Comentario de 1 Pedro 1:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Tened presente que habéis sido rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual heredasteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata,
1:18 — «sabiendo que fuisteis rescatados». La palabra griega traducida «rescatados» aparece solamente en Luc 24:21, en Tit 2:14, y aquí. Se emplea la idea de pagar el precio de rescate, para libertar al cautivo. Cristo pagó el precio del rescate del cristiano (Luc 4:18; Mat 20:28; 1Ti 2:6). Nos compró con su sangre (1Co 6:20; 2Pe 2:1; Apo 14:4). Este es el tercer incentivo para ser santos (el primero, ver. 16, Dios es Santo; el segundo, ver. 17, nos juzgará sin parcialidad; y el tercero, ver. 18, el rescate costoso que Cristo realizó).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
que fuisteis rescatados, o redimidos. Sal 49:7, Sal 49:8; 1Co 6:20; 1Co 7:23.
vana manera de vivir. Sal 39:6; Sal 62:10; Jer 4:11; Rom 1:21; 1Co 3:20.
recibisteis de vuestros padres. 1Pe 4:3; Jer 9:14; Jer 16:19; Jer 44:17; Eze 20:18; Amó 2:4; Zac 1:4-6; Mat 15:2, Mat 15:3; Hch 7:51, Hch 7:52; Hch 19:34, Hch 19:35; Gál 1:4.
no con cosas corruptibles. 1Pe 1:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
rescatados sugiere la idea de ofrecer algo, usualmente dinero, a cambio de la libertad de un esclavo o de un prisionero de guerra. Dios compró nuestra libertad, pagando por nosotros con la vida de su Hijo (v. 1Pe 1:19).
vuestra vana manera de vivir: El enfoque de Pedro no está en ninguna acción específica, sino en la forma de vida que sus lectores heredaron de sus ancestros. Esas antiguas maneras eran inútiles, vacías de poder e incapaces de asegurar la salvación. Los lectores de Pedro necesitaban ser arrebatados de su condición perdida.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
RESCATADOS. Véase el ARTÍCULO TÉRMINOS BÍBLICOS DE LA SALVACIÓN, P. 1572. [Rom 1:16].
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
rescatados. Vea la nota sobre 1Ti 2:6. Es decir, pagar el precio para librar a una persona de la esclavitud, dejar a alguien en libertad mediante el pago de un rescate. «Redención» o «rescate» era un término técnico que se aplicaba al dinero pagado para comprar la libertad de un prisionero de guerra. Aquí alude al precio pagado para comprar la libertad de los que están en servidumbre al pecado y bajo la maldición de la ley (i.e. muerte eterna, cp. Gál 3:13). El precio pagado a un Dios santo fue la sangre derramada de su propio Hijo (cp. Éxo 12:1-13; Éxo 15:13; Sal 78:35; Hch 20:28; Rom 3:24; Gál 4:4-5; Efe 1:7; Col 1:14; Tit 2:14; Heb 9:11-17).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:18 — «sabiendo que fuisteis rescatados». La palabra griega traducida «rescatados» aparece solamente en Luc 24:21, en Tit 2:14, y aquí. Se emplea la idea de pagar el precio de rescate, para libertar al cautivo. Cristo pagó el precio del rescate del cristiano (Luc 4:18; Mat 20:28; 1Ti 2:6). Nos compró con su sangre (1Co 6:20; 2Pe 2:1; Apo 14:4).
Este es el tercer incentivo para ser santos (el primero, ver. 16, Dios es Santo; el segundo, ver. 17, nos juzgará sin parcialidad; y el tercero, ver. 18, el rescate costoso que Cristo realizó).
–«de vuestra vana manera de vivir». La vida del hombre fuera de Cristo es vana, o hueca. Véase Hch 14:15. Se hace referencia en particular a la idolatría, pero toda la vida sin Cristo es vana. Léase Efe 4:17-19. Rom 1:21-32 describe a tal vida. Hay dos «maneras de vivir»: la vana (este versículo), y la santa (ver. 15).
–«la cual recibisteis de vuestros padres». Lo que un pueblo recibe de sus antepasados se constituye la «cultura» de ese pueblo. La cultura es el conjunto de los conceptos, prácticas, tradiciones, costumbres y filosofías (maneras de ver las cosas) que implanta el tiempo. Hay cosas buenas en todas las culturas (porque hay en parte respeto por las cosas reveladas de Dios — Rom 2:14-15), pero hay cosas malas con que el cristiano de una dada cultura no puede compartir. Se libra de tales cosas, siguiendo la mente de Cristo (Efe 4:19-20 y sig.).
Hay hermanos que tratan de justificarse en ciertas prácticas y actitudes, que son de su cultura, diciendo: «Pues así somos nosotros,” o “así hacemos en tal y tal parte». Hacen cosas contra la ley de Cristo, que no aprendieron a Cristo, pero no sienten nada, porque se dejan llevar por «la cultura». Dice Pedro que estas cosas malas las recibimos de nuestros padres (por la cultura), y que el cristiano ha sido redimido de ellas.
Por ejemplo hay quienes mienten para evitar «ofender» a la persona, porque la cultura dice que «ofender» (es decir, lastimar sentimientos) es el pecado imperdonable. Hay quienes toman el nombre de Dios en vano, usando expresiones de costumbre, sin pensar en lo que están diciendo. Lo dicen porque es lo que se oye decir comúnmente. Lo dicen sin pensar. Hay otros muchos ejemplos de lo que Pedro llama «la vana manera de vivir recibida de los padres» (la cultura). El hombre sigue su cultura porque está «habituado» (1Co 8:7) por la práctica que comenzó en su infancia.
Otro mal consiste en que se tiende a juzgar (condenar) a los de otras culturas, midiéndoles por su propia cultura (o manera de ver y hacer las cosas). Para él no hay cultura como la suya (aunque no lo diría en tantas y cuantas palabras). Por ejemplo: si otros se visten de diferente manera que los de esta cultura, aunque sea ropa modesta siempre se condena por no ser de esta cultura. En este caso (hablo de cristianos) la enseñanza de Cristo no es la norma de medida, sino la cultura de la persona. Se olvida que ¡Cristo no se vestía de pantalón y camisa (con o sin corbata)!
A mi juicio los que predicamos y enseñamos debemos dar más atención a este asunto de «la cultura». ¡La cultura no es la norma del cristiano! El evangelio de Cristo no impone ninguna cultura en los demás (el judío podía seguir circuncidando a sus hijitos, y el gentil comiendo todas las carnes); dirige solamente al que quiera ser salvo al abandonar la vana manera de vivir recibida de los padres, para andar en la santidad de Dios.
–«no con… o plata». Literalmente da a entender el texto griego, «no con moneditas de oro o plata». El oro y la plata, aunque son metales preciosos, ¡son corruptibles! Ya habló Pedro de la herencia incorruptible del cristiano (ver. 4). Compárese 1Co 9:25.
El precio de redención fue más grande en valor que el valor del oro y de la plata corruptibles. Como el cautivo redimido amará muchísimo al que le rescata, así los cristianos debemos amar con todo nuestro corazón al que nos redimió del pecado con el precio de su sangre, y hacer su voluntad, viviendo en santidad.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Efe 1:7; Col 1:14.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) Lit.: “fueron libertados por rescate”.
REFERENCIAS CRUZADAS
u 48 Isa 52:3
v 49 1Co 6:20
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
redimidos. Redimir significa liberar a un esclavo, pagando el precio del rescate. El rescate de los que viven como esclavos del pecado es logrado mediante la sangre de Cristo (vers. 19; v. coment. en Ro 3:24).
Fuente: La Biblia de las Américas
18 (1) Vivir de una manera vana está en contraste con vivir santamente, lo cual se menciona en el v.15. En principio, la sangre de Cristo nos redimió de los pecados, de las transgresiones, de vivir sin ley y de todo lo pecaminoso ( Efe_1:7 ; Heb_9:15 ; Tit_2:14). Aquí tenemos una excepción: la sangre de Cristo nos redimió de nuestra vieja y vana manera de vivir, porque aquí no se da énfasis a lo pecaminoso, sino a la manera de vivir. Todo el capítulo recalca la santa manera en que el pueblo escogido de Dios debe vivir durante su peregrinación. Tanto la santificación del Espíritu como la redención de Cristo tienen este fin: separarnos de la vana manera de vivir que heredamos de nuestros padres. Puesto que sabemos que esto fue obtenido con el más alto precio, la preciosa sangre de Cristo, debemos conducirnos en temor todos los días de nuestra peregrinación (v.17).
Nuestra vieja manera de vivir, un vivir en concupiscencias (v.14), no tenía significado ni meta; por ende, era vana. Pero ahora tenemos la meta de vivir una vida santa para expresar a Dios en Su santidad (vs.15-16).
18 (2) Lit, algo de plata o algo de oro (por ejemplo, una moneda).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Se inserta como para suplir elipsis del original
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, rescatados