Biblia

Comentario de 1 Reyes 13:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Reyes 13:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Vivía en Betel un profeta anciano, a quien fueron sus hijos y le contaron todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel. También contaron a su padre las palabras que había hablado al rey.

un viejo profeta. 1Re 13:20, 1Re 13:21; Núm 23:4, Núm 23:5; Núm 24:2; 1Sa 10:11; 2Re 23:18; Eze 13:2, Eze 13:16; Mat 7:22; 2Pe 2:16.

vino. 1Ti 3:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Además de ser un centro importante de culto (1Re 12:29), Bet-el pudo ser cuna de una de las escuelas proféticas (2Re 2:3-7).

un viejo profeta: Tal vez este profeta se relacionara con tales grupos. Cualquiera que sea su posición, en este punto está claro que sólo dice mentiras (v. 1Re 13:18).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

un viejo profeta. Aquí tenemos a un portavoz del Señor que había comprometido su ministerio por su voluntad de vivir en el centro mismo del falso sistema de culto sin hablar en contra del mismo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La muerte del hombre de Dios. La historia del hombre de Dios se desvía inesperadamente cuando aparece el profeta anciano de Betel. Al escuchar lo que había acontecido alrededor del altar el profeta de Betel le extiende su propia oferta de hospitalidad la cual al principio rechaza por las mismas razones que antes. Pero este profeta estaba decidido a alojar al hombre de Dios (no sabemos por qué) y recurre a mentirle con el fin de persuadirlo. Afirma que Dios le había hablado a él y que ha revocado las primeras instrucciones.

La historia no da motivos a pensar que el profeta de Betel era uno de esos que siempre “profetizaban mentira”, al proclamar sus propias fantasías en lugar de declarar fielmente la palabra de Dios (ver Jer. 23:16; 27:9-16). En verdad este profeta recibió y transmitió una palabra de Dios auténtica en los vv. 20-22. En resumen, se le describe como un profeta que dijo una mentira, pero fue una mentira que le costó la vida al hombre de Dios. El profeta anciano anunció la clase de muerte que le tocaría a él como resultado de su desobediencia y sus palabras se cumplieron rápidamente. El profeta de Betel se sintió arrepentido y respaldó el mensaje del hombre de Dios acerca del altar.

¿Qué haremos con esta extraña y sorprendente historia? Aquí se ve un profeta transmitiendo una palabra que era mentira, y otro profeta creyéndola a pesar de las instrucciones que Dios le había dado de antemano. A un nivel, la historia claramente ilustra cuán difícil es a veces distinguir la verdadera palabra de Dios. A otro nivel, subraya la importancia de tener una obediencia inquebrantable. Al hacer esta conexión el hombre de Dios siguió siendo un símbolo para Jeroboam y para Israel; porque su trágico fin fue una advertencia de que la desobediencia llevaría a la muerte, la muerte de la nación entera. A un tercer nivel, la historia demuestra que la profecía es irrevocable; la palabra de Dios tiene poder creativo, dándole forma a eventos y dirigiéndolos hacia su fin. Esta es la lección aprendida por el profeta de Betel (32).

Sin embargo, Jeroboam no aprendió su lección. Los acontecimientos mostraban sin lugar a duda que el altar en Betel existía en contra y en desafío de la voluntad de Dios, pero Jeroboam persistió en su pecado (33), el pecado que finalmente resultaría en la destrucción total de Israel (34).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) “Hijos”, LXXSyItVgc; MVg: “hijo”.

REFERENCIAS CRUZADAS

r 1104 1Sa 10:10; Eze 13:2; Amó 3:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

en Betel un anciano profeta. Betel estaba asociado en el tiempo de Elías con reuniones de profetas (2 R 2:3). Aparentemente escuelas de profetas existieron allí desde el tiempo de Samuel (1 S 10:5– 18). Tales grupos se reunían para estudiar, compañerismo espiritual, profetizar y servir (v. 1 S 19:20, 24; 2 R 2:3– 7, 15; 4:1, 38; 6:1; 9:1). Más tarde los profetas Elías y Eliseo sirvieron como líderes de esos centros. Quizás el anciano profeta había pertenecido a una escuela de profetas que existía en Betel antes de los cambios religiosos instituidos por Jeroboam.

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., su hijo fue y le contó

Fuente: La Biblia de las Américas