Comentario de 1 Corintios 7:30 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran;

7:30 — Ya se mencionó en el ver. 29 la primera de cinco ilustraciones de la necesaria separación del servicio y amor del cristiano de las relaciones y cosas de este mundo, por el cual va pasando, rumbo al cielo. En este versículo Pablo menciona tres más. En el siguiente menciona la quinta.

— y los que lloran, como si no llorasen — Todos los cariños por las cosas de esta vida, y las conexiones con ellas, tienen que ser sujetados al servicio del cristiano a su Amo, Cristo, porque estas cosas son bien temporarias. No son duraderas para que el cristiano las sirviera con toda su lealtad.

La aflicción que causa el lloro para el cristiano no es permanente. El lo puede soportar. Dios le ama (Rom 8:35-39). Si el cristiano tiene que sufrir hasta la muerte por su fe en Cristo, muere en el Señor y Dios le enjuga sus lágrimas (Apo 14:13; Apo 21:4; considérese 1Pe 4:12-19). El sufrir por Cristo es transitorio, y pasará (2Co 4:17-18).

Compárese Sal 126:6.

Sufrimos por Cristo porque le amamos, de igual manera como el marido sufre cuando su esposa sufre, porque le ama. (Antes de ser maridos, y antes de conocerse, si uno de los dos sufría, el otro no por eso sufría. Ahora es diferente; ahora se conocen y se aman).

— y los que se alegran, como si no se alegrasen — Como el lloro de la frase anterior pasa, también pasa la alegría por los goces de la vida sobre la tierra. Son transitorios, y pasarán. Por eso el cristiano no ha de apegarse a ellos como si fueran un fin en sí. No halla su consolación en ellos. En tiempo de aflicción se desaparecen.

— y los que compran, como si no poseyesen — Todo hombre tiene que trabajar y así conseguirse bienes de este mundo para vivir su vida en él. Pero el cristiano no ha de apegarse a las cosas materiales a tal grado que disminuya de sus deberes como siervo de Cristo. En un tiempo de persecución la persona es despojada de sus bienes, y si está apegada a ellos, no actúa en base a fe, y así pierde se alma. Pero si reconoce que ellos son de escaso valor, y no cosas de gran valor en sí, entonces está dispuesto a seguir a Cristo en la ausencia de ellos. Compárese Hebrews 10:34; 12:36-38. Con o sin tales bienes materiales el cristiano fiel anda libre de conexiones con ellos que le perjudiquen en su papel de siervo fiel de Cristo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

y los que lloran. Sal 30:5; Sal 126:5, Sal 126:6; Ecl 3:4; Isa 25:8; Isa 30:19; Luc 6:21, Luc 6:25; Luc 16:25; Jua 16:22; Apo 7:17; Apo 18:7.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El cristiano maduro no se deja arrastrar por las emociones de esta vida hasta el punto en el que pierda motivación, esperanza y propósito.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

7:30 — Ya se mencionó en el ver. 29 la primera de cinco ilustraciones de la necesaria separación del servicio y amor del cristiano de las relaciones y cosas de este mundo, por el cual va pasando, rumbo al cielo. En este versículo Pablo menciona tres más. En el siguiente menciona la quinta.
— y los que lloran, como si no llorasen – Todos los cariños por las cosas de esta vida, y las conexiones con ellas, tienen que ser sujetados al servicio del cristiano a su Amo, Cristo, porque estas cosas son bien temporarias. No son duraderas para que el cristiano las sirviera con toda su lealtad.
La aflicción que causa el lloro para el cristiano no es permanente. El lo puede soportar. Dios le ama (Rom 8:35-39). Si el cristiano tiene que sufrir hasta la muerte por su fe en Cristo, muere en el Señor y Dios le enjuga sus lágrimas (Apo 14:13; Apo 21:4; considérese 1Pe 4:12-19). El sufrir por Cristo es transitorio, y pasará (2Co 4:17-18).
Compárese Sal 126:6.
Sufrimos por Cristo porque le amamos, de igual manera como el marido sufre cuando su esposa sufre, porque le ama. (Antes de ser maridos, y antes de conocerse, si uno de los dos sufría, el otro no por eso sufría. Ahora es diferente; ahora se conocen y se aman).
— y los que se alegran, como si no se alegrasen – Como el lloro de la frase anterior pasa, también pasa la alegría por los goces de la vida sobre la tierra. Son transitorios, y pasarán. Por eso el cristiano no ha de apegarse a ellos como si fueran un fin en sí. No halla su consolación en ellos. En tiempo de aflicción se desaparecen.
— y los que compran, como si no poseyesen – Todo hombre tiene que trabajar y así conseguirse bienes de este mundo para vivir su vida en él. Pero el cristiano no ha de apegarse a las cosas materiales a tal grado que disminuya de sus deberes como siervo de Cristo. En un tiempo de persecución la persona es despojada de sus bienes, y si está apegada a ellos, no actúa en base a fe, y así pierde se alma. Pero si reconoce que ellos son de escaso valor, y no cosas de gran valor en sí, entonces está dispuesto a seguir a Cristo en la ausencia de ellos. Compárese Hebrews 10:34; 12:36-38. Con o sin tales bienes materiales el cristiano fiel anda libre de conexiones con ellos que le perjudiquen en su papel de siervo fiel de Cristo.

Fuente: Notas Reeves-Partain