Comentario de 1 Corintios 1:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Os exhorto, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que os pongáis de acuerdo y que no haya más disensiones entre vosotros, sino que estéis completamente unidos en la misma mente y en el mismo parecer.
1:10 — Os ruego, pues, hermanos — Nueve veces en los primeros nueve versículos de este capítulo Pablo ha mencionado el nombre de Jesucristo, juntamente con las grandes verdades asociadas con él. Así trata Pablo de hacer que los corintios se olviden de sus partidos sectarios para que piensen solamente en el Señor Jesucristo, la cabeza de su iglesia.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Os ruego. 1Co 4:16; Rom 12:1; 2Co 5:20; 2Co 6:1; 2Co 10:1; Gál 4:12; Efe 4:1; Flm 1:9, Flm 1:10; 1Pe 2:11.
por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Rom 15:30; 1Ts 4:1, 1Ts 4:2; 2Ts 2:1; 1Ti 5:21; 2Ti 4:1.
que habléis todos una misma cosa. Sal 133:1; Jer 32:39; Jua 13:34, Jua 13:35; Jua 17:23; Hch 4:32; Rom 12:16; Rom 15:5, Rom 15:6; Rom 16:17; 2Co 13:11; Efe 4:1-7, Efe 4:31, Efe 4:32; Flp 1:27; Flp 2:1-4; Flp 3:16; 1Ts 5:13; Stg 3:13-18; 1Pe 3:8, 1Pe 3:9.
no haya … divisiones. 1Co 11:18; 1Co 12:25; Mat 9:16; Mar 2:21; Jua 7:43; Jua 9:16; Jua 10:19.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo comenzó su respuesta al inquietante informe acerca de la iglesia corintia con un ataque a la sabiduría mundana que dividió a la iglesia.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Pablo aboga en favor de una expresión exterior que refleje el espíritu interior. Pablo no sólo estimula a los corintios a que habléis una misma cosa y muestren unidad externa; también les llama a estar perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer en el único Cuerpo de Cristo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
que habléis todos una misma cosa. Pablo subraya aquí la unidad de doctrina en la asamblea local de creyentes en Cristo, no la unidad espiritual de su iglesia universal. La unidad doctrinal que se basa con claridad y por completo en las Escrituras, debe ser el fundamento de toda la vida eclesiástica (cp. Jua 17:11; Jua 17:21-23; Hch 2:46-47). Un compromiso débil con la doctrina unificada conduce a la desunión y debilita a la iglesia. Lo único que queda a cambio es un sentimentalismo superficial o una armonía superficial, pero no unidad verdadera. perfectamente unidos. La idea básica es volver a juntar los pedazos de algo que antes se había roto o separado, de tal modo que no vuelva a quedar dividido. El término se emplea tanto en el NT como en el griego clásico para aludir a la reparación de cosas como redes, huesos o utensilios rotos, vestimenta o coyunturas desgarradas. Cp. Rom 16:17; Flp 1:27. misma mente … un mismo parecer. Cp. Flp 3:15-16. El apóstol demanda unidad interna entre sus mentes individuales y unidad exterior en las decisiones que toman como grupo. Unidos en la verdad con sus creencias, convicciones y parámetros, y en la conducta con principios morales aplicados a su vida práctica (Hch 4:32; Efe 4:3). La única fuente de esa clase de unidad es la Palabra de Dios que establece el parámetro de verdad en que se fundamenta la unidad verdadera.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:10 — Os ruego, pues, hermanos — Nueve veces en los primeros nueve versículos de este capítulo Pablo ha mencionado el nombre de Jesucristo, juntamente con las grandes verdades asociadas con él. Así trata Pablo de hacer que los corintios se olviden de sus partidos sectarios para que piensen solamente en el Señor Jesucristo, la cabeza de su iglesia.
La palabra “pues” (“Pero” o, “Ahora”, dicen otras versiones) conecta el pensamiento del ver. 9 (de hecho, conecta lo de los nueve versículos anteriores) con la conclusión expresada en el 10; a saber, dado que Dios es fiel y llama a la comunión con Cristo, se sigue que todos los cristianos profesos deben hablar la misma cosa (en lugar de estar divididos en partidos).
La exhortación tierna viene de hermano a hermanos. Literalmente el vocablo griego para decir “ruego” significa llamar al lado de uno.
— por el nombre de nuestro Señor Jesucristo — El apóstol de Cristo apela a la autoridad de Cristo, de quien es todo lo que Pablo ha dicho respecto a él en los versículos anteriores, para que los corintios eviten la división basada en sus ideas carnales. Cristo es uno; su cuerpo (la iglesia) es uno (12:5,27). Cristo oró por la unidad (Jua 17:21). El Espíritu Santo ha revelado la unidad (Efe 4:3).
El nombre de una persona nos dirige mentalmente a quién es y a qué es dicha persona. Siendo que Jesús (= Salvador) de Nazaret fue hecho por Dios Señor (= Amo que debe ser obedecido) y Cristo (= Rey que tiene toda autoridad, Mat 28:18) (Hch 2:36), toca a todo seguidor de él someter su voluntad totalmente a la de él. La voluntad de él es que haya unidad, no división.
— que habléis todos una misma cosa — El estado de confusión, causado por seguir a maestros favoritos, no caracteriza al grupo que reclama ser el cuerpo de Cristo. Cuando la autoridad de la Cabeza, Cristo, es respetada y seguida, se habla la misma cosa. Los corintios habían sido instruidos por el Espíritu Santo (ver. 4-7), pero no estaban siguiendo esa instrucción.
Sí, es posible hablar todos una misma cosa si seguimos la misma regla (Gál 6:16; 2Ti 1:13). Esto trae paz, pero la división resulta de seguir otras reglas y patrones, y es una obra de la carne (Gál 5:20).
— y que no haya entre vosotros divisiones — La división (skisma = cisma) es lo contrario de la expresión de una misma cosa. La división (discordia, disensión) destruye la iglesia que es templo de Dios (3:16,17).
— sino que estéis perfectamente unidos — El verbo griego que aparece aquí se emplea también en Mat 4:21 (remendar redes). En Gál 6:1 se emplea, restaurad.
Otras versiones dicen: “enteramente unidos”, B.A.; “aptamente unidos”, N.M.; “estéis bien dispuestos”, P.B.; “sed perfectos”, JTD.; “llegan a ser una sola cosa”, LBL.; “seáis concordes”, N.C.; “perfeccionados juntos”, ASV.
Dejando de ser sectarios en su sentir, y dejando de seguir a hombres como líderes de importancia, los corintios podrían remendarse para estar acordes y perfectos en la unidad.
El denominacionalismo de hoy en día no sirve a nuestro Señor; no le glorifica. El corazón mismo del denominacionalismo es la división. Sin la división no podría existir. El denominacionalismo va a seguir existiendo porque, como los corintios antiguos, va a promover el espíritu de partidarios en lugar de someterse a la dirección de Cristo Jesús.
En nuestro tiempo hay falsos hermanos que promueven la llamada unidad en diversidad, reclamando que la iglesia de Cristo puede comulgar con ciertos sectarios o denominacionalistas, porque, según se afirma, los tales creen en el mismo Señor aunque practican diferentes doctrinas contradictorias. Los tales se interesan más en llevar la iglesia del Señor al denominacionalismo que en convertir a los denominacionalistas en cristianos según el orden novotestamentario.
— en una misma mente — Esa mente tiene que concordar con la mente de Cristo (2:16), la que tenían los apóstoles de Cristo por ser guiados por el Espíritu Santo.
La única manera en que pueden los cristianos estar enteramente unidos es por medio de someterse a la mente de Cristo; o sea, a la doctrina apostólica (Hch 2:42; 1Jn 4:1-6).
Véanse Hch 4:32; Rom 15:5-6.
— en un mismo parecer — el juicio o manera de decidir sobre algo. En asuntos indiferentes en sí, en cuanto a la voluntad de Dios, si seguimos la enseñanza de Romanos capítulo 14 todos tendremos esta unidad de parecer, o juicio, porque cada quien mostrará deferencia al otro, no condenando ni tampoco menospreciando. Las instrucciones de Rom 12:10-16; Efe 4:2-3; Col 3:12-15; conducen a este “mismo parecer”, o sentir.
No es cuestión tanto de buscar la unidad sino de procurar conformarnos a la doctrina de Cristo, según fue revelada por el Espíritu Santo por medio de los apóstoles. Esta conformidad nos traerá automáticamente la unidad. Muchos hermanos en la fe hoy en día hablan de movimientos de unidad, sin promover adhesión a la doctrina de Cristo. En realidad buscan establecer una “unidad” que es más bien unión con el error. La unidad que tiene al Espíritu Santo por autor (Efe 4:3) no es una cosa que buscar, promover o establecer, sino ¡una que guardar !
Fuente: Notas Reeves-Partain
UNA IGLESIA DIVIDIDA
1 Corintios 1:10-17
Hermanos: Os suplico por el nombre de nuestro Señor Jesucristo que dirimáis vuestras diferencias y que hagáis todo lo posible para que no se produzcan divisiones entre vosotros, sino que estéis como una piña teniendo una misma mentalidad y una actitud en común. Porque he visto muy claro, hermanos, por la información que he recibido de los de la casa de Cloe, que hay brotes de peleas entre vosotros. Me refiero a eso de que cada uno va diciendo: » ¡Yo soy de Pablo!», o » ¡Yo soy de Apolos!», o «¡Yo soy de Cefas!», o «¡Yo soy de Cristo!» ¿Es que vais a repartiros a Cristo? ¿Fue Pablo crucificado por vosotros u os habéis bautizado en el nombre de Pablo? Por el giro que han tomado las cosas, me alegro de no haber bautizado a ninguno de vosotros más que a Crispo y a Gayo, para que nadie vaya por ahí diciendo que fue bautizado en mi nombre. Ahora que me acuerdo, también bauticé a la familia de Esteban; pero de los demás no sé si bauticé a ningún otro. Y es que Cristo no me mandó a bautizar, sino a proclamar el Evangelio; y eso, no con oratoria intelectual, no fuera que se vaciara de su eficacia la Cruz de Cristo.
Pablo inicia la tarea de remediar la situación que ha surgido en la iglesia de Corinto. Escribía desde Éfeso. Esclavos cristianos que pertenecían al establishment de una señora llamada Cloe habían tenido ocasión de visitar Corinto, y habían vuelto con la triste historia de la disensión y desunión.
Dos veces se dirige Pablo a los corintios llamándolos hermanos. Como el antiguo comentarista Beza dijo, «También en esa palabra hay escondida una razón.» Por el mismo uso de la palabra Pablo hace dos cosas. Primera, suaviza la reprensión dándola, no con la palmeta como un maestro de escuela, sino como alguien que no tiene más argumentos que los del amor. Segunda, debería habérseles ocurrido lo equivocadas que eran sus disensiones y divisiones. Eran hermanos, y deberían vivir unidos en amor fraternal.
Al tratar de aproximarlos, Pablo usa dos frases interesantes. Los exhorta a dirimir sus diferencias. La frase que usa es la habitual entre partidos hostiles que llegan a un acuerdo. Quiere que se suelden, un término médico que se refiere a los huesos que han estado fracturados, o que se coloque en posición una coyuntura dislocada. La desunión es contraria a la naturaleza y debe curarse para restaurar la salud y eficacia del cuerpo de la iglesia.
Pablo identifica a cuatro partidos en la iglesia de Corinto. No se han separado de la iglesia; las divisiones son por lo pronto internas. La palabra que usa para describirlas es sjísmata, que es la que se usa para una ropa que se rasga. La iglesia corintia corre peligro de ponerse tan fea como una ropa hecha jirones. Debe notarse que las grandes figuras de la Iglesia que se mencionan -Pablo, Cefas y Apolos- no tenían nada que ver con las divisiones. No había disensiones entre ellos. Sin su conocimiento y sin su consentimiento, aquellas facciones corintias se habían apropiado de sus nombres. No es infrecuente el que los supuestos partidarios de una figura le traigan más problemas que sus enemigos declarados. Echémosles una ojeada a estos partidos a ver si podemos descubrir lo que representaban.
(i) Había algunos que pretendían estar de parte de Pablo. Sin duda serían principalmente gentiles. Pablo siempre había predicado el Evangelio de la libertad cristiana y el fin de la ley. Es muy probable que los de este partido estaban convirtiendo la libertad en libertinaje, y usando el Cristianismo como excusa para hacer lo que les daba la gana. Bultmann ha dicho que el indicativo cristiano siempre conlleva el imperativo cristiano. Aquellos corintios habían olvidado que al indicativo de la Buena Nueva va unido inseparablemente el imperativo de la ética cristiana. Habían olvidado que eran salvos para ser libres del pecado, no libres para pecar.
(ii) Había algunos que pretendían estar de parte de Apolos. Tenemos un boceto de Apolos en Hch 18:24 . Era judío, de Alejandría, elocuente y versado en las Escrituras. Alejandría era un centro de actividad intelectual. Fue allí donde los estudiosos crearon la ciencia de la interpretación alegórica de las Escrituras, descubriendo los significados más recónditos en los pasajes más sencillos. Veamos un ejemplo de la clase de cosas que hacían. La epístola de Bernabé, una obra cristiana alejandrina cuya inclusión en el Nuevo Testamento se discutió durante un tiempo, deduce de la comparación de Ge 14:14 con 18:23 que Abraham tenía 318 varones en su familia a los que había circuncidado. En griego se usan las letras como Números, y el 18 se pone con la iota seguida de la eta, que son las dos primeras letras del nombre de Jesús (lésús); y 300 se indica en griego con la letra tau, que tiene la forma de la Cruz; por tanto, ¡este antiguo incidente es un anuncio de la muerte de Jesús en la Cruz! La erudición alejandrina estaba llena de cosas así. Además, los alejandrinos eran unos entusiastas de los recursos literarios. De hecho, eran personas que intelectualizaban el Evangelio. Los que se presentaban como partidarios de Apolos serian, sin duda, los intelectuales que se estaban dedicando a toda prisa a convertir el Evangelio en una filosofía.
(iii) Había algunos que pretendían estar de parte de Cefas. Cefas, o Kefa, era el apodo original de Pedro, Petros, y los dos quieren decir piedra. Estos serían muy probablemente judíos que trataban de enseñar que los cristianos tenían que observar la ley tradicional judía. Serian legalistas que exaltaban la ley aun a costa de rebajar la gracia.
(iv) Había algunos que pretendían estar de parte de Cristo. Esto puede querer decir una de dos cosas. (a) No se usaban los signos de puntuación en los manuscritos antiguos griegos, ni se dejaba un espacio entre las palabras. Puede que aquí no se trate de otro partido corintio, sino del comentario de Pablo mismo. Tal vez deberíamos puntuarlo así: «Yo soy de Pablo», o «Yo soy de Apolos», o «Yo soy de Cefas»… ¡Pero yo soy de Cristo!» Bien puede ser esta la reacción de Pablo a toda esa desgraciada situación. (b) Si no es eso y aquí se describe a otro partido, como ha dicho alguien, «¡Serían los peores!»: puede que fueran una secta rígida e intolerante que pretendían ser los únicos cristianos que había en Corinto. El mal no estaba en decir que pertenecían a Cristo, sino en actuar como si Cristo les perteneciera exclusivamente a ellos.
No hay que pensar que Pablo menospreciara el Bautismo. Los que él mismo bautizó eran conversos muy especiales. Esteban fue probablemente el primer convertido (1Co 16:15 ); Crispo había sido antes nada menos que el moderador de la sinagoga de Corinto Hch 18:8 ); Gayo probablemente había hospedado a Pablo Rm 16:23 ). Lo que Pablo quiere subrayar aquí es que el Bautismo era hacia dentro del nombre de Jesús: que representa nuestra incorporación a la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo.
La frase en griego implica la más íntima conexión posible. En griego eis, en inglés into, quieren decir hacia dentro. El dar dinero eis el nombre de alguien quería decir meterlo en su cuenta. El vender a un esclavo eis el nombre de una persona era pasarlo a su indiscutible posesión. Un soldado juraba lealtad eis el nombre del César; pertenecía totalmente al emperador. Hacia dentro del nombre de implica absoluta posesión. En la Iglesia implicaba todavía más: no sólo que el cristiano era posesión de Cristo, sino que, de alguna manera, estaba identificado con Él. Lo que Pablo está diciendo es: «Me alegro de haber estado tan ocupado predicando; porque, si hubiera bautizado, a lo mejor os habría hecho creer que por ello estabais conmigo en esa relación tan absoluta que no tenéis realmente nada más que con Cristo.» No es que para él el Bautismo fuera algo que no tenía importancia, sino que tenía tanta que no se podían correr riesgos con él. Pablo estaba contento de no haber hecho nada que pudiera haberse interpuesto en la relación que los convertidos debían tener solamente con Cristo.
Pablo no se proponía más que presentar lo más claramente posible delante de las personas la Cruz de Cristo. El decorar la historia de la Cruz con retórica o dialéctica habría hecho que las personas prestaran más atención al lenguaje que al mensaje. El propósito de Pablo era poner a la gente, no ante sí mismo, sino ante Cristo en toda Su absoluta grandeza.
ESCÁNDALO PARA LOS JUDIOS
Y ESTUPIDEZ PARA LOS GRIEGOS
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Rom 15:5; Flp 2:2.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Idolatrar a los maestros cristianos es causa de divisiones
Los alumnos o “discípulos” de un maestro secular debían lealtad exclusiva a éste. Era común que pelearan con los alumnos de maestros rivales sobre los méritos de sus mentores, quienes también por tradición rivalizaban unos con otros. Los corintios que se convirtieron y bautizaron a través del ministerio de Pablo, Apolos y Pedro, también se conside raban, como en el mundo secular, como sus seguidores exclusivos, y de la misma manera discutían sobre los méritos de los maestros cristianos. Pablo declara que esa lealtad es idolátrica. El quiere que los corintios sigan al Mesías, no a sus siervos. Convertir a los maestros u oradores “carismáticos” en ídolos que buscan la lealtad de “sus” miembros siempre ha sido causa de divisiones y desastroso para la comunidad cristiana.
El llamado a la unidad que hace Pablo frente a su percepción del papel del maestro cristiano -el Apóstol jamás utiliza el término secular “líderes” que siempre implica una condición superior- se basa en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a quien habían invocado para ser salvos (1:2). No es un llamado a buscar la unidad a partir de un mínimo denominador común, sino una convocatoria urgente a que os pongáis de acuerdo (10). La prohibición de la división y la demanda de que los cristianos estén completamente unidos en la misma mente y el mismo parecer los instan a comprender qué es lo que Dios piensa sobre este tema. Pablo lo discute detalladamente en 1:10-4:21.
12 Pablo pone bien en claro el cambio: Me refiero a que … lit., uno de vosotros está diciendo: Yo soy de … es decir, “Yo pertenezco a … Después que algunos declararan su lealtad a prominentes maestros de la iglesia, otros, aparentemente, formaron el grupo de Cristo. 13 Cristo jamás puede ser la propiedad exclusiva de un grupo en una iglesia (cf. 1:2), de ahí la pregunta: ¿Está dividido Cristo? Como cuerpo de Cristo, la iglesia no puede estar dividida. Estas expresiones de lealtad a Pablo y otros son consideradas por el Apóstol como usurpaciones del lugar de Cristo. Así como los objetos religiosos que se encontraban en Corinto llevaban la inscripción: “Yo pertenezco a Afrodita”, “yo pertenezco a Deméter”, así estas erróneas expresiones de lealtad exclusiva son idolátricas; implican que Pablo fue el mediador de su salvación. Su entrada al reino de Dios, expresada por medio del bautismo, no fue en el nombre del evangelista que les predicó. Sus expresiones de lealtad a los maestros reemplazaban el compromiso y la lealtad que los cristianos deben dar sólo a Cristo. No podía decirse que el bautismo cristiano estableciera la membresía en el “grupo de Pablo” ni indicara ninguna relación especial con él, porque había bautizado a muy pocos de ellos (14-16). 17a Pablo explica que su llamado apostólico no fue a bautizar sino a predicar, y en la sección siguiente continúa dando razones por las que renunció al uso de los métodos de los oradores públicos profesionales.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) O: “escisiones”. Gr.: skjí·sma·ta, “cismas”; lat.: scí·sma·ta.
REFERENCIAS CRUZADAS
x 24 2Ts 3:6
y 25 2Co 13:10
z 26 2Co 13:11; Flp 2:2
a 27 Rom 16:17; Efe 4:3
b 28 Rom 15:5; 2Co 13:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
no haya divisiones entre vosotros. Los corintios no debían permitir que se crearan cismas debido a preferencias de personalidades, pues sólo lograrían un espíritu de contiendas entre ellos (vers. 11, 12).
Fuente: La Biblia de las Américas
10 (1) Con este versículo el apóstol comenzó a enfrentar las divisiones que existían entre los corintios. Primero, él les rogó por medio del nombre de nuestro Señor, el nombre que es sobre todo nombre ( Flp_2:9) y que debe ser el único nombre entre todos Sus creyentes. Sin embargo, los corintios divisivos pusieron los nombres de Pablo, Apolos y Cefas en el mismo nivel que el de Cristo; tal como Pedro, en el monte de la transfiguración, puso a Moisés y a Elías en el mismo nivel que Cristo ( Mat_17:1-8). Para guardar la unidad en el Señor y evitar divisiones, tenemos que elevar y exaltar el nombre único de nuestro Señor renunciando a todos los nombres excepto a este nombre supremo.
10 (2) Debido a las cosas diferentes que hablaban en esa situación llena de contención, cosas que el apóstol condena en los vs.11-12.
10 (3) En esta epístola el apóstol trata once problemas que había entre los creyentes en Corinto. El primero fue la división. La división casi siempre es el problema principal, y trae consigo todos los demás problemas entre los creyentes. Puede considerarse la raíz de los problemas que tienen los creyentes. Por lo tanto, al tratar todos los problemas de la iglesia en Corinto, el apóstol primero pone el hacha a la raíz, es decir, a las divisiones que existían entre los creyentes. La primera virtud de un andar dignó del llamamiento de Dios, es guardar la unidad del Espíritu en el Cuerpo de Cristo ( Efe_4:1-6).
10 (4) La misma palabra griega que se traduce remendar en Mat_4:21. Significa reparar, restaurar, ajustar, remendar; completar totalmente, unir perfectamente algo que se hubiera roto. Como conjunto los creyentes corintios estaban divididos, o sea rotos. Necesitaban ser restaurados para estar perfectamente unidos a fin de que estuvieran en armonía, teniendo un mismo sentir y un mismo parecer, para hablar lo mismo: Cristo y Su cruz (vs.17-18, 22-24; 2:2).
10 (5) O, juicio.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
divisiones. O, «cismas», «partidos». Esta carta fue escrita a una iglesia dividida en cuanto a personalidades (v. 1Co 1:12). Aunque severamente condenadas, a estas facciones se les permitía existir a fin de que pudiesen ser reconocidos los creyentes «aprobados» (1Co 11:19).
perfectamente unidos. Mejor, completamente equipados. Pablo exhorta a que se hagan los ajustes necesarios en estas divisiones sobre personalidades, para que así pueda haber unidad en la iglesia. Otros asuntos que dividían a la iglesia incluían el libertinaje (1Co 6:13), la relación entre hombres y mujeres en la iglesia (1Co 11:2-16), las leyes sobre alimentos (1Co 8:10; 1Co 10:25), hablar en lenguas (Cáp. 1Co 14:1-40), y la resurrección de los muertos (Cáp. 1Co 15:1-58).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R1186 En el contraste que se establece con μὴ … δέ, δέ es claramente una conjunción adversativa (similar a la construcción οὐ … ἀλλά): que no haya divisiones … sino.
R1413 Cuando la construcción con ἵνα prosigue con μή en una cláusula posterior, sólo se repite μή, pero continúa el sentido de ἵνα μή (ἵνα se usa para introducir una cláusula de complemento directo de un verbo de exhortación: les suplico que -B200).
BD223(4) Διά se usa aquí con el genitivo como un modismo que indica una petición urgente, y significa: por.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., que habléis lo mismo
Lit., cismas
Lit., una misma mente