Comentario de 1 Juan 3:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el pecado es infracción de la ley.
3:4 — Los _primeros tres versículos (juntamente con 2:29) hablan de lo que implica el ser hijo de Dios, y éste de lo que va excluido. Aquellos declaran lo positivo del asunto (acerca de lo que es compatible con el nacimiento de Dios y con la filiación divina); éste, lo negativo. El versículo 5 añade más prueba de la incompatibilidad entre el pecado y el ser hijo de Dios. — “Todo aquel que comete pecado,” Como “se purifica” (versículo 3) (tiempo presente durativo) se refiere a una acción continua o habitual, aquí también la frase “comete pecado.” Juan habla de quienes viven en pureza y de quienes en pecado. ¡No habla aquí de algún acto específico y singular, ni de pureza ni de pecado! El que va pecando no puede ser partícipe de los beneficios de ser hijo de Dios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
que comete, o practica pecado. 1Jn 3:8, 1Jn 3:9; 1Re 8:47; 1Cr 10:13; 2Co 12:21; Stg 5:15.
infringe también la ley. Núm 15:31; 1Sa 15:24; 2Cr 24:20; Isa 53:8; Dan 9:11; Rom 3:20; Rom 4:15; Stg 2:9-11.
pues el pecado es infracción. 1Jn 5:17; Rom 7:7-13.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las dos clases de personas que se describen son aquellos cuyos estilos de vida se caracterizan por la justicia y aquellos que se caracterizan por el pecado. Un estilo de vida de justicia revela una relación vital con Dios. La práctica del pecado niega una relación con Jesús, puesto que Él vino a borrar el pecado.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
El pecado que se describe en este versículo no es el pecado ocasional, sino un permanente estilo de vida de pecado.
infracción de la ley no es la ausencia de Ley, sino la rebelión activa contra la Ley.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
comete pecado. El verbo «comete» alude en griego a la idea de hacer del pecado una práctica habitual. Aunque los cristianos genuinos todavía tienen una disposición pecaminosa (1Jn 1:8) y cometen pecados que necesitan confesar (1Jn 1:9; 1Jn 2:1) ese no es el patrón de su vida. Un creyente que en verdad ha nacido de nuevo tiene una especie de alarma o mecanismo de protección en contra del pecado habitual gracias a su naturaleza nueva («nacido de Dios», v. 1Jn 3:9; Rom 6:12). el pecado es infracción de la ley. La primera razón por la que los cristianos no pueden practicar el pecado es que el pecado es incompatible con la ley de Dios que aman (Sal 119:34; Sal 119:77; Sal 119:97; Rom 7:12; Rom 7:22). La frase «infracción de la ley» alude a mucho más que transgredir la ley de Dios porque describe una actitud constante de rebelión que consiste en vivir como si no hubiera leyes o ignorar a propósito que esas leyes existen (Stg 4:17).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Estos versículos tratan la incompatibilidad del cristiano con el pecado. Los falsos maestros que Juan combatió, a causa de las nociones gnósticas que defendían (vea la Introducción: Contexto histórico) descontaban la importancia del pecado y la necesidad de la obediencia. Debido a su dualismo filosófico, veían la materia como mala en sí misma y en consecuencia, cualquier pecado cometido en el mundo físico era insignificante. En esta sección Juan da cuatro razones por las que todo cristiano verdadero no puede practicar el pecado de forma habitual (Jua 8:31; Jua 8:34-36; Rom 6:11; 2Jn 1:9).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El objetivo primordial de esta sección es combatir a los falsos maestros que corrompían los fundamentos de la fe. Estos versículos amplían, reiteran y recalcan todavía más la prueba moral que Juan ya ha presentado (vea 1Jn 2:3-11). Los versículos 1Jn 3:4-10 enseñan que los creyentes genuinos practican la justicia, mediante que los vv. 1Jn 3:11-24 muestran que los creyentes genuinos practican el amor hacia sus hermanos en la fe. A Juan le interesaba mucho que los cristianos supieran cómo distinguir lo verdadero de lo falso y lo genuino de lo artificial así como los creyentes verdaderos de los falsos. El apóstol presenta en su epístola las pruebas que ayudan a determinar la validez de la afirmación de cualquiera que diga ser un cristiano.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:4 — Los _primeros tres versículos (juntamente con 2:29) hablan de lo que implica el ser hijo de Dios, y éste de lo que va excluido. Aquellos declaran lo positivo del asunto (acerca de lo que es compatible con el nacimiento de Dios y con la filiación divina); éste, lo negativo. El versículo 5 añade más prueba de la incompatibilidad entre el pecado y el ser hijo de Dios.
— “Todo aquel que comete pecado,” Como “se purifica” (versículo 3) (tiempo presente durativo) se refiere a una acción continua o habitual, aquí también la frase “comete pecado.” Juan habla de quienes viven en pureza y de quienes en pecado. ¡No habla aquí de algún acto específico y singular, ni de pureza ni de pecado! El que va pecando no puede ser partícipe de los beneficios de ser hijo de Dios.
En 2:29 el texto griego dice “todo el que está haciendo justicia.” Aquí se hace contraste con eso, diciendo, “todo el que está haciendo pecado.” La forma gramatical en los dos versículos es igual.
— “infringe también la ley;” El texto griego dice literalmente, “Todo el que está haciendo pecado también está haciendo maldad.” En las dos frases es el mismo verbo, “hacer.” El que hace pecado también hace anomia. En Mat 7:23 se traduce “maldad;” a veces se traduce “iniquidad.” La “a” inicial de la palabra anomia significa que se priva la palabra de su sentido radical. En este caso nomos es la raíz de la palabra y quiere decir “ley.” anomos, pues, es lo contrario de ley; es oposición a la ley; es infracción de la ley. Es el estado de estar sin ley.
— “pues el pecado es infracción de la ley.” La palabra “pecado” es de la griega jamartia = errar al blanco. El pecado es anomia, dice Juan. Es maldad; es infracción de la ley. Peca el que hace algo contrario a la ley, o sin autorización de ella, o que no hace lo que la ley manda. Los referidos aquí por Juan vivían habitualmente de esta manera.
Los gnósticos reclamaban que su “conocimiento superior” les tenía exentos de la ley de Dios y que por eso no habían de considerarse culpables al cometer hechos pecaminosos. Pero aquí Juan recuerda a los hermanos que todo pecado infringe la ley de Dios. El que va pecando, pues, vive como transgresor de la ley de Dios. Los gnósticos, como todo hombre pecador, estaban condenados como transgresores de la ley de Dios. No andaban en la pureza, sino en el pecado. No podían gozar de la comunión de Dios (en quien no hay tinieblas, 1:5,6), ni ser hijos de Dios (2:29), ni tener la esperanza de gloria (3:2,3).
Fuente: Notas Reeves-Partain
1Jn 2:2; 1Jn 4:10; Jua 1:29; Jua 8:46 (ver también Jua 9:16; Jua 9:24; Jua 9:31); 2Co 5:21; Heb 4:15; Heb 7:26; 1Pe 1:19; 1Pe 2:22; 1Pe 2:24; 1Pe 3:18.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La necesidad de una conducta correcta. Pareciera que los falsos maestros sostuvieron que el conocimiento es de fundamental importancia, y que la conducta no importa. Pero Juan insiste en que el pecado es la evidencia de una mala relación con Dios. El pecado, nos dice, es infracción de la ley; la construcción gramatical en el original gr. implica que las dos palabras son intercambiables. La ley de que habla es, por supuesto, la ley de Dios, y la esencia del pecado es, por lo tanto, el desprecio por la ley de Dios. Es la aserción de uno mismo contra la opinión revelada de Dios con respecto al hombre, la preferencia para el egoísmo sobre el servir a Dios. Es improbable que Juan se esté refiriendo a la ley del AT, la Torah, porque en ningún lugar menciona esta ley y él parece dirigirse a los gentiles, que no captarían fácilmente tal referencia. Quiere decir más bien una violación desafiante de la ley moral de Dios. El pecado pone al pecador en oposición a Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Lit.: “Todo el que hace”.
REFERENCIAS CRUZADAS
l 122 Rom 3:20; 1Ti 5:20
m 123 Mat 7:23; Rom 4:15
n 124 1Jn 5:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
4 (1) Véase la nota 6 (5) del cap. 1. Practicar el pecado no es simplemente cometer actos pecaminosos ocasionalmente, sino vivir en el pecado (Ro 6:2), es decir, no vivir bajo el principio gubernamental de Dios.
4 (2) Es decir, no tener ley, vivir sin ley. No denota el hecho de carecer de la ley mosaica (cfr. Rom_5:13), porque el pecado ya estaba en el mundo antes de que la ley mosaica fuese dada. Aquí no tener ley denota no estar sometido al principio gubernamental de Dios. Vivir sin ley significa estar fuera del principio gubernamental de Dios y no someterse a dicho principio. Por lo tanto, vivir sin ley es pecado, y recíprocamente, el pecado es vivir sin ley.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
el pecado es infracción de la ley. I.e., quebrantamiento de cualquiera de las normas divinas.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
O, iniquidad
Lit., y