Comentario de 1 Reyes 21:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pasadas estas cosas aconteció que Nabot de Jezreel tenía una viña en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria.
Año 899 a.C.
Pasadas estas cosas. 1Re 20:35-43; 2Cr 28:22; Esd 9:13, Esd 9:14; Isa 9:13; Jer 5:3.
Nabot de Jezreel. 1Re 18:45; Jos 19:18; Jue 6:33; 1Sa 29:1; Ose 1:4, Ose 1:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Nabot niega al rey Acab su viña, 1Re 21:1-4.
Jezabel escribe cartas contra Nabot, él es condenado por blasfemia, 1Re 21:5-14.
Acab toma posesión de la viña, 1Re 21:15-16.
Elías denuncia juicios contra Acab y Jezabel, 1Re 21:17-24.
El malvado Acab se arrepiente, Dios pospone el juicio, 1Re 21:25-29.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Samaria era la ciudad capital de Acab; se usa su nombre para representar a toda Israel (2Re 1:3; 2Cr 24:23; Jon 3:6).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Nabot se niega a enajenar su viña (21:1-7).
1 Después de esto, Nabot, de Jezrael, tenía en Jezrael una viña junto al palacio de Ajab, rey de Samaría; 2 y Ajab dijo a Nabot: “Cédeme tu viña para hacer un huerto para legumbres, pues está muy cerca de mi casa. Yo te daré otra viña mejor, y si esto no te conviene, te daré en dinero su valor.” 3 Pero Nabot le respondió: “Guárdeme Yahvé de cederte la heredad de mis padres.” 4 Volvióse Ajab a su casa entristecido e irritado por la respuesta que le había dado Nabot de Jezrael: “No te cederé la heredad de mis padres.” Acostóse en su lecho, vuelto el rostro, y no quiso comer. 5 Jezabel, su mujer, vino a él y le dijo: “¿Por qué estás triste y no quieres comer?” 6 El le respondió: “He hablado a Nabot^de Jezrael y le he dicho: Cédeme tu viña en venta, y si no quieres, yo te daré otra viña en su lugar. Pero él me ha contestado: No te daré mi viña.” 7 Entonces Jezabel, su mujer, le dijo: “¿Y eres tú el rey de Israel? Levántate, come y que se alegre tu corazón. Yo te haré con la viña de Nabot de Jezrael.”
Un hombre de buena posición poseía una viña, heredada de sus antepasados, colindante con el palacio real de Ajab, al oriente de Jezrael (18:45-46; 2Re 9:17). Corresponde esta ciudad a la actual Zerin, al pie de los montes de Gelboé. El monarca pensó en ampliar sus posesiones, proponiendo a Nabot le cediera su viña para convertirla en huerta a cambio de otra mejor en otro lado o entregándole su valor en metálico. Nabot se negó, alegando que no cedería la herencia de sus padres (Num 36:5-12; Tob 6:11-12), en la cual, quizá, hallabase su sepulcro.
Muerte de Nabot (Tob 21:8-16).
8 Escribió ella unas cartas en nombre de Ajab, sellólas con el sello de éste y se las mandó a los ancianos y a los magistrados que habitaban con Nabot en su ciudad. 9 He aquí lo que escribió en las cartas: “Promulgad un ayuno y traed a Nabot delante del pueblo, 10 y poned ante él a dos malvados que depongan contra él, diciendo: Tú has maldecido a Dios y al rey; y sacadle luego y lapidadle hasta que muera.” n Las gentes de la ciudad de Nabot, ancianos y magistrados que habitaban en la ciudad, hicieron como Jezabel les decía, según las cartas que les mandó. 12Promulgaron un ayuno, trajeron a Nabot ante el pueblo, 13y dos malvados vinieron a ponerse ante él y depusieron así contra Nabot delante del pueblo: “Nabot ha maldecido a Dios y al rey.” Luego le sacaron fuera de la ciudad y le lapidaron, y murió. 14Mandaron a decir a Jezabel: “Nabot ha sido lapidado y muerto.” 15Cuando Jezabel supo que Nabot había sido lapidado y muerto, dijo a Ajab: “Levántate y ve a posesionarte de la viña de Nabot de Jezrael, que se negó a cedértela por su precio, porque Nabot no vive ya, ha muerto.” 16Ajab, al oír que Nabot había muerto, se levantó para bajar a la viña de Nabot de Jezrael y tomar posesión de ella.”
Ante una calamidad inminente se convocaba un ayuno general, que ordinariamente iba unido a una reunión de todo el pueblo (Joe 1:14; Joe 2:15; Jue 20:26; 1Sa 7:6; Jer 36:6; 2Cr 20:3). En esta reunión, todos debían examinar su conducta y hacer confesión de sus pecados ante Dios. Era también aquél el momento propicio para delatar el crimen de alguno del que pudiera sospecharse ser el causante del mal. Jezabel había comprometido a dos “hijos de Belial” (1Sa 2:12; 1Sa 10:27; 1Sa 25:17) para que acusaran a Nabot llegado el momento adecuado. Todo salió a pedir de boca. Reunida la asamblea y ocupando Nabot en la misma un lugar preeminente por razón de su posición social, los dos testigos, los suficientes que exigía la ley para poder aplicar la sentencia capital (Num 35:30; Deu 17:6), calumniaron burdamente a Nabot acusándole de haber maldecido a Dios, pecado que se condenaba con la lapidación (Exo 22:27), y al rey, cuya maldición asimilábase a la que se profería contra Dios (,Exo 22:27). El texto hebraico evita poner el nombre de Dios junto al verbo maldecir, por lo que sustituye dicho verbo por “tú has bendecido” (Job 1:5; Job 2:5; Sal 10:3). Nabot fue lapidado, conforme a la ley (Lev 24:14-23; Num 15:36; Hec 7:58), fuera del pueblo.
Intervención de Elías (Hec 21:17-29).
17 Entonces fue la palabra de Yahvé a Elías tisbita, diciendo: !8 “Levántate y baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, a Samaría. Está en la viña de Nabot, adonde ha bajado para posesionarse de ella. 19 Dile: Así habla Yahvé: ¿No eres tú un asesino y un ladrón? Y le dirás: Así habla Yahvé: En el lugar mismo donde han lamido los perros la sangre de Nabot lamerán los perros tu propia sangre.” 20 Ajab dijo a Elías: “¿Me has hallado, enemigo mío? Y Elías le respondió: “Te he hallado. Porque tú te has vendido para hacer el mal a los ojos de Yahvé, 21 yo haré venir el mal sobre ti, yo te barreré, yo exterminaré a cuantos pertenecen a Ajab, esclavo y libre, en Israel, 22 y haré tu casa semejante a la de Jeroboam, hijo de Nabat, y a la casa de Basa, hijo de Ajiya, porque tú me has provocado y has hecho pecar a Israel. 23 Así habla Yahvé a Jezabel: Los perros comerán a Jezabel cerca del muro de Jezrael. 24 El que de la casa de Ajab muera en la ciudad será comido por los perros, y el que muera en el campo será comido por las aves del cielo.” 25 Nadie hubo que como Ajab se vendiera para hacer el mal a los ojos de Yahvé. Jezabel, su mujer, le incitaba a ello. 26 Obró de manera enteramente abominable, yéndose tras los ídolos, como lo hacían los amorreos, que arrojó Yahvé de delante de los hijos de Israel. 27 Cuando hubo oído Ajab las palabras de Elías, rasgó sus vestiduras, se vistió de saco y ayunó; dormía con saco y caminaba humillado, 28y Yahvé dirigió a Elías tisbita su palabra, diciendo: 29“¿Has visto cómo se humilla Ajab ante mí? Porque se ha humillado ante mí, yo no haré venir el mal durante su vida; durante la vida de su hijo haré yo venir el mal sobre su casa.”
Ordena Dios a Elías que vaya al encuentro de Ajab, que había ido a la viña de Nabot para tomar posesión de la misma. Dios y su profeta velan por la moralidad y la justicia. Dios vengará por su cuenta la sangre de Nabot. En otras ocasiones, Dios había mandado a Ajab profetas de segunda categoría (20:1355); pero ahora, tratándose de un crimen grave, envía al mismo Elías, que el rey no creía ya ver más (19:355). El profeta predice contra Ajab los mismos castigos que se anunciaron contra Jeroboam (14:10-11) y Basa (16:3-4). Ante aquella amenaza se arrepintió de su pecado, dando señales externas de arrepentimiento, cubriéndose de saco (20:32), rasgando sus vestiduras (2Sa 1:2; 2Sa 3:31) y ayunando (2Sa 12:16). Dios aun en el castigo se comporta como padre misericordioso. No será Ajab el que morirá devorado por los perros, sino su hijo Joram (2Re 9:25-26).
Fuente: Biblia Comentada
Jezreel. vea la nota sobre 1Re 18:45. Acab había construido un segundo palacio en Jezreel, donde vivía cuando no estaba en la capital, Samaria.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1Sa 8:14.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La viña de Nabot. El incidente bien conocido de la viña de Nabot ocurrió en Jezreel donde Acab y Jezabel tenían otro palacio (1; ver también 18:45, 46). La oferta de comprar la viña que Acab hizo fue bastante razonable, pero Nabot tenía buenas razones para rechazarla. Salvo el hecho de que una viña representaba una inversión enorme de tiempo y esfuerzo, vender el terreno iba en contra de lo básico de la ley del AT. En la sociedad israelita se entendía que la familia y la parcela de terreno que heredaba eran inseparables (Lev. 25:25-28; Núm. 27:1-11; 36:7). Esto explica la convicción con la cual Nabot pudo rehusar la oferta en el v. 3.
Acab se enfurruñó pero aceptó la situación, en cambio Jezabel no. Ella no entendía por qué el rey de Israel no podía obtener lo que quería (7). Aquí vemos el choque inevitable entre dos opiniones de lo que significa ser rey. Los reyes de Israel tenían la obligación de obedecer la ley del Señor tanto como cualquiera de sus súbditos (Deut. 17:18-20), pero a Jezabel, la hija de un monarca fenicio, le parecía ridículo que los deseos de su esposo pudieran ser frustrados por uno de sus súbditos al que se le ocurrió atenerse a una costumbre antigua. Sin embargo, no atacó públicamente los valores religiosos y tradicionales de Israel, sino que hizo lo necesario para que Nabot fuera falsamente acusado y ejecutado de manera que Acab pudiera confiscar su viña. Nabot enfrentaba cargos inventados de romper el mandamiento de Exo. 22:28, pero en realidad, Acab y Jezabel habían desobedecido los mandamientos en contra de codiciar la propiedad del prójimo, cometer homicidio, robar y dar falso testimonio en este incidente sórdido (Exo. 20:13, 15-17).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
21.4 Después de escuchar el juicio de Dios (20.42), Acab fue a su casa con mala cara. Llevado por la indignación y la rebelión contra Dios, tuvo un ataque de ira cuando Nabot se negó a vender su viña. Los mismos sentimientos que lo llevaron a su carrera de hambre de poder lo llevaron a resentirse con Nabot. La ira se convirtió en odio y esto lo llevó al asesinato. Nabot, por el contrario, quería cumplir las leyes de Dios: se consideraba como un deber el mantener la tierra ancestral en la familia. Este incidente muestra la interacción cruel entre Acab y Jezabel, dos de los líderes más malvados de Israel.21.13 Jezabel urdió una estratagema, que aparentaba ser legal, para apropiarse de la tierra para su esposo. Se requerían dos testigos para establecer culpabilidad, y el castigo por blasfemia era muerte por apedreamiento. Hoy día, aquellos que tuercen la ley y los procedimientos legales para conseguir lo que desean, pueden ser más sofisticados al hacerlo, pero aun así son culpables del mismo pecado. JEZABELLa Biblia es tan sincera acerca de la vida de sus héroes como lo es acerca de aquellos que rechazaron a Dios. Algunos personajes bíblicos descubrieron lo que Dios puede hacer con los fracasos cuando se vuelven a El. Muchos otros, sin embargo, no admitieron sus errores, ni se volvieron a Dios.Jezabel figura como la mujer más perversa de la Biblia. Las Escrituras hasta utiliza su nombre como un ejemplo de la gente que rechaza completamente a Dios (Rev 2:20-21). Muchas mujeres paganas se casaron con israelitas sin reconocer al Dios que sus esposos adoraban. Trajeron sus religiones con ellas. Pero ninguna fue tan determinada como Jezabel a hacer que todo Israel adorara a sus ídolos. Para el profeta Elías, parecía que ella había tenido éxito. El sintió que era el único que aún seguía siendo fiel a Dios hasta que El le dijo que todavía había siete mil que no habían abandonado la fe. El único «éxito» de Jezabel fue contribuir a la causa de la caída final del reino del norte: la idolatría. Dios castigó a las tribus del norte por su idolatría al hacer que fueran llevados en cautiverio.Jezabel tenía un gran poder. No sólo manejaba a su esposo, el rey Acab, sino que además tenía un surtido de ochocientos cincuenta sacerdotes paganos bajo su control. Estaba comprometida con sus dioses y decidida a obtener lo que quería. Creía que el rey tenía el derecho y la libertad de poseer lo que quisiera. Cuando Nabot se negó a vender su viña a Acab, Jezabel lo mandó matar con crueldad y tomó posesión de la tierra. El plan de Jezabel de acabar con el culto a Dios en Israel ocasionó graves consecuencias. Antes de morir, Jezabel sufrió la pérdida de su esposo en combate y de su hijo en manos de Jehú, que tomó el trono por la fuerza. Murió de la misma manera desafiante y despectiva en la que vivió.Cuando comparamos a Jezabel y a Elías, tenemos que admirar la fuerza del compromiso de cada uno de ellos. La gran diferencia era con quién estaban comprometidos. Jezabel estaba comprometida con ella misma y con sus dioses falsos. Elías estaba totalmente comprometido al único Dios verdadero. Al final, Dios demostró que Elías estaba en lo correcto. ¿Con qué o con quién está usted más comprometido? ¿Cómo evaluaría Dios su compromiso?Debilidades y errores :– Eliminaba sistemáticamente a los representantes de Dios en Israel– Promovió y fundó el culto a Baal– Amenazó con matar a Elías– Creía que los reyes podían hacer o tener legalmente todo lo que quisieran– Usó sus fuertes convicciones para salirse con la suyaLecciones de su vida :– No basta con ser comprometido o sincero. Lo que hace la diferencia es en dónde yace nuestro compromiso– El rechazar a Dios siempre lleva al desastreDatos generales :– Dónde: Sidón, Samaria– Ocupación: Reina de Israel– Familiares: Esposo: Acab. Padre: Et-baal. Hijos: Joram y Ocozías– Contemporáneos: Elías, JehúVersículo clave :»A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba» (1Ki 21:25).La historia de Jezabel se relata en 1 Reyes 16.31-2Ki 9:37. Su nombre se utiliza en Rev 2:20 como sinónimo de gran perversión. 21.19, 23 Para el cumplimiento de estos versículos, véase 22.38 donde los perros lamieron la sangre de Acab, y 2 Reyes 9.30-10.28 donde Jezabel y el resto de la familia de Acab fue destruida.21.20 Acab continuaba negándose a admitir su pecado contra Dios. En cambio, acusó a Elías de ser su enemigo. Cuando nos cegamos por la envidia y el odio, es casi imposible ver nuestro propio pecado.21.29 Acab fue el rey más perverso que ningún otro rey en Israel (16.30; 21.25), pero cuando se arrepintió con profunda humildad, Dios lo tomó en cuenta y redujo su castigo. El mismo Dios que fue misericordioso con Acab quiere ser misericordioso con usted. Sin importar cuán malvado haya sido, nunca es demasiado tarde para humillarse, volverse a Dios y pedir su perdón.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1582 Jos 19:18; 1Re 18:45; Ose 2:22
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Samaria. Véase coment. en 1 R 16:24.
Fuente: La Biblia de las Américas
El c. 1Re 21:1-29 va antes del c. 1Re 20:1-43 → §163; §211.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
[.] Nabot guarda su viña, más por respeto a la herencia de sus padres que por conveniencia personal. Ordenen un ayuno… (9). A lo mejor Jezabel aprovechó una calamidad del momento, sequía o peste. Los ancianos de la ciudad deben convocarlos a todos para un ayuno solemne y una asamblea donde se buscará . El culpable tendrá que ser Nabot, y de ese modo Jezabel lo hará matar legalmente. Así que, después de matar, te adueñas de la herencia (19). El crimen de Ajab no es peor que el de David al hacer morir a Urías, para tomar a su esposa (2 Sam 12). Elías viene a Ajab como Natán había ido a reprender a David. Y también se habla del arrepentimiento de Ajab. Sin embargo, sólo con David Dios se comprometió a no nunca su descendencia.
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[3] Y de violar la ley que lo prohíbe. La ley prohibía la venta perpetua de las posesiones. Lev 25, 23.[9] Esd 8, 21; 2 Cro 20, 3.[19] Acab se arrepintió de sus pecados y la predicción se cumplió en su hijo Joram. 1 Re 12, 38; 2 Re 4, 25.[25] Entre los reyes de Israel.