Comentario de 1 Corintios 14:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¿Qué significa esto, hermanos? Que cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene un salmo o una enseñanza o una revelación o una lengua o una interpretación. Todo se haga para la edificación.
14:26 — Los corintios no deben olvidarse del propósito de los dones, que es la edificación de la iglesia entera, ver. 26. — ¿Qué hay, pues, hermanos? — Véase ver. 15, comentarios. Pablo ahora dirige la atención de los corintios a la conclusión del asunto. No quiere que nadie lo entienda mal. Ciertamente Pablo no está implicando que el don de lenguas no tenga parte alguna en la asamblea de la iglesia. En este versículo comienza a hablar del uso correcto de los diferentes dones.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
cada uno. 1Co 14:6; 1Co 12:8-10.
Hágase todo para edificación. 1Co 14:4, 1Co 14:5, 1Co 14:12, 1Co 14:40; 1Co 12:7; Rom 14:19; 2Co 12:19; 2Co 13:10; Efe 4:12, Efe 4:16, Efe 4:29; 1Ts 5:11.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo ahora establece para los corintios un ejemplo de la manera en que una iglesia local debería conducirse. Si cada uno trae a la reunión la capacidad especial que Dios le dio y todo es hecho para edificación, la iglesia entera será beneficiada.
salmo probablemente se refiera al canto de salmos del AT. (cf. Col 3:16; Efe 5:19).
doctrina probablemente consistía en la presentación de alguna verdad del AT. o alguna doctrina de los apóstoles. El apóstol evitó los excesos, pero reconoce que había un lugar correcto para el don de lenguas (tiene lengua) con una interpretación. La persona que recibe una revelación puede ser el profeta que habla la Palabra de Dios (vv. 1Co 14:29-32).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CADA UNO… PARA EDIFICACIÓN. El propósito principal de todos los dones espirituales es fortalecer a la iglesia y al creyente (vv. 1Co 14:3-4; 1Co 14:12; 1Co 14:17; 1Co 14:26). «Edificación» (gr. oikodomeo) significa estimular la vida espiritual, la madurez y el carácter piadoso en los creyentes. Es una obra del Espíritu Santo mediante los dones espirituales por la cual a los creyentes se les transforma espiritualmente cada vez más a fin de que no se adapten al mundo actual (Rom 12:2-8), sino que se edifiquen en santificación, amor a Dios, interés por los demás, pureza de corazón, buena conciencia y fe sincera (véanse cap. 1Co 13:1-13; Rom 8:13; Rom 14:1-4, 26*; Gál 5:16-26; Efe 2:19-22; Efe 4:11-16; Col 3:16; 1Ts 5:11; Jud 1:20; 1Ti 1:5; nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
cada uno de vosotros tiene. Al parecer, el caos y la falta de orden ya eran insoportables en esa asamblea (v. 1Co 14:33). Es interesante que no se mencionan ancianos ni pastores, y los profetas ni siquiera ejercían un control mínimo (vea los vv. 1Co 14:29; 1Co 14:32; 1Co 14:37). Todos participaban con cualquier expresión que se les antojara y en cualquier momento que quisieran. salmo. La lectura o el cántico de un salmo del AT. doctrina. Referencia probable a una doctrina o tema de interés especial (v. 1Co 14:33). lengua. En el singular, esto se refiere a la falsificación ilegítima del don. Vea la nota sobre los vv.1Co 14:2-39. revelación. Alguna supuesta palabra de Dios, bien fuera espuria o genuina. interpretación. Esto se refiere a la traducción de un mensaje dado en otra lengua. para edificación. Este fue un llamado de Pablo al orden y a detener el caos de inmediato. La edificación mutua es el objetivo (cp. los vv. 1Co 14:3-5; 1Co 14:12; 1Co 14:17; 1Co 14:26; 1Co 14:31) y el desorden de los corintios no permitía su realización (cp. 1Ts 5:11; Rom 15:2-3).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En esta última sección sobre el tema de las lenguas, Pablo les da instrucciones para el uso limitado, sistemático y ordenado del don en la iglesia. Si continuamos la discusión hipotética, debe reconocerse que así el don siguiera en uso en la actualidad, el movimiento moderno sería desacreditado en la gran mayoría de los casos porque no se acoge a los mandatos claros de control que aparecen en estos versículos.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
14:26 – Los corintios no deben olvidarse del propósito de los dones, que es la edificación de la iglesia entera, ver. 26.
— ¿Qué hay, pues, hermanos? — Véase ver. 15, comentarios. Pablo ahora dirige la atención de los corintios a la conclusión del asunto. No quiere que nadie lo entienda mal. Ciertamente Pablo no está implicando que el don de lenguas no tenga parte alguna en la asamblea de la iglesia. En este versículo comienza a hablar del uso correcto de los diferentes dones.
— Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene — Las instrucciones que Pablo está para dar tienen que ver con actividades en la asamblea de la iglesia (y no en alguna situación como la que se presenta en una clase bíblica compuesta de algunos miembros en particular). Nótese el ver. 28, “en la iglesia”; es decir, en la asamblea. Compárense ver. 23; 11:17,20.
El texto griego no dice, “cada uno de vosotros”, sino, “cada uno”. No dice Pablo que la membresía entera tenía cada quien todos los dones, sino que uno tenía cierto don, y otro, tenía otro don. Esto indica que un buen número de los hermanos, teniendo un don que ejercer, participaba en los servicios públicos. No había ninguna distinción entre el llamado clero y los llamados seglares o laicos, para que solamente los “clérigos” dirigieran las asambleas.
Ahora Pablo menciona cinco actividades asociadas con algunos dones milagrosos: salmo, doctrina, lengua, revelación, e interpretación. (Véase ver. 6, comentarios). En este versículo se implica que había algo de desorden en la asamblea al ejercerse estos dones. La confusión resultante ha de haber producido a la vez contención entre los participantes. Por eso la asamblea no se edificaba.
— tiene salmo — Ya vimos en el ver. 15 que a veces el don de lenguas se manifestaba en la forma de un himno cantado en una lengua desconocida. Sí, en un caso de éstos la persona sola cantó (y después siguió la interpretación, ver. 27). Fue un “solo”. ¡Todos los dones se ejercitaban en “solos”!; es decir, se ejercitaban uno por uno, y no al mismo tiempo, cosa que resultaría solamente en confusión (ver. 27-33). Pero los “solos” de hoy en día, en las iglesias denominacionales y en algunas iglesias de Cristo, no hallan autorización en este pasaje, pues éste trata del ejercicio de dones milagrosos, y no de demostraciones de talentos en el campo de la música, un miembro dando entretenimiento a los demás en la asamblea. Fuera del contexto de dones milagrosos, vemos que la música en el culto de la iglesia debe ser congregacional (Efe 5:19, “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales”; Col 3:16, “enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando…”).
¿Cómo puede ser prueba de autorización para los “solos” musicales en las iglesias de hoy en día un pasaje que sirve de reprimenda apostólica? La frase “cada uno” (ekastos) aparece también en 1:12 (cada uno expresaba su partido), y en 11:21 (cada uno se adelantaba a tomar su propia cena). Ahora Pablo presenta este “individualismo egoísta”, al decir que “cada uno tiene un salmo”, etc., deseando la persona ejercitar su don sin observar los reglamentos que debían gobernar a los dones. Véanse ver. 31,32.
Los coros y “solos” de hoy en día siempre son presentados de parte de personas bien entrenadas en la música, y el resto de la iglesia, que es la mayor parte, nada más son espectadores. No hubo nada de esto en la iglesia primitiva, ni siquiera en el tiempo de los dones espirituales.
Un “salmo” es un cántico de alabanza, semejante a los salmos del Antiguo Testamento. Los salmos aquí referidos eran cánticos de alabanza que el Espíritu Santo dictaba a la persona.
La palabra griega, en forma verbal, es psallo, y según el erudito lexicógrafo Thayer, significa “en el Nuevo Testamento cantar un himno, celebrar las alabanzas del Señor”. Radicalmente significaba tocar cuerdas, y de eso tocar instrumentos musicales, pero con el tiempo perdió ese sentido. No obstante, al cantar se “tocan” las “cuerdas” del corazón: “entonando salmos con el corazón” (Lacueva, Efe 5:19). El “instrumento” que se debe usar en este acto de culto es el corazón, el instrumento que fue creado por Dios y no los hombres.
Véase ver. 15, comentarios sobre psallo.
— tiene doctrina – Véase ver. 6, comentarios sobre “doctrina”. El contexto demanda que se entienda aquí la doctrina que venía por intervención directa del Espíritu Santo. Aquí no se trata de enseñanza no inspirada. Véase ver. 19, comentarios sobre “enseñar”.
— tiene lengua – Véase 12:10, comentarios sobre “lenguas”.
— tiene revelación – Véase ver. 6, comentarios sobre “revelación”. Pudo haber habido revelaciones aparte del conducto del profeta, pero de todos modos las verdades reveladas siempre procedían del Espíritu Santo y nunca de la intuición o del subjetivismo del hombre no inspirado.
Se debe guardar presente que no puede haber hoy en día revelaciones nuevas, por no haber ahora dones espirituales.
— tiene interpretación — Véase 12:10, comentarios sobre “interpretación de lenguas”.
Nadie hoy en día puede hacer lo que era hecho en la iglesia primitiva, según este ver. 26, por la simple razón de que ya no existen dones milagrosos.
— Hágase todo para edificación – Aquí tenemos la contestación correcta de la pregunta con que Pablo comienza este versículo.
Los dones no eran para uso ni provecho personal. El objeto singular al ejercerse los diferentes dones milagrosos era la edificación de la iglesia. Véanse también los ver. 4,5,12,17; Rom 14:19.
Usar los dones para llamar la atención, por ser algunos de ellos muy espectaculares, era abusar de ellos y a la vez mostrar vanagloria. El bien (en este caso, la edificación) de la iglesia siempre era el objeto principal en el uso de los dones espirituales. El individuo era nada más el vehículo escogido por el Espíritu Santo para que los diferentes dones lograran este propósito santo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
CONSEJOS PRÁCTICOS
1 Corintios 14:26-33
¿Qué es lo que se deduce de todo esto, hermanos? Pues que siempre que os reunáis, que cada uno contribuya, o un Salmo, o una enseñanza, o un mensaje directo de Dios, o una lengua, o una interpretación; pero que todo se haga para la edificación espiritual de la congregación. Si hablan en lenguas uno, o dos, o tres a lo más, que lo hagan por turno y con uno que interprete. Si no hay en la reunión nadie que pueda interpretar, que el que tenga el mensaje en lenguas guarde silencio en la congregación, y que hable con Dios cuando esté solo. Que dos o tres proclamadores de la verdad tomen parte, dejando cada uno que los otros ejerzan el don del discernimiento. Si uno que está sentado cree haber recibido un mensaje especial, que el que esté hablando le ceda el uso de la palabra, para que podáis proclamar la verdad cada uno cuando le corresponda, y todos puedan aprender y recibir estímulo; porque los espíritus de los que proclaman la verdad están bajo el control de los que tienen este don. Dios no es un Dios de desorden, sino de paz, como vemos en todas las congregaciones de los que Le están consagrados.
Pablo se aproxima al final de esta sección con algunos consejos muy prácticos. Está decidido a que a todos los que tengan algún don se les conceda la oportunidad de ejercerlo; pero está igualmente decidido a que los cultos no se conviertan en una competición desordenada. Sólo dos o tres deben practicar el don de lenguas, y aun eso sólo cuando esté disponible algún intérprete. Entre los que tengan el don de proclamar la verdad, de nuevo dos o tres serán los únicos que puedan hacerlo en cada ocasión; y si hay alguien en la congregación que tiene la convicción de haber recibido un mensaje especial, que el que esté hablando le ceda la palabra. Podrá hacerlo perfectamente, y no tendrá por qué decir que está bajo la inspiración y no puede detenerse; porque un predicador siempre debe ser capaz de controlar su espíritu. Debe haber libertad, pero no debe haber desorden. Hay que dar culto en paz al Dios de la paz.
Esta es la sección más interesante de toda la carta, porque arroja un raudal de luz que nos permite saber cómo eran los cultos de la Iglesia Primitiva. Está claro que había una gran libertad y no poca improvisación. De este pasaje surgen dos cuestiones importantes.
(i) Está claro que en la Iglesia Primitiva no había un ministerio profesional. Es verdad que los apóstoles descollaban con una autoridad especial; pero hasta entonces no había un ministerio profesional local. Se recibía a todos los que tuvieran un don que fuera de utilidad a la congregación. ¿Ha acertado la iglesia o no en eso de establecer un ministerio profesional? Está claro que es esencial en nuestra época, tan ajetreada, en la que la gente se preocupa tanto de las cosas materiales, el que se aparte a alguien para que viva cerca de Dios y les traiga a sus compañeros la verdad, y la dirección, y el consuelo que Dios le dé. Pero existe el peligro obvio de que, cuando una persona llega a ser un predicador profesional, se encuentre a veces en la situación de tener que decir algo cuando realmente no tiene nada que decir. Sea como sea, debería seguir siendo verdad que si una persona tiene un mensaje para sus semejantes, ni reglas ni normas eclesiásticas le impidan darlo. Es un error pensar que el ministerio profesional es el único que puede transmitir la verdad de Dios.
(ii) Es indiscutible que había una cierta flexibilidad en la liturgia de la Iglesia Primitiva. Todo era lo suficientemente libre como para permitir a cualquier persona que creía que tenía un mensaje el que lo pudiera transmitir. Puede que exageremos ahora la dignidad y la solemnidad, y que nos esclavicemos a un cierto orden de culto. Lo realmente característico del culto de la Iglesia Primitiva debe de haber sido que casi cualquier persona consideraba que tenía el privilegio y la obligación de contribuir con algo en él. Nadie iba con la única intención de escuchar pasivamente; sino más bien con la de recibir y aportar. Está claro que eso tenía sus peligros; porque nos da la impresión de que en Corinto había personas a las que les gustaba demasiado hacerse oír; pero, con todo y con eso, la iglesia era entonces asunto de los cristianos de a pie más que ahora. Puede que la iglesia perdiera algo cuando delegó tanto en el ministerio profesional que no le quedó casi nada para el que no era más que miembro de la iglesia. Y puede que no fuera tanto la culpa del ministerio el que acabara anexionándose tantos derechos, sino del laicado por abandonarlos. Porque no se puede negar que muchos miembros de la iglesia piensan más en lo que ésta puede hacer por ellos que en lo que ellos puedan hacer por ella, y están más dispuestos a criticar lo que se hace que a asumir ninguna responsabilidad del trabajo de la iglesia por sí mismos.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Co 11:28; 1Co 12:8-10.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Decentemente y con orden
26 Toda persona tiene un himno, un mensaje de instrucción, una revelación, una lengua o una interpretación. Todo esto debe hacerse para edificar a la iglesia. 33a Debe ser hecho bajo control, ya que Dios es un Dios de paz.
Los vv. 33b-36 hablan de un aspecto de la función de las esposas en la iglesia. Algunos comentadores esquivan el problema declarando que esta sección fue agregada luego y no fue escrita por Pablo. Pero todos los mss. incluyen este pasaje. Para tratar de comprenderlo, debemos tener en cuenta tres aspectos: (i) Las esposas oraban y profetizaban en las reuniones cristianas (ver 11:5). Esta era una práctica común en todas las iglesias apostólicas (33b). El contexto es crucial: la evaluación de la profecía (v. 35). (ii) La ley requiere que se reconozcan las funciones propias de hombres y de mujeres (34), lo que es una referencia a Gén. 2:20-24 ó 3:16. Pablo ya citó el primero de estos textos en 11:8, 9. (iii) La esposa debe buscar la aclaración de los puntos oscuros en el hogar, lo cual podría bien significar que es su esposo el que dio la profecía (35). Aunque no hay certeza absoluta al respecto, este autor opina que las esposas, en esta reunión pública, no deben participar de la evaluación pública de las profecías, que incluía el cuestionamiento de su contenido.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) O: “una composición sagrada”.
REFERENCIAS CRUZADAS
l 717 1Co 12:10
m 718 Rom 14:19; 2Co 12:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
26 (1) La palabra tiene, la cual aparece cinco veces en este versículo, es una palabra griega extensamente usada, una palabra que tiene muchos significados. Sus tres significados principales son los siguientes: (1) retener, poseer; guardar (cierta cosa) (2) tener (cierta cosa) para disfrutarla (3) tener los medios o el poder para hacer cierta cosa. Los primeros dos significados deben aplicarse a los primeros tres puntos enumerados en este versículo, y el tercer significado, a los dos últimos: lengua e interpretación. Esto indica que cuando venimos a la reunión de la iglesia, debemos tener algo del Señor que podamos compartir con los demás, ya sea un salmo para alabar al Señor; una enseñanza (de parte de un maestro) con la cual ministrar las riquezas de Cristo para edificar y nutrir a otros; una revelación (de parte de un profeta, v.30) para dar visiones del propósito eterno de Dios con respecto a Cristo como misterio de Dios y a la iglesia como misterio de Cristo; una lengua por señal a los incrédulos (v.22) a fin de que conozcan y acepten a Cristo; o una interpretación que pueda hacer que algo hablado en lenguas acerca de Cristo y Su Cuerpo sea comprensible. Antes de llegar a la reunión, debemos prepararnos para la reunión con dichas cosas, que provienen del Señor, y que pertenecen al Señor, ya sea por medio de nuestra experiencia de El o de nuestro disfrute de Su palabra y de nuestra comunión con El en oración. Después de llegar a la reunión, no necesitamos ni debemos esperar recibir inspiración; debemos funcionar ejercitando nuestro espíritu y empleando nuestra mente sobria para presentar al Señor lo que hemos preparado para Su gloria y satisfacción y también a los asistentes para su beneficio, o sea, para que sean iluminados, nutridos y edificados. Esto es semejante a la fiesta de los Tabernáculos que se celebraba en los tiempos antiguos: los hijos de Israel traían a la fiesta el producto de la buena tierra, el cual habían cosechado de su labor en la tierra, y lo ofrecían al Señor para que El lo disfrutara y para participar ellos mutuamente en la comunión con el Señor y unos con otros. Nosotros debemos labrar a Cristo, nuestra buena tierra, para poder cosechar algún producto de Sus riquezas a fin de traerlo a la reunión de la iglesia y ofrecerlo. De esta manera la reunión será una exhibición de Cristo en Sus riquezas y será un disfrute mutuo de Cristo, el cual todos los que asisten compartirán delante de Dios y juntamente con Dios, para la edificación de los santos y de la iglesia. Conforme a lo que se recalca en esta epístola, los cinco puntos enumerados en este versículo deben enfocarse en Cristo como el centro de Dios, dado a nosotros como nuestra porción, y en la iglesia como la meta de Dios, la cual es nuestro objetivo. El salmo debe ser la alabanza a Dios por habernos dado a Cristo como nuestra sabiduría y poder para nuestra vida diaria y nuestra vida de la iglesia. La enseñanza de parte de un maestro y la revelación de parte de un profeta deben enseñar y ministrar a Cristo y la iglesia, la cual es el Cuerpo de Cristo. De igual manera, una lengua y su interpretación deben tener como su centro y contenido a Cristo y la iglesia. Cualquier énfasis en cosas que no sean Cristo y la iglesia traerá confusión a la iglesia y la desviará de la línea central de la economía neotestamentaria de Dios, haciendo de ella una iglesia como la de Corinto.
26 (2) Todo lo que hagamos en la reunión de la iglesia debe tener como fin la edificación de los santos y de la iglesia. Exhibir a Cristo y disfrutarle en las reuniones para la edificación de Su Cuerpo, debe ser nuestro único propósito y meta.
cada uno tiene… Este solo versículo condensa toda la liturgia de la fe cristiana.
R626 Πρός con el acusativo expresa aquí la idea de meta o fin: para edificación.
Lit., tiene
Es decir, qué hay que hacer.
14.26 El TR añade vosotros.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Fuente: La Biblia de las Américas
Fuente: La Biblia Textual III Edición