Comentario de 1 Reyes 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Aconteció que Salomón comenzó a edificar la casa de Jehovah en el año 480 después que los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto, en el mes de Ziv, que es el mes segundo, del cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel.
Año 1011 a.C.
En el año. Jue 11:26; 2Cr 3:1, 2Cr 3:2.
en el mes de Zif. 1Re 6:37; Núm 1:1.
edificar. 1Cr 29:19; Zac 6:12, Zac 6:13, Zac 6:15; Jua 2:19-21; 1Co 6:19; 2Co 6:16; Efe 2:20-22; Col 2:7; Heb 9:11; Heb 11:10; 1Pe 2:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La construcción del templo de Salomón, 1Re 6:1-4.
Los aposentos alrededor, 1Re 6:5-10.
La promesa de Dios, 1Re 6:11-14.
El techo y ornamento, 1Re 6:15-22.
Los querubines, 1Re 6:23-30.
Las puertas, 1Re 6:31-35.
El atrio, 1Re 6:36.
El tiempo de construcción, 1Re 6:37-38.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
En el año cuatrocientos ochenta: Muchos entendidos consideran que este año es clave para establecer la fecha en que se llevó a cabo el éxodo. Se puede afirmar que la división del reino después de la muerte de Salomón ocurrió en el año 930 a.C. (1Re 11:41-43). Si se consideran los cuarenta años que gobernó Salomón (1Re 11:42), el cuarto año de su reinado correspondería al año 966. Si el éxodo ocurrió cuatrocientos ochenta años antes del cuarto año del reinado de Salomón (966 a.C la fecha sería el año 1446 a.C. Algunos consideran que esta fecha es muy antigua para lo acontecido en el libro de Éxodo, por lo que datan este hecho al siglo trece a.C. Ellos sugieren que cuatrocientos ochenta años es una cifra aproximada que representa doce generaciones, o a la que se puede llegar al agregar la longitud de varios períodos simultáneos o solapados, aunque se los coloque en una línea de tiempo.
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PARA VIVIRLO
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No escatimar en gastos
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Siempre que las iglesias de hoy en día dibujan planos y proyectos de edificaciones en donde ejercer el culto, enfrentan una antigua disputa: ¿qué es apropiado en cuánto a tamaño, material, belleza y gastos? Para Salomón, parece que sólo había una respuesta a esta pregunta, puesto que se propuso construir el Templo de Dios sin reparar en gastos.
Rara vez se ha visto un proyecto de construcción más lujoso. El costo de tal aventura en la actualidad sería prácticamente incalculable. ¿Se justifica que Salomón incurriera en tan enorme gasto? No es fácil responder esta pregunta.
Por una parte, este proyecto contribuyó a aumentar el número de problemas económicos y de otra índole del reinado de Salomón, tales como el aumento del impuesto, el crecimiento de extranjeros de baja ralea y la tala de los bosques del Líbano. De ningún modo, el Templo fue la causa de todos estos problemas (1Re 9:15-19), porque fue construido con la política de usar sólo lo mejor, lo que parece ser el sello del imperio de Salomón. «Nada de plata, porque en tiempos de Salomón no era apreciada» (1Re 10:21).
Pero por otra parte, Salomón reconoció que la arquitectura no es neutra; es más, quiere decir algo. Debido a que el Templo y los santuarios seguían (o algunas veces prescindían de) los principios y formas arquitectónicas, estos eran obras de arte. El Templo de Salomón era una obra de arte notable que fue construida para la gloria de Dios (1Re 8:12, 1Re 8:13). ¿Pero, se construiría también para la gloria de Salomón? Probablemente sí, y esto es debido a que la mayoría de las grandes obras arquitectónicas son monumentos de aquellos que las construyen. Sin embargo, Dios aprobó aparentemente los logros de Salomón, puesto que los bendijo con su presencia (1Re 8:10, 1Re 8:11).
Sin embargo, cuando la construcción siguió adelante, el Señor le recordó a su constructor que lo que importa, no es que la casa sea de cedro o de oro; sino que se siga la ley (1Re 6:11-13). Tal vez, este es el principio arquitectónico más importante de todos cuando se trata de la casa de Dios. No es el tamaño, la belleza o el valor de la estructura, sino la devoción sincera y la obediencia de los que entran en la construcción para adorar. Después de todo, el Señor no sólo mora en santuarios construidos por personas; si no más bien, en las personas en sí (1Re 8:27; Hch 7:48; Hch 17:24; 1Cr 6:19, 1Cr 6:20).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EN EL AÑO CUATROCIENTOS OCHENTA DESPUÉS. Este versículo es crucial al fijar la fecha del éxodo de Israel de Egipto. Salomón comenzó a edificar la casa del Señor alrededor de 966 a.C. Se ha determinado esa fecha al integrar la información bíblica con las inscripciones cronológicas asirías. El éxodo ocurrió cuatrocientos ochenta años antes de esa fecha; esto fijaría ese acontecimiento alrededor de 1446 a.C. (cf. Hch 13:19-20).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Construcción del templo de Jerusalén.
E ste hecho tiene una importancia extraordinaria en la historia de Israel. Todos los santuarios particulares (Betel, Gabaón, Rama) perdían con el nuevo templo su importancia. En tiempos de David tendiase a una unificación nacional política y administrativa, dejándose subsistir por razones diplomáticas el santuario de Gabaón, al lado del de Jerusalén. Al levantar Salomón el templo de Yahvé, Lograba la unificación cultural y religiosa, no permitiéndose en adelante ofrecer sacrificios fuera de Jerusalén (Deu 12:5). El pecado mayor de las tribus del norte fue contravenir esta disposición sobre el santuario. Después del exilio, los judíos de Egipto levantaron un templo en Elefantina, y más tarde (siglo II a.C.) otro en Leontópolis. Pero estas tentativas de escisión fueron siempre condenadas en Israel.
Levantóse el edificio al norte de la ciudad de David, en los terrenos de una antigua era perteneciente al jebuseo Areuna (2Sa 24:2055), llamado también Orna (2Cr 3:1). El altar de los sacrificios se levantaba sobre la llamada Roca Santa, que ocupa el centro de la rotonda de la actual mezquita de Ornar. Para otros, el santo de los santos estaba emplazado en el lugar que ocupa la mencionada Roca.
Toda la presente narración presenta graves dificultades textuales, debidas a la corrupción del texto masorético y a las diferencias existentes entre éste y la versión de los LXX, con todas sus recensiones. El texto original no se ha conservado en el mismo orden que tenía originalmente; lo que ha dado lugar a interrupciones, a relatos ilógicos y a frases ininteligibles. Damos a continuación el orden de los versículos tal como se cree estaban en el texto primitivo: 1; 2; 19; 16b; 17; 20ª; 3-10; 15; 16ª; 18; 29; 21; 20b; 22; 30; 23ª; 26; 23b; 24-25; 27; 28; 31-36; 11-14; 37-38.
Indicación cronológica (2Cr 6:1).
1 El año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel de Egipto, el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, el mes de Ziv, que es el segundo mes, comenzó a edificar la casa de Yahvé.
El texto masorético afirma que la obra del templo dio comienzo el año 480 después de la salida de Egipto, correspondiente al cuarto año del reinado de Salomón. Esta última fecha se encuentra también en la Vulgata y en la versión de Símmaco. Los LXX reducen los años a 440; Flavio Josefo los hace remontar a 592. Pero cabe preguntar: ¿En qué fecha tuvo lugar la salida de los israelitas de Egipto? Ya hemos visto en la introducción al libro de Josué que existen dos hipótesis principales: una que pone el éxodo hacia los años 1440 a.C.; una segunda señala el siglo XIII, en tiempos de la XIX dinastía. Los partidarios de la primera hipótesis hallaban el argumento principal en nuestro texto al decir que tan grande acontecimiento tuvo lugar el año cuarto del reinado de Salomón. Ahora bien, este año coincide aproximadamente con 968, lo que sugiere el año 1445 como fecha del éxodo. Pero es éste un argumento frágil por tener el número 480 carácter simbólico, como puso de relieve el P. Lagrange l. En definitiva, el número 480 debe considerarse como dato cronológico “accidental y precario.” 2 El mes segundo es llamado Ziv, nombre fenicio y cananeo, y corresponde al segundo mes de la primavera (marzo-abril).
Dimensiones del templo y ventanas (2Cr 6:2-4).
2 Tenía la casa que Salomón edificó a Yahvé sesenta codos de largo, veinte de ancho y treinta de alto. 3 El vestíbulo (ulam), delante del templo (hecal) de la casa, era de veinte codos de largo, el ancho de la casa, y diez de fondo por delante de la casa. 4 Hizo en la casa ventanas enrejadas.
El templo era un edificio rectangular, construido en dirección este-oeste, que se dividía en tres partes principales: el vestíbulo o pórtico (ulam) una grande sala (hecal), lugar que más tarde se llamó convencionalmente “el santo,” y el santuario íntimo (debir), o “santo de los santos.”
El pórtico (LXX, ailam, Eze 40:7, del babilonio ellamu = que está delante) comprende la parte anterior del templo propiamente dicho. Medía 20 por 10 codos, o sea, 11 metros de ancho por 5:50 de largo; se desconoce su altura, creyéndose que la cifra de 120 codos de alto que señala 2Cr 3:4 está equivocada. Se entraba al ulam o pórtico por una doble puerta.
Del ulam se pasaba al hecal (heikal, del babilónico ekallu, palacio; e-gal = casa grande en sumero) por una doble puerta de madera de ciprés (v.33). Era ésta la gran sala donde se desarrollaba el culto. Medía 40 codos de largo, 20 de ancho y 30 codos de altura; en total, unos 15 metros cuadrados. Las medidas se dan en codos, cuyo valor preciso no puede determinarse; lo único que se puede afirmar es que el codo equivalía a algo más de medio metro. Existían el llamado codo menor, correspondiente a 45 centímetros, y el mayor, que se utilizaba en las grandes construcciones sagradas, a 55 centímetros.
En el v.4 aparece la palabra shekufim, que deriva de una raíz verbal que significa mirar desde lo alto. Estas ventanas hallábanse en la parte superior del muro del santo y tenían la finalidad de alumbrar y permitir la renovación del aire de la gran sala del culto. Galling supone que se abrieron ventanas tanto en los muros que daban sobre la puerta como en los laterales. Las ventanas estaban provistas de rejas.
Cantaras laterales (2Cr 6:5-10).
5 Levantó un edificio lateral en torno del “hecal” y del “debir” haciendo cámaras laterales todo en derredor. 6 El piso inferior era de cinco codos de ancho; el de en medio, de seis codos de ancho, y el tercero, de siete codos, pues había hecho retallos en el muro por fuera para no tener que empotrar en los muros. 7 Cuando se construyó la casa, hízose de piedras ya labradas, de modo que durante la edificación no se oyó allí el golpe del martillo, ni el del pico, ni de ningún otro instrumento de hierro. 8 La puerta de entrada a las habitaciones del piso inferior estaba al costado derecho de la casa, y por un caracol se subía al del medio, y de éste al tercero. 9 Cuando hubo acabado de edificar la casa, la cubrió con artesonado de cedro. 10 A cada uno de los pisos de habitaciones que rodeaban la casa les dio cinco codos de altura y los unió a la casa con vigas de cedro.
Junto a las paredes del hecal y del debir se construyeron cámaras para alojar el personal al servicio del templo. En el ν .6 aparece por primera vez el término debir, que designaba el lugar llamado santísimo (Sancta Sanctorum). San Jerónimo, siguiendo a Aquila y Sírnmaco, traduce la palabra por oraculum, aunque muestre preferencia por locutorium (PL 26:476), derivándola de dabar = hablar. Pero el término debir viene de la raíz dbr = lo que está detrás. Parece que del hecal se entraba al debir subiendo un escalón. Ninguna ventana iluminaba el lugar, cerrado por una puerta que raramente se abría. En realidad habitaba Yahvé en la oscuridad (8:12).
Después del v.7 vuelve el texto a ocuparse de las habitaciones de los alrededores del templo señalando la entrada a las mismas. La puerta de entrada de la planta baja se encontraba al “costado derecho,” es decir, al sur. Por unas escaleras (lubim) internas o externas, en forma de caracol, se subía a las habitaciones del primero y segundo piso. En el v.10 se señala la altura de este edificio, correspondiendo a cada piso una equivalente a 2:70 metros, siendo la altura total de 8,50. Por encima de estas edificaciones laterales divisábase el muro del hecal y del debir, que las sobrepasaba en algunos metros. Se cree comúnmente que estos edificios, además de servir de alojamiento a los sacerdotes y empleados del templo, eran utilizados para almacenes, depósitos, etc.
Manifestación divina (6:11-13).
11 Entonces dirigió la palabra Yahvé a Salomón, diciendo: 12 “Tú estás edificando esta casa. Si guardas mis leyes y pones por obra mis mandamientos, y guardas y observas todos mis preceptos, yo cumpliré contigo mi palabra, la promesa que hice a David, tu padre, 13 y habitaré en medio de los hijos de Israel y no abandonaré a mi pueblo, Israel.”
Esta perícopa está desplazada de su contexto. En el curso de la obra parece que Dios quiere animar a Salomón a terminarla. Con expresiones que se inspiran en Lev 18:4; Lev 26:11, y sobre todo en Deu 11:22; Deu 19:9; Deu 28:9, le recuerda que no basta el templo material para obligar a Dios a fijar su morada en medio del pueblo y a comprometerse a siendo necesario guardar sus leyes, practicar sus mandamientos y cumplir todos y cada uno de los preceptos defenderlo de sus enemigos,. Entonces cumplirá también Dios lo que prometió a David, su padre, por medio del profeta Natán (2Sa 7:13-15). Esta narracion parece ser una glosa; no se halla en la versión griega.
Ornamentación interior (2Sa 6:14-22).
14 Así, pues, edificó Salomón la casa y la terminó. 15 Revistió Salomón los muros de la casa al interior con planchas de cedro, desde el suelo hasta el techo, revistiendo así de madera todo el interior; y el suelo lo revistió de planchas de ciprés.16 Revistió también de planchas de cedro los veinte codos del fondo de la casa, desde el suelo, todo lo alto de los muros, reservando este espacio para el “debir.”17 Los cuarenta codos de delante constituían el “hecal” delante del “debir.” 18 El revestimiento interior del cedro iba tallado por entalladuras de flores abiertas y en botón, y todo era cedro, sin que se viera nada de piedra. 19 Dispuso dentro, en lo más interior de la casa, el “debir” para el arca de la alianza de Yahvé.20 El “debir” tenía veinte codos de largo, veinte codos de ancho y veinte de alto, y lo revistió de oro purísimo. Hizo un altar de madera de cedro 21 para delante del santuario, y lo recubrió de oro puro. 22 Toda la casa la recubrió de oro puro de arriba abajo, y recubrió también de oro todo el altar que estaba ante el santuario (debir).
Los muros del interior fueron recubiertos con planchas de cedro, empleándose la madera de ciprés para la pavimentación. En el interior no eran visibles las piedras de los muros. Ya hemos dicho que del hecal se entraba en el debir, la parte posterior del edificio, lugar santísimo, que medía 10,50 metros de largo, ancho y altura. En este lugar santísimo, oscuro y en forma de cubo, debía colocarse el arca de la alianza, dentro de la cual se conservaban las tablas donde estaban escritas las condiciones de la alianza de Yahvé con su pueblo. En el debir, lugar santísimo (Exo 26:33), residía la divinidad. El acceso a este lugar se hacía a través de una puerta de dos hojas, de madera de olivo (v.31). Todo su interior estaba revestido de oro. Delante de la puerta, al exterior, se levantó el altar de los perfumes (Exo 30:31-36), de madera de cedro. No tenía entonces el oro el valor que ha alcanzado hoy; los doradores empleaban hojas de oro, que aplicaban sobre la superficie.
Los querubines (Exo 6:23-28).
23 Hizo en el santuario dos querubines de madera de olivo. La altura de uno era de diez codos, e igualmente de diez codos la del otro. 24 Cinco codos era el largo de una de las alas del querubín y cinco el de la otra, haciendo en todo diez codos, desde la punta de una ala hasta la punta de la otra. 25 El segundo querubín tenía también diez codos.26 La medida y la forma eran las mismas para ambos querubines. 27 Puso los querubines en medio de la casa, en el espacio interior. Tenían las alas desplegadas, y la punta del ala del primero tocaba al uno de los muros, y la punta del ala del segundo al otro muro, tocándose una a otra las otras dos alas en el medio de la casa. 28 También cubrió de oro los querubines.
En el debir ocupaba un lugar destacado el arca de la alianza, sobre cuyas extremidades había dos querubines de oro con las alas extendidas (Exo 25:18-22; Exo 37:8-9; Num 7:89; 2Cr 3:10-13). Además de éstos, se modelaron otros dos con madera de olivo salvaje (shemen), Deu 5:25 metros, cuya configuración externa correspondía probablemente a cuadrúpedos alados con cabeza humana. Las grandes alas desplegadas de los querubines ocupaban toda la anchura del debir, en cuyo centro estaba el arca.
La palabra querubín viene del acádico karabu = bendecir, y particularmente del participio karibu, que era el término técnico para designar una divinidad de segunda categoría que intercedía por los hombres delante de los dioses supremos. Los querubines que se mencionan en la Biblia tienen diversas misiones. Los dos querubines del arca, que con sus alas desplegadas tapaban el cap-poreth, el propiciatorio, crearon la expresión bíblica de que Dios habla en medio de dos querubines (Exo 25:18-20; Exo 37:8). Significan ellos la presencia de Dios, que tiene su “trono sobre los querubines” (1Sa 4:4; 2Sa 6:2; Is 37.16; Sal 80:2; Sal 99:1). Con estos dos querubines pueden relacionarse los de madera de olivo colocados en el debir, “de pie y con los rostros vueltos a la entrada de la casa” (2Cr 3:13), considerados como guardianes y custodios del santuario. La misión de los querubines bíblicos coincide en líneas generales con la que tenían en la antigüedad pagana. Los querubines alados del cenotafio de Setis I tienen mucho parecido con los querubines del arca. De la misma manera pueden éstos relacionarse con los dos genios que, uno frente a otro, de pie o de rodillas, se ven en los muros exteriores del naos, o cofre sagrado de los templos egipcios, y también con los cuatro dioses que con los brazos abiertos y alas desplegadas protegen el sarcófago de Tutankamon.
Pero, aunque existan analogías externas entre los querubines paganos y los bíblicos, sin embargo, cabe tener presente que estos últimos son de género indefinido, en tanto que en Egipto se habla de genios masculinos y femeninos. En la Biblia no se les rinde culto; están al servicio de Dios, sujetos a El y simbolizando su presencia. Su misión primaria es atestiguar que Dios está allí presente. Ningún atributo divino se les reconoce; no se les adora ni se les considera como protectores o mediadores entre Dios y los hombres. Los querubines son humildes servidores del Dios de Israel. La tradición les concederá un lugar entre la jerarquía angélica. Concretándonos a los querubines del arca, puede admitirse que los israelitas, en contra de la ley que les prohibía hacer imágenes y figuras (Exo 20:4; Deu 5:8), los representaron inspirándose en los karibi de Egipto, que, a su vez, fueron importados de Mesopotámia. Su misión principal en el templo era la de simbolizar la presencia divina y custodiar el lugar sagrado 3.
Muros y pavimentos (Deu 6:29-30).
29 Hizo esculpir todo en torno de la casa, en los muros, por dentro y por fuera, querubines, palmas y guirnaldas de flores. 30También recubrió de oro el piso de la casa, lo mismo en el espacio interior que en el exterior.
En torno de la casa, en los muros del debir (interior) y del hecal (exterior), hizo “grabados de esculturas,” que representaban querubines, palmas y guirnaldas de flores. La misma decoración se empleó en las hojas de las puertas.32:35). Conforme al estilo de los tiempos (v.22:30; 2Cr 3:5-7), cabe admitir exageraciones hiperbólicas en el uso del oro, aunque no le faltaba este metal a. Salomón (2Cr 10:14-15).
Puertas y atrio (2Cr 6:31-36).
31 A la entrada del santuario (debir) hizo una puerta de dos hojas, de madera de olivo, y el dintel y las jambas eran de cinco esquinas. 32 Las dos hojas eran de madera de olivo y talladas con entalladuras de querubines, palmas y botones de flores; y todo, querubines, palmas y botones de flores, cubierto de oro. 33 Hizo igualmente para las puertas de entrada del templo (hecal) postes de madera de olivo cuadrados. 34 Ambas puertas eran de madera de ciprés, de dos hojas giratorias la una y de dos hojas giratorias la otra. 35 Hizo esculpir en ellas querubines, palmas y botones de flor, y todo lo recubrió de oro. 36 Hizo también el atrio interior, de tres órdenes de piedras labradas, y uno de vigas de cedro.
La puerta del debir era de madera de olivo silvestre, y el dintel tenía forma angular. La puerta del hecal era cuadrangular, de madera de ciprés, con dos hojas giratorias, lo que permitía a los sacerdotes la entrada para el servicio cotidiano sin necesidad de abrir todo el portal. Fuera y alrededor del templo había un atrio cuadrangular (Exo 27:29), que, en oposición a otro mayor, llamóse atrio (haser) interior o sacerdotal (2Cr 4:9). En medio estaba el altar de los holocaustos, y a los lados lo necesario para los ritos sacrificiales. Nos lo podemos representar como un cercado con un muro semejante a los otros, de tres hiladas de piedra y una de vigas de cedro para mayor consistencia4.
Duración de los trabajos (2Cr 6:37-38).
37 El año cuarto, el mes de Ziv, quedaron puestos los cimientos de la casa de Yahvé; 38 y el año undécimo, el mes de Bul, que es el octavo mes, estaba terminada en todas sus partes y con todo lo necesario. La construyó en el espacio de siete años.
Empezada la obra en el mes segundo (ziv) del cuarto año de Salomón, fue acabada en el mes de bul (octubre-noviembre) del año II, de lo que se desprende que los trabajos duraron exactamente seis años y medio. En el texto se emplea una cifra redonda, de valor altamente simbólico. De lo dicho se deduce que la construcción procedió lentamente. No deben urgir se demasiado las analogías del mismo con los templos de Egipto y de Mesopotamia.
El ideal sería disponer de un templo fenicio del siglo X a. de C.; pero hasta el momento no ha aparecido ninguno. Algunos invocan el santuario de Tainat (siglo IX), en la Siria septentrional, entre Alepo y Antioquía, en que figura la división tripartita del edificio sagrado.
Fuente: Biblia Comentada
el año cuatrocientos ochenta. Salomón comenzó a edificar el templo echando sus cimientos (v. 1Re 6:37) cuatrocientos ochenta años después del éxodo de Egipto. Los cuatrocientos ochenta años deben ser aceptados como años reales entre el éxodo y la edificación del templo, porque las referencias a cantidades de años en el libro de Reyes aparecen constantemente en sentido literal. Además, la interpretación literal se correlaciona con la declaración de Jefté que se registra en Jue 11:26. el cuarto año. Es decir, 966 a.C. Así, el éxodo debe datarse en el 1445 a.C.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Vea 2Cr 3:1-17; 2Cr 7:15-22.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1Re 6:1-38 : La descripción de la construcción del Templo, completada después con otros elementos accesorios (1Re 7:13-51), marca un hito culminante en la obra deuteronomista y en el conjunto de la historia de Israel en el AT. De ahí la importancia que se concede a todos los detalles tanto de la construcción como de la ornamentación. La descripción abunda en tecnicismos y presenta notables dificultades textuales, debidas en buena parte a las alteraciones sufridas.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— El año cuatrocientos ochenta: La solemne fecha de inicio es la resultante del cálculo global de doce generaciones (con una media de 40 años) transcurridas desde el éxodo y presenta la construcción del Templo como el culmen de todas las actuaciones salvíficas de Dios en favor de su pueblo.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El edificio. El arreglo de este capítulo sigue un diseño simétrico en el cual la segunda parte es un reflejo a la inversa de la primera. El diseño tie ne como centro la palabra de Dios a Salomón para darle énfasis a su importancia:
A1 nota cronológica (1);
B1 descripción de la estructura básica del
edificio (2-10);
C Dios le habla a Salomón (11-13);
B2 descripción de las decoraciones y los
accesorios (14-36);
A2 nota cronológica (37, 38).
Sin embargo, este capítulo no contiene todo lo que el autor tiene para contarnos acerca del equipamiento del templo. Describe su mobiliario en 7:13-51 después del relato sobre el palacio real de Salomón. La razón para este arreglo del material tan sorprendente se sugiere a continuación.
La nota cronológica al principio da no solo la fecha del comienzo de la obra de construcción en relación con el reinado de Salomón sino también en relación con el tiempo que pasó desde el éxodo de Egipto. Probablemente hay dos razones principales para esto. Primera, se invita a que se haga una comparación entre los dos eventos; sugiere que la construcción del templo fue un evento en la historia de Israel tan significativo como el que vio el nacimiento de la nación. Segunda, al poner el proyecto del templo en su contexto histórico, nos recuerda que Jehovah es un Dios cuyos propósitos se realizan en la historia y cuyos planes generalmente son a largo plazo. La promesa de un lugar el cual “Jehovah vuestro Dios haya escogido … para poner allí su nombre y morar en él” (Deut. 12:5) duró muchas generaciones hasta que se cumplió.
La descripción del templo y sus decoraciones contienen varias dificultades para el lector moderno. Hay algunos términos arquitectónicos que no son fáciles de traducir, y muchos detalles son difíciles de visualizar. ¡Es una gran lástima que el texto no ha llegado a nuestras manos completo con planos de piso, elevaciones e impresiones de artista!
Los vv. 2-10 describen el armazón del edificio. Era rectangular y estaba alineado en un eje de este a oeste. La parte principal del edificio, la cual consistía del lugar santo y del santuario interior (también llamado el lugar santísimo; 16), era de unos 27 m. de largo, 9 m. de ancho y 13, 5 m. de alto. El pórtico era tan ancho como el resto del edificio y añadía unos 4, 5 m. de largo. Tres pisos de cuartos se construyeron alrededor de la parte exterior (sin incluir el pórtico) y tenían la mitad de la altura del templo mismo. Estos tenían su propia entrada en el lado sur y no se conectaban con el in terior del templo. No se explica para qué servían estos cuartos, pero probablemente se utilizaban para guardar vestiduras y ciertas ofrendas, y quizá los sacerdotes se podían alojar allí cuando estaban de servicio. La luz entraba al edificio por las ventanas que deben haber sido ubicadas en la mitad de arriba de las paredes, más alto que la altura de los cuartos exteriores. El techo del edificio tenía vigas y tablones de cedro.
Las piedras para el templo fueron preparadas completamente en las canteras para que no se utilizaran herramientas de hierro en el lugar de la construcción (7). Este detalle extraño que interrumpe la descripción de los cuartos exteriores puede haber sido mencionado para mostrar que la obra fue hecha de acuerdo con el mandamiento en Exo. 20:25 (ver Deut. 27:5, 6). En verdad, esto tiene que ver con la construcción de altares y enseña que sólo piedras sin labrar (o sea piedras en su estado natural, como las que se usarían en muros con piedras sin mortero) deben ser utilizadas. Los artesanos de Salomón estaban construyendo un templo y no un altar y evidentemente sentían que podían usar en la construcción piedras labradas y ornamentadas. Pero trabajaron en el espíritu del mandamiento que prohibía el uso de herramientas, de manera que se aseguraron de que ninguna fuera utilizada cerca de la construcción.
Dentro del templo la mampostería estaba completamente cubierta con paneles de madera, cedro para las paredes y techo y ciprés para el suelo (15). El santuario interior debe haber tenido o un piso ele vado o un techo falso (o ambos) porque su altura estaba reducida de 30 a 20 codos (como 9 m.) de manera que lo convertía en un cubo perfecto (20). Los paneles sobre las paredes estaban tallados en formas de flores y calabazas, y las paredes, el techo y el piso del edificio entero estaban cubiertos de oro, tal como el altar de madera de cedro y los grandes querubines de madera de olivo que estaban en el santuario interior. Estos querubines proba blemente se parecían a las esfinges aladas comunes en el arte del antiguo Cercano Oriente. Los ejemplares fenicios muestran a un ser con cabeza humana, un cuerpo de animal con cuatro patas, y un par de alas; probablemente proveen una analogía cercana a las que produjeron los artesanos fenicios de Salomón. También había querubines en un friso tallado alrededor de las paredes, junto a palmeras y flores (29).
El suntuoso uso del oro para recubrir tantas superficies suena extraordinario, pero era la costumbre adornar así los templos antiguos del Cercano Oriente. Los motivos con los que se decoró el templo de Salomón (las calabazas, las flores abiertas, las palmeras y los querubines) también eran parte del repertorio artístico del antiguo Cercano Oriente, y hasta el plano de piso básico del edificio es semejante a varios descubrimientos arqueológicos. El templo de Salomón era único en propósito no en concepto. En su diseño arquitectónico y decoración artística reflejaba mucho las convenciones de la época. Es un ejemplo llamativo de cómo se pue den emplear los elementos de la cultura predominante para la alabanza y gloria de Dios.
Los motivos que se utilizaron para decorar el interior del templo parecerían infringir el segundo de los diez mandamientos que prohíbe el hacerse imágenes “de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra” (Exo. 20:4). Quizá se entendía que el mandamiento prohibía el hacer de semejanzas solo cuando había un peligro de que se convirtieran en objetos de adoración, y se pensaba que se había eli minado ese peligro en un templo que estaba dedicado solamente a la adoración de Jehovah.
Después de describir el santuario interior (16, 19-21, 22b-28), el relato sigue hacia afuera de nuevo, describiendo primeramente las puertas que cerraban el santuario interior y después las puertas entre el lado interior de los muros y el pórtico. Finalmente, nos lleva fuera al atrio interior (36), un término impreciso que se supone se refiere al área inmediatamente alrededor del edificio.
Una segunda nota cronológica concluye el relato en la cual nos recuerda cuándo empezó la construcción, cuándo terminó y cuánto duró el proyecto entero.
Todavía no hemos considerado la palabra de Dios a Salomón que se encuentra incrustada en este relato (11-13). Dice que esta palabra tiene que ver con este templo que tú edificas, pero no tiene ninguna otra referencia al templo. ¿Cuál es su propósito entonces? El carácter condicional de la promesa de Dios a David, ya aclarado por David en 2:4, lo declara ahora Dios mismo en palabras relacionadas con el proyecto de la construcción del templo. Dios habitará en medio de los hijos de Israel si Salomón camina en los estatutos de Dios y obedece sus mandamientos. En otras palabras, la edificación de un templo no garantizará la presencia de Dios en me dio de su pueblo; a Dios no se le puede domesticar y guardar en una caja, no importa cuán magnífica sea la caja. Su presencia depende de la obediencia y ahora específicamente de la obediencia de Salomón. Aunque estos versículos no alcanzan a criticar la construcción del templo, lo que sí hacen es poner el proyecto en perspectiva al poner énfasis en el tema de mayor importancia: la obediencia.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
6.1ss Para más información acerca del propósito del templo, véase la nota a 2 Crónicas 5.1ss.6.3 El pórtico era como un amplio portal.6.4 Estas ventanas se conocen como triforios (ventanas utilizadas en la construcción de templos). Eran ventanas ubicadas en la parte superior de las paredes para permitir la iluminación del centro del templo.6.7 En honor a Dios, el templo de Jerusalén fue construido sin el sonido de martillo o de ninguna otra herramienta en el sitio de la construcción. Esto significaba que las piedras debían ser labradas (se las cortaba y daba forma) en la cantera, a muchos kilómetros de distancia. El honor y el respeto del pueblo hacia Dios se extendió a cada aspecto de la construcción de esta casa de adoración. Este detalle se registra no para enseñarnos a construir un templo, sino para hacer evidente la importancia de mostrar cuidado, preocupación, honor y respeto por Dios y su santuario.6.13 Este versículo resume el propósito principal del templo. Dios prometió que su eterna presencia nunca dejaría el templo mientras se cumpliera una condición: los israelitas tenían que seguir las leyes de Dios. Al saber cuántas leyes tenían que seguir, podemos pensar que esta condición era muy difícil. Pero la situación de los israelitas era muy parecida a la de nosotros en la actualidad. No eran separados de Dios por no poder cumplir con algún punto pequeño de una ley. El perdón era suministrado ampliamente para todos sus pecados, sin importar cuán grandes o pequeños fueran. Cuando lea la historia de los reyes, verá que el quebrantar la ley era el resultado, no la causa, de la separación de Dios. Los reyes abandonaron a Dios en sus corazones primero y luego fracasaron en guardar sus leyes. Cuando cerramos nuestros corazones a Dios, su poder y su presencia pronto nos dejan.6.14 El concepto del templo de Salomón era más como un palacio para Dios, que un lugar de adoración. Al ser una morada para Dios, era apropiado que fuese adornado y hermoso. Las dimensiones interiores eran pequeñas porque la mayoría de los adoradores se reunían en la parte exterior.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Año cuatrocientos ochenta”, MSyVg; LXX: “año cuatrocientos cuarenta”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 416 Éxo 12:14; Éxo 12:51
b 417 2Cr 3:2
c 418 1Re 6:37
d 419 Núm 1:1
e 420 1Cr 28:12; 1Cr 29:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
en el año cuatrocientos ochenta. Los que creen en la fecha temprana (1446 a.C.) del éxodo de Israel de Egipto, se basan en este vers. usando diferentes datos: 1. La división del reino al morir Salomón ocurrió hacia el 932 a.C. 2. Como Salomón reinó unos cuarenta años (v. 11:42), el cuarto año de su reinado sería el 966 a.C. 3. Añadiendo cuatrocientos años a esta fecha, da 1447 a.C. para el éxodo. Algunos eruditos respaldan una fecha posterior para el éxodo, 1250 a.C. Ellos consideran que los cuatrocientos ochenta años mencionados aquí abarcan doce generaciones de cuarenta años cada una (v. coment. en Jue 11:26).
Zif…el segundo mes. Esta nota cronológica aclara que estaban usando el calendario religioso, pues por el calendario civil Zif sería el octavo mes.
Fuente: La Biblia de las Américas
La fecha es 967 a.C. y Zif es el mes segundo (abril-mayo). Respecto a la relación de esa fecha con el éxodo véase la Introducción al Libro de Éxodo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
cuadringentésimo octogésimo… → §295; mes segundo… abril/mayo.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., edificó
Fuente: La Biblia de las Américas
Aprox. Abril-Mayo.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[.] La primera construcción de Salomón es la Casa de Yavé o sea, el Templo de Jerusalén. La tienda del Arca, en el desierto, había sido el centro de un culto como el de las tribus nómadas. En adelante, el Templo, bastante parecido a los templos cananeos, sería el centro de una cultura urbana y sedentaria. Los sacrificios y fiestas que allí se celebraban eran imitados del culto de los cananeos; Israel empieza una nueva etapa de su cultura y también el culto se adapta a su nueva situación. Está el deseo sincero de honrar a Yavé, dándole una casa que sea la más hermosa de todas. Por eso, el Templo es llamado siempre, en la Biblia, la Casa de Yavé. Por otra parte, el pueblo quiere manifestar su éxito, y se siente orgulloso de tener un templo que haga competencia a los de otros pueblos. También está el anhelo de tener algo hermoso que sea como una imagen visible de la gloria de Dios invisible. Para los israelitas, el Templo de Jerusalén era el pedestal del Templo invisible donde Yavé está en su Gloria. Este había prohibido representarlo bajo la figura de criaturas; pero, al menos, se podía adornar la Casa con oro y maderas preciosas. Está por fin la inquietud de tener a Dios presente para que proteja a su pueblo. Al mismo tiempo que Yavé dice no tener otro templo que el universo entero (8,27), desea también estar presente materialmente en medio de su pueblo (Dt 12,5). En Jerusalén, Yavé está (Jer 25,30), y para defender a su pueblo (Is 31,5). Semejantes en esto a Salomón, los reyes y poderosos de los siglos pasados quisieron adornar las iglesias con oro y plata; pensaron que la Casa de Dios debía ser más hermosa todavía que la suya propia. Respetemos su piedad; pero hoy comprendemos que diferentes criterios rigen la ciudad de Dios y la de los hombres. La riqueza de los templos no nos ayuda siempre a descubrir lo más grande de Dios.
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[20] Sobre el cual se debía colocar el arca.