Biblia

Comentario de 1 Juan 3:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Juan 3:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando él sea manifestado, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

3:2 — “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;” Somos sus hijos ahora, a pesar de que el mundo no nos reconoce y que no nos ha sido manifestado exactamente lo que hemos de ser, o cómo, en la vida eterna. Dios no ha exhibido públicamente esta herencia de vida eterna (aunque sí la describe algo

1Pe 1:4).

— “pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque le veremos tal como él es.” Compárense Flp 3:20-21; Jua 17:24. Somos tanto hijos de Dios ahora como cuando él venga y nos glorifique. Esta seguridad la tenemos en lugar de alguna exhibición de ello.

Puede leerse, “cuando se manifieste (ello),” refiriéndose a lo de la frase anterior (a “lo que hemos de se”). De todos modos la manifestación será cuando Cristo venga la segunda vez (2:28).

El estado presente de ser llamados hijos de Dios es una garantía de la gloria que será nuestra. Compárese Rom 8:30.

“Sabemos.” Aquí la palabra es, oidamen, que significa tener conocimiento absoluto, y no alguno adquirido por experiencia. Véase el versículo 1, comentario sobre “conocimiento.” Esto lo sabemos (absolutamente) porque Dios lo ha prometido. Compárense 2Pe 1:4; Flp 3:21; 1Co 15:35-55; 1Ts 4:17.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

ahora somos hijos de Dios. 1Jn 3:1; 1Jn 5:1; Isa 56:5; Rom 8:14, Rom 8:15, Rom 8:18; Gál 3:26; Gál 4:6.

no se ha manifestado. Sal 31:19; Rom 8:18; 1Co 2:9; 1Co 13:12; 2Co 4:17.

cuando él se manifieste. Mal 3:2; Col 3:4; Heb 9:28.

lo que hemos de ser. Sal 17:15; Rom 8:29; 1Co 15:49; Flp 3:21; 2Pe 1:4.

porque le veremos tal como él es. Job 19:26; Sal 16:11; Mat 5:8; Jua 17:24; 1Co 13:12; 2Co 3:18; 2Co 5:6-8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cuando Juan admite su ignorancia en cuanto a cómo será cuando se manifieste Jesús, su declaración debería provocarnos a la humildad y a ser cautos en cuanto a pronunciamientos detallados de hechos futuros y de la naturaleza de nuestra existencia celestial. Dios decidió no decirnos muchas cosas porque o no las entenderíamos o podrían distraernos de nuestras responsabilidades como creyente (Hch 1:6-8).

seremos semejantes a Él: Aunque no conocemos los detalles de nuestra futura existencia, sí sabemos que tendremos un cuerpo como el de Cristo (Flp 3:21). Los creyentes serán inmortales y llegarán a ser libres de la naturaleza de pecado que nos invade actualmente.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ahora somos hijos de Dios. Todo aquel que ejerce fe salvadora genuina se convierte en un hijo de Dios tan pronto cree (Jua 1:12; Rom 8:16; 2Pe 1:4) aunque la vida divina y celestial que ha sido sembrada en esa persona (cp. Efe 4:24; Col 3:10) no será revelada a plenitud hasta que Jesús aparezca (vea la nota sobre Rom 8:19). Mientras tanto, el Espíritu Santo obra en nosotros para repujar la imagen de Cristo (vea la nota sobre 2Co 3:18). seremos semejantes a él. Esta frase introduce la cuarta característica de la esperanza del creyente en 1Jn 2:28-29; 1Jn 3:1-3. Cuando Cristo regrese, Él conformará cada creyente a su imagen, es decir, su naturaleza. Existe una tensión entre la primera parte del versículo («ahora somos hijos») y la última parte («seremos semejantes a él»). Esa tensión se resuelve en la esperanza sólida de que al regreso de Cristo, el creyente experimentará una conformidad total a su semejanza perfecta (vea las notas sobre Rom 8:29; 1Co 15:42-49; Flp 3:21). La naturaleza gloriosa de esa conformidad es casi indescriptible, pero el hecho de que la humanidad glorificada pueda llegar a ser semejante a la deidad encarnada no significa que los cristianos sean deificados.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:2 — “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;” Somos sus hijos ahora, a pesar de que el mundo no nos reconoce y que no nos ha sido manifestado exactamente lo que hemos de ser, o cómo, en la vida eterna. Dios no ha exhibido públicamente esta herencia de vida eterna (aunque sí la describe algo — 1Pe 1:4).
— “pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque le veremos tal como él es.” Compárense Flp 3:20-21; Jua 17:24. Somos tanto hijos de Dios ahora como cuando él venga y nos glorifique. Esta seguridad la tenemos en lugar de alguna exhibición de ello.
Puede leerse, “cuando se manifieste (ello),” refiriéndose a lo de la frase anterior (a “lo que hemos de se”). De todos modos la manifestación será cuando Cristo venga la segunda vez (2:28).
El estado presente de ser llamados hijos de Dios es una garantía de la gloria que será nuestra. Compárese Rom 8:30.
“Sabemos.” Aquí la palabra es, oidamen, que significa tener conocimiento absoluto, y no alguno adquirido por experiencia. Véase el versículo 1, comentario sobre “conocimiento.” Esto lo sabemos (absolutamente) porque Dios lo ha prometido. Compárense 2Pe 1:4; Flp 3:21; 1Co 15:35-55; 1Ts 4:17.

Fuente: Notas Reeves-Partain

1Jn 2:28.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— el día en que se manifieste: El texto griego resulta un tanto ambiguo y puede entenderse de dos maneras distintas: ya sea: cuando se manifieste Jesucristo (así lo avalaría el contexto precedente: 1Jn 2:28); o: cuando se manifieste lo que seremos (más en consonancia con la construcción sintáctica). Según esto, el objeto de nuestra visión será, o Jesucristo (primer caso), o Dios mismo (segundo caso).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “ello”.

REFERENCIAS CRUZADAS

e 115 Rom 8:16; Efe 1:5

f 116 1Co 15:49; Flp 3:21

g 117 Jua 14:3; Heb 12:23

h 118 2Pe 1:4

i 119 Mat 5:8; Jua 4:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

2 (1) Puesto que somos hijos de Dios, seremos como El en la madurez de vida cuando El se manifieste. Ser como El es «lo que hemos de ser». Esto no se ha manifestado todavía. Esto indica que los hijos de. Dios tienen un gran futuro con una bendición más espléndida: no solamente tendremos la naturaleza divina, sino también la semejanza divina. Participar de la naturaleza divina es ya una gran bendición y disfrute, pero ser como Dios, poseyendo Su semejanza, será una bendición y un deleite aún más grande.

2 (2) Véase la nota 29 (1) del cap. 2.

2 (3) El se refiere a Dios en la frase anterior y representa a Cristo, quien se manifestará. Esto no sólo indica que Cristo es Dios, sino que también hace alusión a la Trinidad Divina. Cuando Cristo se manifieste, el Dios Triuno se manifestará; cuando le veamos a El, veremos al Dios Triuno; y cuando seamos como El, seremos como el Dios Triuno.

2 (4) Al verle reflejaremos Su semejanza ( 2Co_3:18), lo cual nos hará como El.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

manifestado… Lit. fue manifestado.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., si se manifiesta

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. fue manifestado.

Fuente: La Biblia Textual III Edición