Comentario de 1 Pedro 2:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Actuad como libres, y no como los que hacen de la libertad un pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

2:16 — «como libres». Al obedecer las leyes del país (v. 13, el contexto), el cristiano no es esclavo, sino libre. Cristo le libertó; le compró (Jua 8:32; Jua 8:36; 1Co 6:20). Ha sido libertado de la esclavitud del pecado y de su condenación. (En Cristo el cristiano judío también había sido libertado de la ley de Moisés, Gál 5:1). Ahora anda libre, para hacer de su vida lo mejor posible. Esta es la verdadera libertad.

— «pero no… lo malo». Compárense Gál 5:13; Rom 6:6. Algunos usaban su libertad en Cristo como excusa para cubrir sus pecados. La palabra «pretexto» es de la palabra griega para decir «velo» (de cubrir). En forma verbal aparece en Rom 4:7, cubrir pecados. Otras versiones usan las palabras «capa», «cobertura», «para encubrir», «disfraz.» El judío converso tenía la tentación de no obedecer al gobierno porque los judíos siempre se consideraban como libres de toda ley humana. Los gnósticos promovían la sensualidad, bajo el pretexto de libertad (2Pe 2:19). Pedro advierte en contra de tal actitud incorrecta hacia la obediencia de las leyes de gobiernos humanos.

— «sino como siervos de Dios». La libertad absoluta no existe; es una ficción. Todos somos, o siervos de la justicia, o siervos del pecado (Rom 6:16-18; 2Pe 2:19). La libertad sin restricción equivale a licencia, y esto lleva a la esclavitud abyecta del pecado y a la destrucción.

Esta es una de las paradojas de la Biblia: el libre (el cristiano) es esclavo (de Dios); el esclavo (de Dios) es hombre libre (el cristiano).

El cristiano, como siervo de Dios, es libre para hacer la voluntad de Dios, al obedecer a las leyes del país, y al cumplir con todas sus obligaciones hacia sus hermanos en Cristo (2Co 4:5) y hacia los de afuera (Gál 6:10).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

como libres. Jua 8:32-36; Rom 6:18, Rom 6:22; 1Co 7:22; Gál 5:1, Gál 5:13; Stg 1:25; Stg 2:12; 2Pe 2:19.

como pretexto. Mat 23:14; Jua 15:22; 1Ts 2:5; Jud 1:4.

como siervos de Dios. Efe 6:6; Col 3:24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Como libres, pero no como: La libertad en Cristo debe usarse sabiamente (1Co 6:12, 1Co 6:13; 1Co 10:23-31). Un pretexto para hacer lo malo puede entenderse como una excusa preparada antes del hecho (una razón para obrar mal), o después del hecho (encubrimiento de lo que estuvo mal). El contexto aquí parece respaldar la segunda alternativa.

como siervos de Dios: Debemos someter todas nuestras acciones a Dios, porque Él es nuestro maestro.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

la libertad como pretexto para hacer lo malo. Los creyentes deberían disfrutar su libertad en Cristo pero no deberían ponerse un velo o una máscara de libertad para encubrir lo que en realidad es pecaminosidad y maldad. La libertad cristiana nunca debe ser una excusa para la gratificación egoísta o la licencia moral. Cp. 1Co 7:22; 1Co 8:9-13; 2Ts 3:7-9; vea las notas sobre Rom 14:1-23; Rom 15:1-3.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:16 — «como libres». Al obedecer las leyes del país (v. 13, el contexto), el cristiano no es esclavo, sino libre. Cristo le libertó; le compró (Jua 8:32; Jua 8:36; 1Co 6:20). Ha sido libertado de la esclavitud del pecado y de su condenación. (En Cristo el cristiano judío también había sido libertado de la ley de Moisés, Gál 5:1). Ahora anda libre, para hacer de su vida lo mejor posible. Esta es la verdadera libertad.
–«pero no… lo malo». Compárense Gál 5:13; Rom 6:6. Algunos usaban su libertad en Cristo como excusa para cubrir sus pecados. La palabra «pretexto» es de la palabra griega para decir «velo» (de cubrir). En forma verbal aparece en Rom 4:7, cubrir pecados. Otras versiones usan las palabras «capa», «cobertura», «para encubrir», «disfraz.» El judío converso tenía la tentación de no obedecer al gobierno porque los judíos siempre se consideraban como libres de toda ley humana. Los gnósticos promovían la sensualidad, bajo el pretexto de libertad (2Pe 2:19). Pedro advierte en contra de tal actitud incorrecta hacia la obediencia de las leyes de gobiernos humanos.
–«sino como siervos de Dios». La libertad absoluta no existe; es una ficción. Todos somos, o siervos de la justicia, o siervos del pecado (Rom 6:16-18; 2Pe 2:19). La libertad sin restricción equivale a licencia, y esto lleva a la esclavitud abyecta del pecado y a la destrucción.
Esta es una de las paradojas de la Biblia: el libre (el cristiano) es esclavo (de Dios); el esclavo (de Dios) es hombre libre (el cristiano).
El cristiano, como siervo de Dios, es libre para hacer la voluntad de Dios, al obedecer a las leyes del país, y al cumplir con todas sus obligaciones hacia sus hermanos en Cristo (2Co 4:5) y hacia los de afuera (Gál 6:10).

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL DEBER DEL CRISTIANO

1 Pedro 2:16

Tenéis que vivir como personas libres, pero no usando vuestra libertad como una tapadera para hacer el mal, sino como esclavos de Dios.

2. EN LA SOCIEDAD

Cualquier gran doctrina cristiana se puede pervertir, convirtiéndola en una excusa para hacer el mal o no hacer el bien. La doctrina de la gracia se puede pervertir convirtiéndola en una excusa para pecar a gusto de cada uno. La doctrina del amor de Dios se puede sentimentalizar hasta el punto de que llegue a ser una excusa para quebrantar Su ley. La doctrina de la vida por venir se puede pervertir convirtiéndola en una excusa para tener en menos la vida de este mundo. Y no hay doctrina tan fácil de pervertir como la de la libertad cristiana.

Hay indicios que nos indican que eso ya pasaba en los tiempos del Nuevo Testamento. Pablo les dice a los Gálatas que han sido llamados a la libertad, pero que no deben usar esa libertad como una disculpa para satisfacer los caprichos de la carne (Gal 5:13 ). En Segunda de Pedro leemos que algunos les prometían a los demás la libertad, pero ellos mismos eran esclavos de la corrupción (2Pe 2:19 ). Hasta los grandes pensadores paganos veían claramente que la perfecta libertad es, de hecho, el producto de la perfecta obediencia. Séneca decía: » Nadie es libre si es esclavo de su cuerpo.» Y: «La libertad consiste en obedecer a Dios.» Cicerón decía: «Somos siervos de las leyes para poder ser libres.» Plutarco insistía en que todos los malos son esclavos; y Epicteto declaraba que ningún malo puede ser nunca libre.

Para decirlo todavía más claro: La libertad cristiana siempre está condicionada por la responsabilidad cristiana. La responsabilidad cristiana siempre está condicionada por el amor cristiano. El amor cristiano es el reflejo del amor de Dios. Y por tanto, la libertad cristiana se puede resumir en la memorable frase de Agustín: » Ama a Dios, y haz lo que quieras.»

El cristiano es libre porque es siervo de Dios. La libertad cristiana no quiere decir ser libre para hacer lo que a uno le dé la gana. Quiere decir ser libre para actuar como es debido, para vivir como Dios manda.

En este asunto tenemos que volver a la gran verdad central que ya hemos visto: El Cristianismo es comunidad. El cristiano no es un individuo aislado, sino un miembro de una comunidad dentro de la cual opera su libertad. La libertad cristiana, por tanto, es la libertad para servir. Solamente en Cristo es una persona liberada de sí misma y del pecado de forma que pueda llegar a ser tan buena como debe. La libertad se produce cuando una persona recibe a Cristo como Rey de su corazón y Señor de su vida.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Gál 5:13.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

i 108 Gál 5:1

j 109 Gál 5:13

k 110 1Co 7:22

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

no uséis la libertad. Los creyentes no deben usar la libertad que tienen en Cristo (Jn 8:36) como excusa para el libertinaje (Gá 5:13).

Fuente: La Biblia de las Américas

esclavos… Gr. doúlos → §273.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., cubierta

Fuente: La Biblia de las Américas