Comentario de 1 Corintios 12:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero ahora Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, a cada uno de ellos, como él quiso.

12:18 — Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso — Al decir, “ahora”, Pablo se refiere a la situación que le ocupaba en esos momentos, a la que tiene que ver con la distribución de los dones milagrosos.

Como reflejo de la sabiduría de Dios (“como él quiso”), vemos manifestado en el cuerpo físico la colocación de diversos miembros para funciones diferentes e importantes. Estos miembros no son iguales, pero cada uno sí tiene su función particular, y otro miembro no la tiene. Cada uno tiene su propósito. Hay unidad en la variedad, pues se busca el bien común. (Considerando los corintios este hecho divino, bien podían corregir sus errores con respecto a los dones espirituales).

De igual manera el Espíritu Santo distribuía dones milagrosos a diferentes cristianos primitivos. Esos dones no eran iguales, pero sí importantes para las distintas funciones necesarias.

El mismo principio rige hoy en día con respecto a dones nativos y nada milagrosos. No todos los miembros en la iglesia local tienen los mismos dones. Algunos pueden hacer cierta tarea (como enseñar, dirigir himnos, servir como diáconos o ancianos, visitar enfermos, consolar a los afligidos, exhortar o predicar, etcétera) mejor que otros, pero todos los miembros tienen algo que contribuir y su parte importa. En lugar de envidias o jactancias, debe haber en el cuerpo local un alto aprecio en la membresía, el uno gloriándose en el otro, y cada quien esforzándose al máximo para servir. No todo cristiano es de “cinco talentos”(Mat 25:15). Véanse Rom 12:3-16; Efe 4:16.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

ha colocado los miembros. 1Co 12:24, 1Co 12:28.

como él quiso. 1Co 12:11; 1Co 3:5; 1Co 15:38; Sal 110:3; Sal 135:6; Isa 46:10; Jon 1:14; Luc 10:21; Luc 12:32; Rom 12:3; Efe 1:5, Efe 1:9; Apo 4:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Aquí de nuevo, como en el v. 1Co 12:11, Pablo trató con los corintios carnales y necios que estaban descontentos con lo que habían recibido conforme a la soberanía divina para la edificación de la iglesia y la gloria de su Señor. Vea la nota sobre el v. 1Co 12:31.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

12:18 — Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso – Al decir, “ahora”, Pablo se refiere a la situación que le ocupaba en esos momentos, a la que tiene que ver con la distribución de los dones milagrosos.
Como reflejo de la sabiduría de Dios (“como él quiso”), vemos manifestado en el cuerpo físico la colocación de diversos miembros para funciones diferentes e importantes. Estos miembros no son iguales, pero cada uno sí tiene su función particular, y otro miembro no la tiene. Cada uno tiene su propósito. Hay unidad en la variedad, pues se busca el bien común. (Considerando los corintios este hecho divino, bien podían corregir sus errores con respecto a los dones espirituales).
De igual manera el Espíritu Santo distribuía dones milagrosos a diferentes cristianos primitivos. Esos dones no eran iguales, pero sí importantes para las distintas funciones necesarias.
El mismo principio rige hoy en día con respecto a dones nativos y nada milagrosos. No todos los miembros en la iglesia local tienen los mismos dones. Algunos pueden hacer cierta tarea (como enseñar, dirigir himnos, servir como diáconos o ancianos, visitar enfermos, consolar a los afligidos, exhortar o predicar, etcétera) mejor que otros, pero todos los miembros tienen algo que contribuir y su parte importa. En lugar de envidias o jactancias, debe haber en el cuerpo local un alto aprecio en la membresía, el uno gloriándose en el otro, y cada quien esforzándose al máximo para servir. No todo cristiano es de “cinco talentos”(Mat 25:15). Véanse Rom 12:3-16; Efe 4:16.

Fuente: Notas Reeves-Partain

REFERENCIAS CRUZADAS

h 620 Pro 20:12; 1Co 15:38

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Lit., a los miembros, cada uno de ellos

Fuente: La Biblia de las Américas