Comentario de 1 Juan 4:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Nadie ha visto a Dios jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
4:12 — El punto de Juan en este versículo es que, aunque es invisible Dios (nadie le ha contemplado), experimentamos su residencia en nosotros porque se practica en nuestras vidas el amor, el cual es la expresión de su naturaleza (versículo 8). Además el amor que es peculiarmente de Dios ha sido perfeccionado en nosotros, porque nos amamos unos a otros y ese amor halla expresión así en nosotros. — “Nadie ha vista a Dios jamás.” Véanse 4:20; Jua 1:18; Rom 1:20, Col 1:15; 1 Timothy, 1:17; 6:16; Heb 11:27; 1Pe 1:8. El tiempo perfecto del verbo significa que nadie le ha vista en tiempo pasado con el efecto de estar viéndole todavía ahora.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
ninguno vió jamás a Dios. 1Jn 4:20; Gén 32:30; Éxo 33:20; Núm 12:8; Jua 1:18; 1Ti 1:17; 1Ti 6:16; Heb 11:27.
nos amamos unos. 1Jn 4:6; 1Jn 3:24.
y su amor. 1Jn 4:17, 1Jn 4:18; 1Jn 2:5; 1Co 13:13.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El amor de unos a otros y una confesión ortodoxa son evidencias de una relación vital con Dios. Él en nosotros y nosotros en Él.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Juan introduce al lector la tercera de cinco razones por las que los cristianos aman, y es que el amor está en el centro del testimonio cristiano. Nadie puede ver a Dios amar porque Él es invisible. Jesús ya no tiene una presencia física en el mundo para manifestar el amor de Dios y la única demostración del amor de Dios en este tiempo es la iglesia. Ese testimonio es definitivo (Jua 13:35; 2Co 5:18-20). El argumento de Juan en los vv. 1Jn 4:7-12 puede resumirse así: El amor se originó en Dios, fue manifestado en su Hijo y quedó demostrado en su pueblo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:12 — El punto de Juan en este versículo es que, aunque es invisible Dios (nadie le ha contemplado), experimentamos su residencia en nosotros porque se practica en nuestras vidas el amor, el cual es la expresión de su naturaleza (versículo 8). Además el amor que es peculiarmente de Dios ha sido perfeccionado en nosotros, porque nos amamos unos a otros y ese amor halla expresión así en nosotros.
— “Nadie ha vista a Dios jamás.” Véanse 4:20; Jua 1:18; Rom 1:20, Col 1:15; 1 Timothy, 1:17; 6:16; Heb 11:27; 1Pe 1:8. El tiempo perfecto del verbo significa que nadie le ha vista en tiempo pasado con el efecto de estar viéndole todavía ahora.
En el texto griego la palabra “Dios” carece del artículo definido y por eso significa deidad; apunta a la Naturaleza o Esencia Divina, y no a la primera persona de la deidad. El término “Dios” se aplica correctamente a las tres Personas Divinas porque son de la misma naturaleza. Nadie ha visto esta Naturaleza Divina porque es invisible, pero se manifestó en carne (la encarnación) (Jua 1:18), y el hombre ha visto a Jesucristo. El hombre puede conocer a Dios porque Dios ha revelado su voluntad al hombre. Su divino poder se revela en la creación física (Rom 1:20), pero su voluntad en las Sagradas Escrituras (2Ti 3:16).
En Jua 1:18 el verbo griego indica sencillamente ver, pero aquí es otro verbo que significar contemplar.
— “Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros,” Véase 3:24, comentarios. Juan no habla de los requisitos para que Dios venga a residir en nosotros. No dice que el único requisito es amar a los hermanos. Está hablando a cristianos y les dice que la consecuencia o efecto del amor fraternal es la residencia permanente de Dios en los tales. (El otro efecto sigue en la próxima frase: su amor es perfeccionado en nosotros).
Dios mora (Versión Moderna) en nosotros, no literal o físicamente (véase 3:24, comentarios), porque la Naturaleza Divina es invisible, sino por medio de la relación espiritual que sostenemos con él porque tenemos comunión con él (1:3-7).
— “y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” Véase el versículo 17.
Hay tres interpretaciones posibles en cuanto a la expresión “su amor”:
1) El amor que el cristiano tiene para con Dios se madura o alcanza su madurez cuando andamos en amor fraternal. Véanse 2:5, comentarios; 4:20,21..
2) Otros entienden que la expresión “su amor” se refiere al amor que Dios tiene para con nosotros. Véase 2:15, comentarios sobre “el amor del Padre.” Cuando los cristianos se aman unos a otros, alcanza su meta en nosotros el amor de Dios. Véase Jua 14:23.
3) El amor, no de nosotros para con Dios, ni aún el de él para con nosotros, sino el amor que es peculiar a Dios, el que es singularmente de la Naturaleza Divina (versículo 8), y ha sido manifestado (versículo 9). Me parece que esta interpretación es la que corresponde más bien al contexto. Véanse los versículos 16 y 17.
Sea como sea la interpretación, el amor ha llegado a la perfección cuando está en pleno ejercicio en las vidas de los hermanos. Él verbo griego es del tiempo perfecto: “se ha perfeccionado.” Así dice la Versión Hispanoamericana.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Éxo 33:20; Jua 1:18; 1Ti 6:16.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
d 203 Éxo 33:20; Jua 1:18; Jua 4:24; Jua 5:37; Jua 6:46
e 204 1Jn 2:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
12 (1) Indica que si nos amamos unos a otros con el amor de Dios, tal como El nos amó, lo expresamos según Su esencia, a fin de que otros puedan ver en nosotros lo que El es en esencia.
12 (2) Amarnos unos a otros es una condición que resulta de nuestra permanencia en Dios (v. 13), y ésta es una condición que resulta de Su permanencia en nosotros ( Jua_15:4). Por lo tanto, cuando nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y Su amor es manifestado perfectamente en nosotros.
12 (3) El amor de Dios en 2:5 denota Su amor en nosotros, el cual viene a ser nuestro amor para con El y con el cual le amamos. Aquí Su amor denota el amor de Dios dentro de nosotros que viene a ser nuestro amor para con otros y con el cual nos amamos unos a otros. Esto indica que debemos tomar el amor de Dios como nuestro amor para amarle y amarnos unos a otros.
12 (4) La palabra griega significa completar, llevar a cabo, terminar. En Dios mismo, Su amor es perfecto y completo en sí mismo. Sin embargo, en nosotros necesita ser perfeccionado y completado en su manifestación. Este amor nos fue manifestado cuando Dios envió a Su Hijo para que fuera un sacrificio propiciatorio y vida para nosotros (vs.9-10).
Sin embargo, si no nos amamos unos a otros con este amor que nos fue manifestado, es decir, si no lo expresamos amándonos unos a otros con el amor con el cual Dios nos amó, dicho amor no es manifestado perfecta y completamente.
Este amor es perfeccionado y completado en su manifestación cuando lo expresamos en nuestro vivir al amarnos habitualmente unos a otros. Un vivir en el cual nos amamos unos a otros en el amor de Dios representa la perfección y completamiento de este amor cuando se manifiesta en nosotros. Así que, al vivir nosotros en el amor de Dios, los demás pueden contemplar a Dios manifestado en Su esencia, que es amor.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
vio… → Jua 1:18.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
g Jua 1:18.