Amados, yo os exhorto como a peregrinos y expatriados, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma.
2:11 — «Amados,… peregrinos». Pedro usa la palabra «amados» varias veces en sus dos cartas. Véanse 4:12; 2Pe 3:15, y también Hch 15:25.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Yo os ruego. Rom 12:1; 2Co 5:20; 2Co 6:1; Efe 4:1; Flm 1:9, Flm 1:10.
como a extranjeros. 1Pe 1:1, 1Pe 1:17; Gén 23:4; Gén 47:9; Lev 25:23; 1Cr 29:15; Sal 39:12; Sal 119:19, Sal 119:54; Heb 11:13.
que os abstengáis. 1Pe 4:2; Luc 21:34; Hch 15:20, Hch 15:29; Rom 8:13; Rom 13:13, Rom 13:14; 2Co 7:1; Gál 5:16-21; 2Ti 2:22; 1Jn 2:15-17.
que batallan contra el alma. Rom 7:23; Rom 8:13; Gál 5:17, Gál 5:24; 1Ti 6:9, 1Ti 6:10; Stg 4:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Permanecer fieles a Dios implica mostrar una vida que constantemente hace lo que es correcto; una vida que está al servicio de los demás por amor a Dios. Permanecer fiel a Dios también puede involucrar sufrir por Él y mostrar las mismas actitudes que Jesús mantuvo cuando sufrió en su ministerio terrenal (Rom 8:17; Flp 1:29).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
extranjeros y peregrinos: Con estas palabras, Pedro les recuerda a los creyentes (1Pe 1:1) que esta tierra no es su hogar. Somos extranjeros aquí, camino a nuestra morada eterna, el cielo. La palabra que se traduce como abstengáis significa literalmente «mantenerse alejado de una persona». En otras palabras, tenemos que distanciarnos de nuestros propios impulsos indulgentes.
batallan: La vida no es un juego sino una batalla para ser librada, y esta guerra tiene que ver con la vida eterna o la muerte (Rom 7:23; Stg 4:1). Sin embargo, la guerra no es necesariamente una lucha en el plano físico temporal, sino en el espiritual.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EXTRANJEROS Y PEREGRINOS. La posición de los creyentes como posesión de Dios los aparta de los incrédulos para convertirlos en extranjeros en este mundo. Ahora viven en un país al cual no pertenecen, y su ciudadanía está con Cristo en el cielo (cf. Flp 3:20; Heb 11:9-16). Como son extranjeros en esta tierra, los creyentes deben abstenerse de los placeres malvados del mundo, tas cuales tratan de destruir su alma (véase el ARTÍCULO LAS OBRAS DE LA CARNE Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU, P. 1678. [Gál 5:22-23]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
extranjeros y peregrinos. En esta sección, Pedro llamó a sus lectores a una vida justa en un mundo hostil. Los cristianos son extranjeros en una sociedad secular porque su ciudadanía está en el cielo. Los cristianos pueden ver sus obligaciones en el mundo desde tres puntos de vista: 1) como peregrinos (vv. 1Pe 2:11-12), 2) como ciudadanos (vv. 1Pe 2:13-17) y 3) como siervos (vv. 1Pe 2:18-20). En los vv. 1Pe 2:21-25, Pedro muestra cómo Cristo estableció el ejemplo a seguir ya que vivió una vida perfecta en medio de un ambiente hostil. que os abstengáis de los deseos carnales. Una traducción más literal sería «manténganse alejados de los deseos carnales». Para poder ejercer una influencia piadosa en el mundo para gloria de Dios, los cristianos deben ser disciplinados al evitar en su interior los deseos de la naturaleza caída, tanto en su vida privada como pública (cp. Gál 5:19-21, donde «deseos de la carne» incluye mucho más que las tentaciones sexuales). que batallan contra el alma. Esto alude a una campaña militar que se libra en medio de una gran guerra espiritual. Los deseos carnales son personificados como un ejército de rebeldes o guerrilleros que buscan destruir por todos los medios el gozo, la paz y la utilidad del cristiano (cp. 1Pe 4:2-3).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:11 — «Amados,… peregrinos».
Pedro usa la palabra «amados» varias veces en sus dos cartas. Véanse 4:12; 2Pe 3:15, y también Hch 15:25.
La primera expresión, «extranjeros», es de la palabra griega (compuesta de para y oikos = al lado de y casa) que significa, pues, «residente temporáneo». «Forastero», dicen la Ver. N.M. y la NVI. Una forma de la misma palabra griega aparece en 1:17. Véanse los comentarios allí. Allí dice nuestra versión «peregrinación»; aquí, «extranjeros».
La segunda expresión, «peregrinos», es de la misma palabra griega que aparece en 1:1 (expatriados, o esparcidos). Significa un transeúnte, uno que reside transitoriamente en un sitio. La Ver. Mod. dice «transeúntes», y la NVI dice «gentes de paso».
Pedro nos dirige su exhortación como a gente de paso, a transeúntes, a peregrinos, porque estamos en este mundo solamente de paso, rumbo al cielo donde tenemos nuestra ciudadanía (Flp 3:20). Considérense Heb 11:13; Hch 7:6; Hch 7:29.
–«que os abstengáis… alma». Véase 1:14, comentarios. Véanse también Rom 8:4; Gál 5:16; Gál 5:24; 2Ti 2:22; Tit 2:12.
Los deseos carnales producen para el alma la muerte eterna, la separación eterna del alma de su Creador (Rom 8:12-13; Rom 6:23; Rom 1:32).
Fuente: Notas Reeves-Partain
RAZONES PARA VIVIR COMO DIOS MANDA
1 Pedro 2:11-12
Queridos hermanos: Os exhorto, como a extranjeros y forasteros, que os abstengáis de los deseos carnales que prosiguen su campaña contra el alma. Haced que vuestra conducta entre los gentiles sea amable, para que en todos los asuntos en que os vilipendian como a malhechores, vean por vuestras buenas obras cómo sois realmente, y glorifiquen a Dios en el día que ha de visitar la Tierra.
El mandamiento clave de este pasaje es que el cristiano debe abstenerse de los deseos carnales. Es de la mayor importancia el que veamos lo que Pedro quiere decir con esto. Las frases pecados de la carne y deseos carnales se han ido reduciendo en significado a pecado sexual; pero en el Nuevo Testamento son mucho más generales que eso. La lista de los pecados de la carne que da Pablo en Gal 5:19-21 incluyen » inmoralidad, impureza, promiscuidad, idolatría, brujería, enemistad, peleas, celos, rabia, orgullo, disensión, sectarismo, envidia, borrachera, orgías, y cosas semejantes.» Hay mucho más que pecados corporales aquí.
En el Nuevo Testamento, la carne representa mucho más que la naturaleza física del hombre; incluye también la naturaleza humana aparte de Dios; quiere decir la naturaleza humana sin redimir; la vida que se vive aparte de los niveles, la ayuda, la gracia y la influencia de Cristo. Los deseos carnales y los pecados de la carne, por tanto, incluyen no solamente los pecados más groseros, sino todo lo que es característico de la naturaleza humana caída. De estos pecados y deseos se debe abstener el cristiano. Como Pedro lo ve, hay dos razones para esta abstinencia.
(i) El cristiano debe abstenerse de estos pecados porque es un extranjero y un peregrino. Las palabras originales son
pároikos y parapidémos. Son muy corrientes en griego, y describen a alguien que reside sólo temporalmente en un lugar, y cuyo hogar está en otra parte. Suelen describir a los patriarcas en sus peregrinaciones, y especialmente a Abraham, que salió no sabiendo adónde iba, y que lo que buscaba era la ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios (He 11:9; He 11:13 ). Solían usarse para describir a los israelitas cuando eran esclavos y extranjeros en Egipto antes de entrar en la Tierra Prometida (Hch 7:6 ).
Estas palabras contienen dos grandes verdades sobre el cristiano. (a) Hay un sentido real en el que se es un extranjero en el mundo; y por esta causa no puede aceptar las leyes y las maneras y las categorías del mundo. Otros puede que las acepten; pero el cristiano es súbdito del Reino de Dios, y es por las leyes de ese Reino por las que debe dirigir su vida. Debe asumir toda su parte de la responsabilidad por vivir en la Tierra; pero su ciudadanía está en el Cielo, y las leyes del Cielo son supremas para él. (b) El cristiano no es un residente fijo de la Tierra. Está de camino hacia un país que está más allá. Por tanto no debe hacer nada que le impida alcanzar su meta final. Nunca debe involucrarse en el mundo hasta tal punto que no pueda escaparse de sus garras; nunca debe ensuciarse hasta tal punto que se descalifique para entrar a la presencia del Dios santo a Quien se dirige.
LA MEJOR CONTESTACIÓN Y DEFENSA
1 Pedro 2:11-12 (conclusión)
(ii) Pero había para Pedro otra razón todavía más práctica para que el cristiano se abstuviera de los deseos carnales. La Iglesia original se encontraba bajo fuego enen-tigo. Constantemente le estaban lanzando acusaciones calumniosas; y la única manera verdaderamente efectiva de refutarlas era vivir vidas tan encantadoras que hicieran absurdas las acusaciones.
La antigua versión Reina-Valera usaba aquí una palabra confusa para los oídos modernos. Decía: » Teniendo vuestra conversación honesta entre los gentiles.» Parece que quiere decir que el cristiano siempre tiene que decir la verdad; pero la palabra que se traducía por conversación es anastrofé, que quiere decir toda la conducta de una persona, y no simplemente su manera de hablar. Eso era, de hecho, lo que quería decir la palabra conversación en los siglos XVI y XVII, y la palabra que se traducía por honesta es kalós. En griego hay dos palabras para bueno. Una es agathós, que quiere decir simplemente bueno de cualidad; y la otra, kalós, que quiere decir no solamente bueno, sino también amable -agradable, atractivo, simpático. Eso es lo que honestus quería decir en latín. Lo que Pedro está diciendo es que el cristiano debe procurar que toda su manera de vivir sea tan amable y tan buena que dé el mentís a las calumnias de sus enemigos paganos.
Aquí tenemos una verdad intemporal. Nos guste o no, todos los cristianos somos un anuncio del Evangelio; con nuestra vida hacemos que los demás lo aprecien o lo desprecien. La más poderosa fuerza misionera que hay en el mundo es la vida cristiana.
En los tiempos de la Iglesia original, esta demostración del encanto de la vida cristiana era absolutamente necesaria, por las calumnias que los paganos arrojaban deliberadamente contra la Iglesia Cristiana. Veamos cuáles eran algunas de estas calumnias.
(i) En un principio, el Cristianismo estaba íntimamente relacionado con el judaísmo. Racialmente, Jesús era judío; Pablo era judío; el judaísmo fue la cuna del Cristianismo, y naturalmente muchos de sus primeros conversos eran judíos. Durante un cierto tiempo, el Cristianismo se consideraba una secta del judaísmo. El antisemitismo no es nada reciente. Friedlander da una selección de las calumnias que se repetían constantemente contra los judíos en su La vida y las maneras romanas en el primer imperio: » Según Tácito, los judíos enseñaban a sus prosélitos por encima de todo a despreciar a sus dioses, a renunciar a su patria, a dejar de querer a sus padres, hijos, hermanos y hermanas. Según Juvenal, Moisés enseñó a los judíos que no indicaran a nadie un camino, ni guiaran a un viajero sediento a la fuente, a menos que fuera judío. Apión declara que, en el reinado de Antíoco Epifanes, los judíos engordaban todos los años a un griego y le ofrecían solemnemente en sacrificio un día determinado en cierto bosque, devoraban sus entrañas y juraban eterna hostilidad a los griegos.» Este tipo de cosas eran las que los paganos estaban convencidos de que eran verdad acerca de los judíos, e inevitablemente los cristianos heredaron ese odio.
(ii) Aparte de estas calumnias dirigidas originalmente a los judíos, había otras que se les dirigían particularmente a los mismos cristianos. Los acusaban de canibalismo. Esta acusación tuvo su origen en la perversión de las palabras de la última Cena: «Esto es Mi cuerpo,» y «Esta copa es el Nuevo Pacto en Mi sangre.» A los cristianos los acusaban de matar y comer a un niño en sus fiestas.
También los acusaban de inmoralidad y hasta de incesto. Esta acusación tenía su origen en el hecho de que ellos llamaban a. sus reuniones «ágapes», que quiere decir «fiestas del amor.» Los paganos pervertían ese nombre haciéndolo significar que las fiestas cristianas -eran orgías sensuales en las que se cometían obras nefandas.
A los cristianos los acusaban de estropear los negocios. Esa fue la acusación de los plateros de Éfeso (Hch 19:21-41 ).
Los acusaban de «inmiscuirse en relaciones familiares» porque, con frecuencia, de hecho, se dividían los hogares cuando algunos miembros de la familia se convertían y los otros no.
Los acusaban de hacer que los esclavos se volvieran contra sus amos, porque no cabe duda que el Cristianismo le daba un nuevo sentido de dignidad y aprecio a todas las personas.
Los acusaban de «aborrecer a la humanidad», porque no cabe duda que a veces los cristianos hablaban como si el mundo y la Iglesia fueran totalmente incompatibles.
Por encima de todo los acusaban de ser desleales al césar, porque ningún cristiano daría culto a la divinidad del emperador, o quemaría la pizca de incienso declarando que césar era señor; porque, para él, Jesucristo era el único Señor.
Tales eran las acusaciones que se dirigían contra los cristianos. Para Pedro no había más que una sola manera de refutarlas, y era viviendo de tal forma que la vida cristiana demostrara que estaban equivocados. Cuando le dijeron a Platón que cierto individuo había estado haciendo acusaciones calumniosas contra él, respondió: «Viviré de tal manera que nadie crea lo que ese ha dicho de mí.» Esa era también la solución de Pedro.
Jesús también había dicho, y sin duda Pedro tenía en mente Sus palabras: «Dejad que vuestra luz brille ante la gente de tal manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en el Cielo» (Mt 5:16 ). Esta era una manera de pensar que los judíos conocían muy bien. En uno de los libros que se escribieron entre el Antiguo y el Nuevo Testamento se dice: «Si ponéis por obra lo que está bien, hijos míos, tanto las personas como los ángeles os bendecirán; y Dios será glorificado entre los gentiles por causa de vosotros, y el diablo huirá de vosotros» (Testamento de Neftalí 8:4).
Lo sorprendente de la historia es que, de hecho, los cristianos derrotaron las calumnias de los paganos con sus vidas. En la primera parte del siglo III, Celso hizo el ataque más famoso y sistemático contra los cristianos, en el que los acusaba de ignorancia y estupidez y superstición y toda clase de cosas, pero nunca de inmoralidad. En la primera parte del siglo IV, Eusebio, el gran historiador de la Iglesia, podía escribir: «Pero el esplendor de la Iglesia universal y única verdadera, que es siempre la misma, creció en magnitud y poder, y reflejó su piedad y sencillez y libertad, y la modestia y pureza de su vida y filosofía inspiraban a todas las naciones, tanto de griegos como de bárbaros. Al mismo tiempo, las acusaciones calumniosas que se habían hecho contra toda la Iglesia también se desvanecieron, y no quedó más que nuestra enseñanza, que ha prevalecido en toda la línea, y que se reconoce que es superior a .todas en dignidad y templanza, y en doctrinas teológicas y filosóficas. De tal manera que ninguna de ellas se aventura ya a proferir ninguna baja calumnia contra nuestra fe, o ninguna de las falsas acusaciones que nuestros antiguos enemigos se deleitaban en proferir contra nosotros anteriormente» (Eusebio, Historia Eclesiástica 4. 7. IS). Es verdad que no -se habían terminado todavía los terrores de la persecución, porque los cristianos nunca admitirían que césar era señor; pero la excelencia de sus vidas había silenciado las calumnias contra la Iglesia.
Aquí están nuestro desafío y nuestra inspiración. Es con el encanto de nuestra vida y conducta diaria como debemos -testificar del Evangelio a todos los que no lo creen.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Pe 1:1; Gál 5:17; Stg 4:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— apetitos desordenados: Lit. apetitos carnales. Ver nota a Rom 7:5.
— al espíritu: El término griego psiché aquí empleado y que ha sido habitualmente traducido por alma, corresponde por lo general al vocablo hebreo nefesh que en la cultura semita tiene un significado rico y complejo equivalente con frecuencia a lo que nosotros llamamos vida o persona. En el presente pasaje, sin embargo, habida cuenta del contexto inmediato, se ha traducido por espíritu.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Principios generales de actitudes en el mundo de las relaciones humanas. A partir de 1:15, Pedro ha estado buscando el lado positivo de la santidad, el vivir por Dios. Ahora trata brevemente el lado negativo, la abstinencia, que resume en 4:1. Tal conducta silencia a los calumniadores que ya tenían que enfrentar los cristianos. Aquí encontramos ecos de las instrucciones de Jesús en Mat. 5:16.
Notas. 11 El cuadro de peregrinos y expatriados que se encuentra en 1:1, 17 y Heb. 11:13, viene originalmente de Gén. 23:4. Las pasiones carnales deben ser rechazadas porque destruyen la parte inmortal de nuestro ser (ver Gál. 5:19-21), 12 Gentiles describe a aquellos que están fuera de la relación con Dios que la iglesia, como verdadero Israel, goza (ver sobre vv. 9, 10 más arriba). El día de la visitación es el día del juicio.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) O: “en contra de la vida”. Gr.: ka·tá tes psy·kjés; lat.: ad·vér·sus á·ni·mam; J17,18(heb.): ban·ná·fesch.
REFERENCIAS CRUZADAS
x 97 Lev 25:23; Sal 39:12
y 98 Rom 8:5; Gál 5:24; Stg 4:1
z 99 Gál 5:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
extranjeros y peregrinos. Aunque los lectores han sido expatriados políticamente (1:1), ahora son expatriados en el sentido espiritual, porque al creer en Cristo no pertenecen ya a este mundo sino que son ciudadanos del cielo (Fil 3:20).
Fuente: La Biblia de las Américas
11 (1) Los deseos carnales están en el cuerpo caído del hombre ( Rom_7:18 , Rom_7:23-24) y batallan contra su alma, su ser interno, compuesto de la mente, la voluntad y la parte emotiva ( Rom_7:19-23).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Empezando aquí y terminando en 1Pe 4:11, Pedro expone los deberes del cristiano en el mundo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
* “Peregrinos y extranjeros” que no ven este mundo como su hogar.