Solamente que viva cada uno como el Señor le asignó, y tal como era cuando Dios le llamó; así ordeno en todas las iglesias.
7:17 — Pero — Así Pablo conecta el pensamiento de este versículo con lo que iba diciendo; a saber, que el cristiano no vaya procurando hacer grandes cambios en su matrimonio, debido a su conversión a Cristo. — cada uno como el Señor le repartió — Cada uno ha recibido del Señor las circunstancias exteriores y ordinarias de la vida en que se halla. Esto es por la providencia de Dios. Esto es evidente por los ejemplos que Pablo está para presentar (la circuncisión y la esclavitud). Cada uno puede servir a Dios fielmente así como está en cuanto a las diferentes situaciones sociales. El individuo no escoge dónde y bajo cuáles circunstancias de vida nacer, pero sí es responsable de servir fielmente a Dios dentro de esas circunstancias, estando contento con lo que Dios le ha repartido (Flp 4:11).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
como el Señor repartió. 1Co 7:7; Mat 19:12; Rom 12:3-8; 1Pe 4:10, 1Pe 4:11.
y como Dios llamó. 1Co 7:18, 1Co 7:20, 1Co 7:21, 1Co 7:24.
asi enseño. 1Co 4:17; 1Co 16:1; 2Co 11:28.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
en el estado en que fue llamado: Esta sección desarrolla el tema de la fidelidad al llamado del cristianismo por sobre el estado social. Si tú eres esclavo o libre, de clase alta o clase baja, poderoso o sin poder, casado o soltero, es irrelevante; lo que importa es el llamado de Dios (Col 3:11).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Esta es la primera de tres ocasiones (vv. 1Co 7:20; 1Co 7:24) en las que Pablo enuncia el principio del contentamiento que es requerido de todos los cristianos.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El descontento era prevaleciente entre estos creyentes nuevos en la iglesia de Corinto. Como se ha notado hasta este punto (vv. 1Co 7:1-16), algunos querían cambiar su estado civil, otros eran esclavos que querían ser libres y otros usaban su libertad en Cristo para tratar de justificar su vida de pecado. En una respuesta general a esa actitud, este pasaje reitera con claridad el mismo principio de que los cristianos deberían aceptar de buena voluntad la condición marital y la situación social en la que Dios los había puesto, y contentarse con poder servirle hasta que Él los llevara en otra dirección.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
7:17 — Pero – Así Pablo conecta el pensamiento de este versículo con lo que iba diciendo; a saber, que el cristiano no vaya procurando hacer grandes cambios en su matrimonio, debido a su conversión a Cristo.
— cada uno como el Señor le repartió – Cada uno ha recibido del Señor las circunstancias exteriores y ordinarias de la vida en que se halla. Esto es por la providencia de Dios. Esto es evidente por los ejemplos que Pablo está para presentar (la circuncisión y la esclavitud). Cada uno puede servir a Dios fielmente así como está en cuanto a las diferentes situaciones sociales. El individuo no escoge dónde y bajo cuáles circunstancias de vida nacer, pero sí es responsable de servir fielmente a Dios dentro de esas circunstancias, estando contento con lo que Dios le ha repartido (Flp 4:11).
(Ya hemos visto que Dios también da a las personas su don en cuanto a la continencia. Véase ver. 7, comentarios).
— y como Dios llamó a cada uno – Dios llama por el evangelio (2Ts 2:14). Véase 1:26, comentarios. Ahora que es cristiana, la persona no tiene que promover grandes cambios en su situación social, sino que debe continuar en la situación que describe su vida social en general, al servir al Señor como cristiana.
— así haga – Mejor, “así ande” (ASV., P.B., Mod., L.A., H.A., B.A., etc.). Lacueva dice: “así camine”. El evangelio de Cristo no crea trastornos o agitaciones sociales, sino que le enseña al converso a seguir las relaciones externas de su vida tal como andaba en ellas cuando fue convertido a Cristo. La aplicación de Pablo en particular de este principio es en cuanto al matrimonio. (Del matrimonio habla antes y después de este versículo). Por eso el cristiano no se justifica, por ser cristiano, en dejar el matrimonio por el celibato, ni dejar al cónyuge por ser él incrédulo. No hay que cambiar la situación matrimonial. La conversión a Cristo no disuelve tales relaciones y obligaciones sociales de la vida. (Desde luego no entra en el caso algún matrimonio que Dios no reconozca, o que no permita).
Es un abuso de este pasaje, y del tenor de las Escrituras, afirmar que si la persona es adúltera cuando se convierte a Cristo, puede continuar en el adulterio. Si el caso fuera así, no solamente sería contradicción de enseñanza bíblica sino también justificaría el quedarse en el robo, la borrachera, y la homosexualidad.
Es cierto que la vida del cristiano influye mucho en la conducta general de los hombres, pero él es peregrino (1Pe 2:11), en un mundo que “no puede ser su hogar”, y por eso no se ocupa en grandes proyectos de mejoramiento social por medio de demostraciones públicas y revoluciones políticas.
Esto lo repite Pablo tres veces más (ver. 17, 20,24). El cristiano ha de ser fiel al Señor en cualquier esfera de la vida en que se encuentre en el tiempo de su conversión. Es falsa cualquier filosofía que produce desdén por cosas seculares, que tira a la anarquía, o que abogue por la disolución de relaciones y obligaciones sociales, todo en base a haber sido convertida la persona en cristiana. El evangelio sí logra grandes cambios, pero por medio de dirigir enseñanza al corazón del hombre, y no por medio de fomentar conmociones y cambios inmediatos por medio de revoluciones y agitaciones sociales. Las iglesias modernistas de hoy no aceptan en nada esta enseñanza del apóstol Pablo, sino promueven un “evangelio social” y se meten plenamente en la política civil.
Hay quienes hablan de la “desobediencia civil” como si esa clase de desobediencia se justificara porque tiene por meta corregir faltas en cuanto a “derechos humanos”. Pero tal lenguaje es de los modernistas y de otros que menosprecian las enseñanzas apostólicas. El cristiano es el ciudadano más obediente (Rom 13:1-7; 1Pe 2:13-17). Sabe que su conversión a Cristo no requiere cambios violentos en sus circunstancias de vida.
— esto ordeno – “Ordenar” (diatasso, la forma intensiva de tasso) significa poner en orden, disponer, prescribir, o dar órdenes o mandamientos. Este verbo aparece en Mat 11:1 (dar instrucciones), y en Hch 13:48 aparece tasso (ordenados). Cristo dispuso o puso en orden a los doce que escogió por apóstoles; lo hizo por medio de “dar encargo” (V.M.), y dispuso o puso en orden para vida eterna a esos gentiles en Antioquía por medio de la palabra predicada.
Juan Calvino enseñaba la doctrina de la predestinación incondicional, y los calvinistas citan Hch 13:48 como prueba. Pero el pasaje no dice “antes ordenados”, y esto sin condición alguna, sino “ordenados” o dispuestos. Dios lo hizo por medio de la predicación del evangelio; así nos informa el mismo ver. 48. Es interesante notar que ¡nunca se encuentra persona “predestinada a vida eterna” en donde nunca se haya predicado el evangelio!
Lacueva, en Hch 13:48, sobre “ordenar”, pone en la margen: “lit., puestos en formación hacia”.
— en todas las iglesias – Esta enseñanza de Pablo, de que el individuo convertido a Cristo continúe en sus circunstancias generales de la vida, es algo que él ordenaba en toda la hermandad. No era algo estrictamente para los corintios. Los principios del evangelio eran enseñados por los apóstoles con uniformidad en todas las iglesias. Sus enseñanzas constituían “la doctrina de los apóstoles” (Hch 2:42).
Las enseñanzas de Pablo, aquí sobre el matrimonio en particular, como en toda esta epístola y en todas las demás epístolas suyas, no eran opiniones de hombre sino lo que él ordenaba con la autoridad de apóstol inspirado. Véase 14:37.
Fuente: Notas Reeves-Partain
SIRVIENDO A DIOS
DONDE ÉL NOS HA COLOCADO
1 Corintios 7:17-24
Lo único que hace falta es que cada uno se comporte como Dios le ha asignado en aquello a lo que le ha llamado. Así es como yo ordeno las cosas en todas las iglesias. ¿Fue llamado alguno que ya estaba circuncidado? Pues que no se descircuncide. ¿Fue llamado alguno que no estaba circuncidado? Pues que no se circuncide. Lo que importa no es el estar circuncidado, ni tampoco el no estarlo, sino el vivir como Dios manda siempre y en todo. Que cada uno se quede en la condición en que se encontraba cuando Dios le llamó. ¿Dios te llamó cuando eras esclavo? No te angusties por ello -aunque, por supuesto: si se te presenta la oportunidad de quedar libre, no la desperdicies. Porque el que fue llamado en el Señor cuando era esclavo, es un liberto del Señor; y lo mismo el que fue llamado siendo libre, es un esclavo de Cristo. Habéis sido comprados por un precio: ¡No os hagáis esclavos de nadie! Hermanos: Que cada cual siga siendo para Dios lo que era cuando fue llamado.
Pablo establece una de las primeras reglas del Cristianismo: » Sé un cristiano dondequiera que estés.» Debe de haber sucedido ya entonces que, cuando una persona se hacía cristiana, le habría gustado romper con su trabajo y con el círculo en el que se movía, y empezar una nueva vida. Pero Pablo insistía en que la función del Cristianismo no era darle a una persona una vida nueva, sino en hacer nueva su vieja vida. Que el judío siguiera siendo judío, y el gentil gentil; la raza y sus marcas no imponían diferencias esenciales. Lo realmente diferente era la clase de vida que vivía. Los filósofos cínicos habían insistido en que un hombre verdad no puede ser esclavo por naturaleza, aunque lo sea por condición social.
Un hombre falso no puede ser libre, sino que es siempre un esclavo. Pablo les recuerda que, esclavo o libre, un cristiano es esclavo de Cristo, Que le ha comprado al precio de Su sangre.
Aquí hay todo un cuadro en la mente de Pablo. En el mundo antiguo le era posible a veces a un esclavo comprar su libertad con gran esfuerzo. Ep el poco tiempo libre de que disponía, se encargaba de otras tareas y ganaba unas pocas monedas. Su amo tenía derecho hasta a reclamar una comisión de esas pobres ganancias; pero el esclavo iba depositando cada monedita que ganara en el templo de algún dios. Cuando, al cabo de los años, había reunido el precio total de su liberación en el templo, llevaba allí a su amo, el sacerdote le entregaba el dinero y entonces, simbólicamente, el esclavo pasaba a ser propiedad de aquel dios y, por tanto, libre de servir a ningún hombre. Eso era lo que Pablo tenía aquí en mente: El cristiano ha sido comprado por Cristo; y, por tanto, cualquiera que fuere su condición social, es libre de todos los hombres porque es propiedad de Cristo.
Pablo insiste en que el Evangelio no hace que uno se salte todas las barreras y se ponga en contra de todo lo habido y por haber; sino le hace, dondequiera que esté, conducirse como esclavo de Cristo. Hasta el trabajo más humilde que se hace, ya no para los hombres, sino para Cristo, se convierte en algo noble y digno. Decía George Herbert:
Todo en Ti ya tiene parte;
nada es ya tan mezquino
que al hacerlo por Tu causa
no sea brillante y limpio.
Lo que se hace en Tu nombre,
hasta el más pobre servicio
que con amor se Te ofrece,
es más que humano, divino.
Lo que Dios toma por Suyo
no es menos de lo que he dicho.
SABIO CONSEJO
SOBRE UN PROBLEMA DIFÍCIL
1 Corintios 7:25, 36-38
No os puedo transmitir ningún mandamiento del Señor en relación con las vírgenes; así es que me limito a daros mi opinión, como de uno que ha sido objeto de la misericordia del Señor y que es de fiar… Si alguien considera que su conducta con su virgen no es como es debido, si descubre que sus pasiones son demasiado fuertes y si cree que deberían casarse, que cumpla su deseo. No hace nada malo; que se casen. Pero si uno está seguro y firme en su idea, y si no hay nada que de obligue sino que está en perfecto control para seguir adelante con su intención, y si ha hecho la decisión de mantener virgen a la suya, hace bien. Resumiendo: el que casa a su virgen actúa rectamente, y el que no la casa, mejor.
Los versículos 25 al 38, aunque forman un párrafo, realmente tratan de dos cosas, y será más sencillo estudiarlos separadamente. Los versículos 25 y 36 al 38 se refieren al problema de las vírgenes; mientras que los versículos de entre medias dan la razón para aceptar el consejo que se extiende por todo el capítulo. La sección En relación con las vírgenes siempre ha supuesto un problema. Se han propuesto tres explicaciones.
(i) Se la ha considerado sencillamente como un consejo dirigido a los padres en relación con el matrimonio de sus hijas solteras, pero no parece tratarse de eso; y es difícil comprender por qué usa Pablo la palabra virgen si quería decir sencillamente hija; y el que un padre hablara de su virgen cuando se refería a su hija es sumamente extraño.
(ii) Se ha sugerido que se trataba de un problema que llegó a ser agudo en tiempo posterior y del que se trató ‘en más de un concilio eclesiástico, llegándose a una prohibición. Se sabe que posteriormente existía la costumbre de que un hombre y una mujer vivieran juntos, compartiendo la misma casa y hasta la misma cama. La idea era que, si podían mantener la disciplina de compartir la vida espiritual con intimidad, pero sin dejar que el cuerpo interviniera en su relación, era algo especialmente meritorio. Podemos entender la idea que subyacía en ello: el intento de limpiar la relación humana de toda pasión sexual; pero está claro que resultaría una práctica bien difícil y que, en ocasiones, debe de haber conducido a situaciones insostenibles. En esas relaciones se llamaba a la mujer la virgen del hombre. Puede que hubiera surgido esa costumbre en la iglesia de Corinto. En tal caso, y creemos que de eso se trataba, Pablo está diciendo: » Si puedes mantener esa situación, eso sería lo mejor; pero si lo has intentado y encuentras demasiada tensión para tu naturaleza humana, interrúmpelo y cásate, sin considerarlo un fracaso espiritual.»
(iii) Aunque creemos que esta es la interpretación correcta de este pasaje, hay otra variante que merece atención. Se ha sugerido que había hombres y mujeres en Corinto que habían celebrado la ceremonia nupcial, pero que habían decidido no consumar el matrimonio y vivir en absoluta continencia para dedicarse por entero a la vida espiritual. Habiendo hecho eso, podría ser que descubrieran que lo que habían programado los sometía a un estrés excesivo. En tal caso, Pablo les diría: «Si podéis mantener vuestro voto, no cabe duda que haréis bien; pero si no podéis, admitidlo con franqueza y entrad en la relación matrimonial normal sin remordimientos.»
Esa relación nos parece anormal y peligrosa, y de hecho lo era, y a su debido tiempo la Iglesia la desautorizó. Pero, dada la situación, el consejo de Pablo es indudablemente un consejo sabio. Realmente dice tres cosas:
(i) La autodisciplina es una cosa excelente. Cualquier manera de domar la naturaleza hasta tener las pasiones en perfecto control es positivamente buena; pero no está incluido entre los deberes cristianos el eliminar los instintos humanos naturales. Lo cristiano es usarlos para la gloria de Dios.
(ii) Lo que Pablo dice realmente es: «No hagas de tu religión algo antinatural.» Eso, en el último análisis, es lo que hacen los frailes y las monjas y los ermitaños. Consideran necesario el eliminar los sentimientos humanos naturales para ser verdaderamente religiosos; consideran necesario el separarse de la vida natural de hombres y mujeres a % de servir a Dios. Pero el Cristianismo no estuvo nunca diseñado para abolir la vida normal, sino para glorificarla.
(iii) Por último, Pablo dice: «No hagas una agonía de tu religión.» Coilie Knox cuenta que, cuando era joven, tendía a encontrar la religión tensa y estresante; y dice que un muy querido capellán fue a él un día, le puso la mano en el hombro y le dijo: «Joven Knox, no hagas una agonía de tu religión.» Nadie debe estar avergonzado del cuerpo que Dios le ha dado, del corazón que Dios le ha puesto en el cuerpo o de los instintos que, por creación de Dios, residen en él. El Cristianismo le enseñará, no a eliminarlos, sino a usarlos de tal manera que la pasión sea limpia, y el amor humano la cosa más ennoblecedora de todo el mundo de Dios.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
El llamado personal de Dios
Pablo toma el tema del llamado de Dios del v. 15 y ofrece un resumen de la enseñanza que llevaba a todas las iglesias.
17 Que viva cada uno como el Señor le asignó significa lit. vivir en el “llamado” o la “clase”. Esta última forma era la que aplicaban los escritores seculares. En el siglo I las personas eran clasificadas tanto racial como socialmente, y a ciertos grupos se les daban privilegios especiales. Como principio general, Pablo dice que ellos debían continuar viviendo en el lugar que el Señor les había asignado y según cada uno había sido llamado. 18 Los jóvenes judíos intentaban escapar de su carácter de tales sometiéndose a una intervención quirúrgica que ocultaba su circuncisión. Hacían esto con el fin de progresar en su educación, tanto en el gimnasio como en su calidad de ciudadanos. Pero a los cristianos judíos les estaba prohibido renunciar a su carácter de judíos para poder ascender en la escala social. Este era un período de antisemitismo, como vemos en Hech. 18:1, 2. Los cristianos gentiles no eran libres para circuncidarse; las razones por las cuales podrían querer hacerlo se detallan en la epístola a los Gál. 19 Con respecto a agradar a Dios, ni la circuncisión ni la incircuncisión eran los temas centrales. El punto crucial era la obediencia a los mandatos de Dios.
20 Pablo repite su enseñanza sobre aceptar la provisión divina en cuanto a nuestra raza y circunstancias. 21 Los esclavos que servían en las casas, excepto los de la casa imperial, podían ser liberados después de siete años. El esclavo cristiano no debía afligirse por su condición. Aquí, Pablo no exige que permanezca en su llamado a pesar de tener la posibilidad de ser liberado, lit., “siempre y cuando, tenga el poder o el derecho de hacerlo” (nótese que la BJ traduce con un claro sentido totalmente opuesto). Podía convertirse en liberto. Se anima a liberar a los esclavos, aunque esto iba acompañado de ciertas obligaciones hacia el amo, que era ahora el patrón. 22 Pablo desarrolla el tema explicando que cuando es llamado por el Señor a ser salvo, el esclavo es liberado y se convierte en liberto de Dios. Paradójicamente, el ciudadano libre que se convierte en cristiano se convierte en esclavo de Cristo. 23 Se pagaba un precio de rescate para liberar a ciertos esclavos, y Pablo alude al costo que Cristo pagó para procurar la salvación de ellos. También ordena a los hombres libres que no se conviertan en esclavos de los hombres. Aunque puede parecer extraordinario, en el siglo I los griegos que nacían libres algunas veces se vendían ellos mismos para entrar como esclavos en casas de ciudadanos romanos, muchas veces ocupando el lucrativo puesto de mayordomos de la casa. Podían invertir los fondos de su dueño y manejar su negocio, enriqueciéndose legítimamente. Era posible que obtuvieran el dinero necesario para pagar la liberación de su esclavitud voluntaria, y en esa manera ganar la ciudadanía romana como hombres libres, y asegurar la ciudadanía romana para sus hijos nacidos libres. No sólo la riqueza importaba en el Imperio Romano, especialmente en una colonia como Corinto, sino el llamado, es decir, la clase o posición. 24 Nuevamente Pablo repite que deben continuar en la situación en que Dios los ha colocado: lit. “cada uno en lo que fue llamado, hermanos, en esto permanezca para con Dios”. Aunque los jóvenes deseaban ascender para ganar riquezas y posición, los que estaban en la iglesia debían regocijarse en la designación providencial del lugar en la vida de cada cristiano. La búsqueda codiciosa y competitiva del progreso estaba prohibida.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Jehová”, de acuerdo con J28, Rom 12:3 y 2Co 10:13; P46אABCD(gr.): ho Ký·ri·os; Syh y TR: “Dios”. Véase Ap. 1D.
(2) “Dios”, P46אABCDVgSyp; Syh y TR: “el Señor”; J7,8,10: “Jehová”.
REFERENCIAS CRUZADAS
c 329 Sal 143:10; Isa 46:11; 1Co 12:18
d 330 1Co 7:7
e 331 1Co 9:14
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
17 super (1) Esta palabra enfáticamente nos manda permanecer en el estado civil en el cual Dios nos llamó (vs. 20, 24).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
El principio de permanecer en la relación marital que se tiene, es parte de otro principio más general: en cualquier aspecto, el cristiano ha de permanecer en su llamamiento, a no ser que sea inmoral (v. 1Co 7:24).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R1025 Εἰ μή tiene el sentido de sólo, y no debe analizarse con περιπατείτω (significa: pero y equivale a πλήν -BD376). [Editor. Ambas traducciones son similares por cuanto son adversativas.]
T75 Aquí el presente de imperativo de περιπατέω significa: continúe caminando.
T262 Ἐν con el dativo en este versículo puede significar: en o para las iglesias. [Editor. El sentido normal de ἐν ofrece una traducción válida. Si Pablo hubiera deseado expresar la idea de para, hubiera podido emplear el dativo simple.]
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., Solamente