Biblia

Comentario de 1 Corintios 3:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Corintios 3:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, como perito arquitecto he puesto el fundamento, y otro está edificando encima. Pero cada uno mire cómo edifica encima,

3:10

— Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada — La gracia aquí referida es el favor de Dios que proporcionó a Pablo la habilidad y la oportunidad de llegar a Corinto y predicar el evangelio y así establecer la iglesia de Dios allí. No tomó para sí crédito, sino atribuyó a Dios toda la razón de su obra de evangelismo en Corinto. ¡Qué grande fue el contraste entre su actitud y la de los que causan división en la iglesia!

La iglesia de Dios en una localidad es un edificio de Dios (ver. 9). Pablo ahora pasa a hablar de cómo él colocó el fundamento de ese edificio en Corinto.

— yo como perito arquitecto puse el fundamento — Otras versiones dicen, “sabio arquitecto”. Ese fundamento no fue Pablo, para que algunos después dijeran, “somos de Pablo”, sino Jesucristo (ver. 11). Ninguna cosa que es de Dios va a tener a hombre por fundamento.

Aquí Pablo se llama un arquitecto (un lector de planos de construcción); en 2Co 4:7 se llama un vaso de barro; en 5:20, un embajador).

— y otro edifica encima — Pablo puso (tiempo pretérito) el fundamento (hecho de una sola vez), pero ahora otros llegan (tiempo presente), edificando encima con su predicación y enseñanza (acciones duraderas).

— pero cada uno mire cómo sobreedifica — El asunto es imperativo. Deben sobreedificar conforme a la verdad del fundamento que Pablo puso. Algunos no habían edificado bien encima de ese fundamento bien puesto. La división y la contención lo evidenciaban (1:10,11).

Referente a otros predicadores y maestros que llegaran después de la salida de Pablo, nótese 4:15 (ayos en Cristo).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

a la gracia de Dios. 1Co 3:5; 1Co 15:10; Rom 1:5; Rom 12:3; Rom 15:15; Efe 3:2-8; Col 1:29; 1Ti 1:11-14; 1Pe 4:11.

yo como perito. 1Re 3:9-11; 2Cr 2:12; Dan 12:3; Mat 7:24; Mat 24:45; 2Ti 2:15.

puse el fundamento. 1Co 3:6, 1Co 3:11; 1Co 9:2; Zac 4:9; Rom 15:20; Efe 2:20; Apo 21:14, Apo 21:19.

y otro edifica. 1Co 15:11, 1Co 15:12; Hch 18:27; 2Co 10:15; 2Co 11:13-15.

pero cada uno mire. Ecl 12:9; Luc 11:35; Luc 21:8; Col 4:17; 1Ti 4:16; Stg 3:1; 1Pe 4:11; 2Pe 2:1-3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

perito arquitecto puse el fundamento. La palabra griega para arquitecto pero aquí no solo contiene la idea de diseñador, sino también la de constructor. La especialidad de Pablo era el diseño y la construcción de fundamentos espirituales (cp. Rom 15:20). Fue usado por Dios para echar los cimientos de iglesias en Asia Menor, Macedonia y Grecia. Otros como Timoteo y Apolos edificaron las iglesias a partir de esos fundamentos. El hecho de que Dios lo usara de esa forma era resultado completo de la gracia (cp. v. 1Co 3:7; 1Co 15:20; Rom 15:18; Efe 3:7-8; Col 1:29). cada uno. Esto se refiere en principio a evangelistas y pastores maestros.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:10 — Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada — La gracia aquí referida es el favor de Dios que proporcionó a Pablo la habilidad y la oportunidad de llegar a Corinto y predicar el evangelio y así establecer la iglesia de Dios allí. No tomó para sí crédito, sino atribuyó a Dios toda la razón de su obra de evangelismo en Corinto. ¡Qué grande fue el contraste entre su actitud y la de los que causan división en la iglesia!
La iglesia de Dios en una localidad es un edificio de Dios (ver. 9). Pablo ahora pasa a hablar de cómo él colocó el fundamento de ese edificio en Corinto.
— yo como perito arquitecto puse el fundamento — Otras versiones dicen, “sabio arquitecto”. Ese fundamento no fue Pablo, para que algunos después dijeran, “somos de Pablo”, sino Jesucristo (ver. 11). Ninguna cosa que es de Dios va a tener a hombre por fundamento.
Aquí Pablo se llama un arquitecto (un lector de planos de construcción); en 2Co 4:7 se llama un vaso de barro; en 5:20, un embajador).
— y otro edifica encima — Pablo puso (tiempo pretérito) el fundamento (hecho de una sola vez), pero ahora otros llegan (tiempo presente), edificando encima con su predicación y enseñanza (acciones duraderas).
— pero cada uno mire cómo sobreedifica — El asunto es imperativo. Deben sobreedificar conforme a la verdad del fundamento que Pablo puso. Algunos no habían edificado bien encima de ese fundamento bien puesto. La división y la contención lo evidenciaban (1:10,11).
Referente a otros predicadores y maestros que llegaran después de la salida de Pablo, nótese 4:15 (ayos en Cristo).

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL CIMIENTO Y LOS CONSTRUCTORES

1 Corintios 3:10-15

De acuerdo con la gracia de Dios que se me otorgó a mí, yo eché los cimientos como experto maestro de obras; pero luego son otros los que siguen construyendo encima. Que cada cual se mire bien cómo construye hacia arriba; pero nadie puede echar otro cimiento diferente del que ya se ha echado, que es Jesucristo. Si uno construye sobre ese cimiento con oro, o plata, o piedras preciosas, o madera, o paja, o rastrojo, se verá bien claro el trabajo de cada cual: el Día lo descubrirá, porque se revelará mediante fuego, y el fuego mismo hará la prueba de la clase de trabajo que ha hecho cada uno. Si se. mantiene la obra que erigió uno sobre el fundamento, recibirá su recompensa; pero si se quema, será trabajo perdido, aunque él mismo se salve como el que se libra de una quema.

En este pasaje, Pablo está hablando por experiencia. Estaba destinado a ir echando los cimientos para luego pasar a otro sitio. Es verdad que se quedó dieciocho meses en Corinto (Hechos 18: I1) y tres años en Éfeso (Hch 20:31 ); pero puede que en Tesalónica no estuviera ni un mes, y esto era lo más corriente. Había tanto terreno que planificar, tantas personas que ni siquiera habían oído el nombre de Jesucristo que, si se iba a empezar en serio la evangelización del mundo, Pablo no podía más que echar los cimientos y pasar a otro sitio. Sólo cuando le metían preso se veía obligado a permanecer en un sitio su inquieto espíritu.

Dondequiera que iba, echaba el mismo cimiento: los Hechos referentes a Jesucristo y Su oferta de Salvación. Su tremenda labor consistía en presentar a Cristo a la gente, porque era en Él, y sólo en Él, donde se podían encontrar tres cosas:

(a) El perdón de los pecados pasados. Uno se encuentra en una nueva relación con Dios, y descubre de pronto que Dios es su amigo y no su enemigo; Que es como Jesús; donde antes creía ver odio, ahora ve amor, y el Que antes le parecía infinitamente remoto ahora ve como íntimamente tierno.

(b) Fuerza para el presente. En la presencia y ayuda de Jesús halla valor para arrostrar la vida, porque ha dejado de ser una unidad aislada peleando una batalla a solas con un universo adverso. Vive una vida en la que nada puede separarle del amor de Dios en Cristo Jesús su Señor. Transita los caminos de la vida y pelea sus batallas con Cristo.

(c) Esperanza para el porvenir. Ya no vive en un mundo en el que tiene miedo a mirar adelante, sino en uno en el que Dios está en control y haciendo que todo contribuya a su bien. Vive en un mundo en el que la muerte ya no es el fin, sino sólo el preludio de una gloria mayor. Sin el cimiento de Cristo no se puede tener ninguna de estas cosas.

Pero son otros los que tienen que construir sobre ese cimiento. Pablo no está hablando aquí de construir cosas malas, sino cosas inadecuadas. Uno puede presentar a sus semejantes una versión del Evangelio que es floja y aguada; algo unilateral, que hace mucho hincapié en ciertas cosas y demasiado poco en otras, sin el debido equilibrio; algo deformado, en lo que hasta las cosas más importantes aparecen alabeadas.
El Día al que se refiere Pablo es la Segunda Venida de Cristo. Entonces tendrá lugar la prueba definitiva. Lo erróneo e impropio se desvanecerá; pero, por la misericordia de Dios, hasta el constructor equivocado se salvará; porque, por lo menos, trató de hacer algo por Cristo. Todas nuestras versiones del Evangelio son inadecuadas, por decir lo menos; pero nos libraríamos de muchas cosas inadecuadas si las sometiéramos a prueba, no de nuestros prejuicios y presuposiciones, no de la aprobación de tal o cual teólogo, sino a la luz del Nuevo Testamento y, sobre todo, a la luz de la Cruz. Longino, el gran crítico literario griego, les ofrecía a sus estudiantes una prueba: » Cuando escribas algo -les decía-, pregúntate cómo lo habrían escrito Homero o Demóstenes; o, mejor todavía: imagínate cómo reaccionarían si tú se lo leyeras.» Pues nosotros, cuando hablamos de Cristo, debemos tener presente el hecho de que Cristo está escuchando. Tal convicción nos librará de muchos peligros y errores.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

1Co 15:10; 2Pe 3:15.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

t 128 1Co 15:10

u 129 Rom 15:20; Heb 6:1

v 130 1Pe 4:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

10 (1) La palabra griega significa artífice principal. En Mat_16:18 el Señor dijo que El edificaría Su iglesia; pero aquí el apóstol dijo que él era un edificador, aún más, un sabio arquitecto. Esto indica que el Señor no edifica la iglesia directamente sino a través de Sus ministros, incluso a través de cada miembro de Su Cuerpo, según lo revela Efe_4:16. Aunque en los vs.5-7 el apóstol reconoció que no era nada, aquí pone en claro franca y fielmente el hecho de que por la gracia de Dios él era un sabio arquitecto que había puesto el único fundamento, que es Cristo, sobre el cual otros edificarían.

10 (2) La iglesia, la casa de Dios, debe ser edificada con oro, plata y piedras preciosas, materiales preciosos producidos como resultado del crecimiento de Cristo en nosotros. No obstante, existe un gran riesgo que edifiquemos con madera, heno y hojarasca, los cuales producimos al estar en la carne. Por tanto, cada uno de nosotros, cada miembro del Cuerpo, debe mirar cómo edifica, es decir, con qué material edifica.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Este pasaje se refiere al tribunal de Cristo (cp. 2Co 5:10). Las obras de las que se hace examen aquí, nada tienen que ver con ganar o perder la salvación. Las recompensas (o la pérdida de ellas) pertenecen solamente a los cristianos.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie