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Comentario de 1 Corintios 4:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Corintios 4:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

No tengo conocimiento de nada en contra mía, pero no por eso he sido justificado; pues el que me juzga es el Señor.

4:4

— Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado — Con referencia particular a su ministerio como apóstol de Cristo, Pablo dice que no estaba consciente de culpa en nada; tenía una conciencia limpia (a pesar de haber “sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador”, 1Ti 1:13). Pero él había sido bautizado en Cristo, lavando así sus pecados pasados (Hch 22:16; Gál 3:26-27). Por eso pudo decir que tenía una conciencia limpia. Véase Hch 24:16.

No obstante, esa conciencia limpia no le justificaba. La conciencia es un criterio subjetivo, y por eso no puede ser guía infalible. Puede condenar a la persona, si es violada, pero no puede nunca justificar a la persona. Mientras tenía una conciencia limpia, Pablo pensaba hacer muchas cosas contra el nombre de Jesucristo (Hch 26:9).

Pablo sabía que en conexión con las divisiones en Corinto, o en conexión con cualquier otra situación, no había hecho nada malo a sabiendas, pero eso en sí no le justificaba. La razón de esto se da en seguida:

— pero el que me juzga es el Señor — La justificación viene de Dios, y no tan sólo a consecuencia de conciencia limpia. Pablo llegó a saber que había sido el primero de los pecadores (1Ti 1:15), aunque había pecado sin saberlo. Su conciencia no siempre le guiaba bien. La garantía para la persona de estar bien delante de Dios, es decir, de estar justificada, consiste en haber hecho la voluntad de Dios a través del evangelio.

Considérese 2Co 10:18.

La conciencia es muy importante, y no hemos de violarla (Rom 14:23). Nos dice si vamos bien en cuanto a la sinceridad y a la completa ausencia de ambición carnal e incredulidad. Nos permite hablar como Pablo se expresaba en tales textos como Hch 20:18-27; Hch 20:33-35; 2Co 7:2; 2Co 12:17. Pero, ¡no nos justifica!

Pablo siempre dejaba que la luz de la palabra de Dios iluminara su conciencia. Por eso, al estar haciendo mal, se corregía, y de esa manera su conciencia siempre le aprobaba. Ahora, las investigaciones de los corintios, o de otras partes, no le movían; tampoco la aprobación de su conciencia, porque el Juez que juzga (aprueba, justificando a la persona) es solamente el Señor. Nótense Jua 5:22; Jua 5:27; Jua 12:48; Hch 10:42; Hch 17:31.

Pablo no está diciendo que el predicador puede hacer libremente cualquier cosa hasta que el Señor le juzgue en el día final. Ese no es el punto, sino es que los hombres no pueden usurpar el papel de juez que sólo pertenece a Cristo, juzgando a otros según su propia sabiduría.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

de nada tengo mala conciencia. Ουδεν [G3762], ��� [G1063], εμαυτω [G1683], �������. «Porque no soy consciente de ninguna culpa» o descuido del deber. Wetstien ha demostrado, a partir de los clásicos, que esta es la significación correcta de συνειδειν. Job 27:6; Sal 7:3-5; Jua 21:17; 2Co 1:12; 1Jn 3:20, 1Jn 3:21.

no por eso soy justificado. Job 9:2, Job 9:3, Job 9:20; Job 15:14; Job 25:4; Job 40:4; Sal 19:12; Sal 130:3; Sal 143:2; Pro 21:2; Rom 3:19, Rom 3:20; Rom 4:2.

mas el que me juzga. 1Co 4:5; Sal 26:12; Sal 50:6; 2Co 5:10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

de nada tengo mala conciencia. Pablo no estaba al tanto de algún pecado habitual o no confesado en su propia vida, pero en su entendimiento limitado supuso que su veredicto no era concluyente (vea la nota sobre 2Co 1:12). no por eso soy justificado. La propia evaluación sincera que Pablo hiciera de su propia vida no le justificaba de sus faltas a la fidelidad en el ministerio y la vida cristiana. el Señor. Él es el único juez calificado para pesar en últimas la obediencia y fidelidad de cualquier ser humano (2Ti 2:15). Vea las notas sobre 2Co 5:9-10.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:4 — Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado — Con referencia particular a su ministerio como apóstol de Cristo, Pablo dice que no estaba consciente de culpa en nada; tenía una conciencia limpia (a pesar de haber “sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador”, 1Ti 1:13). Pero él había sido bautizado en Cristo, lavando así sus pecados pasados (Hch 22:16; Gál 3:26-27). Por eso pudo decir que tenía una conciencia limpia. Véase Hch 24:16.
No obstante, esa conciencia limpia no le justificaba. La conciencia es un criterio subjetivo, y por eso no puede ser guía infalible. Puede condenar a la persona, si es violada, pero no puede nunca justificar a la persona. Mientras tenía una conciencia limpia, Pablo pensaba hacer muchas cosas contra el nombre de Jesucristo (Hch 26:9).
Pablo sabía que en conexión con las divisiones en Corinto, o en conexión con cualquier otra situación, no había hecho nada malo a sabiendas, pero eso en sí no le justificaba. La razón de esto se da en seguida:
— pero el que me juzga es el Señor — La justificación viene de Dios, y no tan sólo a consecuencia de conciencia limpia. Pablo llegó a saber que había sido el primero de los pecadores (1Ti 1:15), aunque había pecado sin saberlo. Su conciencia no siempre le guiaba bien. La garantía para la persona de estar bien delante de Dios, es decir, de estar justificada, consiste en haber hecho la voluntad de Dios a través del evangelio.
Considérese 2Co 10:18.
La conciencia es muy importante, y no hemos de violarla (Rom 14:23). Nos dice si vamos bien en cuanto a la sinceridad y a la completa ausencia de ambición carnal e incredulidad. Nos permite hablar como Pablo se expresaba en tales textos como Hch 20:18-27; Hch 20:33-35; 2Co 7:2; 2Co 12:17. Pero, ¡no nos justifica!
Pablo siempre dejaba que la luz de la palabra de Dios iluminara su conciencia. Por eso, al estar haciendo mal, se corregía, y de esa manera su conciencia siempre le aprobaba. Ahora, las investigaciones de los corintios, o de otras partes, no le movían; tampoco la aprobación de su conciencia, porque el Juez que juzga (aprueba, justificando a la persona) es solamente el Señor. Nótense Jua 5:22; Jua 5:27; Jua 12:48; Hch 10:42; Hch 17:31.
Pablo no está diciendo que el predicador puede hacer libremente cualquier cosa hasta que el Señor le juzgue en el día final. Ese no es el punto, sino es que los hombres no pueden usurpar el papel de juez que sólo pertenece a Cristo, juzgando a otros según su propia sabiduría.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Stg 4:12.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Véase Ap. 1D.

REFERENCIAS CRUZADAS

g 160 Job 27:6; Hch 23:1; Hch 24:16

h 161 Pro 21:2; Rom 14:10; Heb 4:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

de nada tengo mala conciencia. Pablo está diciendo: Tengo la conciencia tranquila, pero el juicio definitivo acerca de mi está en Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

M51 Ἐν τοῦτῳ significa: por esa razón (es decir, de causa; comp. T253).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego