Comentario de 1 Corintios 12:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Porque de la manera que el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también es Cristo.
12:12 — Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros — Ahora Pablo va a presentar una comparación entre los dones en la iglesia en Corinto y los diferentes miembros del cuerpo físico ver. 12-26. La palabra “porque” presenta la explicación de por qué los diferentes dones correctamente empleados efectúan bien (traen un beneficio) para la iglesia entera. Este versículo da la razón de lo que Pablo dijo en los versículos 4-11.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
el cuerpo es uno. 1Co 10:17; Rom 12:4, Rom 12:5; Efe 1:23; Efe 4:4, Efe 4:12, Efe 4:15, Efe 4:16; Efe 5:23, Efe 5:30; Col 1:18, Col 1:24; Col 2:19; Col 3:15.
así también Cristo. 1Co 12:27; Gál 3:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo procura ayudar a los cristianos carnales de Corinto a volverse de sus deseos carnales y buscar la unidad del cuerpo y servir con los dones que Dios les dio (vv. 1Co 12:7, 1Co 12:25, 1Co 12:26).
EN COMPARACIÓN
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Dones espirituales o responsabilidades espirituales
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Los dones espirituales —o dones de gracia, más exactamente— son capacidades extraordinarias que el Espíritu da a los creyentes para edificación de la Iglesia. Aun cuando atributos como la fe, la enseñanza y el dar se consideran dones, todos los cristianos son exhortados a desarrollar estos rasgos
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A algunos cristianos les es dado…
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Pero todos los creyentes son llamados…
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Sabiduría divina (1Co 12:8)
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A vivir sabiamente (Rom 16:19; Efe 5:15; Col 4:5).
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Fe extraordinaria (1Co 12:9)
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A caminar por fe (2Co 5:7) y a abundar en fe (2Co 8:7); a tomar el escudo de la fe (Efe 6:16) y seguir la fe (1Ti 6:12; 2Ti 2:22).
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Dones especiales de enseñanza (1Co 12:28; Rom 12:7)
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A enseñar a otros las verdades de Dios (Mat 28:20; 2Ti 2:2, 2Ti 2:24).
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La capacidad sobrenatural de ayudar (1Co 12:28)
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A servir a los demás en amor (Gál 5:13) y ministrar a otros (Rom 12:7).
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El don de exhortación (Rom 12:8)
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A exhortarnos unos a otros (Heb 3:13).
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La capacidad de dar con liberalidad (Rom 12:8)
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A dar «no de mala gana ni por necesidad» sino alegremente (2Co 9:7).
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Poder divino para mostrar misericordia (Rom 12:8)
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A ser misericordioso (Luc 6:36; Stg 2:13).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Porque … Porque … Además: Note el desarrollo del pensamiento, mientras el Espíritu de Dios continúa dando a Cristo la gloria (Jua 16:12-14; 1Co 12:3).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
así también Cristo: La analogía del cuerpo humano ilustra la necesidad de unidad en la diversidad en el Cuerpo de Cristo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ASÍ TAMBIÉN CRISTO. Véase v. 1Co 12:1
, nota sobre los dones espirituales y el cuerpo de Cristo.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
cuerpo … miembros. Pablo utilizó el cuerpo humano como una analogía (cp. 1Co 10:17) para la unidad de la iglesia en Cristo. A partir de aquí hasta el v. 1Co 12:27, el apóstol usa la palabra «cuerpo» en dieciocho ocasiones (cp. Rom 12:5; Efe 1:23; Efe 2:16; Efe 4:4; Efe 4:12; Efe 4:16; Col 1:18).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
12:12 — Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros – Ahora Pablo va a presentar una comparación entre los dones en la iglesia en Corinto y los diferentes miembros del cuerpo físico ver. 12-26.
La palabra “porque” presenta la explicación de por qué los diferentes dones correctamente empleados efectúan bien (traen un beneficio) para la iglesia entera. Este versículo da la razón de lo que Pablo dijo en los versículos 4-11.
— pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo – Los muchos son a la vez uno (unidad en multiplicidad). Son diferentes los miembros del cuerpo físico, cada quien teniendo su propio función, pero funcionan en perfecta armonía, colaborando al mismo fin y para el bien del cuerpo unido.
(Si todos los corintios hubieran tenido solamente el don de lenguas, la iglesia allí habría sido un cuerpo ¡con un solo miembro! ¡Qué monstruosidad inútil! ¡Qué disparate!). El cuerpo físico no tiene miembros que no sirvan para algo; todos importan para que el cuerpo funcione adecuadamente. Así que todos los dones importaban de igual manera.
— así también Cristo – Como es el caso con el cuerpo físico, así lo es con Cristo. Todos los cristianos se encuentran en él (6:15; 10:17; Gál 3:26-27; Flp 3:9); son de él. Deben ellos funcionar, según su capacidad y don, en armonía para el bien de la causa de Cristo y según la voluntad de él. Véanse ver. 27; Rom 12:4-5; Efe 4:16. Como los miembros del cuerpo físico no se exaltan unos contra otros, sino que se ocupa cada uno en su tarea, así ha de ser con referencia al cuerpo espiritual de Cristo.
Se puede notar aquí que la iglesia de Cristo, en su sentido universal, es un organismo espiritual. ¡No es una organización, pues no tiene gobierno central terrestre! ¡No es compuesta de todas las iglesias de Cristo locales, sino de cristianos individuales (“miembros”)!
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL CUERPO DE CRISTO
1 Corintios 12:12-31
De la misma manera que el cuerpo es una unidad aunque tenga muchos miembros, y que todos los miembros del cuerpo, aunque sean muchos, no forman más que un solo cuerpo, así sucede también con Cristo. Porque por un solo Espíritu hemos sido bautizados todos de forma que hemos llegado a formar un solo cuerpo, ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, y a todos nos ha inundado el mismo único Espíritu.
Porque el cuerpo no está formado por un solo miembro, sino por muchos. Si el pie hubiera de decir: » Como no soy mano, no pertenezco al cuerpo.» ¿Es que por eso no sería parte del cuerpo? Y si el oído hubiera de decir: » Como no soy ojo, no formo parte del cuerpo.» ¿Por eso no sería parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿por dónde se podría oír? Y si todo el cuerpo fuera el sentido del oír, ¿dónde estaría el sentido del olfato? Pero tal como son las cosas, Dios ha colocado los miembros, individuales como son, como Le ha parecido bien. Si la totalidad no fuera más que un miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero, tal como es, hay muchos miembros, pero no hay nada más que un cuerpo. El ojo no le puede decir a la mano: «No te necesito para nada.» Ni tampoco le puede decir la cabeza a los pies: «No me hacéis ninguna falta.» Al contrario: aquellas partes del cuerpo que parecen más débiles, son las más esenciales; y a aquellas partes del cuerpo que parecen ser menos respetables les adscribimos un honor muy especial; y a las partes menos decorosas las tratamos con más decoro; porque las partes más dignas no necesitan una consideración especial. Dios ha compuesto el cuerpo dándole un honor especial a las partes que parecían carecer de él, para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que los miembros tengan el mismo cuidado todos para con todos. De esa manera, si un miembro sufre, todos los miembros se conduelen; y si un miembro recibe honores, todos los miembros se congratulan.
Todos vosotros sois el Cuerpo de Cristo, y cada uno de vosotros en particular es un miembro de Él. De acuerdo con eso, Dios nombró apóstoles a algunos en primer lugar; en segundo lugar, a otros, profetas; en tercer lugar, a otros, maestros; y luego, el poder de obrar maravillas; y luego, dones especiales de sanidades; la habilidad de ayudar; la capacidad para administrar; las distintas clases de lenguas. ¿Verdad que no son todos apóstoles? ¿Verdad que no son todos profetas? ¿Verdad que no son todos maestros? ¿Verdad que no todos tienen el poder de obrar maravillas? ¿Verdad que no todos poseen dones de sanidades? ¿Verdad que no todos hablan en lenguas? ¿Verdad que no todos saben interpretar? ¡Anhelad los dones que son aún mayores! Os indicaré un camino que es todavía más excelente.
Aquí tenemos una de las más famosas alegorías de la unidad de la Iglesia que se hayan escrito nunca. Siempre ha sido fascinante el considerar la forma en que cooperan las diferentes partes del cuerpo. Hace mucho, Platón había trazado una famosa semblanza del cuerpo, presentando la cabeza como una ciudadela; el cuello era el istmo entre la cabeza y el cuerpo; el corazón era la fuente del cuerpo; los poros eran los senderos; las arterias y las venas, los canales. De la misma manera, Pablo traza aquí el esquema de la Iglesia como un cuerpo. Un cuerpo consta de muchas partes, pero tiene una unidad esencial. Platón había indicado que no decimos: «Mi dedo tiene un dolor,» sino «Yo tengo dolor.» Hay una personalidad que da unidad a las muchas diversas partes del cuerpo. Lo que el yo es al cuerpo, lo es Cristo a la Iglesia. Es en Él donde todos los diversos miembros encuentran su unidad.
Pablo pasa a considerarlo de otra manera. «Vosotros -dice= sois el Cuerpo de Cristo.» Aquí hay una idea impresionante.
Cristo ya no está en este mundo en cuerpo; por tanto, si quiere que se haga algo en el mundo tiene que encontrar a una persona que lo haga. Si quiere que enseñen a un niño, tiene que buscarse un maestro; si quiere que curen a un enfermo, tiene que buscarse un médico o un cirujano que haga su trabajo; si quiere que se cuente Su historia, tiene que buscarse a alguien que la cuente. Literalmente, tenemos que ser el Cuerpo de Cristo: unas manos que hagan Su trabajo, unos pies que vayan a Sus recados, una voz que hable por Él.
Él no tiene más manos que las nuestras para hacer hoy Su obra; Él no tiene más pies que nos nuestros para mostrar Su camino; Él no tiene más voz que la nuestra para contar cómo murió; necesita que Le ayudemos llevando a otros hasta Él.
Aquí radica la suprema gloria del cristiano: ser parte del Cuerpo de Cristo en el mundo.
Así que Pablo traza una alegoría de la unidad que debe existir dentro de la Iglesia si ha de cumplir su misión. Un cuerpo es sano y eficiente sólo cuando cada una de sus partes funciona como es debido. Las partes del cuerpo no tienen celos unas de otras, ni codician las funciones de las otras. De la descripción de Pablo deducimos ciertas cosas que deberían existir en la Iglesia, el Cuerpo de Cristo.
(i) Deberíamos darnos cuenta de que nos necesitamos unos a otros. No puede haber tal cosa como aislamiento en la Iglesia. Demasiado a menudo, los miembros de una iglesia están tan inmersos en la porción de la obra de la que se ocupan y tan convencidos de que es de suprema importancia que olvidan y hasta critican a otros que hacen otra labor. Si la Iglesia va a ser un Cuerpo sano, se necesita lo que pueda hacer cada cual.
(ii) Deberíamos respetarnos unos a otros. En el cuerpo no hay tal cosa como una importancia relativa. Si un miembro u órgano deja de funcionar, todo el cuerpo se descabala. Eso sucede también en la Iglesia. » Todos los trabajos cuentan igual para Dios.» Siempre que nos ponemos a pensar en nuestra propia importancia en la iglesia, desaparece la posibilidad de una labor verdaderamente cristiana.
(iii) Deberíamos sentir solidaridad unos con otros. Si una parte del cuerpo es afectada, todas las otras sufren y tratan de ayudarla. La Iglesia es una unidad. La persona que no puede ver más allá de su propia organización, o congregación, o -todavía peor- su propio círculo familiar, no ha empezado siquiera a comprender la unidad real de la Iglesia.
Al final del pasaje, Pablo habla de varias formas de servicio en la Iglesia. Algunas ya las había mencionado, y otras aparecen aquí por primera vez.
(i) A la cabeza de la lista coloca a los apóstoles. Eran, incuestionablemente, las grandes figuras de la Iglesia. Su autoridad no estaba confinada a un solo lugar; no tenían un ministerio localizado, sino que se extendía por toda la Iglesia. ¿Por qué tenía que ser así? La cualificación esencial de un apóstol era haber estado con Jesús durante Su ministerio público y ser testigo de Su Resurrección (Hch 1:22 ). Los apóstoles eran los que habían estado en íntimo contacto con Jesús en los días de Su carne y en los de Su poder resucitado. Jesús no escribió nunca nada en papel, que sepamos; escribió Su mensaje en unas personas, que eran los apóstoles. No hay ceremonia humana que pueda conferirle a una persona una autoridad real; eso debe venir siempre del hecho de haber estado en compañía con Jesús. Una vez alguien le dijo a Alexander White después de un culto: «Doctor White, usted ha predicado hoy como si viniera directamente de la Presencia.» «Tal vez era así» -le contestó White con naturalidad. El que viene de la presencia de Cristo tiene autoridad apostólica independientemente de su filiación eclesiástica.
(ii) Ya hemos hablado de los profetas; pero ahora Pablo añade los maestros. Es imposible exagerar su importancia. Estos eran los que tenían que edificar a los convertidos por la predicación de los evangelistas y los apóstoles. Tenían que instruir a hombres y mujeres que no sabían literalmente nada del Evangelio. Su tremenda importancia consistía en lo siguiente: Marcos, el primer evangelio, no se escribió hasta alrededor del año 60 d C.; es decir, unos treinta años después de la Crucifixión de Jesús. Tenemos que retrotraernos a un tiempo en el que no existía la imprenta, y los escasos libros que existían se tenían que copiar a mano, lo que los hacía inasequibles por su precio para la mayoría de la gente. En consecuencia, la historia de Jesús se tenía que transmitir oralmente al principio, y esa era la labor de los maestros. Y debemos recordar que un alumno aprende más de un buen maestro que de ningún libro. Ahora tenemos libros en abundancia; pero sigue siendo verdad lo que decía Adolfo Araujo: » Esto último explicará la ventaja natural que hallan cuantos han sido preparados para un examen del hecho de Cristo por la recomendación ferviente, sentida, tierna, reverente, de una persona respetada y amada: una madre, un maestro, un amigo. Cristo quería testigos suyos en todas partes, y éste es testimonio de primera calidad. Nadie puede comunicar a otro su propia convicción personal, su fe y el fervor de su corazón, pero sí puede disponerle a hacer por sí mismo el hallazgo que transformará su vida» (Cristianidad, pág. 23s).
(iii) Pablo habla de los que tienen la habilidad de ayudar. Eran personas que se encargaban de socorrer a los pobres, los huérfanos, las viudas, los forasteros y los marginados. Desde su mismo principio, el Cristianismo era algo eminentemente práctico. Uno puede que no tenga facilidad de palabra ni el don de predicador; pero está dispuesto a ayudar al que sea. (iv) Pablo habla de los que la Reina-Valera llama «los que administran» (kybernesis). La palabra griega es muy interesante: se refiere literalmente al trabajo de un piloto que dirige la nave al puerto entre las rocas y los bajíos. De esta palabra griega procede la española gobierno. Pablo se refiere a los que llevan la administración de la iglesia. Es una labor tremendamente esencial. El predicador y el maestro ocupan el centro de la escena; pero no podrían hacer su trabajo en absoluto si no fuera porque, entre bastidores, están los que arriman el hombro a la diaria labor rutinaria de la administración. Hay partes del cuerpo que no están nunca a la vista, pero cuya función es más importante que ninguna otra; están los que sirven a la iglesia de una manera que no adquiere publicidad, pero sin cuyo servicio la iglesia no marcharía.
Pero al final, Pablo va a pasar a hablar de un don que es mayor que todos los demás. El peligro está siempre en que los que tienen diferentes dones estén en desacuerdo entre sí, lo que imposibilitaría el eficaz funcionamiento del cuerpo. El amor es la única cosa que puede armonizar la Iglesia en una unidad perfecta; así es que Pablo pasa a cantar su himno al amor.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Co 10:17; Rom 12:4-5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— un solo cuerpo: La comparación entre el cuerpo y los miembros con su respectiva aplicación a la sociedad es algo frecuente en la antigua literatura. La historia recuerda el caso del romano Menenio Agripa que utilizó el apólogo del estómago y los demás miembros para recordar al pueblo de Roma, retirado al monte Sacro, que el Senado y el pueblo romano constituían un mismo organismo. Pablo lo utiliza aquí referido a una realidad sobrenatural.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
a 613 Rom 12:5
b 614 Rom 7:4; 1Co 10:16; Efe 4:12
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
muchos miembros…un solo cuerpo. Aunque hay diversidad, porque muchos miembros tienen diferentes dones, sin embargo, hay unidad porque hay un solo cuerpo , i.e., la iglesia (vers. 20, 27; Ef 1:22– 23).
Fuente: La Biblia de las Américas
12 (1) Porque indica que este versículo es una explicación del v.11, el cual dice que este único Espíritu realiza todos los diversos aspectos de Su manifestación, repartiéndolos a muchos creyentes a un nivel individual. Esto es semejante a nuestro cuerpo físico en que es uno y tiene muchos miembros.
12 (2) Se refiere al Cristo corporativo, compuesto de Cristo mismo como la Cabeza y de la iglesia como Su Cuerpo, del cual todos los creyentes son miembros. Todos los creyentes de Cristo están unidos a El orgánicamente y constituidos con Su vida y elemento, y así han llegado a ser Su Cuerpo, el cual es un organismo que le expresa. Así que, El no sólo es la Cabeza sino también el Cuerpo, Así como nuestro cuerpo físico tiene muchos miembros y sin embargo es uno solo, así también es el Cristo.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Aquí describe Pablo la relación de los creyentes dotados con dones, unos con otros, usando la analogía del cuerpo humano. El Espíritu ha formado una unidad espiritual orgánica de los muchos diferentes miembros del cuerpo de Cristo (vv. 1Co 12:12-13). La constitución, tanto del cuerpo humano como del cuerpo de Cristo, requiere que todos los miembros (aun aquellos que parecen sin importancia) funcionen en armonía (vv. 1Co 12:14-20). Finalmente, la necesidad de mutua dependencia, mutuo respeto e interés de unos con otros, queda puesta de relieve (vv. 1Co 12:21-31).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
cuerpo… → Rom 12:4-5.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R419 En la construcción πάντα δὲ τὰ μέλη τοῦ σώματος, la primera palabra (el adjetivo πάντα) lleva el énfasis: todos los miembros del cuerpo (comp. 1Co 10:1).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit. es.
12.12 g Rom 12:4-5.