Comentario de 1 Corintios 15:48 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Como es el terrenal, así son también los terrenales; y como es el celestial, así son también los celestiales.

15:48 — Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales — Compárese el ver. 45. Adán, “el terrenal” (ver. 47), recibió de Dios un cuerpo adaptado para la existencia sobre la tierra, y así es el caso con todos sus descendientes. Viven la condición de Adán.

De igual manera “el celestial”, Cristo, “del cielo” (ver. 47), en la resurrección dará a todos los hombres un cuerpo celestial adaptado para la existencia después de la resurrección, cuando estén viviendo la condición (en cuanto a cuerpo) del segundo Adán. El Gran Creador tiene poder para crear las dos clases de cuerpo. Véanse Flp 3:21; 1Jn 3:2.

No hay condiciones, de parte del hombre, en este asunto. Incondicionalmente todo hombre recibe de Dios primero el cuerpo terrenal, e incondicionalmente todo hombre participará en la resurrección de los muertos (Jua 5:28-29). Pablo aquí no está hablando acerca de algo exclusivamente para cristianos. No está hablando de la vida eterna en los cielos en la presencia de Dios.

Cristo vino a este mundo a redimir al hombre pecador de la sentencia de la muerte debido a sus pecados, y a librarle del temor de la muerte (Heb 2:14-15). Por medio de la resurrección de Jesucristo, el hombre tiene la esperanza de la resurrección suya. Habrá, pues, una resurrección general de todos los muertos (Hch 24:15). Como ahora han tenido cuerpos terrenales, después tendrán cuerpos celestiales. ¡Qué gloriosa esperanza para todo el mundo!

(Ahora, que los resucitados en el día final gocen de la vida eterna, o que sufran la eterna separación de Dios, es otro asunto, y, entiéndase, que es totalmente condicional, Mar 16:16).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

tales los también los terrenales. 1Co 15:21, 1Co 15:22; Gén 5:3; Job 14:4; Jua 3:6; Rom 5:12-21.

y cual el celestial. Flp 3:20, Flp 3:21.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

15:48 — Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales – Compárese el ver. 45. Adán, “el terrenal” (ver. 47), recibió de Dios un cuerpo adaptado para la existencia sobre la tierra, y así es el caso con todos sus descendientes. Viven la condición de Adán.
De igual manera “el celestial”, Cristo, “del cielo” (ver. 47), en la resurrección dará a todos los hombres un cuerpo celestial adaptado para la existencia después de la resurrección, cuando estén viviendo la condición (en cuanto a cuerpo) del segundo Adán. El Gran Creador tiene poder para crear las dos clases de cuerpo. Véanse Flp 3:21; 1Jn 3:2.
No hay condiciones, de parte del hombre, en este asunto. Incondicionalmente todo hombre recibe de Dios primero el cuerpo terrenal, e incondicionalmente todo hombre participará en la resurrección de los muertos (Jua 5:28-29). Pablo aquí no está hablando acerca de algo exclusivamente para cristianos. No está hablando de la vida eterna en los cielos en la presencia de Dios.
Cristo vino a este mundo a redimir al hombre pecador de la sentencia de la muerte debido a sus pecados, y a librarle del temor de la muerte (Heb 2:14-15). Por medio de la resurrección de Jesucristo, el hombre tiene la esperanza de la resurrección suya. Habrá, pues, una resurrección general de todos los muertos (Hch 24:15). Como ahora han tenido cuerpos terrenales, después tendrán cuerpos celestiales. ¡Qué gloriosa esperanza para todo el mundo!
(Ahora, que los resucitados en el día final gocen de la vida eterna, o que sufran la eterna separación de Dios, es otro asunto, y, entiéndase, que es totalmente condicional, Mar 16:16).

Fuente: Notas Reeves-Partain

REFERENCIAS CRUZADAS

l 829 Gén 2:7

m 830 Flp 3:20

n 831 Flp 3:21

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

48 super (1) El primer hombre, Adán, quien es terrenal.

48 super (2) Todos los descendientes de Adán, quienes son terrenales como él.

48 super (3) El segundo hombre, Cristo, quien es celestial.

48 super (4) Todos los creyentes en Cristo, quienes son celestiales como Cristo.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro