¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo: el que niega al Padre y al Hijo.
2:22 — “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo?” Véase Introd. VIII. Véanse 4:3; 5:1. Los docetistas negaban la humanidad de Cristo. Los cerintianos negaban que Jesús de Nazaret era el Cristo. Afirmaban que nada más habitó Cristo el cuerpo del hijo de José y de María (Jesús) por un tiempo. — “Este es anticristo,” Véase el versículo 18, comentarios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
¿Quién es el mentiroso? 1Jn 2:4; 1Jn 1:6; 1Jn 4:20; Jua 8:44; Apo 3:9.
sino el que niega. 1Jn 2:23; 1Jn 4:3; 1Co 12:2, 1Co 12:3; 2Jn 1:7; Jud 1:4.
Este es anticristo. 1Jn 2:18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Negar la deidad de Jesús es lo mismo que negar al Padre y al Hijo. En las epístolas de Juan, negar que Jesús es el Cristo incluye negar que Él vino en persona (1Jn 1:1-3; 1Jn 4:3; 2Jn 1:7). Una persona no puede adorar a Dios en tanto niega la divinidad total y la humanidad total de Jesús.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
niega al Padre y al Hijo. Una segunda característica de los anticristos es que niegan la fe (i.e. sana doctrina). Cualquiera que niegue la naturaleza verdadera de Cristo como se presenta en las Escrituras es un anticristo (cp. 1Jn 4:2; 2Ts 2:11). La negación de Cristo también constituye una negación de Dios mismo, quien testificó acerca de su Hijo (1Jn 5:9; Jua 5:32-38; Jua 8:18).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:22 — “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo?” Véase Introd. VIII. Véanse 4:3; 5:1. Los docetistas negaban la humanidad de Cristo. Los cerintianos negaban que Jesús de Nazaret era el Cristo. Afirmaban que nada más habitó Cristo el cuerpo del hijo de José y de María (Jesús) por un tiempo.
— “Este es anticristo,” Véase el versículo 18, comentarios.
— “el que niega al Padre y al Hijo.” Negar la humanidad y la deidad de Jesucristo equivale a negar al Padre. Véanse Mat 11:27; Luc 10:22, Jua 1:18; Jua 5:18; Jua 5:23; Jua 8:16-58; Jua 12:44-45; Jua 14:6-11; Jua 17:3; Heb 1:2-3. El que rechaza lo que Jesús reclamó ser, morirá en sus pecados (Jua 8:24). Véase también Mat 10:32-33.
Sin el Hijo, no hay Padre del Hijo. En Jesús apareció, como el Cristo, el Hijo de Dios, quien es el Verbo, Dios mismo. Por eso, negar al Hijo es en efecto negar al Padre. La relación entre Los Dos es el punto de énfasis de Juan (1:2, 3, 7).
Hay tres confesiones de Jesús en el Nuevo Testamento: (1) Jesús es el HIJO (Mat 16:16; Jua 9:35-38); (2) Jesús es el SEÑOR (Flp 2:11; Hch 2:36); y (3) Jesús es el MESÍAS (1Jn 2:22).
Hoy en día hay quienes niegan al Hijo (y al Padre) en el mismo principio en que lo hacían los gnósticos. Son los modernistas y los unitarios antitrinitarios. Los modernistas niegan la deidad de Jesús, afirmando que era meramente hombre. Los unitarios niegan que Jesús es Dios o que es una Persona en la deidad. Son mentirosos, dice Juan. En Mat 22:41-46, Jesucristo calló a los “modernistas antiguos” (los judíos eran unitarios), probando por David que hay más de una persona en la deidad. ¡El Señor llamó “Señor” al Mesías!
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA MENTIRA CAPITAL
1 Juan 2:22-23
¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Ungido de Dios? El Anticristo es el que niega al Padre y al Hijo. El que niegue al Hijo, tampoco tiene al Padre; y el que reconozca al Hijo, tiene también al Padre.
Como ha dicho alguien, negar que Jesús es el Cristo es la mentira capital, la mentira par excellence, la mentira más grande de todas las mentiras.
Juan dice que, el que niegue al Hijo, tampoco tiene al Padre. Lo que se encuentra tras este dicho es lo siguiente. Los falsos maestros presentaban su postura diciendo: «Puede ser que tengamos ideas diferentes de las vuestras acerca de Jesús; pero vosotros y nosotros tenemos la misma doctrina acerca de Dios.» La respuesta de Juan es que esa es una postura imposible; ninguna persona puede negar al Hijo si pretende tener al Padre; o negar al Padre si pretende tener al Hijo. ¿Cómo llega a esta conclusión?
Llega a ella porque nadie que acepte la enseñanza del Nuevo Testamento puede llegar a otra. Es la enseñanza consecuente del Nuevo Testamento, y es lo que Jesús dice acerca de Sí mismo: que, aparte de El, nadie puede conocer a Dios. Jesús dijo claramente que nadie conoce al Padre excepto el Hijo, y aquel a quien el Hijo le revele ese conocimiento (Mt 11:27 ; Lc 10:22 ). Jesús dijo: «El que cree en Mí, no cree sólo en Mí, -sino también en el Que Me envió; y el que Me vea Mí, ve al Que Me envió» (Jn 12:44 s). Cuando, hacia el fin de Su vida, Felipe dijo que se conformaban con que Jesús les mostrara al Padre, la respuesta de Jesús fue: «El que Me ha visto, ha visto al Padre» (Jn 14:6-9 ). Es a través de Jesús como se llega a conocer a Dios; es en Jesús donde se puede uno acercar a Dios. Si Le negamos a Jesús el derecho a hablar, si negamos Su conocimiento especial y su relación especial con Dios, no podemos seguir teniendo confianza en lo que Él dice. Sus palabras no pasarían de ser las suposiciones que podría hacer cualquier hombre bueno y grande. Aparte de Jesús no tenemos ningún conocimiento seguro de Dios; negarle a Él es al mismo tiempo perder todo contacto con Dios.
Jesús afirma que la reacción que se tenga con Él es la misma que se tiene con Dios, y que de ella depende el destino en el tiempo y en la eternidad. Jesús dijo: «A cualquiera que Me confiese delante de los hombres, Yo también le confesaré delante de Mi Padre que está en el Cielo; y a cualquiera que Me niegue delante de los hombres, Yo también le negaré delante de Mi Padre Que está en el Cielo» (Mt 10:32 s).
Negar a Jesús es estar separado de Dios, porque nuestra relación con Dios depende de nuestra reacción a Jesús.
Negar a Jesús es sin duda la mentira capital, porque es perder totalmente la fe y el conocimiento que Él solo hace posible.
Podemos decir que hay tres confesiones de Jesús en el Nuevo Testamento. Está la confesión de que Él es el Hijo de Dios (Mt 16:16 ; Jn 9:35-38 ); está la confesión de que Él es el Señor (Fil 2:11 ); y está la confesión de que Él es el Mesías (1Jn 2:22 ). La esencia de cada una de ellas es la afirmación de que Jesús tiene una relación única con Dios. Y negar esa relación es negar la certeza de que todo lo que Jesús dijo acerca de Dios es verdad. La fe cristiana depende de la relación única de Jesús con Dios. Juan, por tanto, tiene razón: el que niegúe al Hijo, también ha perdido al Padre.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Jn 4:3; 2Jn 1:7; (ver Mat 10:33).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La mentira. 22 Negaron que Jesús es el Cristo. Juan considera esto como la mentira fundamental. El hombre que yerra aquí no es de fiar en ninguna otra cosa: Es el anticristo: el que niega al Padre y al Hijo. La evidencia de que en Jesús de Nazaret Dios y el hombre están indisolublemente unidos es tan notoria, según lo ve Juan, que el hombre que no la acepta está fundamentalmente descarriado y es culpable de la mentira radical. 23 Sin un concepto correcto del Hijo no podemos tener un concepto correcto del Padre. Si Jesús no es el mismísimo Hijo de Dios y uno con el Padre, entonces no es el amor de Dios lo que vemos revelado en su vida y en su muerte; en este caso sería sólo el amor de un buen hombre. Sólo en la medida en que recibimos a Cristo nos hacemos hijos de Dios (Juan 1:12), de modo que si lo rechazamos no somos miembros de la familia celestial. Entonces no tendríamos ningún derecho de llamar a Dios nuestro Padre.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
f 88 1Jn 4:3; 2Jn 1:7
g 89 1Jn 2:18
h 90 Luc 12:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Jesús es el Cristo. Véase coment. en Mt 1:1.
Fuente: La Biblia de las Américas
22 (1) Esta es la herejía de Cerinto, un heresiarca sirio del primer siglo, de ascendencia judía y educado en Alejandría. Su herejía era una mezcla de judaísmo, gnosticismo y cristianismo: El hacía una distinción entre el hacedor (creador) del mundo y Dios, y representaba a ese hacedor como un poder subordinado. El enseñaba el adopcionismo, diciendo que Jesús era simplemente Hijo adoptivo de Dios y que llegó a ser Hijo de Dios al ser exaltado a una posición que no era Suya por nacimiento; de este modo negaba que Jesús hubiese sido concebido por el Espíritu Santo. Cerinto en su herejía separaba al Jesús terrenal, considerado como hijo de José y María, del Cristo celestial, y enseñaba que después de que Jesús fue bautizado, Cristo como una paloma descendió sobre El, y entonces anunció al Padre desconocido e hizo milagros. Además, enseñaba que Cristo, al final de Su ministerio, se separó de Jesús y que Jesús sufrió la muerte sobre la cruz y resucitó de los muertos, mientras Cristo permanecía separado como un ser espiritual, y también enseñaba que, por último, Cristo se volverá a unir al hombre Jesús cuando venga el reino mesiánico de gloria.
22 (2) Confesar que Jesús es el Cristo es confesar que El es el Hijo de Dios ( Mat_16:16 ; Jua_20:31). Por lo tanto, negar que Jesús es el Cristo es negar al Padre y al Hijo. Cualquiera que niegue la persona divina de Cristo es un anticristo. Queda implícito que Jesús, Cristo, el Padre y el Hijo son uno solo, puesto que negar al uno equivale a negar al otro. Ellos son los elementos, los ingredientes, del Espíritu compuesto y todo-inclusivo que mora en nosotros, quien ahora unge a los creyentes todo el tiempo (vs.20, 27). En esta unción, Jesús, Cristo, el Padre y el Hijo son impartidos a nuestro interior por medio de la unción.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
el mentiroso. El supremo mentiroso es el que niega que Jesucristo vino en la carne, i.e., que es a la vez Dios y hombre. Separar la humanidad de la divinidad de Cristo fue una herejía temprana (docetismo).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
I.e., el Mesías
Fuente: La Biblia de las Américas
* Quiere decir Mesías. (Cristo, en griego). Ambos se refieren al que es ungido.