Comentario de 1 Juan 5:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.

5:4 — “Porque todo lo que es nacido de Dios” Véase el versículo 1, comentarios.

Aquí no dice, como en 4:7, “todo aquel es nacido”, sino “todo lo que es nacido.” El pronombre neutro, en lugar del personal, sirve para quitar el énfasis de la persona y ponerlo en la fuerza que obra en la persona. Expresa lo universal del principio tratado: el que vence al mundo es el nacido de Dios. Desde luego es una persona el que lo hace (versículo 5). Dios da el poder a la persona de vencer al mundo, porque le da los mandamientos que cuando son llevados a cabo conducen a la persona a dicha victoria. — “ vence al mundo;” Véanse 2:13,14; 4:4. Compárese 2Pe 1:4. Aunque hay pruebas y tribulaciones en la vida del cristiano, los mandamientos de Dios nos son gravosos,, pues siempre salimos victoriosos cuando los estamos obedeciendo.

Sobre el “mundo,” véase 2:15, comentarios. No es de Dios (2:16); así es que los nacidos de Dios tienen que vencerlo.

El verbo “vence,” siendo del tiempo presente (durativo), indica una acción continua. Por la fe obediente (los versículos 1 y, 2), el cristiano continuamente está venciendo al mundo que está en el proceso de pasar a la destrucción (2:17, comentarios).

— “ y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” La fe tiene poder para vencer. Sobre la naturaleza y las victorias de la fe, véase NOTAS SOBRE HEBREOS, capítulo 11, comentarios. Dado que Dios nos pide que creamos (3:23), en realidad pide ¡que seamos victoriosos!

El verbo aquí traducido “ha vencido” en el texto griego es un participio aoristo y apunta así al tiempo pasado cuando la victoria comenzó a realizarse. La victoria que venció al mundo es nuestra fe. Esta fe continúa victoriosa de día en día. La victoria comienza a realizarse cuando obedecemos por fe al evangelio, y esa misma fe nos conduce diariamente en esta victoria sobre el mundo.

Ahora los gnósticos no poseían esta fe victoriosa (4:3), y por eso andaban en la práctica del pecado (1:6; 3:8), como esclavos del pecado (Rom 6:16). La única manera de vencer al mundo es por medio de la fe (obediencia al evangelio). Véase el versículo siguiente.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

todo aquello. 1Jn 5:1; 1Jn 3:9.

vence al mundo. 1Jn 5:5; 1Jn 2:13-17; 1Jn 4:4; Jua 16:33; Rom 8:35-37; 1Co 15:57; Apo 2:7, Apo 2:11, Apo 2:17, Apo 2:26; Apo 3:5, Apo 3:12, Apo 3:21; Apo 12:11; Apo 15:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Todo habla de la nueva naturaleza del hijo de Dios. La regeneración (o sea, nuestro crecimiento espiritual) otorga la victoria sobre el mundo que está opuesto a Dios. La fe que vence al mundo es la fe en Jesucristo como el Hijo de Dios (v. 1Jn 5:5), que murió por nosotros (v. 1Jn 5:6). El que vence al mundo obedece a Dios en vez de seguir las expectativas del mundo. Si amamos a Dios nos daremos cuenta que obedecerlo es un placer.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

VENCE AL MUNDO… NUESTRA FE. La fe que vence al mundo es la que ve las realidades eternas, conoce el poder de Dios y ama tanto a Cristo que los placeres pecaminosos del mundo, los valores seculares, las costumbres impías y el materialismo egoísta no solo pierden su atractivo para los creyentes, sino que también ellos los contemplan con disgusto, aversión y pena (véase Apo 2:7, nota).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

vence. Juan define con claridad quiénes son estos vencedores: Todos los que creen que Jesús es el Hijo de Dios y todo lo que esto significa. Los vencedores son creyentes sin excepción alguna (cp. 1Jn 2:13). La palabra que se traduce «vence» viene de un vocablo griego que significa «conquistar», «tener victoria», «mostrar superioridad» o «poder para sojuzgar». Es un término que refleja una superioridad genuina que conduce a un éxito abrumador. La victoria es demostrable e incluye el derrocamiento de un enemigo para que el triunfo sea visible a todos. Jesús también usó esta palabra para describirse a sí mismo (Jua 16:33). Gracias a la unión de los creyentes con Cristo, ellos también son partícipes en su victoria gloriosa (Rom 8:37; 2Co 2:14). La palabra «vence» en el idioma original transmite la idea de que el creyente tiene victoria continua sobre el mundo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

al mundo. El sistema de engaño y maldad que es controlado por Satanás a escala global. Vea las notas sobre 1Jn 2:15. Por medio de Cristo y su provisión de salvación, el creyente es un vencedor invicto (v. 1Jn 5:5) sobre el sistema invisible de maldad demoníaca y humana que Satanás maneja para capturar almas humanas y llevarlas con él al infierno. Para que sus lectores capten la grandeza de esta victoria, Juan repite tres veces la referencia de vencer al mundo. nuestra fe … el que cree. La fe en Jesucristo y la dedicación total de la vida a Él hacen del creyente un vencedor. Esto es algo que Juan repite para llamar la atención sobre su importancia.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:4 — “Porque todo lo que es nacido de Dios” Véase el versículo 1, comentarios.
Aquí no dice, como en 4:7, “todo aquel es nacido”, sino “todo lo que es nacido.” El pronombre neutro, en lugar del personal, sirve para quitar el énfasis de la persona y ponerlo en la fuerza que obra en la persona. Expresa lo universal del principio tratado: el que vence al mundo es el nacido de Dios. Desde luego es una persona el que lo hace (versículo 5). Dios da el poder a la persona de vencer al mundo, porque le da los mandamientos que cuando son llevados a cabo conducen a la persona a dicha victoria.– “ vence al mundo;” Véanse 2:13,14; 4:4. Compárese 2Pe 1:4. Aunque hay pruebas y tribulaciones en la vida del cristiano, los mandamientos de Dios nos son gravosos,, pues siempre salimos victoriosos cuando los estamos obedeciendo.
Sobre el “mundo,” véase 2:15, comentarios. No es de Dios (2:16); así es que los nacidos de Dios tienen que vencerlo.
El verbo “vence,” siendo del tiempo presente (durativo), indica una acción continua. Por la fe obediente (los versículos 1 y, 2), el cristiano continuamente está venciendo al mundo que está en el proceso de pasar a la destrucción (2:17, comentarios).
— “ y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” La fe tiene poder para vencer. Sobre la naturaleza y las victorias de la fe, véase NOTAS SOBRE HEBREOS, capítulo 11, comentarios. Dado que Dios nos pide que creamos (3:23), en realidad pide ¡que seamos victoriosos!
El verbo aquí traducido “ha vencido” en el texto griego es un participio aoristo y apunta así al tiempo pasado cuando la victoria comenzó a realizarse. La victoria que venció al mundo es nuestra fe. Esta fe continúa victoriosa de día en día. La victoria comienza a realizarse cuando obedecemos por fe al evangelio, y esa misma fe nos conduce diariamente en esta victoria sobre el mundo.
Ahora los gnósticos no poseían esta fe victoriosa (4:3), y por eso andaban en la práctica del pecado (1:6; 3:8), como esclavos del pecado (Rom 6:16). La única manera de vencer al mundo es por medio de la fe (obediencia al evangelio). Véase el versículo siguiente.

Fuente: Notas Reeves-Partain

1Jn 4:4; 1Co 15:57; Efe 6:16.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

i 237 1Jn 5:18

j 238 Jua 16:33

k 239 Rev 15:2

l 240 Rev 12:11

m 241 2Ti 4:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

4 (1) Se refiere a todo aquel que ha nacido de Dios. Sin embargo, esta expresión debe de referirse especialmente a aquella parte que ha sido regenerada con la vida divina, es decir, al espíritu de una persona regenerada ( Jua_3:6) . El espíritu regenerado del creyente que ha sido regenerado no practica el pecado (3:9) y vence al mundo. El nacimiento divino del creyente con la vida divina es el factor básico de una vida victoriosa.

4 (2) Tanto en el Evangelio de Juan como en esta epístola, Juan da énfasis al nacimiento divino ( Jua_1:13 ; 3:3, 5; 1Jn_2:29 y la nota 7; 3:9; 4:7; 5:1,4,18), por medio del cual la vida divina es impartida en los que creen en Cristo ( Jua_3:15-16 , Jua_3:36 ; 1Jn_5:11-12). Este nacimiento divino, el cual trae la vida divina, es el factor básico de todos los misterios acerca de la vida divina, tales como la comunión de la vida divina (1:3-7), la unción de la Trinidad Divina (2:20-27), el permanecer en el Señor (2:28 3:24) y el vivir divino que practica la verdad divina (1:6), la voluntad divina (2:17), la justicia divina (2:29; 3:7), y el amor divino (3:11, 22-23; 5:1-3) para expresar a la Persona divina (4:12). El nacimiento divino con la vida divina es también el factor básico en la sección que abarca los vs. 4-21. Este nacimiento da seguridad a los creyentes, a quienes Dios ha engendrado, dándoles confianza en la capacidad y virtud de la vida divina.

4 (3) Puesto que los creyentes regenerados tienen la capacidad de la vida divina para vencer al mundo, el poderoso sistema satánico, los mandamientos del Señor no les son pesados ni gravosos (v.3).

4 (4) Véase la nota 15 (2) del cap.2.

4 (5) La fe que nos introduce en la unión orgánica con el Dios Triuno y que cree que Jesús es el Hijo de Dios (v.5) a fin de que nazcamos de Dios y tengamos Su vida divina, la cual nos capacita para vencer al mundo que Satanás ha organizado y usurpado.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

ha vencido… Lit. habiendo vencido.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R698 Ἡ πίστις está en aposición con ἡ νίκη: esta es la victoria …, nuestra fe.

T21 El género neutro se puede referir a una persona, siempre que el énfasis recaiga menos en el individuo que en alguna cualidad general sobresaliente; πᾶν se agrega a menudo para hacer que esto sea claro (como en este versículo).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, engendrado

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. habiendo vencido.

Fuente: La Biblia Textual III Edición