Acerca de esta salvación han inquirido e investigado diligentemente los profetas que profetizaron de la gracia que fue destinada para vosotros.
1:10 — «Los profetas… a vosotros». Para enfatizar la importancia de la salvación de la cual Pedro estaba expresándose, y así consolar a los cristianos afligidos, ahora dice que los profetas del Antiguo Testamento escudriñaron con la mayor diligencia acerca de ella. Este pasaje prueba que hablaban por inspiración, pues tuvieron que examinar diligentemente las cosas que decían en profecía, porque no hablaban de su propio entendimiento. Considérense Dan 7:15-16; Dan 9:2; Mat 13:17. La comprensión del cristiano de hoy en día es mucho más clara acerca de las cosas del evangelio que la de los profetas del Antiguo Testamento.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
los profetas. Gén 49:10; Dan 2:44; Hag 2:7; Zac 6:12; Mat 13:17; Luc 10:24; Luc 24:25-27; Luc 24:44; Hch 3:22-24; Hch 7:52; Hch 10:43; Hch 13:27-29; Hch 28:23; 2Pe 1:19-21.
inquirieron e indagaron. 1Pe 1:11; Pro 2:4; Dan 9:3; Jua 5:39; Jua 7:52; Hch 17:11.
de la gracia. Heb 11:13, Heb 11:40.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
gracia destinada a vosotros. Por naturaleza propia Dios siempre ha tenido gracia, incluso bajo el pacto antiguo que era incondicional (cp. Éxo 33:19; Jon 4:2). No obstante, los profetas predijeron una manifestación todavía mayor de gracia divina en comparación a todo lo que habían conocido hasta entonces (Isa 45:20-25; Isa 52:14-15; Isa 55:1-7; Isa 61:1-3; cp. Rom 9:24-33; Rom 10:11; Rom 10:13; Rom 10:20; Rom 15:9-21). esta salvación. En esta sección, Pedro considera la grandeza de la salvación desde el punto de vista de los agentes divinos que la hicieron posible: 1) profetas del AT (vv. 1Pe 1:10-11), 2) el Espíritu Santo (vv. 1Pe 1:11-12), 3) los apóstoles del NT (v. 1Pe 1:12) y 4) los ángeles (v. 1Pe 1:12). inquirieron y diligentemente indagaron. Los profetas del AT estudiaban sus propios escritos para saber más acerca de la salvación prometida por Dios. Aunque creyeron y fueron salvos de su pecado por esa fe (mediante el sacrificio que Dios proveería en Cristo), no pudieron entender por completo todo lo que implicaba la vida y muerte de Jesucristo (cp. Núm 24:17; Heb 11:13; Heb 11:39-40).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:10 — «Los profetas… a vosotros». Para enfatizar la importancia de la salvación de la cual Pedro estaba expresándose, y así consolar a los cristianos afligidos, ahora dice que los profetas del Antiguo Testamento escudriñaron con la mayor diligencia acerca de ella.
Este pasaje prueba que hablaban por inspiración, pues tuvieron que examinar diligentemente las cosas que decían en profecía, porque no hablaban de su propio entendimiento. Considérense Dan 7:15-16; Dan 9:2; Mat 13:17. La comprensión del cristiano de hoy en día es mucho más clara acerca de las cosas del evangelio que la de los profetas del Antiguo Testamento.
–«inquirieron y… salvación». El Antiguo Testamento no era un fin en sí, sino que las profecías de él apuntaban a las cosas de la revelación del evangelio, a la gracia de Dios en Cristo Jesús para todo el mundo. Este es el significado de Jua 1:17. Las cosas del Nuevo Testamento (del evangelio) son la culminación de toda la revelación de Dios, desde el libro de Génesis.
La gracia y la salvación, dice Pedro, fueron el blanco de las profecías de aquellos profetas. La dispensación del evangelio, revelada en el Nuevo Testamento, es la que habla de la gracia de Dios como la base de la salvación de todo pecador.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL ANUNCIO DE LA GLORIA
1 Pedro 1:10-12
Los profetas que anunciaron la gracia que os habría de venir, inquirieron e indagaron sobre esa Salvación, tratando de descubrir cuándo y cómo el Espíritu de Cristo que estaba en ellos les decía que había de suceder, testificando anticipadamente acerca de los sufrimientos que Le estaban destinados a Cristo y las glorias que habrían de seguirlos. A ellos les fue revelado que el ministerio que estaban ejerciendo acerca de esas cosas no era para sí mismos, sino para vosotros; las cosas que ahora os han sido proclamadas por medio de los que os han predicado el Evangelio en el poder del Espíritu Santo enviado desde el Cielo, que son cosas que los ángeles anhelan vislumbrar.
Aquí tenemos otra vez un pasaje henchido de riquezas. La maravilla de la Salvación que había de venir a la humanidad en la Persona de Jesucristo era tal que los profetas inquirieron e indagaron acerca de ella; y hasta los ángeles estaban ansiosos por vislumbrarla. Pocos pasajes tienen tanto que decirnos sobre cómo escribieron los profetas y cómo eran inspirados.
(i) Se nos dicen dos cosas de los profetas. La primera, que inquirieron e indagaron sobre la Salvación que iba a venir. La segunda, el Espíritu de Cristo que estaba en ellos les habló acerca de Cristo. Aquí tenemos la gran verdad de que la inspiración depende de dos cosas: la mente investigadora de la persona, y el Espíritu revelador de Dios. Se solía decir a veces que los que escribieron las Sagradas Escrituras eran como plumas en las manos de Dios, o como flautas por las que soplaba el Espíritu o liras por las que Se movía. Es decir: se afirmaba que no eran más que instrumentos, casi inconscientes, en las manos de Dios. Pero este pasaje nos dice que la verdad de Dios sólo viene al que la busca. En la ‘inspiración hay un elemento humano, y otro divino; es el producto, a la vez, de la búsqueda de la mente humana y de la Revelación del Espíritu de Dios.
Además, este pasaje nos dice que el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo, siempre ha estado activo en el mundo. Siempre que las personas han vislumbrado la belleza, o han alcanzado la verdad, o han- sentido el anhelo de Dios, era por la acción del Espíritu .de Cristo. Nunca ha habido ningún momento en la historia de una nación cuando el Espíritu Santo no estuviera moviendo a las personas a buscar a Dios, y guiándolas para que Le encontraran. Algunas veces la gente estaba ciega y sorda, o malentendían esa dirección; a veces no captaba más que fragmentos de ella; pero siempre el Espíritu revelador estaba guiando a la mente buscadora.
(ii) Este pasaje nos dice que los profetas hablaron de los sufrimientos y de la gloria de Cristo. Pasajes tales como el Salmo 22 e Isa 52:13-53 :12 encontraron su consumación y cumplimiento en los sufrimientos de Cristo. Pasajes tales co- mo los Salmos 2, 16:8-11, o 110 encontraron su cumplimiento en la gloria y el triunfo de Cristo. No tenemos que creer que los profetas tuvieron visiones del Hombre Jesús de manera anticipada. Lo que sí previeron fue que Uno vendría un día en Quien se harían realidad y cumplirían sus sueños y visiones.
(iii) Este pasaje nos dice para quién hablaron los profetas. Era el mensaje de la gloriosa liberación de Dios lo que ellos trajeron a la humanidad. Esa era una liberación que ellos mismos no llegaron a experimentar. A veces Dios le da una visión a una persona, pero le dice: «¡Pero todavía no!» Llevó a Moisés a la cima del Pisga, y le mostró toda la Tierra Prometida y le dijo: «Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá» (Dt 34:1-4 ). Alguien cuenta que a la caída de la tarde había un ciego encendiendo las farolas. Iba guiándose con el bastón de farola en farola llevando una luz que él mismo no habría de ver. Como los profetas sabían, era un gran privilegio tener una visión, aunque su cumplimiento fuera para otros en el futuro.
EL MENSAJE DEL PREDICADOR
1 Pedro 1:10-12 (conclusión)
Este pasaje nos habla, no sólo de las visiones de los profetas, sino también del mensaje de los predicadores. Habían sido los predicadores los que habían llevado el mensaje de Salvación a los lectores de la carta de Pedro.
(i) Nos dice que predicar es anunciar la Salvación. La predicación puede cambiar de sistema o de aspecto según los tiempos, pero fundamentalmente es la proclamación del Evangelio, la Buena Noticia. Puede que el predicador tenga a veces que advertir, amenazar y condenar; puede que tenga que recordarles a las personas que hay tal cosa como el juicio y la ira de Dios; pero básicamente, por encima de todo, su mensaje es el anuncio de la Salvación.
(ii) Nos dice que predicar es por medio del Espíritu Santo enviado del Cielo. El mensaje del predicador no es algo suyo, sino que le es dado. Él presenta, no sus propias opiniones y hasta prejuicios, sino la verdad que le ha dado el Espíritu Santo. Como el profeta, tendrá que indagar e inquirir, que estudiar y que aprender; pero debe fundamentalmente esperar que le llegue la dirección del Espíritu Santo.
(iii) Nos dice que el mensaje del predicador es acerca de cosas que los ángeles querrían vislumbrar. Es inexcusable la trivialidad en la predicación. No hay disculpas para presentar un mensaje embadurnado de tierra y desamable, sin interés ni emoción. La Salvación de Dios es una cosa tremenda.
Es con el mensaje de Salvación y la inspiración del Espíritu de Cristo como debe siempre presentarse el predicador.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Como se Nos Dio a Conocer Nuestra Salvacion
Esta es la obra del Espíritu Santo (12), el Espíritu de Cristo (11). Hizo que los profetas preanunciaran la gracia que fue destinada para vosotros (10), y aun que previeran las aflicciones que habían de venir a Cristo y las glorias después de ellas (11; ver, p. ej. Sal. 22:17, 18; Isa. 53; Lam. 1:12). Pero por mucho que lo intentaran, los profetas no podían saber cuándo y cómo ocurriría eso. El Espíritu también había guiado a aquellos que entendieron las buenas nuevas sobre la muerte y resurrección de Jesús para explicar a los lectores de Pedro cómo estas cosas habían sido cumplidas para ellos.
Los profetas se refiere naturalmente a los autores del AT y no a los profetas cristianos del NT. Su doble tema era la gracia que estaba destinada para el pueblo de Dios y las aflicciones y las glorias después de ellas que estaban destinadas para Cristo. Hay un vívido paralelismo en el original. El v. 11 es una importante afirmación sobre la inspiración de los autores del AT (ver también Mat. 5:17; Luc. 24:25-27, 44-47; Juan 5:39, 45-47). Estos vv. también subrayan el papel de la segunda y la tercera personas de la Trinidad en el plan divino de la salvación; el Hijo lo lleva a cabo y el Espíritu lo ha ce conocer. El anhelo de los ángeles de contemplar esas cosas se ve claramente por la aparición del mismo verbo en Juan 20:5 sobre Juan mirando la tumba vacía.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
z 26 Dan 2:44; Hag 2:7; Zac 6:12
a 27 Sal 84:11
b 28 Mat 13:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
los profetas. Al exponer el mensaje divino, los profetas del A.T. revelaron la salvación que traería el Mesías, pero no pudieron comprender en su totalidad dicha revelación.
Fuente: La Biblia de las Américas
10 (1) Pedro siguió el ejemplo del Señor ( Luc_24:25-27 , Luc_24:44-46) al citar los profetas del Antiguo Testamento para confirmar su enseñanza tocante a la salvación revelada en el Nuevo Testamento.
10 (2) Un sinónimo de salvación en este versículo. Véase la nota 13 (4) . Con respecto a gracia véanse las notas 14 (6) de Jn 1 y 10 (1) de 1co 15.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Aunque los profetas del AT hablaron de gracia otorgada a gentiles, no entendían todo lo que estaba implicado en la salvación ofrecida por Dios a los gentiles mediante un Mesías que había de sufrir (cp. Col 1:26-27). Los profetas del AT predijeron tanto los sufrimientos (Isa 53:1-12) como la gloria (Isa 11:1-16) del Mesías, sin distinguir que lo primero se cumpliría en Su primera venida, y lo segundo en la segunda venida.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit. para vosotros gracia.