Comentario de 1 Corintios 15:45 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Así también está escrito: el primer hombre Adán llegó a ser un alma viviente; y el postrer Adán, espíritu vivificante.

15:45

— Así también está escrito — Se hace referencia a Gén 2:7.

— Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente — Pablo agrega a la cita las palabras “primer hombre”, pues el hombre de la cita fue Adán, y él fue el primero de la raza humana (no hubo ser humano creado antes de Adán), de quien todos los demás hemos recibido un cuerpo físico, o natural. Como él fue dotado de un cuerpo animal (psuchikos), como el representante de la raza humana de él recibimos lo mismo. Lo que aquí Pablo llama “alma viviente” es el “cuerpo animal” del versículo anterior. Gén 2:7 enseña que cuando Dios sopló en el hombre hecho de polvo de la tierra, el hombre llegó a ser “un ser viviente” (un ser animado). Este cuerpo físico está diseñado para satisfacer las condiciones de la vida sobre la tierra.

Nótese que en Gén 1:20; Gén 1:24 la misma expresión (seres vivientes) se emplea con referencia a los animales. Véase ver. 44, comentarios.

El se llama “el primer Adán” para hacer contraste con Cristo, “el postrer Adán”.

Ahora, es cierto que el hombre es más que carne y hueso; tiene un alma o espíritu (Mat 10:28; Heb 12:9). No obstante Gén 2:7 no es el pasaje para probar tal afirmación, sino que lo es uno como Gén 1:26-27 (a la imagen y semejanza de Dios). Pablo explica el significado de Gén 2:7 con lo que dice aquí en este pasaje, 15:45.

— el postrer Adán, espíritu vivificante — Esta frase no es parte de la cita de Gén 2:7. Cristo es la única persona que se asocia con la raza humana de manera federal como le tocó hacer a Adán. De Cristo, el postrer Adán, el hombre ha de recibir el cuerpo espiritual (pneumatikos), el cual estará diseñado para satisfacer las condiciones de la vida del más allá, después de la resurrección de los muertos.

Como el cuerpo físico de esta vida se llama el cuerpo animal, y ser viviente, así también el cuerpo glorificado de la resurrección se llama cuerpo espiritual y espíritu vivificante. Como recibimos del primer Adán un ser viviente apropiado para esta vida, recibiremos del postrer Adán un cuerpo espiritual apropiado para el mundo venidero. Considérense Jua 1:4; Jua 5:20-21; Jua 5:26; Jua 11:25; Col 3:21. Adán impartió el cuerpo animal, y Cristo ha de impartir el cuerpo espiritual, dando vida en la resurrección al cuerpo muerto. Cristo (llamado “espíritu” en vista de su carácter dinámico y activo) puede vivificar (Col 3:4; 1Ts 4:16).

El hecho de que Cristo se llama el “postrer Adán” (véanse ver. 22; Rom 5:14) indica que no habrá otro después de Cristo que se levante para servir de salvador para la raza humana.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

el primer hombre Adán. 1Co 15:47-49; Gén 2:7; Rom 5:12-14; Apo 16:3.

alma viviente. Jua 1:4; Jua 4:10, Jua 4:14; Jua 5:21, Jua 5:25-29; Jua 6:33, Jua 6:39, Jua 6:40, Jua 6:54, Jua 6:57, Jua 6:63, Jua 6:68; Jua 10:10, Jua 10:28; Jua 11:25, Jua 11:26; Jua 14:6, Jua 14:19; Jua 17:2, Jua 17:3; Hch 3:15; Rom 5:17, Rom 5:21; Rom 8:2, Rom 8:10, Rom 8:11; Flp 3:21; Col 3:4; 1Jn 1:1-3; 1Jn 5:11, 1Jn 5:12; Apo 21:6; Apo 22:1, Apo 22:17.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Aquí Pablo da una respuesta más específica a la pregunta (v. 1Co 15:35), al mostrar que el cuerpo resucitado de Jesucristo es el prototipo. Comienza con una cita de Gén 2:7 y agrega dos palabras: «primer» y «Adán». Adán fue creado con un cuerpo natural que era bueno en todo sentido pero no perfecto (Gén 3:1). El «postrer Adán» es Jesucristo (Rom 5:19; Rom 5:21). El apóstol dice que a través del primer Adán recibimos nuestro cuerpo natural, pero a través del postrer Adán recibiremos nuestro cuerpo espiritual en la resurrección. Portaremos la imagen de su cuerpo adecuado para la vida en el cielo (Hch 1:11; Flp 3:20-21; 1Jn 3:1-3) así como hemos portado la imagen de Adán mientras vivimos en la tierra.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

15:45 — Así también está escrito – Se hace referencia a Gén 2:7.
— Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente – Pablo agrega a la cita las palabras “primer hombre”, pues el hombre de la cita fue Adán, y él fue el primero de la raza humana (no hubo ser humano creado antes de Adán), de quien todos los demás hemos recibido un cuerpo físico, o natural. Como él fue dotado de un cuerpo animal (psuchikos), como el representante de la raza humana de él recibimos lo mismo. Lo que aquí Pablo llama “alma viviente” es el “cuerpo animal” del versículo anterior. Gén 2:7 enseña que cuando Dios sopló en el hombre hecho de polvo de la tierra, el hombre llegó a ser “un ser viviente” (un ser animado). Este cuerpo físico está diseñado para satisfacer las condiciones de la vida sobre la tierra.
Nótese que en Gén 1:20; Gén 1:24 la misma expresión (seres vivientes) se emplea con referencia a los animales. Véase ver. 44, comentarios.
El se llama “el primer Adán” para hacer contraste con Cristo, “el postrer Adán”.
Ahora, es cierto que el hombre es más que carne y hueso; tiene un alma o espíritu (Mat 10:28; Heb 12:9). No obstante Gén 2:7 no es el pasaje para probar tal afirmación, sino que lo es uno como Gén 1:26-27 (a la imagen y semejanza de Dios). Pablo explica el significado de Gén 2:7 con lo que dice aquí en este pasaje, 15:45.
— el postrer Adán, espíritu vivificante – Esta frase no es parte de la cita de Gén 2:7. Cristo es la única persona que se asocia con la raza humana de manera federal como le tocó hacer a Adán. De Cristo, el postrer Adán, el hombre ha de recibir el cuerpo espiritual (pneumatikos), el cual estará diseñado para satisfacer las condiciones de la vida del más allá, después de la resurrección de los muertos.
Como el cuerpo físico de esta vida se llama el cuerpo animal, y ser viviente, así también el cuerpo glorificado de la resurrección se llama cuerpo espiritual y espíritu vivificante. Como recibimos del primer Adán un ser viviente apropiado para esta vida, recibiremos del postrer Adán un cuerpo espiritual apropiado para el mundo venidero. Considérense Jua 1:4; Jua 5:20-21; Jua 5:26; Jua 11:25; Col 3:21. Adán impartió el cuerpo animal, y Cristo ha de impartir el cuerpo espiritual, dando vida en la resurrección al cuerpo muerto. Cristo (llamado “espíritu” en vista de su carácter dinámico y activo) puede vivificar (Col 3:4; 1Ts 4:16).
El hecho de que Cristo se llama el “postrer Adán” (véanse ver. 22; Rom 5:14) indica que no habrá otro después de Cristo que se levante para servir de salvador para la raza humana.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Gén 2:7.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Analogía de Adán y Cristo

45 El primer hombre … llegó a ser un alma viviente, según Gén. 2:7, y el postrer Adán, Cristo, un espíritu vivificante (cf. vv. 22, 23). 48 Los descendientes de Adán comparten su naturaleza, mientras que aquellos que son del cielo comparten la de Cristo. 49 Así como los cristianos comparten la semejanza de Adán, también tendrán la semejanza de Cristo. Porque el cristiano tiene asegurada la continuidad de su existencia con la resurrección de su cuerpo y su transformación a la semejanza misma de Cristo (cf. Fil. 3:21).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “criatura respiradora”. Véanse Gén 2:7, n: “Viviente”; Ap. 4A.

REFERENCIAS CRUZADAS

f 823 Gén 2:7

g 824 1Ti 3:16

h 825 Jua 5:26

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

45 (1) Por medio de la creación, Adán fue hecho alma viviente con un cuerpo anímico, o sea, del alma. Por medio de la resurrección Cristo se hizo Espíritu vivificante con un cuerpo espiritual. Adán como alma viviente es natural; Cristo como Espíritu vivificante está en resurrección. Primero, en la encarnación El se hizo carne para la redención ( Jua_1:14 , Jua_1:29); luego, en resurrección se hizo el Espíritu vivificante para impartir vida ( Jua_10:10 b). Por medio de la encarnación El tenía un cuerpo anímico, así como lo tenía Adán; por medio de la resurrección El tiene un cuerpo espiritual. Su cuerpo anímico ha llegado a ser un cuerpo espiritual por medio de la resurrección. Ahora El es el Espíritu vivificante en resurrección, tiene un cuerpo espiritual, y está listo para ser recibido por Sus creyentes. Cuando creemos en Cristo, El entra en nuestro espíritu y somos unidos a El, quien es el Espíritu vivificante. Por tanto, llegamos a ser un espíritu con El (6:17). Nuestro espíritu es vivificado y es resucitado con El. Finalmente, nuestro cuerpo anímico actual llegará a ser un cuerpo espiritual en resurrección, igual que el Suyo (vs.52-54; Flp_3:21).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

viviente…Gén 2:7.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

M204 Εἰς con el acusativo sigue a ἐγένετο con el sentido de un predicado nominal: llegó a ser un ser viviente.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g Gén_2:7.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

Gén 2:7.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento