de Seba (20:1-3).
1 Había allí un hombre perverso llamado Seba, hijo de Bicri, benjaminita, que se puso a tocar la trompeta, diciendo: “No tenemos nosotros parte con David ni heredad con el hijo de Isaí. ilsrael, a tus tiendas! ¡Cada uno a su casa!” 2Y se fueron de con David todos los hombres de Israel, siguiendo a Seba, hijo de Bicri. Pero los de Judá se adhirieron a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén. 3Cuando llegó David a Jerusalén, tomo a las diez concubinas que había dejado al cuidado de su casa y las puso bajo guardia. Proveyó a su mantenimiento, pero no volvió a entrar a ellas, y encerradas estuvieron hasta el día de su muerte, viviendo como viudas.

El altercado de que dimos cuenta al fin del capítulo anterior amenazó seriamente la unidad nacional. Bastó que alguien levantara la bandera de la rebelión para que las diez tribus del Norte, sintiéndose como arrinconadas y desplazadas, se desgajaran de la corona de David y se rigieran por un poder autónomo. La partícula sham, allí, del v.1 indica que entre los participantes en el altercado de Caígala (1Sa 10:8; 1Sa 11:14-15; 1Sa 13:4-15) hallábase Seba, “hombre de Belial” (1Sa 16:7; 1Sa 1:16; 1Sa 2:17), descendiente de Benjamín por parte de su segundo hijo, llamado Bajor (Gen 46:21). El grito de independencia es idéntico al que más tarde sellará la separación definítiva (1Re 12:16). El toque de trompeta (1Re 16:22) reunió en torno Seba a los amotinados, que por la cuenca del Jordán arriba o por algun wadi se marcharon hacia el macizo central de Palestina, proclamando por dondequiera que nada tenían que ver con un rey que los de Judá habían robado (ganab, 19:42).
La comitiva real se puso en marcha hacia Jerusalén escoltada por los de Judá, que, por reacción por el alejamiento de los de Israel, se adhirieron fuertemente a David. No fue triunfal la entrada en Jerusalén; había huido David bajo el signo de la división y entraba de nuevo con un reino resquebrajado.

Muerte de Amasa (20:4-13).
4El rey dijo a Amasa: “Convócame para dentro de tres días a los hombres de Judá, y hállate tú también aquí presente.” 5 Fue, pues, Amasa a reunir a Judá, pero se detuvo más del tiempo señalado; 6 y David dijo a Abisaí: “Seba, hijo de Bicri, va a hacernos ahora más mal que Absalón. Toma, pues, a los siervos de tu señor y ve tras él, no sea que se acoja a las ciudades fuertes y se escape de nuestra vista.” 7Marcharon con Abisaí las gentes de Joab, los cereteos y feleteos y todos los valientes, y, saliendo de Jerusalén, fueron tras Seba, hijo de Bicri. 8Cuando llegaron a la gran piedra que hay en Gabaón, les salió al encuentro Amasa. Iba Joab vestido de una túnica, y sobre ella llevaba ceñida a sus lomos una espada en su vaina, y, según avanzó, se cayó de ella la espada. 9Joab dijo a Amasa: “¿Estás bien, hermano?”; y con la mano derecha tomó a Amasa de la barba, como para besarle. 10 Amasa no hizo atención a la espada que tenía Joab en la mano, y éste le hirió con ella en el vientre, echándole a tierra las entrañas, sin repetir el golpe. Amasa murió. Después Joab y Abisaí, su hermano, fueron en seguimiento de Seba, hijo de Bicri. 11 Uno de los servidores de Joab se quedó junto a Amasa, y decía: “Los de Joab, los de David, que sigan tras Joab.” 12 Amasa, bañado en sangre, yacía en el camino. Viendo aquel hombre que todos se paraban, apartó a Amasa del camino, lo llevó al campo y echó sobre él una cubierta, porque vio que cuantos venían se paraban junto a él. 13Una vez apartado del camino, iban ya todos tras Joab, en seguimiento de Seba, hijo de Bicri.

Percatóse David de la grave situación creada por el altercado de Gálgala y mandó a Amasa (17:25; 19:14) que en el espacio de tres días movilizara a Judá para impedir que Israel se independizara totalmente. Ante la tardanza de Amasa y preocupado David de que Seba “oscureciese sus ojos” (los LXX), o, lo que es lo mismo, que le creara un grave conflicto, encargó a Abisaí, de los hijos de Sarvia (2:18), hermano de Joab, que se pusiera al frente del ejército. No se sabe por qué fue tan lento Amasa en sus funciones; acaso no encontró en el pueblo ambiente propicio para emprender una nueva guerra, o porque continuaba bajo el odio hacia David, o Porque los guerreros preferían el liderazgo de Joab. Por otra parte David mantuvo su palabra de relegar a Joab a un segundo plano, Bersabé y a siete kilómetros al sudeste de ed-Dahariyeh. En opinión de Smith, debe leerse: Ira el jairita, hijo de David, en vez de sacerdote de David. Este oficio debe entenderse o bien en el sentido de que eran sustitutos de David en las funciones sacerdotales que competían al rey (6:13-20), o como confidente del rey y maestro del ceremonial (Vaccari).

Fuente: Biblia Comentada

perverso. vea la nota sobre 1Sa 2:12. Seba. Aunque no se sabe nada de este hombre, debió poseer un poder e influencia considerables para poder aglutinar una sedición tan repentina y de tanto alcance. Pertenecía a la tribu de Saúl, en la que seguía habiendo muchos partidarios de la dinastía de Saúl, y podría haber visto el desagrado de las diez tribus por la presunción de Judá en la restauración. Trató de derribar la autoridad de David en Israel. No tenemos … parte … ni heredad. La declaración de Seba de que las tribus del norte no tenían parte en el reino de David encontró un eco en las palabras similares empleadas posteriormente en 1Re 12:16 cuando, bajo Jeroboam, Israel se separó del reino unido.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Estos capítulos comienzan con «la casa de Saúl» (2Sa 9:1) y acaban con «Seba … hombre de Benjamín» (2Sa 20:1). Como en el caso de Saúl, David aparece como un rey fracasado, aunque un fracasado arrepentido. Fue solo la gracia y la misericordia del Señor y su pacto irrevocable con David lo que preservó a David de ser excluido del trono como lo había sido Saúl (cp. 2Sa 7:15). El énfasis en esta sección recae sobre las angustias de David, angustias que le sobrevinieron debido a su propio pecado.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1Re 12:16.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— Israel, a tus tiendas: Es la misma consigna que sellará la definitiva división de las tribus del norte con respecto a las del sur (ver 1Re 12:16). La primera parte de la consigna resume las reticencias de las tribus israelitas hacia la dinastía davídica.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

20.1 A pesar de que Israel era un reino unido, seguía estando constituido de doce tribus separadas. Estas tribus a menudo tenían dificultades para ponerse de acuerdo sobre las metas de la nación como una entidad. Los celos entre tribus evitaron que originalmente Israel conquistara por completo la tierra prometida (léase el libro de Josué), y ahora los celos entre las tribus estaban amenazando la estabilidad del reino de David al darle a Seba una oportunidad para rebelarse (20.1ss).20.7-10 Una vez más la traición asesina de Joab quedó sin castigo, de la misma manera que sucedió cuando mató a Abner (3.26, 27). No obstante, a la larga, la justicia lo atrapó (1Ki 2:28-35). Parece ser que a menudo el pecado y la traición se quedan sin castigo, pero la justicia de Dios no se ve limitada a las recompensas de la vida. Aun si Joab hubiera muerto de edad avanzada, habría tenido que enfrentarse el día del juicio.20.16ss Los hombres de Joab estaban atacando la ciudad, y parecía que iban a destruirla. A pesar de que las mujeres de aquella sociedad por lo general permanecían calladas en público, esta mujer gritó. Detuvo los ataques de Joab no con armas, sino con palabras sabias y un plan de acción. A veces el valor de hablar unas pocas palabras con sensibilidad pueden prevenir un gran desastre.20.23 Benaía era el capitán de la guardia del rey David y un miembro famoso de un grupo especial de hombres poderosos llamados «los treinta» (23.24). Permaneció leal a David durante la rebelión de Absalón. Más tarde ayudó a establecer a Salomón como rey (1Ki 1:32-40; 1Ki 2:28-34) y a la larga reemplazó a Joab como comandante del ejército de Israel (1Ki 2:35).LA REBELION DE SEBA : Después de derrotar a Absalón, David regresó a Jerusalén desde Mahanaim. Pero Seba incitó una rebelión en contra de David. Por lo tanto, este envió a Joab, Abisai y un pequeño ejército detrás de él. Joab y sus tropas sitiaron Abel-bet-maaca, el escondite de Seba, hasta que la misma gente de Abel-bet-maaca lo mató.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) O: “un sinvergüenza”. Lit.: “un hombre de belial (inutilidad)”.

(2) “A sus dioses.” Lit.: “a sus tiendas”. Heb.: le’o·ha·láv. Una de las Dieciocho Enmiendas de los Soferim, pues se afirma que el texto heb. original decía: le’·lo·háv (de ’elo·hím, “dioses” o “Dios”). Véase Ap. 2B.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1041 Deu 13:13; 1Sa 2:12

b 1042 2Sa 20:21

c 1043 Jue 3:27; 2Sa 15:10

d 1044 2Sa 19:43

e 1045 Deu 13:6; Deu 13:9; 1Re 12:16; 2Cr 10:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Seba, hijo de Bicri, benjamita. Seba sólo aparece en este cap. Benjamín, la tribu de donde era Saúl, fue centro de rebelión en esa época.

Bicri. (o Bequer) era uno de los hijos de Benjamín (v. Gn 46:21).

No tenemos parte…cada uno a sus tiendas. Esta llamada a la batalla se repetiría en 1 R 12:16 cuando las tribus rompieron con Judá permanentemente. Parte…ni heredad significaba que los rebeldes creían que David favorecía a Judá.

Fuente: La Biblia de las Américas

cada uno a su tienda. I.e., Vamos a casa y desde allí resistiremos al rey.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

dioses… 6a enmienda de los Soferim → §006; §012.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

6ª enmienda de los Soferim g §006. – §012.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[=] *1Re 12:16

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[1] La rebelión de Seba hace renacer la rivalidad entre Saúl y David.[22] La muerte de Seba se ve acompañada de la intervención conciliadora de una mujer.

Fuente: Notas Torres Amat