Comentario de 1 Juan 1:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
lo que hemos visto y oído lo anunciamos también a vosotros, para que vosotros también tengáis comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
1:3 — Ahora continúa el autor el pensamiento comenzado en el versículo 1.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
lo que hemos visto. 1Jn 1:1; Hch 4:20.
eso os anunciamos. 1Jn 1:5; Sal 2:7; Sal 22:22; Isa 66:19; Jua 17:25; Hch 13:32, Hch 13:41; Hch 20:27; 1Co 15:1; Heb 2:12.
también vosotros tengáis comunión. Hch 2:42; Rom 15:27; Efe 3:6; Flp 1:7; Flp 2:1; 1Ti 6:2; Heb 3:1; 1Pe 5:1.
y nuestra comunión. 1Jn 1:7; 1Jn 2:23, 1Jn 2:24; Jua 14:20-23; Jua 17:3, Jua 17:11, Jua 17:21; 1Co 1:9, 1Co 1:30; 2Co 13:14; Flp 2:1; Flp 3:10; Heb 3:14.
con su Hijo Jesucristo. 1Jn 5:10, 1Jn 5:11; Col 1:13; 1Ts 1:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La razón principal de Juan para escribir es proporcionar a sus lectores una comprensión de lo que deben hacer para tener comunión con los apóstoles y Dios. El término comunión expresa tanto la idea de una relación positiva que comparte el pueblo como una participación en un interés u objetivo común. La comunión que Juan alienta no es sólo vertical, entre el creyente y Dios. Dice que también pueden tener comunión «con nosotros». Puesto que Juan pensaba que sus lectores eran cristianos (1Jn 2:12-14), no debemos interpretar comunión como lo mismo que ser cristiano.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
COMUNION. «Comunión» (gr. koinonia) literalmente significa «tener en común» e incluye compartir y participar. Los creyentes tienen comunión porque tienen en común la fe (Tit 1:4; Jud 1:3), la gracia de Dios en Cristo (1Co 1:9; Flp 1:7), la presencia del Espíritu en ellos (Jua 20:22; Rom 8:9; Rom 8:11), los dones del Espíritu (Rom 15:27) y el enemigo (1Jn 2:15-18; 1Pe 5:8). No puede haber verdadera comunión con los que rechazan la enseñanza de la fe del NT (2Jn 1:7-11; véase Gál 1:9, nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
comunión con nosotros. Comunión no equivale a algún tipo de relaciones sociales, lo que Juan da a entender aquí es que sus lectores debían hacerse partícipes (o socios) del apóstol en su posesión común de la vida eterna (cp. Flp 1:5; 1Pe 5:1; 2Pe 1:4). Juan no solo escribe para afirmar la realidad física de Jesús (vv. 1Jn 1:1-2), sino también para producir salvación en los lectores. Es claro que los cristianos genuinos nunca están «fuera de la comunión» porque este versículo identifica comunión con salvación.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:3 — Ahora continúa el autor el pensamiento comenzado en el versículo 1.
— “lo que hemos visto y oído,” Compárense Mat 13:16; Hch 4:20.
— “eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros;” Aquí se declara el propósito de anunciar el evangelio: es para que los hombres tengan comunión con los apóstoles en la vida que el Verbo nos ha enseñado y así tienen también comunión con el Padre y con el Hijo Jesucristo (1Co 1:9, Jua 14:23; Jua 17:21). Solamente por practicar lo que el evangelio de Cristo enseña según los apóstoles (Hch 2:42; Efe 2:20) puede uno gozar de esta comunión. La división sectaria la destruye por medio de doctrinas humanas. El que anda en doctrinas y prácticas no apostólicas no tiene comunión con Dios.
Los apóstoles habían sido testigos oculares de lo del evangelio de Cristo Jesús, y escribieron para que sus lectores, que no habían sido tales testigos, pudieran participar con Dios y con Jesucristo en lo del evangelio por medio del testimonio de ellos. Es decir, ahora podían los lectores oír, ver, contemplar, y palpar a Jesucristo por medio de los apóstoles, y así gozar de las mismas bendiciones que ellos gozaban, al andar en lo que Dios manda por el evangelio. ¡Juan quería que sus lectores tuvieran lo que los apóstoles tenían!
Nadie podía gozar de la comunión con Dios sin admitir el testimonio apostólico. Cerinto y sus seguidores gnósticos reclamaban tener comunión con Dios mientras negaban el testimonio apostólico acerca del Verbo de vida. En este versículo Juan expone a tales maestros falsos. Véase también 4:1-6.
La palabra comunión es traducción de la palabra griega koinonia. Quiere decir participación mutua, tener algo en común con otros, compañerismo. Se usa a veces para indicar comunicación de algo con otros (2Co 9:13, “distribución”; Rom 15:26, “ofrenda” o “colecta” — Versión Hispanoamericana, y a veces para indicar participación en algo juntamente con otros 1Co 10:16; 2Co 6:14; Efe 5:11).
Esta palabra no se emplea en el Nuevo Testamento para indicar actividades sociales
(jugar, comer, y beber) en el nombre de la religión. Claro es que Juan no habla acerca de tener los lectores actividades sociales con los apóstoles. ¡No habla de tomar juntos una taza de café, o de jugar pelota en algún “Campamento Iglesia de Cristo” después del estudio bíblico! Hoy en día las iglesias modernistas así emplean la palabra “comunión” (en inglés, “fellowship”), hasta erigir edificios propios para ello. En inglés los llaman Fellowship Halls (salones comunión); son para comer y jugar.
— “y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.” Los apóstoles andaban (en vida y en proclamación) en comunión con el Padre y con Jesucristo, porque participaban en las verdades y obra que les fueron encargadas por ellos. Por consiguiente tenían comunión (participación mutua) con ellos. Ahora, el obedecer nosotros a esas verdades y el andar fielmente en ellas nos hacen miembros de la misma iglesia (del Señor) y por consiguiente nos pone en comunión con los apóstoles y con Dios. La comunión es una realidad y no un mero sentimiento. Consiste en andar en conformidad con la vida que la Cabeza de la iglesia demanda. ¡No consiste en una mera profesión de boca!
Fuente: Notas Reeves-Partain
1Jn 1:7; Jua 17:20-21; 1Co 1:9.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
j 9 Mat 13:17
k 10 Jua 17:20
l 11 1Co 1:9
m 12 Jua 17:21
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
comunión. Comunión (gr. koinonía) significa compartir, confraternizar en una vida en común.
Fuente: La Biblia de las Américas
3 (1) En el v. 1 primero se menciona hemos oído y luego hemos visto aquí el orden está invertido. Al recibir la revelación, lo básico es el oír; al predicar, al anunciar, el ver debe ser la base. Lo que prediquemos debe ser el entendimiento y la experiencia de lo que hemos oído.
3 (2) Los apóstoles oyeron y vieron la vida eterna. Luego la anunciaron a los creyentes a fin de que ellos también la oyeran y la vieran. Por virtud de la vida eterna, los apóstoles disfrutaron la comunión con el Padre y con Su Hijo, el Señor Jesús. Ellos deseaban que los creyentes también disfrutaran esta comunión.
3 (3) La palabra griega significa participación mutua, común participación. La comunión es el producto de la vida eterna, y en realidad es el fluir de la vida eterna dentro de todos los creyentes, quienes han recibido, y ahora poseen, la vida divina. Es representada por el fluir del agua de vida en la Nueva Jerusalén ( Rev_22:1). Todos los verdaderos creyentes están en esta comunión ( Hch_2:42), y el Espíritu la mantiene en nuestro espíritu regenerado. Por tanto, es llamada «la comunión del Espíritu Santo» ( 2Co_13:14) y la «comunión de [nuestro] espíritu» ( Flp_2:1). En la comunión de la vida eterna nosotros los creyentes tenemos parte en todo lo que el Padre y el Hijo son y en todo lo que han hecho a nuestro favor; es decir, disfrutamos el amor del Padre y la gracia del Hijo por virtud de la comunión del Espíritu ( 2Co_13:14). Tal comunión constituyó primero la porción de los apóstoles al disfrutar ellos al Padre y al Hijo por medio del Espíritu. Por lo tanto, en Hch_2:42 es llamada «la comunión de los apóstoles» y en este versículo es llamada «nuestra comunión [la de los apóstoles]», una comunión con el Padre y con Su Hijo Jesucristo. Es un misterio divino. A esta comunión misteriosa de la vida eterna se le debe considerar el tema de esta epístola.
Aquí comunión indica la idea de dejar a un lado los intereses privados y de unirse a otros con un propósito común.
Por consiguiente, tener comunión con los apóstoles, estar en la comunión de los apóstoles, y tener comunión con el Dios Triuno en la comunión de los apóstoles, significa dejar a un lado nuestros intereses privados y unirnos con los apóstoles y con el Dios Triuno para que el propósito de Dios sea llevado a cabo. Este propósito, según los escritos subsiguientes de Juan, tiene dos aspectos: (1) que los creyentes crezcan en la vida divina al permanecer en el Dios Triuno (2:12-27) y que, con base en el nacimiento divino, vivan una vida según la justicia divina y el amor divino (2:28-5:3) para vencer al mundo, la muerte, el pecado, el diablo y los ídolos (5:4-21); y (2) que las iglesias locales sean edificadas como candeleros para ser el testimonio de Jesús (Ap 1-3) y tengan su consumación en la Nueva Jerusalén, la plena expresión de Dios por la eternidad (Ap 21-22). Nuestra participación en el disfrute que los apóstoles tienen del Dios Triuno es nuestra unión con ellos y con el Dios Triuno con miras a Su propósito divino, el cual es común a Dios, a los apóstoles y a todos los creyentes.
3 (4) Aquí se mencionan el Padre y el Hijo, pero no se menciona el Espíritu, porque el Espíritu está implícito en la comunión. En realidad, la comunión de la vida eterna es la imparticion del Dios Triuno -el Padre, el Hijo y el Espíritu- en los creyentes como porción especial que ellos pueden disfrutar hoy día y por la eternidad.
M165 Cuando la cópula está representada suficientemente por δέ, un καί puede traducirse mediante alguna palabra como sí, y, o además. Así, en este versículo tenemos: sí, y nuestra comunión es. [Editor. Καί se usa como adverbio para destacar el concepto que sigue.]
† Literalmente, “compañerismo”.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento