Comentario de 1 Reyes 19:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces él tuvo miedo, y se levantó y huyó para salvar su vida. Así llegó a Beerseba, que pertenece a Judá. Dejó allí a su criado,

se levantó. Gén 12:12, Gén 12:13; Éxo 2:15; 1Sa 27:1; Isa 51:12, Isa 51:13; Mat 26:56, Mat 26:70-74; 2Co 12:7.

Beer-seba. 1Re 4:25; Gén 21:31; Amó 7:12, Amó 7:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Elías comprendió las intenciones de Jezabel cuando vio su respuesta, y se dio cuenta con pesar de que la victoria del Señor en el monte Carmelo no traería necesariamente un final rápido al paganismo que abundaba en la tierra. En algunas traducciones antiguas, se lee: «tuvo miedo» en vez de «viendo». Sin embargo, Elías no era un hombre de miedo, y por cierto, no tenía razón para temerle a Jezabel porque conocía el poder del Dios vivo. El se enfrentaba a una decepción profunda. Vio que nada cambió, a pesar de la tremenda demostración del verdadero poder de Jehová en el monte Carmelo. El pueblo se olvidaría pronto y seguiría por el camino del mal.

se fue para salvar su vida, no por miedo, sino para que Jezabel no fuera la que acabara con su vida. En realidad, él deseaba la muerte, pero oró para que esa muerte viniera de la mano del Señor.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

SE LEVANTÓ Y SE FUE PARA SALVAR SU VIDA. La expresión de fe de Elias y las victorias sobrenaturales del cap. 1Re 18:1-46 estuvieron seguidas por el temor, una huida para salvar su vida y el desánimo; todo como resultado de la intención de Jezabel de destruir la vida del profeta (v. 1Re 19:2).

(1) Como Elias no había recibido mensaje alguno del Señor para que permaneciera en Jezreel, haberse quedado habría sido arriesgar su vida innecesariamente (cf. 1Re 18:1). Su destino era el monte Horeb (i.e., el monte Sinaí).

(2) La partida forzada de Elias hacia Judá y hacia el desierto sirve de ejemplo de los que «por causa de la justicia» (véase Mat 5:10, nota) han sido maltratados y obligados a andar errantes por los desiertos, los montes, las cuevas y las cavernas de la tierra (Heb 11:37-38). Al igual que Elias, hay profetas que han tenido que dejar sus iglesias, predicadores sus púlpitos, profesores sus aulas y laicos su obra porque se opusieron al pecado, hablaron de acuerdo con la Palabra de Dios y siguieron la senda de la justicia por amor a su nombre. Grande es la recompensa de ellos en el cielo (Mat 5:10-12).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Viendo. Con sus esperanzas derrumbadas, Elías huyó como profeta, quebrantado por las amenazas de Jezabel (v. 1Re 19:2), por la falta de arrepentimiento de la reina acerca del baalismo, y por su poder permanente sobre Israel. Elías esperaba que Jezabel se rendiría; al ver que no capitulaba, se descorazonó (vv. 1Re 19:4; 1Re 19:10; 1Re 19:14). Beerseba. Una ciudad situada a 160 km al sur de Jezreel (1Re 18:45-46), en el Neguev, era la frontera meridional de Judá.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

NOTAS

(1) “Le dio miedo”, LXXSyVg y muchos mss heb.; M: “llegó a ver”.

(2) “Su alma (vida).” Heb.: naf·schóh; gr.: psy·kjén.

REFERENCIAS CRUZADAS

f 1459 Éxo 2:15; 1Sa 27:1; Pro 16:14; Pro 22:3; Mat 10:23

g 1460 Gén 21:31

h 1461 Jos 15:28

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Así en muchos mss.; en el T.M., Y él vio

Fuente: La Biblia de las Américas