Comentario de 1 Corintios 15:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

que apareció a Pedro y después a los doce.

15:5 — y que apareció a Cefas — El cuarto “que”. Las apariciones de Jesús, después de su resurrección, son parte del evangelio tanto como su muerte, su sepultura, y su resurrección.

Después de dar el testimonio de la profecía, Pablo pasa a dar una lista de testigos oculares de la resurrección de Jesucristo, dando una evidencia concluyente. (No solamente le vieron resucitado, en un cuerpo glorificado, sino también le tocaron, le vieron comiendo, y comieron de sus manos— Luc 24:36-43; Jua 20:27; Jua 21:12). Todos eran testigos competentes. Muchos sacrificaron sus vidas antes que negar su testimonio.

Cefas es Simón Pedro (John 2:40,42). Cristo apareció a él (Luc 24:34; el evento mismo no está registrado en los cuatro Evangelios).

No sabemos por qué Pablo no mencionó las apariciones de Jesús a las mujeres que primero le vieron resucitado. Mencionó a Pedro por nombre tal vez porque dicha aparición fuera hecha a él en una ocasión cuando estuvo solo, pero una cosa es cierta: Pedro dio su vida predicando al Cristo resucitado (Hch 2:24; Hch 3:15; Hch 4:10; Hch 10:40-42; 1Pe 1:3).

— y después — Pablo presenta en el orden en que sucedieron algunas de las apariciones de Jesús después de haber sido levantado de los muertos. (No las menciona todas). Nótese la palabra “después” en los ver. 6,7, y en el 8 dice, “y al último de todos”. Esto indica orden cronológico.

— a los doce — Véanse Jua 20:19-23; Luc 24:33-43. Les apareció en la tarde del día de la resurrección. En realidad, en esta ocasión dos de los doce apóstoles originales (Judas Iscariote, ya muerto, y Tomás) no estaban presentes. La frase, “los doce”, pues, vino a significar cierto grupo de hombres (el colegio apostólico), aunque no todos estuvieran presentes en una dada ocasión.

Compárese Hch 1:2-3. Los apóstoles tenían que ser testigos oculares de la resurrección de Cristo (Luc 24:48; Hch 1:22).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

que apareció a Cefas. Luc 24:34; 1Co 1:12; 1Co 3:22; 1Co 9:5; Jua 1:42.

después a los doce. Mar 16:14; Luc 24:36; Jua 20:19-26; Hch 1:2-14; Hch 10:41.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

En el tiempo que Pablo escribió, una persona podría verificar las declaraciones del apóstol. La mayoría de las quinientas personas que vieron la resurrección de Cristo, también como todos los apóstoles y Jacobo (medio hermano de Jesús), aún estaban vivos.

como a un abortivo: Probablemente es el comentario de Pablo sobre la manera única en que él llegó a ser apóstol. A diferencia de los demás apóstoles que tenían el beneficio de haber vivido con Cristo, Pablo llegó al apostolado abruptamente, sin oportunidad para un contacto terrenal con Cristo o su doctrina.

 EN COMPARACIÓN

Hechos sobre la resurrección

La resurrección de Cristo se proclamó fervientemente por la antigua iglesia. Este milagro se consideró una parte esencial del mensaje del evangelio. Cristo murió, pero más importante aún, resucitó. Más que sólo un Salvador sufriente, Jesús es nuestro Señor viviente.

La resurrección de Cristo se profetizó en las Escrituras del AT. (Sal 16:10)

1Co 15:4

El Cristo resucitado apareció a más de quinientos testigos, incluso a Pablo

1Co 15:5-8

Si Jesús no resucitó de entre los muertos, el mensaje del evangelio es inútil, vacío y deshonesto. Jesucristo no estaría vivo, ni intercedería por nosotros, y nosotros no seríamos capaces de poner nuestra esperanza en un futuro glorioso con Él. La resurrección es fundamental para el evangelio

1Co 15:14, 1Co 15:15

Según Pablo, «si no resucitó, vuestra fe es vana; y aún estáis en vuestros pecados» (1Co 15:17; Rom 4:25). La resurrección de Cristo, no sólo su muerte en la cruz, logró nuestra justificación. Su resurrección fue una señal de la aprobación de Dios del sacrificio de Cristo por nuestros pecados. En resumen, si no hay resurrección, no hay perdón de pecados

1Co 15:17-19

La resurrección de Cristo tiene el designio de revelar lo que depara el futuro a quienes ponen su confianza en Jesús (1Co 15:20-57). Pablo llamó a Cristo «primicia de los que durmieron» (1Co 15:20). Esta imagen del AT. (Éxo 23:16-19) quiere decir que Cristo sirve como ejemplo y garantía de lo que podemos esperar. Puesto que Él derrotó la muerte (1Co 15:26, 1Co 15:27, 1Co 15:54-57), nosotros no debemos temer a la muerte. Puesto que goza de un cuerpo glorificado, nosotros podemos heredar un «cuerpo espiritual» (1Co 15:44-46) después que este cuerpo mortal se haya desecho

1Co 15:20-26

Nuestro cuerpo físico muerto, un día será resucitado

1Co 15:42

Una vez más seremos seres materiales e inmateriales, al reunirse nuestra alma con nuestro cuerpo resucitado

1Co 15:43, 1Co 15:44

El poder detrás de este evento maravilloso y misterioso, es Jesús, que se proclamó como la «resurrección y la vida» (Jua 11:25)

1Co 15:45

Nuestro cuerpo físico sufrirá alteraciones y cambios como preparación para la vida por venir. Si Jesús es el prototipo, aún seremos reconocibles, pero nuestro nuevo cuerpo podrá realizar actividades sobrenaturales (Luc 24:31, Luc 24:36, Luc 24:51)

1Co 15:51-54

Nuestra resurrección ocurrirá cuando Jesús vuelva (1Ts 4:13-18)

1Co 15:53

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

El testimonio de testigos presenciales, registrado en el NT fue añadido a las evidencias que respaldan la realidad de la resurrección. Estos incluyeron: 1) Juan y Pedro juntos (Jua 20:19-20), pero es probable que también con anterioridad por separado (Luc 24:34), 2) los doce (Jua 20:19-20; Luc 24:36; Hch 1:22), 3) los quinientos, a quienes solo se hace referencia aquí (vea la nota sobre 2Pe 3:15-16), habían visto a Cristo resucitado (cp. Mat 28:9; Mar 16:9; Mar 16:12; Mar 16:14; Luc 24:31-39; Jua 21:1-23), 4) Jacobo, o bien uno de los dos apóstoles con ese nombre (el hijo de Zebedeo o el hijo de Alfeo; cp. Mar 3:17-18) o incluso Jacobo el medio hermano del Señor, autor de la epístola universal de Santiago y líder central en la iglesia de Jerusalén (Hch 15:13-21) y por último 5) los apóstoles (Jua 20:19-29). Estas apariciones cuyos detalles no conocemos ocurrieron en un período de cuarenta días (Hch 1:3) a todos los apóstoles.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

15:5 — y que apareció a Cefas – El cuarto “que”. Las apariciones de Jesús, después de su resurrección, son parte del evangelio tanto como su muerte, su sepultura, y su resurrección.
Después de dar el testimonio de la profecía, Pablo pasa a dar una lista de testigos oculares de la resurrección de Jesucristo, dando una evidencia concluyente. (No solamente le vieron resucitado, en un cuerpo glorificado, sino también le tocaron, le vieron comiendo, y comieron de sus manos- Luc 24:36-43; Jua 20:27; Jua 21:12). Todos eran testigos competentes. Muchos sacrificaron sus vidas antes que negar su testimonio.
Cefas es Simón Pedro (John 2:40,42). Cristo apareció a él (Luc 24:34; el evento mismo no está registrado en los cuatro Evangelios).
No sabemos por qué Pablo no mencionó las apariciones de Jesús a las mujeres que primero le vieron resucitado. Mencionó a Pedro por nombre tal vez porque dicha aparición fuera hecha a él en una ocasión cuando estuvo solo, pero una cosa es cierta: Pedro dio su vida predicando al Cristo resucitado (Hch 2:24; Hch 3:15; Hch 4:10; Hch 10:40-42; 1Pe 1:3).
— y después – Pablo presenta en el orden en que sucedieron algunas de las apariciones de Jesús después de haber sido levantado de los muertos. (No las menciona todas). Nótese la palabra “después” en los ver. 6,7, y en el 8 dice, “y al último de todos”. Esto indica orden cronológico.
— a los doce – Véanse Jua 20:19-23; Luc 24:33-43. Les apareció en la tarde del día de la resurrección. En realidad, en esta ocasión dos de los doce apóstoles originales (Judas Iscariote, ya muerto, y Tomás) no estaban presentes. La frase, “los doce”, pues, vino a significar cierto grupo de hombres (el colegio apostólico), aunque no todos estuvieran presentes en una dada ocasión.
Compárese Hch 1:2-3. Los apóstoles tenían que ser testigos oculares de la resurrección de Cristo (Luc 24:48; Hch 1:22).

Fuente: Notas Reeves-Partain

— Pedro: Lit. Cefas. Ver nota a 1Co 1:12.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Mat 28:16-17; Mar 16:14; Luc 24:34; Luc 24:36; Jua 20:19.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

l 748 Luc 24:34

m 749 Jua 20:26

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

a Cefas. Una aparición especial del Señor resucitado a Simón Pedro mencionado en Lc 24:34.

Fuente: La Biblia de las Américas

5 (1) O, fue visto por Cefas. Los primeros apóstoles y discípulos fueron testigos oculares de la resurrección de Cristo ( Hch_1:22), y su predicación recalcaba su testimonio acerca de esto ( Hch_2:32 ; Hch_4:33). Dieron testimonió del Cristo resucitado no sólo con su enseñanza sino también con su vida. Ellos vivían con El porque El vivía en ellos en resurrección ( Jua_14:19).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Cefas…Luc 24:34; los doce… Nótese el número cerrado. Aunque entonces eran once, ya Matías se contaba entre ellos → Jua 20:19; Mat 28:16-17; Luc 24:36; Hch 1:21-26

Fuente: Biblia Textual IV Edición

g Luc 24:34.

15.5 g Mat 28:16-17; Luc 24:36; Jua 20:19. Nótese el número cerrado, entonces eran once.

Fuente: La Biblia Textual III Edición