Comentario de 1 Reyes 19:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

El le dijo: —Sal afuera y ponte de pie en el monte, delante de Jehovah. Y he aquí que Jehovah pasaba. Un grande y poderoso viento destrozaba las montañas y rompía las peñas delante de Jehovah, pero Jehovah no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero Jehovah no estaba en el terremoto.

ponte en el monte. Éxo 19:20; Éxo 24:12, Éxo 24:18; Éxo 34:2; Mat 17:1-3; 2Pe 1:17, 2Pe 1:18.

Jehová que pasaba. Éxo 33:21-23; Éxo 34:6; Hab 3:3-5.

y un grande. Éxo 19:16; Éxo 20:18; Job 38:1; Sal 50:3; Isa 30:30; Eze 1:4; Eze 37:7; Nah 1:3, Nah 1:6; Heb 12:18-21; Apo 20:11.

mas Jehová no estaba en el viento. Zac 4:6.

un terremoto. 1Sa 14:15; Sal 68:8; Nah 1:5; Zac 14:5; Mat 24:7; Mat 27:51-54; Mat 28:2; Heb 12:26; Apo 11:19; Apo 16:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

pero Jehová no estaba en…: Aunque cada uno de los elementos que se mencionan en los vv. 1Re 19:11, 1Re 19:12 pueden ser una señal de la presencia de Dios (Éxo 40:38; Zac 14:4, Zac 14:5; Hch 2:2, Hch 2:3), Elías aprendió que el Señor no es un Dios de lo espectacular. A veces, la obra de Dios se experimenta como un silbo apacible y delicado, «la voz de la quietud gentil». Elías llamó al rayo, al fuego y a la renovación nacional. Pero lo que Elías no vio era que Dios obraba en la vida de muchas personas (v. 1Re 19:18).

 EN EL LUGAR

El recorrido de Elías y Eliseo

La victoria de Elías en el monte Carmelo terminó con la ejecución de cuatrocientos profetas de Baal (1Re 18:20-40). Su ministerio se extendió de Canaán desde la quebrada de Querit cerca de su lugar de nacimiento (1Re 17:1-7) hasta Sarepta donde realizó el milagro de sustentar a la viuda y a su hijo, y tan lejos al sur como el monte Horeb. En Samaria, Elías denunció la injusticia del rey Acab en contra de Nabot de Jezreel (1Re 21:17-29). Cerca de Jericó, separó las aguas del río Jordán para cruzar al otro lado y luego fue al cielo en un carro de fuego (2Re 2:1-12). Eliseo curó a Naamán de la lepra en el río Jordán (2Re 5:1-19) y llevó a los sirios a su derrota en Samaria (1Re 6:8-23). En Damasco, Eliseo auguró la muerte de Ben-adad y la sucesión de Hazael como rey de Siria.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

JEHOVÁ QUE PASABA. Para alentar a Elias y fortalecer su fe, Dios se manifestó a él en el monte Horeb (i.e., monte Sinaí, la montaña de la revelación). Esa manifestación estuvo acompañada de un gran viento, terremoto y fuego, pero el Señor no estaba en ninguno de ellos. En cambio, la revelación de Dios vino en la forma de «un silbo apacible y delicado». Elias aprendió que la obra de Dios sigue su curso y avanza «no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos» (cf. Zac 4:6). En realidad, Dios no había abandonado a su profeta ni a su pueblo fiel. Por medio de su Espíritu y su palabra eterna, Él traería redención, justicia y salvación eterna.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Jehová que pasaba. Los tres fenómenos, el viento, el terremoto y el fuego, anunciaron la inminente llegada del Señor (cp. Éxo 19:16-19; Sal 18:7-15; Hab 3:3-6). La revelación del Señor a Elías llegó en una voz apacible y susurrante (v. 1Re 19:12). La lección para Elías era que el Dios Omnipotente estaba haciendo su obra en Israel de forma sosegada, a veces imperceptible (v. 1Re 19:18).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— viento huracanado, terremoto, fuego… un ligero susurro: El profundo contraste entre la ausencia de Dios en los primeros elementos teofánicos y la revelación casi silenciosa de Dios a Elías parece aludir a la polémica contra Baal, dios del trueno y la tormenta, y subraya el trato, a la vez íntimo y sobrecogedor (1Re 19:13), de Dios con los profetas.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

z 1480 Éxo 34:2

a 1481 Éxo 33:22; Hab 3:3

b 1482 Job 38:1; Sal 50:3; Isa 29:6

c 1483 1Sa 14:15; Job 9:6; Sal 68:8; Nah 1:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo