Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios: que él ha dado testimonio acerca de su Hijo.
5:9 — “Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios;” La palabra “si” no indica duda. Véase 4:11, comentarios. La verdad es que sí recibimos habitualmente el testimonio de los hombres. (“recibimos” = aceptar el testimonio como verdadero. Compárese Jua 8:17). Siendo así el caso en cuanto a testimonio humano, con más razón se debe recibir el testimonio divino, el cual es más creíble o digno de aceptación. “Es mayor.” La misma lógica demanda esto. — _”porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.” El testimonio (que es triple: agua, sangre, Espíritu Santo, los versículos 6 y 8) es de Dios, y es en cuanto a la deidad de Jesucristo y subsecuentemente a la Vida que hay en él para el pecador, a consecuencia de su muerte en la cruz (los versículos 1,5,9,11,12,13). Tanto testimonio no se da respecto a persona ordinaria, sino a la persona que es su Hijo (los versículos 5,9,10, etcétera).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
si recibimos el testimonio. 1Jn 5:10; Jua 3:32, Jua 3:33; Jua 5:31-36, Jua 5:39; Jua 8:17-19; Jua 10:38; Hch 5:32; Hch 17:31; Heb 2:4; Heb 6:18.
porque éste es el testimonio de Dios. Mat 3:16, Mat 3:17; Mat 17:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Aceptamos el testimonio de los hombres, así que debemos aceptar el testimonio de Dios.
EN FOCO
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«Pecado»
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(Gr. jamartía) (1Jn 1:7, 1Jn 1:9; 1Jn 2:2; 1Jn 3:4, 1Jn 3:9; 1Jn 4:10; 1Jn 5:16; Gál 1:4) # en Strong G266: Literalmente, la palabra quiere decir «fallar la marca», errar. En este versículo hay un tipo de pecado del que uno puede recuperarse y otro tipo de pecado del que uno no se puede recuperar. La diferencia es una que se esperaba que los lectores de Juan conocieran. Sólo podemos hacer conjeturas. El contenido de esta carta sugiere que aquellos que abandonaron la comunidad cristiana (1Jn 2:18, 1Jn 2:19) en persecución de enseñanzas tipo «anticristo», heréticas, eran irrecuperables. Su negación de la verdadera persona de Jesús (1Jn 4:1-3) lleva a un pecado impenitente, el cual finalmente produce la muerte espiritual.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
5:9 — “Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios;” La palabra “si” no indica duda. Véase 4:11, comentarios. La verdad es que sí recibimos habitualmente el testimonio de los hombres. (“recibimos” = aceptar el testimonio como verdadero. Compárese Jua 8:17). Siendo así el caso en cuanto a testimonio humano, con más razón se debe recibir el testimonio divino, el cual es más creíble o digno de aceptación. “Es mayor.” La misma lógica demanda esto.
–_”porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.” El testimonio (que es triple: agua, sangre, Espíritu Santo, los versículos 6 y 8) es de Dios, y es en cuanto a la deidad de Jesucristo y subsecuentemente a la Vida que hay en él para el pecador, a consecuencia de su muerte en la cruz (los versículos 1,5,9,11,12,13). Tanto testimonio no se da respecto a persona ordinaria, sino a la persona que es su Hijo (los versículos 5,9,10, etcétera).
El verbo “ha testificado,” siendo de tiempo perfecto, significa que Dios dio este testimonio y que está en efecto hasta el momento.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL TESTIMONIO DE MAYOR EXCEPCIÓN
1 Juan 5:9-10
Si aceptamos el testimonio de los hombres, con mucha más razón el testimonio de Dios. Y este es el testimonio de Dios acerca de Su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene ese testimonio dentro de sí. El que no cree a Dios, Le ha dejado por mentiroso, porque no da crédito al testimonio que Dios ha dado de Su Hijo.
Hay dos ideas básicas por detrás de este pasaje.
Está la idea del Antiguo Testamento de lo que constituye un testimonio aceptable. La Ley era absolutamente clara: » No se tendrá en cuenta a un solo testigo contra alguien en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquier ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se tendrá en cuenta la acusación» (Dt 19:15 ; cp. 17:6). Un triple testimonio humano era suficiente para establecer cualquier hecho. ¡Cuánto más se debe considerar convincente el triple testimonio divino, el del Espíritu, el agua y la sangre!
Segundo, la idea del testimonio es una parte esencial del pensamiento de Juan. Encontramos en su evangelio diferentes testimonios que convergen en la Persona de Jesucristo. Juan el Bautista es un testigo de Jesús (Jn 1:15; Jn 1:32-34 ; Jn 5:33 ). Las obras de Jesús son un testimonio de Él (Jn 5:36 ). Las Escrituras dan testimonio de Él (Jn 5:39 ). El Padre Que Le envió es Su Testigo (Jn 5:30-32; Jn 5:37 ; Jn 8:18 ). El Espíritu es testigo de Jesús: «Cuando venga el Ayudador, al Que Yo os mandaré desde el Padre (Me refiero al Espíritu de la Verdad, Que procede del Padre), Él será Mi testigo» (Jn 15:26 ).
Juan pasa a usar una frase que es una de las favoritas de su evangelio. Habla de la persona que «cree en el Hijo de Dios.» Hay una amplia diferencia entre creer a una persona, y creer en ella. Si creemos a una persona, no hacemos más que aceptar como verdadero lo que esté diciendo en aquel momento. Si
creemos en una persona, la aceptamos totalmente con todo lo que representa con completa confianza. Estaríamos dispuestos, no sólo a confiar en lo que nos dice, sino también en ella. Creer en Jesucristo es mucho más que aceptar como cierto lo que Él nos dice. Es además entregarnos en Sus manos para toda la vida y la eternidad.
Cuando una persona hace eso, el Espíritu Santo testifica en su interior de que está haciendo lo que es correcto. Es el Espíritu Santo el que le da la convicción del valor supremo y definitivo de Jesucristo, y le asegura de que actúa rectamente al hacer este acto de entrega a El. El que se niegue a hacerlo está rechazando los impulsos del Espíritu Santo en su corazón.
Si una persona se niega a aceptar la evidencia de otras que han experimentado lo que Cristo puede hacer, la evidencia de las obras de Cristo, de las Escrituras, del Espíritu Santo y de Dios mismo, en efecto está llamando mentiroso a Dios, lo cual es el colmo de la blasfemia.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Jua 5:32; Jua 5:36-37; Jua 8:18.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
x 253 Mar 15:39; Jua 1:29; Jua 1:32
y 254 Mar 1:11; Luc 9:35; Jua 12:28
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
9 super (1) El testimonio dado mediante el agua, la sangre y el Espíritu, de que Jesús es el Hijo de Dios constituye el testimonio de Dios, el cual es mayor que el de los hombres.