Comentario de 1 Samuel 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Había un hombre de Ramataim-zofim, de la región montañosa de Efraín, el cual se llamaba Elcana. Era hijo de Jerojam, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Zuf el efrateo.
RESUMEN DEL PRIMER LIBRO DE SAMUEL
El Primer Libro de SAMUEL, también llamado «El Primer Libro de los Reyes».Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Ramataim de Sofim. 1Sa 1:19; Mat 27:57.
Monte de Efraín. Jue 17:1; Jue 19:1.
Elcana. 1Cr 6:25-27, 1Cr 6:34.
hijo de Zuf. 1Sa 9:5.
efrateo. 1Sa 17:12; Jue 12:5; Rut 1:2; 1Re 11:26.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Elcana, un levita, con sus dos esposas, adora a Dios en Silo, 1Sa 1:1-3.
Él prefería a Ana, aunque era estéril, pero era molestada por Penina, 1Sa 1:4-8.
Ana ora con amargura por un hijo, 1Sa 1:9-11.
Elí primero la reprende, después la bendice, 1Sa 1:12-18.
Ana, al dar a luz a Samuel, se queda en casa hasta destetarlo, 1Sa 1:19-23.
Ella lo presenta al Señor, conforme a su voto 1Sa 1:24-28.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
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EL PRIMER LIBRO DE SAMUEL RELATA EL LEVANTAMIENTO EXTRAORDINARIO del rey Saúl hasta el poder y la influencia y las trágicas consecuencias de su caída. En este sentido, el libro se lee como una clásica tragedia griega o como el libro Muerte de un vendedor de Arthur Miller. La apariencia atrayente de Saúl, su talla física, y sus logros en la guerra hicieron de él una opción obvia para ser el primer rey de Israel. Pero el autor de 1 Samuel destaca el defecto trágico de Saúl, la desobediencia a los mandamientos de Dios (1Sa 13:7-12; 1Sa 15:10-26). Debido a su desobediencia, Dios lo abandonó. Saúl rápidamente perdió su valor, llegó a sentir celos del éxito de David, y al final perdió su mente. Desde las cenizas de esta tragedia, Dios levantó otro rey quien obedecería las directrices del verdadero rey, el Dios de Israel.
Primera de Samuel luego es llamada apropiadamente Samuel, el personaje principal de las primeras narrativas y quien ungió a los dos primeros reyes de Israel. Primero y Segundo de Samuel eran originalmente un libro, «El libro de Samuel» en las escrituras hebreas. Cuando esas Escrituras fueron traducidas al griego, hacia el 150 a.C. Samuel y Reyes se unieron dentro de una historia completa de la monarquía hebrea. Esta unidad de las Escrituras fue dividida en cuatro secciones: Primero, Segundo, Tercero y Cuarto de Reyes. Samuel y Reyes mas tarde fueron separadas nuevamente, pero la división de las traducciones griegas persistió. El resultado fue 1 y 2 de Samuel y 1 y 2 de Reyes.
En los comienzos de 1 Samuel, la nación de Israel estaba en un punto religioso bajo. Aun los sacerdotes eran corruptos (1Sa 2:12-17). Hacían las cosas peores, los hijos de Samuel, quienes servían como jueces en Beerseba, eran también deshonestos (1Sa 8:2, 1Sa 8:3). Con tales líderes malvados como modelos, el pueblo de Israel mostró abierto desprecio por la Palabra de Dios y rehusó escuchar a su profeta Samuel (1Sa 8:19).
Aún en el medio de la abierta corrupción y apostasía, hubo un remanente recto de israelitas, quienes fielmente adoraron a Dios (1Sa 1:3). El centro de adoración de Israel en este tiempo estaba localizado en Silo, donde estaba puesto el tabernáculo (1Sa 1:3; Jos 18:1). Sin embargo, incluso las luchas del tabernáculo no se dejaron durante aquellos tumultuosos y malos tiempos. El arca del pacto fue capturada por los filisteos (1Sa 4:11), y luego pasó una temporada de siete meses entre las ciudades filisteas (1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-16), esta fue devuelta a Bet-semes (1Sa 6:19) y luego a Quiriat-jearim (1Sa 7:1) hasta que David la llevó a Jerusalén (2Sa 6:1-17).
Durante este tiempo, los israelitas estaban insatisfechos con las abusivas reglas de los jueces (1Sa 8:3). El pueblo deseó la gloria de una monarquía tal como ellos veían en las naciones vecinas. De modo que Jehová se los concedió, les dio un rey como las otras naciones: el buen mozo y alto rey Saúl (1Sa 10:1). Aunque Saúl apareció para guiar una nación, su reinado terminó en tragedia porque él ignoró la Palabra de Dios. Muchos de los hechos de 1 Samuel están asociados con la vida tumultuosa, reinado y decadencia de Saúl, en contraste con el rápido ascenso del joven y fiel David.
Durante este período de la monarquía de Israel (1050-970 a.C. los grandes imperios del antiguo Medio Oriente estaban en un débil estado. Los ititas de Asia Menor habían pasado a ser insignificantes. Asiria estaba en un estado de declinación, y Egipto estaba debilitado por conflictos internos. Los filisteos constituyeron la fundamental amenaza de Israel durante este período. Sus habilidades en el trabajo del hierro les dieron una decidida ventaja militar y económica sobre Israel. Aun la amenaza de los filisteos tenía un impacto positivo sobre la situación política de Israel. Esto motivó a la naciente nación a unirse bajo el mando de sus primeros reyes, Saúl y David.
El propósito de 1 Samuel es proveer un recuento oficial del surgimiento de la monarquía durante el tiempo de Samuel y el desarrollo de esta bajo Saúl y David. El libro particularmente se enfoca sobre el surgimiento de David durante este período. Por cierto, la segunda mitad del libro y la primera mitad de 2 Samuel equivalen a una apología de la llegada de David al trono. Las similitudes de esta sección a la Apología de Hattusili, un escrito del siglo treinta a.C. son remarcables. En este antiguo documento, un rey itita resumió las razones para la legitimidad de su gobierno. Semejante a una apología, fue particularmente importante en el caso de un rey (como David) que fundaba una nueva dinastía. La defensa de la dinastía de Hattusili incluía los siguientes elementos:
1. Una descripción detallada de las descalificaciones de las normas precedentes (cf. 1Sa 15:1-35).
2. Una extendida historia de los fundamentales eventos de la nueva ascensión del rey (cf. 1Sa 16:1 – 2Sa 5:17).
3. Una defensa de las habilidades del nuevo rey para gobernar, como evidenció a través de los logros militares (cf. 1Sa 17:1-58).
4. Un registro de la indulgencia del nuevo rey sobre los enemigos políticos, en contraste a los usurpadores, quienes asesinaron al antiguo rey (cf. 1Sa 24:1-10; 1Sa 26:1-9).
5. Un reporte del interés del nuevo rey en la religión (cf. 2Sa 6:1-19; 2Sa 7:1-29).
6. Una conclusión que incluía un resumen del reinado, lo que demuestra la bendición divina sobre su gobernante, evidenciada a través de la expansión de su reinado y del establecimiento de la paz con las naciones vecinas (cf. 2Sa 8:1-18).
Las similitudes entre la Apología de Hattusili y 1Sa 15:1 hasta 2Sa 8:18 ilustran claramente como esa parte de primera y segunda de Samuel sirve como una apología para el reinado de David. Parte de la apología es la irrefutable evidencia de que Dios escogió a David para el trono (1Sa 16:1-13). Inicialmente, David era una elección sorpresiva, un miembro poco distinguido de una familia rural. Sin embargo, su admirable fidelidad a Jehová distinguió a David de entre sus amigos y Saúl (1Sa 17:1-51). Dios formó el carácter de David mientras que trataba de escapar de la ira y volubilidad de Saúl. En aquel angustioso tiempo, David aprendió a esperar en Dios para salvación. Aunque cometió errores, siempre se volvió a Dios por misericordia. Por esta razón, a David se le llamó como un hombre con el corazón conforme a Dios (1Sa 13:14).
La tradición judía sugiere que Samuel era el autor de la primera parte del libro (1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-36; 1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-17; 1Sa 8:1-22; 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15; 1Sa 12:1-25; 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 15:1-35; 1Sa 16:1-23; 1Sa 17:1-58; 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22), y que el profeta Natán y el vidente Gad eran los autores del resto, incluso de 2 de Samuel. Otro editor más tarde pudo tomar las memorias de Samuel, Natán, Gad y otros y unirlas con la guía del Espíritu Santo.
Un número de críticos eruditos han fechado el libro en la mitad del siglo sexto, mucho más tarde que las vidas de Samuel y Natán (1100-1010 a.C. Es obvio que algunas partes del libro fueron escritas después de la muerte de Samuel (1Sa 25:1; 1Sa 28:3), y quizás aun después de la división de la monarquía (1Sa 27:6). Sin embargo, no hay referencias de la caída de Samaria ante los asirios (722 a.C. y es razonable asumir que el libro se completó a través del último cuarto del siglo octavo antes de Cristo. El autor usó documentos fechados hacia el reinado de David o un poco después (1025-900 a.C. También incluyó resúmenes de testigos presenciales, y la antigüedad de algunos rasgos lingüísticos indican que partes del libro fueron escritas en un comienzo del período.
Bosquejo
I. El ministerio del profeta Samuel 1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-36; 1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-17
A. El nacimiento de Samuel 1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-11
B. Samuel y los hijos de Elí 1Sa 2:12-36
C. El comienzo del ministerio profético de Samuel 1Sa 3:1-21
D. La guerra filistea en Afec y la pérdida del arca de Jehová 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-2
E. La victoria de Israel sobre los filisteos bajo el ministerio de Samuel 1Sa 7:3-17
II. El reinado de Saúl como el primer rey de Israel 1Sa 8:1-22; 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15; 1Sa 12:1-25; 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 15:1-35
A. Las demandas de Israel para un rey 1Sa 8:1-22
B. Ungimiento de Saúl y presentación pública de Samuel 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27
C. Victoria de Israel sobre los amonitas 1Sa 11:1-15
D. Discurso de despedida de Samuel 1Sa 12:1-25
E. Saúl es desechado por Dios 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 15:1-35
III. David es escogido para suceder a Saúl como Rey 1Sa 16:1-23; 1Sa 17:1-58; 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31; 1Sa 31:1-13
A. Ungimiento de David y entrada al servicio real 1Sa 16:1-23
B. Victoria de David sobre Goliat 1Sa 17:1-58
C. Relación de David con los miembros de la familia real 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42
D. David como un fugitivo 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31; 1Sa 31:1-13
1. Huida de David a Nob, Gad y Moab 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-5
2. Acción punitiva de Saúl contra los sacerdotes de Nob 1Sa 22:6-23
3. David rescata la ciudad de Keila 1Sa 23:1-14
4. Saúl persigue a David en los campos de Maón y En-gadi 1Sa 23:15-29; 1Sa 24:1-22
5. Muerte de Samuel y matrimonio de David 1Sa 25:1-44
6. Saúl persigue a David en los campos de Zif 1Sa 26:1-25
7. Huida de David a Filistea 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-2
8. Preparación para la batalla en Gilboa 1Sa 28:3-25; 1Sa 29:1-11
9. Rescate de David de los habitantes de Siclag 1Sa 30:1-31
10. Muerte de Saúl 1Sa 31:1-13
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
1Sa 2:1-36; 1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-17
Los primeros siete capítulos introducen al profeta Samuel, del que muchos piensan que es la más grande figura del AT. desde Moisés. Samuel es único en el antiguo Israel, tuvo tres roles distintos, u oficios, como líder. Nació dentro de una familia levita, luego sirvió como sacerdote en Israel (1Sa 10:8). También fue reconocido como el último de los jueces de Israel que tomó decisiones judiciales (1Sa 7:6, 1Sa 7:15; 1Sa 12:11). Y él fue el primer gran profeta después del tiempo de Moisés (1Sa 3:20).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Ramataim de Zofim es otro nombre para Ramá (v. 1Sa 1:19), una villa ubicada cinco millas al norte de Jerusalén (aproximadamente 8 km).
La montaña de Efraín se refiere a la colina de la ciudad que ocupaba primeramente la tribu de Efraín.
Elcana, cuyo nombre hebreo significa «Dios ha creado», fue un levita (1Cr 6:26, 1Cr 6:34). Él se refirió a sí mismo como un efrainita porque vivió en el territorio de Efraín.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Introducción a 1 Samuel
Bosquejo
I. Samuel: Líder profético de Israel (1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-36; 1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-17; 1Sa 8:1-22)
A. Nacimiento de un líder profético (1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-11)
1. La tristeza y la súplica de Ana (1Sa 1:1-18)
2. El hijo profético de Ana (1Sa 1:19-28)
3. El canto profético de Ana (1Sa 2:1-11)
B. Corrupción del antiguo liderazgo (1Sa 2:12-36)
C. Transición de Eli a Samuel (1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21)
1. Llamamiento profético de Samuel (1Sa 3:1-21)
2. El juicio de la casa y el ministerio de Eli (1Sa 4:1-22)
3. Captura y restauración del arca (1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21)
D. Avivamiento bajo el liderazgo de Samuel (1Sa 7:1-17)
E. Israel exige un rey (1Sa 8:1-22)
1. Israel rechaza a los hijos de Samuel como líderes (1Sa 8:1-5)
2. Israel rechaza a Dios como rey (1Sa 8:6-22)
II. Saúl: Primer rey de Israel (1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15; 1Sa 12:1-25; 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 15:1-35)
A. Transición de Samuel a Saúl (1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15; 1Sa 12:1-25)
1. Selección de Saúl (1Sa 9:1-27)
2. Samuel unge a Saúl (1Sa 10:1-27)
3. Victoria de Saúl sobre los amonitas (1Sa 11:1-11)
4. Samuel renueva el reino en Gilgal (1Sa 11:12-15)
5. Discurso de despedida de Samuel (1Sa 12:1-25)
B. Primera parte del reinado de Saúl (1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 15:1-35)
1. Guerras y necedad de Saúl (1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52)
2. Desobediencia y rechazo de Saúl (1Sa 15:1-35)
III. David: Un hombre ungido que espera (1Sa 16:1-23; 1Sa 17:1-58; 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31; 1Sa 31:1-13)
A. Samuel unge a David (1Sa 16:1-13)
B. Dios quita su Espíritu de Saúl (1Sa 16:14-23)
C. David en combate con Goliat (1Sa 17:1-58)
D. David en la corte de Saúl (1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-17)
1. David y Jonatán (1Sa 18:1-4)
2. David sirve a Saúl (1Sa 18:5-16)
3. David se casa con Mical (1Sa 18:17-28)
4. Saúl teme a David y trata de quitarle la vida (1Sa 18:29-30; 1Sa 19:1-17)
E. David en exilio (1Sa 19:18-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31; 1Sa 31:1-13)
1. David con Samuel (1Sa 19:18-24)
2. David protegido por Jonatán (1Sa 20:1-42)
3. David ayudado por Ahimelec, el sacerdote (1Sa 21:1-9)
4. David en Gat (1Sa 21:10-15).
5. Una banda de hombres fuertes apoya a David (1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25)
6. Refugio de David en Filistea (1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31)
7. La muerte de Saúl (1Sa 31:1-13)
Autor : Anónimo
Tema : Reinado teocrático
Fecha : Fines del siglo X a.C.
Trasfondo
1 y 2 Samuel son un solo libro en el AT hebreo. Llevan el nombre del profeta Samuel, a quien se tenía en mucha estima como el líder espiritual fuerte de Israel que Dios usó para poner en orden la monarquía teocrática. 1 Samuel cubre casi un siglo de la historia de Israel, desde el nacimiento de Samuel hasta la muerte de Saúl (ca. 1105-1010 a.C.), y forma el enlace histórico principal entre el tiempo de los jueces y el primero de los reyes de Israel. Mientras que 2 Samuel trata únicamente del rey David, 1 Samuel cubre tres transiciones principales del liderazgo nacional: De Eli a Samuel, de Samuel a Saúl, y de Saúl a David.
El tema de la paternidad literaria incluye a 1 y 2 Samuel como una sola unidad literaria. Como parte de 1 Samuel y todo el libro de 2 Samuel fueron escritos después de la muerte de Samuel, éste sirvió sólo como un autor contribuyente (cf. 1Sa 10:25). La composición final fue escrita por un historiador profético inspirado que usó varias fuentes, inclusive las crónicas de Samuel (cf. 2Sa 1:18; 1Cr 27:24; 1Cr 29:29). Se desconoce la identidad de este historiador inspirado. El libro se terminó probablemente poco después de 930 a.C., pues 1 Samuel parece que supone la división del reino (1Sa 27:6) y 2 Samuel termina con los últimos días de David.
Propósito
1 Samuel describe el momento crucial de la historia de Israel cuando pasa del gobierno de los jueces al de un rey. El libro presenta la tensión entre la expectación del pueblo de un rey (un gobernante déspota «como tienen todas las naciones», 1Sa 8:5) y el modelo de Dios de una teocracia, en la que Él fuera su rey. El libro muestra con claridad que la desobediencia de Saúl a Dios y su violación de los requisitos teocráticos de su cargo hicieron que Dios lo rechazara como rey y lo reemplazara.
Visión panorámica
El contenido de 1 Samuel se enfoca en tres líderes nacionales claves: Samuel, Saúl y David.
(1) Samuel fue el último de los jueces y el primero en ocupar el oficio profético (aunque no fue el primer profeta, cf. Deu 34:10; Jue 4:4). Por ser hombre de gran piedad y dones proféticos, Samuel
(a) dirigió sabiamente a Israel en un avivamiento del culto verdadero (cap. 1Sa 7:1-17),
(b) puso el fundamento que les dio a los profetas su debido lugar en Israel (1Sa 19:20; cf. Hch 3:24; Hch 13:20; Heb 11:32), y
(c) estableció la monarquía como reino teocrático (1Sa 15:1; 1Sa 15:12; 1Sa 15:28; 1Sa 16:1). La importancia de Samuel como líder espiritual del pueblo de Dios durante un período de grandes cambios en la historia de Israel, la supera sólo la de Moisés en el tiempo del éxodo.
(2) Saúl llegó a ser el primer rey de Israel debido a la exigencia del pueblo de un rey humano «como tienen todas las naciones,» (1Sa 8:5; 1Sa 8:20). Saúl demostró pronto que no tenía aptitud espiritual para desempeñar el cargo teocrático; por eso Dios lo rechazó después (caps. 1Sa 13:1-23 y 1Sa 15:1-35).
(3) David, el siguiente elegido de Dios para ser su representante como rey, fue ungido por Samuel (cap. 1Sa 16:1-23). David no quiso usurpar el trono de Saúl por la fuerza ni la subversión, y dejó su promoción en las manos de Dios. Los caps. 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31 principalmente describen la huida de David cuando Saúl estaba demente y celoso, y la paciencia con que David esperó a que Dios actuara a su tiempo. El libro concluye con la trágica muerte de Saúl (cap. 1Sa 31:1-13).
Características especiales
Seis aspectos o énfasis principales caracterizan a 1 Samuel:
(1) Expone con claridad las santas normas de Dios para el rey de Israel. Los reyes de Israel debían ser líderes que se sometieran a Dios, el verdadero rey de Israel, obedecieran su ley, y se dejaran guiar y corregir por su revelación por medio de los profetas.
(2) Registra el comienzo fundamental de la prominencia del oficio profético en Israel como equivalente espiritual del sacerdocio. El libro contiene las primeras referencias del AT a «una compañía de profetas» (1Sa 10:5; 1Sa 19:18-24).
(3) Resalta la importancia y el poder de la oración (1Sa 1:10-28; 1Sa 2:1-10; 1Sa 7:5-10; 1Sa 8:5-6; 1Sa 9:15; 1Sa 12:19-23), la palabra de Dios (1Sa 1:23; 1Sa 9:27; 1Sa 15:1; 1Sa 15:10; 1Sa 15:23), y el Espíritu de la profecía (1Sa 2:27-36; 1Sa 3:20; 1Sa 10:6; 1Sa 10:10; 1Sa 19:20-24; 1Sa 28:6).
(4) Contiene abundante información biográfica acerca de la vida de tres líderes destacados de Israel: Samuel (caps. 1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-36; 1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-17), Saúl (caps. 1Sa 8:1-22; 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15; 1Sa 12:1-25; 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 15:1-35; 1Sa 16:1-23; 1Sa 17:1-58; 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31; 1Sa 31:1-13) y David (caps. 1Sa 16:1-23; 1Sa 17:1-58; 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31; 1Sa 31:1-13).
(5) Está repleto de historias bíblicas famosas, tales como cuando Dios le habló al joven Samuel (cap. 1Sa 3:1-21), David y Goliat (cap. 1Sa 17:1-58), David y Jonatán (caps. 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42), Los celos y el temor de Saúl respecto a David (caps. 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1-44; 1Sa 26:1-25; 1Sa 27:1-12; 1Sa 28:1-25; 1Sa 29:1-11; 1Sa 30:1-31), y Saúl y la adivina de Endor (cap. 1Sa 28:1-25).
(6) Es la fuente de algunas palabras citadas con frecuencia: «Icabod» que significa: «sin gloria», pues «traspasada es la gloria» (1Sa 4:21); «Eben-ezer» que significa: «piedra de ayuda», pues «hasta aquí nos ayudó Jehová» (1Sa 7:12); y «¡viva el rey!» (1Sa 10:24). Es también el primer libro del AT que usa la frase «Jehová de los ejércitos» (e.g., 1Sa 1:3).
Cumplimiento en el Nuevo Testamento
1 Samuel registra dos tipos proféticos del ministerio de Jesús como profeta, sacerdote, y rey:
(1) Samuel, el principal representante profético y sacerdotal de Dios en Israel, prefiguró el ministerio de Jesucristo quien sería el supremo representante profético y sacerdotal de Dios en Israel.
(2) David, nacido en Belén, pastor y rey ungido de Dios, que cumplió los propósitos de Dios para su generación (Hch 13:36), llegó a ser el principal tipo y precursor en el AT del Rey mesiánico de Israel. El NT habla de Jesucristo como el «hijo de David» (e.g., Mat 1:1; Mat 9:27; Mat 21:9), «que era del linaje de David según la carne» (Rom 1:3), y «la raíz y el linaje de David» (Apo 22:16).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
1. Samuel, Juez de Israel (1:1-27).
La primera parte del libro de Samuel es la continuación lógica de la narración de Jue 16:31, interrumpida por la inserción del episodio de los danitas, del crimen de Gueba y del libro de Rut. Fueron Helí y Samuel los dos últimos jueces de Israel. De poco relieve la figura de Helí dentro de la historia de Israel, sirve para hacer resaltar más la del profeta Samuel, que cierra el ciclo de los jueces de Israel y da paso a la monarquía.
Una familia de Rama (Jue 1:1-2).
1Había entre las gentes de Rama un hombre de la familia de Suf, originario de los montes de Efraím, llamado Elcana, hijo de Jeroam, hijo de Eliú, hijo Toú, hijo de Suf, efraimita. 2Tenía dos mujeres, de nombre una Ana y otra Penena. Penena tenía hijos, pero Ana era estéril.
Un hombre llamado Elcana (elqanah – Dios ha querido) vivía en el pueblo de Rama (Ramathaim) con sus dos mujeres, Ana (hannah = gracia) y Penena (peninnah – perla, coral); estéril la primera y con hijos la segunda.
El emplazamiento de Rama debe buscarse en la actual Rentis, a 14 kilómetros al nordeste de Lidda. Era Elcana de la estirpe de Suf, residente, a pesar de su condición de levita, en la montaña de Efraím (Jos 17:5; Jos 19:50; Jue 3:27). Los caatitas poseían ciudades en Efraím (1Cr 6:66-70).
De sus dos esposas, Ana era estéril y Penena tenía hijos. La poligamia era tolerada en Israel (Deu 21:15-17)· Los patriarcas de la línea de Set son monógamos (Gen 7:7), al revés de los de la línea de Caín (Gen 4:19). Según el código de Hammurabi, el marido no puede tomar una segunda mujer a menos que la primera sea estéril. En Israel, las restricciones antiguas sobre este punto desaparecen en tiempos de los jueces y de la monarquía l.
Religiosidad de la familia (Gen 1:3).
3Subía de su ciudad este hombre de año en año para adorar a Yahvé Sebaot y ofrecerle sacrificios en Silo. Estaban allí los dos hijos de Helí, Ofni y Finés, sacerdotes de Yahvé.
Era Elcana un hombre religioso que cumplía con la ley de presentarse delante de Yahvé al menos una vez al año (Jue 21:19). En rigor eran tres las visitas que todo israelita debía efectuar al lugar del tabernáculo (Exo 23:17), pero el tiempo y las circunstancias las redujeron a una. Para llegar a Silo tenía Elcana que recorrer unos cincuenta kilómetros y subir desde la Sefela hasta la montaña. Encontrábase Silo en el lugar que ocupa hoy Seilún, Jirbet Selún, a unos veinte kilómetros al sur de Naplusa, “al norte de Betel, al oriente del camino que de Betel sube a Siquem y al mediodía de Lebona” (Jue 21:19). Desde el tiempo de Josué (Jos 18:1) se instalaron en este lugar el tabernáculo y el arca de la alianza, acaso por su magnífica posición geográfica, al centro de Palestina. Por mucho tiempo fue Silo el centro de la vida nacional y religiosa de Israel; allí acudían puntuales los hebreos el día de los Tabernáculos, que “de año en año se celebraba en Silo” (Jue 21:19). La Ley obligaba únicamente a los hombres, pero Elcana acudía al lugar santo con toda su familia. Es la primera vez que aparece en la Biblia la expresión “Yahvé Sebaot,” que en adelante se emplea unas 260 veces, de las cuales dos en el Ν . Τ . (Rom 9:29; Stg 5:4). La expresión completa es: “Yahvé Dios de los ejércitos,” tanto de los cielos, ángeles (1Re 22:19), astros (Isa 24:4), como de la tierra, con todos sus elementos: aire, agua, vientos, etc. (Gen 2:1). Al ejército de Yahvé pertenecen los israelitas (Gen 17:26; Exo 7:4), al frente de los cuales marcha el Señor. Por anticipación se previene al lector de que en Silo ejercían sus funciones sacerdotales los dos hijos de Helí, Ofni y Finés. Helí ostentaba el poder supremo político y religioso de Israel, uniendo en su persona las dignidades de juez y de sumo sacerdote.
Rivalidad entre esposas (Exo 1:4-8).
4El día en que ofrecía Elcana su sacrificio, daba a Penena, su mujer, su porción y la de sus hijos e hijas. 5 A Ana le daba solamente una porción; pues, aunque amaba mucho a Ana, Yahvé había cerrado su útero. 6Irritábala su rival y la exasperaba por haberla Yahvé hecho estéril. 7 Así hacía cada año cuando subían a la casa de Yahvé, y siempre la mortificaba del mismo modo. Ana lloraba y no comía. 8 Elcana, su marido, le decía: “Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?”
El texto de esta sección puede entenderse de dos maneras, según se siga el texto griego o el masorético. En la traducción que hemos dado aparece Elcana distribuyendo entre sus familiares las partes del sacrificio que le correspondía; a Penena daba su ración y la de sus hijos e hijas; pero a Ana, que era estéril, daba la que le correspondía. Esta distribución desigual, justa en el fondo, daba pie a cierto malestar y antagonismo entre las dos esposas, creando en Ana un complejo de inferioridad frente a su rival, la que, a su vez, veía con malos ojos el particular afecto que le profesaba su marido. Dhorme sigue el texto masorético e interpreta el texto diversamente. Llevado Elcana por el particular afecto que profesaba a Ana, por haberla Dios hecho estéril, le entregaba como porción la parte de dos (literalmente: “una por cada orificio de la nariz,” por ser un sacrificio de olor suave a Yahvé).
Celosa Penena por esta distinción, se vengaba echando en cara a Ana su esterilidad, presentando el hecho como castigo de Dios. En los sacrificios pacíficos se derramaba la sangre al pie del altar; las grasas eran consumidas por el fuego. De las carnes se hacían dos partes: una era entregada a los sacerdotes y la otra a la familia, que la consumía reunida en un banquete sagrado (Lev 7:11ss; Deu 16:11). La esterilidad era considerada como una prueba (Gen 16:2; Gen 30:2) o como castigo de Dios (Gen 20:18); era un bochorno para una mujer no tener hijos. Según una antigua concepción bíblica (Gen 20:18; Gen 30:22; Rut 4:13), Dios abre o cierra el seno de una mujer casada para facilitar o impedir la concepción.
Voto de Ana (Rut 1:9-19).
9Un año, después que hubieron comido y bebido en Silo, se levantó Ana. Helí, el sacerdote, estaba sentado en una silla ante la puerta del tabernáculo de Yahvé. 10Ella, amargada el alma, oraba a Yahvé, llorando muchas lágrimas, 11e hizo un voto diciendo: “¡Oh Yahvé Sebaot! si te dignas reparar en la angustia de tu esclava, y te acuerdas de mí y no te olvidas de tu esclava, y das a tu esclava hijo varón, yo lo consagraré a Yahvé por todos los días de su vida, y no tocará la navaja a su cabeza.” 12Mientras así oraba reiteradamente a Yahvé, Helí le estaba mirando la cara. 13 Ana hablaba para sí, moviendo los labios, pero sin que se oyera su voz, y Helí la tomó por ebria, 14 y le dijo: “¿Hasta cuándo te va a durar la embriaguez?; anda a que se te pase el vino.” 15Ana contestó: “No, mi señor; soy una mujer que tiene el corazón afligido. No he bebido vino ni otro ningún licor inebriante; es que estaba derramando mi alma ante Yahvé, 16 No tomes a tu sierva como una mujer cualquiera. Lo grande de mi dolor y mi aflicción exponía yo de ese modo.” “Díjole entonces Helí: “Vete en paz y que el Dios de Israel te otorgue lo que tanto le has pedido,” 17 “Que halle gracia a tus ojos tu sierva.” Fuese, y comió y bebió con su marido, y no hizo ya la cara de antes. “Levantáronse de mañana, y después de postrarse ante Yahvé se marcharon, volviendo a su casa, a Rama. Elcana conoció a Ana, su mujer, y Yahvé se acordó de ella.
En una de las visitas al santuario de Silo ocurriósele a Ana hacer un voto a Yahvé. Una vez concluido el banquete sacrificial, levantóse y “presentóse ante Yahvé” (así los LXX). Junto a la puerta del tabernáculo estaba sentado Helí para recibir las consultas que le hicieran los peregrinos. El texto hebreo emplea el término focal para designar la tienda del tabernáculo que se hallaba en Silo (2 Sam 7), que se usa asimismo para indicar el templo de Salomón. Pero, según 3:15, había en Silo algo más que una simple tienda, puesto que el joven Samuel, de madrugada, “abrió las puertas de la casa de Yahvé.” Lo que en un principio fue simple tienda convirtióse en santuario más sólido en tiempos de los jueces, siendo destruido, probablemente, por los filisteos (Jer 7:12-14; Jer 26:6-9; Sal 78:60). Después de la catástrofe que se describe en 4:3-8, el tabernáculo fue trasladad a Nob (21:1-6).
La oración continuada de Ana y el movimiento tembloroso de sus labios despertaron en Helí la sospecha de que estaba ebria. No era raro el caso de excederse en la bebida con ocasión de los banquetes sacrificiales, con los consiguientes efectos (Amo 2:8; Isa 28:7-13; 1Co 11:20-21). La respuesta de Ana tranquilizó al sumo patriarca. Tuvo Ana el presentimiento de que Dios había escuchado su ruego, por lo que no hizo ya la cara de antes, comió y bebió con su marido. Con una expresión semítica (Gen 4:1-17) que usan también los griegos (Plutarco, Vita Alex. 21), dice el texto que Elcana conoció a Ana y que Dios se acordó de ella.
Nacimiento de Samuel (Gen 1:20-23).
20Al volver del tiempo, había concebido y parido Ana un hijo, al que puso por nombre Samuel, porque a Dios se lo había pedido; 21 y subió Elcana con toda su casa a sacrificar a Yahvé el sacrificio anual y cumplir su voto. 22 Ana no subió, sino que dijo a su marido: “Cuando el niño se haya destetado, yo le llevaré para presentárselo a Yahvé y para que se queda ya allí para siempre.” 23 Elcana, su marido, le dijo: “Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que le destetes y que Yahvé cumpla tu palabra.” Quedóse la mujer en casa, amamantando a su hijo hasta que le destetó.
Es la madre la que impone el nombre a su hijo, llamándole Samuel, palabra que guarda asonancia con el verbo shaal = pedir. El texto señala una etimología popular, ya que, científicamente, la raíz verbal hebraica debía ser shaul. La palabra Samuel es análoga a la asiro-babilónica Shemuil, “el nombre es Yahvé” (Eccli 46:13, hebr.). Elcana y su familia suben al santuario de Silo para sacrificar y cumplir su voto; Ana no acudió, prefiriendo subir después de haber destetado al niño, lo que solía hacerse al cabo de dos años y medio (2Ma 7:27) o tres.
Samuel en el templo (2Ma 1:24-28).
24Destetado, le subió consigo, llevando un toro de tres años, un “efá” de harina y un odre de vino, y le condujo a la casa de Yahvé en Silo. El niño iba con ella. 25Inmolaron el toro, y Ana, la madre del niño, presentó éste a Helí. 26Ana le dijo: “óyeme por tu vida, mi señor: Yo soy aquella mujer que estuvo aquí cerca de ti orando a Yahvé. 27Este niño le pedía yo, y Yahvé me ha concedido lo que pedí; 28también ahora quiero yo dárselo a Yahvé por todos los días de su vida, para que sea siempre donado a Yahvé.” Y adoraron allí a Yahvé.
Toda la familia sube de nuevo al santuario. De Penena no se habla más, creyendo piadosamente que se asoció a la alegría de la familia por haber bendecido Yahvé el seno de Ana. Tomado el verbo gamal en sentido estricto de destetar, cabe suponer que tenía Samuel de tres a cuatro años. Junto con el niño, ofreció la familia un toro de tres años (Gen 15:9), un efá (36 litros) de harina y un odre de vino (Num 15:8-10). él niño es presentado a Helí. Puesto que Dios se lo ha regalado, quiere Ana que quede propiedad de Yahvé, sirviéndole en el santuario. En el texto hebraico se halla un juego de palabras a base del verbo shaal, pero queda transparente el pensamiento que se quiere expresar.
Fuente: Biblia Comentada
El primer y segundo libros de Samuel
TítuloPrimero y Segundo Samuel fueron considerados como un libro en el manuscrito hebreo más antiguo, y más tarde fueron divididos en los dos libros por los traductores de la versión griega, la Septuaginta (LXX), una división seguida por la Vulgata en latín (Vg.) y por las traducciones en castellano y Biblias hebreas modernas. Los manuscritos hebreos más antiguos titularon el libro entero «Samuel» por el hombre que Dios usó para establecer el reinado en Israel. Más adelante, textos hebreos y las versiones en español llamaron al libro dividido «1 y 2 Samuel». La LXX los designó «Los libros Primero y Segundo de los Reinos» y la Vg.: «Primero y Segundo Reyes», junto con nuestros 1 y 2 Reyes siendo «Tercero y Cuarto Reyes».
Autor y fecha
La tradición judía le asignó la escritura de «Samuel» a Samuel mismo o a Samuel, Natán y Gad (basado en 1Cr 29:29). Pero Samuel no puede ser el escritor porque su muerte se registra en 1Sa 25:1, antes que los acontecimientos asociados con el reinado de David llegarán a suceder. Además, Natán y Gad fueron profetas del Señor durante la vida de David y no habrían estado vivos cuando se escribió el libro de Samuel. Aunque los registros escritos de estos tres profetas podrían haber sido usados para información en la escritura de 1 y 2 Samuel, el autor humano de estos libros es desconocido. La obra llega al lector como un escrito anónimo, esto es, el autor humano habla de parte del Señor y da la interpretación divina de los acontecimientos narrados.
Los libros de Samuel no contienen indicación clara de la fecha de composición. El hecho de que el autor escribió después de la división del reino entre Israel y Judá en el 931 a.C. es claro, debido a las muchas referencias a Israel y Judá como entidades distintivas (1Sa 11:8; 1Sa 17:52; 1Sa 18:16; 2Sa 5:5; 2Sa 11:11; 2Sa 12:8; 2Sa 19:42-43; 2Sa 24:1; 2Sa 24:9). Además, la afirmación con respecto a que Siclag pertenece a «los reyes de Judá hasta hoy» en 1Sa 27:6 da evidencia clara de una fecha de escritura posterior a Salomón. No hay tal claridad con respecto a qué tan tarde la escritura del libro podría ser. No obstante, 1 y 2 Samuel están incluidos en los profetas anteriores en el canon hebreo, junto con Josué, Jueces y 1 y 2 Reyes. Si los profetas anteriores fueron compuestos como una unidad, entonces Samuel se escribió durante la cautividad babilónica (ca. 560 540 a.C.), debido a que 2 Reyes concluye durante el exilio (2Re 25:27-30). No obstante, debido a que Samuel tiene un estilo literario diferente que Reyes, es muy probable que fue escrito antes del exilio durante el período del reino dividido (ca. 931 722 a.C.) y más tarde fue hecho una parte integral de los profetas anteriores.
Contexto histórico
La mayor parte de la acción registrada en 1 y 2 Samuel se llevó a cabo en las zonas montañosas en la tierra de Israel o alrededor de ellas. La nación de Israel estuvo concentrada en su mayor parte en un área que iba de 144 km del campo montañoso de Efraín en el N (1Sa 1:1; 1Sa 9:4) al campo montañoso de Judá en el S (Jos 20:7; Jos 21:22) y 24 km a 56 km de E a O. La altura central oscila en altitud de alrededor de cuatrocientos cincuenta y siete metros a cerca de mil seis metros sobre el nivel del mar. Las principales ciudades de 1 y 2 Samuel se encuentran en estas partes montañosas: Silo, la residencia de Elí y el tabernáculo; Ramá, el pueblo de origen de Samuel; Gabaa, los cuarteles de Saúl; Belén, el lugar de nacimiento de David; Hebrón, la capital de David cuando él gobernó sobre Judá; y Jerusalén, la definitiva «ciudad de David».
Los acontecimientos de 1 y 2 Samuel se llevaron a cabo entre los años ca. 1105 a.C., el nacimiento de Samuel (1Sa 1:1-28), a ca. 971 a.C., las últimas palabras de David (2Sa 23:1-7). De esta manera, los libros cubren unos ciento treinta y cinco años de historia. Durante esos años, Israel fue transformada de un grupo no muy unido de tribus bajo «jueces» a una nación unida bajo el reinado de una monarquía centralizada. Primordialmente se enfocan en Samuel (alrededor del 1105 1030 a.C.), Saúl quien reinó alrededor del 1052 1011 a.C., y David quien fue rey de la monarquía unida alrededor del 1011 971 a.C.
Temas históricos y teológicos
Cuando 1 Samuel comienza, en términos espirituales, Israel se encontraba en un punto bajo. El sacerdocio estaba corrompido (1Sa 2:12-17; 1Sa 2:22-26), el arca del pacto no estaba en el tabernáculo (1Sa 4:3-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-2), la idolatría era practicada (1Sa 7:3-4) y los jueces eran deshonestos (1Sa 8:2-3). A través de la influencia del piadoso Samuel (1Sa 12:23) y David (1Sa 13:14) estas condiciones fueron cambiadas. Segundo Samuel concluye con la ira del Señor siendo retirada de Israel (2Sa 24:25).
Durante los años narrados en 1 y 2 Samuel, los grandes imperios del mundo antiguo estaban en un estado de debilidad. Ni Egipto ni las potencias de Mesopotamia, Babilonia y Asiria, eran amenazas para Israel en ese entonces. Las dos naciones más hostiles a los israelitas eran los filisteos (1Sa 4:7; 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 17:1-58; 1Sa 23:1-29; 1Sa 31:1-13; 2Sa 5:1-25) al O y los amonitas (1Sa 11:1-15; 2Sa 10:1-19; 2Sa 11:1-27; 2Sa 12:1-31) al E. La mayoría de los filisteos había emigrado de las Islas Agéas y Asia Menor en el siglo XII a.C. Después de habérseles negado el acceso a Egipto, se establecieron entre otros filisteos que ya existían a lo largo de la costa mediterránea de Palestina. Los filisteos controlaron el uso del hierro, el cual les dio una ventaja clara sobre Israel (1Sa 13:19-22). Los amonitas eran descendientes de Lot (Gén 19:38) quienes vivieron en la Meseta Transjordánica. David conquistó a los filisteos (2Sa 8:1) y a los amonitas (2Sa 12:29-31), y otras naciones que rodeaban a Israel (2Sa 8:2-14).
Hay cuatro temas teológicos predominantes en 1 y 2 Samuel. El primero es el pacto davídico. Los libros están estructurados desde el punto de vista literario por dos referencias al rey «ungido» en la oración de Ana (1Sa 2:10) y el cántico de David (2Sa 22:51). Esta es una referencia al Mesías, el Rey quien triunfaría sobre las naciones que se oponen a Dios (vea Gén 49:8-12; Núm 24:7-9; Núm 24:17-19). De acuerdo con la promesa del Señor, este Mesías vendría a través de la línea de David y establecería el trono de David para siempre (2Sa 7:12-16). Los acontecimientos de la vida de David registrados en Samuel son una sombra de las acciones del más grande Hijo de David (esto es, Cristo) en el futuro.
Un segundo tema es la soberanía de Dios, claramente vista en estos libros. Un ejemplo es el nacimiento de Samuel en respuesta a la oración de Ana (1Sa 9:17; 1Sa 16:12-13). También, con relación a David, es particularmente evidente que nada puede frustrar el plan de Dios para hacerlo gobernar sobre Israel (1Sa 24:20).
En tercer lugar, la obra del Espíritu Santo al capacitar a hombres para tareas divinamente determinadas es evidente. El Espíritu del Señor vino tanto sobre Saúl como sobre David después de haber sido ungidos como reyes (1Sa 10:10; 1Sa 16:13). El poder del Espíritu Santo trajo profecía (1Sa 10:6) y victoria en la batalla (1Sa 11:6).
En cuarto lugar, los libros de Samuel demuestran los efectos personales y nacionales del pecado. Los pecados de Elí y sus hijos resultaron en la muerte de cada uno de ellos (1Sa 2:12-17; 1Sa 2:22-25; 1Sa 3:10-14; 1Sa 4:17-18). La falta de reverencia hacia el arca del pacto llevó a la muerte de varios israelitas (1Sa 6:19; 2Sa 6:6-7). La desobediencia de Saúl resultó en el juicio del Señor, y él fue rechazado como rey sobre Israel (1Sa 13:9; 1Sa 13:13-14; 1Sa 15:8-9; 1Sa 15:20-23). Aunque David fue perdonado por su pecado de adulterio y asesinato después de su confesión (2Sa 12:13), él sufrió las consecuencias inevitables y devastadoras por su pecado (2Sa 12:14).
Retos de interpretación
Los libros de Samuel contienen varios retos de interpretación que han sido ampliamente discutidos: 1) ¿Cuál de los manuscritos antiguos es el más cercano a los escritos originales? El texto hebreo (masorético) estándar ha sido relativa y pobremente preservado, y la LXX frecuentemente difiere de él. Por lo tanto, la lectura exacta del escrito original del texto es difícil de determinar en algunos lugares (vea 1Sa 13:1). Se da por sentado que el texto masorético representa el texto original a menos que haya una imposibilidad gramatical o contextual. Esto explica muchas de las discrepancias numéricas. 2) ¿Es ambivalente Samuel en referencia al establecimiento del reinado humano en Israel? Se dice que mientras que 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15 presenta una posición positiva del reinado, 1Sa 8:1-22 y 1Sa 12:1-25 son fuertemente antimonárquicos. No obstante, es preferible ver el libro como presentando una perspectiva equilibrada del reinado humano. Mientras que el deseo de Israel por un rey era aceptable (Deu 17:15), su razón por la que querían un rey mostraba falta de fe en el Señor (vea las notas de 1Sa 8:5; 1Sa 8:20). 3) ¿Cómo explicarse la conducta extraña de los profetas? Es comúnmente aceptado que 1 y 2 Samuel presentan a los profetas como oradores en éxtasis con conducta extraña, tal como los profetas paganos de las otras naciones. Pero no hay nada en el texto que sea inconsecuente con ver a los profetas como comunicadores de la revelación divina, algunas veces profetizando con acompañamiento musical (vea las notas sobre 1Sa 10:5; 1Sa 19:23-24). 4) ¿Cómo ministró el Espíritu Santo antes de Pentecostés? El ministerio del Espíritu Santo en 1Sa 10:6; 1Sa 10:10; 1Sa 11:6; 1Sa 16:13-14; 1Sa 19:20; 1Sa 19:23; 2Sa 23:2 no estaba describiendo la salvación en el sentido del NT, sino una capacitación por parte del Señor para su servicio (vea también Jue 3:10; Jue 6:34; Jue 11:29; Jue 13:25; Jue 14:6; Jue 14:19; Jue 15:14). 5) ¿Cuál era la identidad del «espíritu malo de parte de Jehová» que atormentaba? ¿Es un ser personal, esto es, un demonio, o un espíritu de descontento creado por Dios en el corazón (cp. Jue 9:23)? Tradicionalmente, ha sido visto como un demonio (vea la nota sobre 1Sa 16:14). 6) ¿Cómo apareció Samuel en 1Sa 28:3-5? Parece mejor entender la aparición de Samuel como el Señor permitiendo al muerto Samuel hablar con Saúl. 7) ¿Cuál es la identidad de la simiente de David en 2Sa 7:12-15? Normalmente es tomado como Salomón. No obstante, el NT refiere las palabras a Jesús, el Hijo de Dios en Heb 1:5 (vea las notas sobre 2Sa 7:12-15).
Bosquejo
I) Samuel: Profeta y juez de Israel (1Sa 1:1 1Sa 7:17)
A) Samuel el profeta (1Sa 1:1 1Sa 4:1 a)
1. El nacimiento de Samuel (1Sa 1:1-28)
2. La oración de Ana (1Sa 2:1-10)
3. El crecimiento de Samuel (1Sa 2:11-26)
4. El oráculo en contra de la casa de Elí (1Sa 2:27-36)
5. La Palabra del Señor a través de Samuel (1Sa 3:1 1Sa 4:1 a)
B) Samuel el juez (1Sa 4:1 b 1Sa 7:17)
1. La saga del arca (1Sa 4:1 b 1Sa 7:1)
2. La victoria de Israel sobre los filisteos y el período de Samuel como juez (1Sa 7:2-17)
II) Saúl: Primer rey sobre Israel (1Sa 8:1 1Sa 15:35)
A) La ascensión de Saúl al reinado (1Sa 8:1 1Sa 12:25)
1. La demanda de Israel por un rey (1Sa 8:1-22)
2. El proceso de Saúl para llegar a ser rey (1Sa 9:1 1Sa 11:13)
3. La exhortación de Samuel a Israel con respecto al rey (1Sa 11:14 1Sa 12:25)
B) El declive de Saúl en el reinado (1Sa 13:1 1Sa 15:35)
1. La reprensión de Saúl (1Sa 13:1-5)
2. Las guerras de Saúl (1Sa 13:16 1Sa 14:52)
3. El rechazo de Saúl (1Sa 15:1-35)
III) David y Saúl: Transferencia del reinado en Israel (1Sa 16:1 1Sa 31:13)
A) La introducción de David (1Sa 16:1 1Sa 17:58)
1. La unción de David (1Sa 16:1-13)
2. David en la corte de Saúl (1Sa 16:14-23)
3. David el guerrero del Señor (1Sa 17:1-58)
B) David echado de la corte de Saúl (1Sa 18:1 1Sa 20:42)
1. El enojo y temor de Saúl hacia David (1Sa 18:1-30)
2. La defensa de David por parte de Jonatán y Mical (1Sa 19:1 1Sa 20:42)
C) David huye de la persecución de Saúl (1Sa 21:1 1Sa 28:2)
1. La matanza de los sacerdotes por parte de Saúl en Nob (1Sa 21:1 1Sa 22:23)
2. La vida de Saúl librada dos veces por David (1Sa 23:1 1Sa 26:25)
3. El desánimo de David y el refugio filisteo (1Sa 27:1 1Sa 28:2)
D) La muerte de Saúl (1Sa 28:3 1Sa 31:13)
1. La noche final de Saúl (1Sa 28:3-25)
2. La despedida de David por parte de los filisteos (1Sa 29:1-11)
3. La destrucción de David de los amalecitas (1Sa 30:1-31)
4. El día final de Saúl (1Sa 31:1-13)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
un varón. Este versículo se parece a la introducción al nacimiento de Sansón en Jue 13:2. Esta estrecha semejanza destaca el paralelismo entre Sansón y Samuel: ambos fueron jueces sobre Israel, luchadores contra los filisteos y nazareos de por vida. Ramataim. Posiblemente significa «dos colinas», este nombre aparece solo aquí en el AT. En otros pasajes la ciudad se designa simplemente como Ramá. Estaba situada a unos 8 km al norte de Jerusalén. Elcana. Significa «Dios ha creado», y fue padre de Samuel. de Zuf. «Zuf» es un lugar (1Sa 9:5), y también un nombre personal (1Cr 6:35), como en este caso. efrateo. 1Cr 6:27 identifica a Elcana como miembro de la rama coatita de la tribu de Leví. Los levitas vivían entre las demás tribus (Jos 21:20-22). Efraín era la región tribal en la que vivía este levita.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DE LOS JUECES (Jueces, Rut, y 1 de Samuel 1—7)
VI. Ana: una madre dedicada (1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-11, 1Sa 2:18-21).
A. El relato comienza con la escena de una mujer estéril que llora y ora en el altar del tabernáculo en Silo. Se llamaba Ana. Podemos leer su oración en 1Sa 1:11.
Observamos varios factores en su petición:
1. Parte de la aflicción de Ana era debido a la burla constante a que la sometía Penina, la otra mujer de su esposo (1Sa 1:6). Dios nunca aprobó la poligamia porque siempre produjo dolor y frustración, (véanse Gén 21:9-11; Gén 30:1)
2. El doctor John Davis escribe en relación con la oración de Ana:
«Oró con gran amargura de alma y la esencia de su oración está recogida en unas pocas palabras del versículo 1Sa 1:11 : “y te acordares de mí…». Estas palabras nos son familiares. Nos traen a la memoria la oración simple de Sansón que encontramos en Jue 16:28. Ciego e impotente, clamó a su Dios y le pidió: “Acuérdate ahora de mí.”
También la encontramos en los labios de un hombre que estaba siendo crucificado en el Calvario. Uno de los malhechores que crucificaban al lado de Jesús mirándole con fe, dijo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”» (Luc 23:42). (Conquest and Crisis.)
3. Ana promete que si recibe un hijo lo criará como un nazareo. De esta manera su hijo Samuel se convirtió en uno de los tres nazareos que encontramos en la Biblia. Los otros dos fueron Sansón (Jue 13:5-7) y Juan el Bautista (Luc 1:15).
4. En su agonía de alma. Ana mueve los labios cuando está orando pero no produce sonidos audibles, lo que causa que el sumo sacerdote Eli (que la estaba observando sin ser visto) piense que está embriagada (1Sa 1:12-13).
B. Cuando Ana es reprendida por su supuesta embriaguez niega inmediatamente la acusación y comparte con Eli la verdadera naturaleza de su congoja. El anciano sacerdote le asegura entonces que Dios contestará en verdad su oración (1Sa 1:14-18).
C. En el curso del tiempo Dios «recuerda» a Ana (comparar con Gén 8:1) dándole un hijo a quien pone por nombre Samuel. Cuando lo destetó (probablemente no antes de los dos años de edad) lo llevó a Eli para dedicarlo a Dios (1Sa 1:26-28).
D. Después de la dedicación. Ana canta un bellísimo himno de alabanza que es la base del canto de María que encontramos en Luc 1:46-55. (Véase 1Sa 2:1-11.)
VII. Eli: un sacerdote indisciplinado (1Sa 2:12-17, 1Sa 2:22-36; 1Sa 4:1-22).
A. Se introduce ahora una nota triste a causa de los sacerdotes que eran hijos de Eli. Según el relato sagrado:
1. Eran hombres impíos (no salvos) (1Sa 2:12).
2. No tenían conocimiento de Dios (literalmente «hijos de Belial») (1Sa 2:12).
3. Robaban de las ofrendas a Dios (1Sa 2:14).
4. Intimidaban a los fíeles que iban al tabernáculo a ofrecer sacrificios (1Sa 2:14-16).
5. Cometían actos de adulterio en el mismo tabernáculo (1Sa 2:22).
6. Causaban que el pueblo de Dios pecara (1Sa 2:17, 1Sa 2:24).
B. Eli intenta corregir a sus hijos reprendiéndoles por su mala conducta, pero ellos continúan impasibles en sus malos caminos (1Sa 2:22-25).
C. Eli es advertido por un desconocido profeta de Dios acerca de las siguientes cosas:
1. Que sus dos malvados hijos morirían en el mismo día (1Sa 2:34).
2. Que Dios se buscaría un sacerdote fiel (1Sa 2:35). Nota: ha habido algo de especulación en relación con la identidad de este «sacerdote fiel». Examinemos brevemente este asunto:
3. Dios originalmente instituyó el sacerdocio a través de Aarón, quien era un descendiente de Leví (Éxo 28:43; Éxo 29:9).
4. Aarón tuvo cuatro hijos. Dos fueron matados por Dios a causa de su iniquidad (Lev 10:1-2). Los otros dos fueron Eleazar e Itamar. La línea de los sumos sacerdotes tenía que continuarse aparentemente por medio de Eleazar, pues a su muerte su hijo Finees le sucedió en el sacerdocio (Núm 25:11-13).
5. Sin embargo, por alguna razón que no se explica, el sacerdocio se cambió de la descendencia de Eleazar a la de Itamar en la persona de Eli.
6. Algunos estudiantes de la Biblia creen que 1Sa 2:35 es una referencia a Sadoc, de la línea de Eleazar, quien sería más tarde un fiel consejero espiritual del rey David (1Re 1:7-8). Esta profecía también indica que nunca faltaría un descendiente de Sadoc para acompañar a los reyes ungidos de Dios. Los sacerdotes de la línea de Sadoc ministrarían con Cristo en el templo milenario (Eze 43:19; Eze 44:15; Eze 48:11).
D. Dios se revela al joven Samuel una noche cuando descansaba en su cama en el templo. Lo principal del mensaje divino tenía que ver con el futuro juicio de la casa de Eli. A la mañana siguiente Samuel lo comparte renuentemente con Eli (1Sa 3:1-18).
E. Samuel es ahora elevado por Dios al oficio de profeta (1Sa 3:19-21).
F. Después de esto Israel es derrotado completamente por los filisteos. Durante la batalla, los filisteos se apoderan del arca del pacto y matan a Ofni y a Finees, los dos hijos de Eli (1Sa 4:1-11).
G. Las trágicas noticias llegan a Silo, lo que resulta en el fallecimiento de Eli y la total desesperación de su nuera (1Sa 4:14. 1Sa 4:18-22).
VIII. Unos filisteos frustrados (1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21).
A. La captura del arca del pacto por filisteos resultó ser para ellos una maldición en dondequiera que la llevaban.
1. En Asdod destruyó la estatua del dios-ídolo Dagón e hirió al pueblo con tumores (1Sa 5:1-7).
2. En Gat causó también gran destrucción y tumores parecidos (1Sa 5:8-9).
3. En Ecrón hubo también temor, consternación y tumores (1Sa 5:10).
Nota: El doctor John Davis escribe lo siguiente en relación con las varias plagas que sufrieron los filisteos: «Muchos piensan que esta es una referencia a la peste bubónica. Lo infieren de la mención de tumores y ratones (posiblemente ratas) que “destruyen la tierra’’ (1Sa 6:4-5).» (Conquesi and Crisis.)
B. Los filisteos colocaron el arca en un carro de madera nuevo arrastrado por dos vacas y también pusieron en él cinco ratones de oro (1Sa 6:1-11).
C. Luego llevaron el arca a un pueblo hebreo llamado Bet-semes, donde fue recibido primero con gran regocijo y posteriormente produjo gran tristeza, pues algunos hombres necios miraron dentro del arca y esto trajo el castigo divino sobre ellos (1Sa 6:12-19).
D. El arca es entonces llevada de Bet-semes a otro pueblo israelita llamado Quiriat-jearim. Aquí permanecería durante veinte años (1Sa 7:1-2).
IX. Samuel: un predicador ambulante (1Sa 7:1-17).
«Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. Y Jehová volvió a aparecer en Silo: porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo…» (1Sa 3:19-21).
A. En este momento Samuel, el gran profeta y sacerdote, reunió a Israel en Mizpa (otro pueblo de Palestina) para un gran avivamiento espiritual (1Sa 7:3-6).
B. Cuando los filisteos se enteraron de esta reunión, movilizaron su ejército y se prepararon para atacar. Ante el clamor de Samuel. Dios interviene y los filisteos son ahuyentados y derrotados (1Sa 7:7-14). «Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel» (1Sa 7:13).
«Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. Y todos los años iba y daba vuelta a Betel, a Gilgal y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares. Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel: y edificó allí un altar a Jehová» (1Sa 7:15-17).
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Las Porciones de 1Sa 8:1-22 al 1Sa 31:1-13.
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO UNIDO (1Sa 8:1-22 al 1Sa 31:1-13; y 2 de Samuel; 1Re 1:1-53 al 1Re 11:1-43; y 1 Crónicas; 2Cr 1:1-17 al 2Cr 9:1-31; Salmos; Proverbios; Eclesiastés; Cantar de los Cantares) podes consultar en 2 de Samuel.
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Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DE LOS JUECES (Jueces, Rut, y 1 de Samuel 1—7)
VI. Ana: una madre dedicada (1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-11, 1Sa 2:18-21).
A. El relato comienza con la escena de una mujer estéril que llora y ora en el altar del tabernáculo en Silo. Se llamaba Ana. Podemos leer su oración en 1Sa 1:11.
Observamos varios factores en su petición:
1. Parte de la aflicción de Ana era debido a la burla constante a que la sometía Penina, la otra mujer de su esposo (1Sa 1:6). Dios nunca aprobó la poligamia porque siempre produjo dolor y frustración, (véanse Gén 21:9-11; Gén 30:1)
2. El doctor John Davis escribe en relación con la oración de Ana:
«Oró con gran amargura de alma y la esencia de su oración está recogida en unas pocas palabras del versículo 1Sa 1:11 : “y te acordares de mí…». Estas palabras nos son familiares. Nos traen a la memoria la oración simple de Sansón que encontramos en Jue 16:28. Ciego e impotente, clamó a su Dios y le pidió: “Acuérdate ahora de mí.”
También la encontramos en los labios de un hombre que estaba siendo crucificado en el Calvario. Uno de los malhechores que crucificaban al lado de Jesús mirándole con fe, dijo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”» (Luc 23:42). (Conquest and Crisis.)
3. Ana promete que si recibe un hijo lo criará como un nazareo. De esta manera su hijo Samuel se convirtió en uno de los tres nazareos que encontramos en la Biblia. Los otros dos fueron Sansón (Jue 13:5-7) y Juan el Bautista (Luc 1:15).
4. En su agonía de alma. Ana mueve los labios cuando está orando pero no produce sonidos audibles, lo que causa que el sumo sacerdote Eli (que la estaba observando sin ser visto) piense que está embriagada (1Sa 1:12-13).
B. Cuando Ana es reprendida por su supuesta embriaguez niega inmediatamente la acusación y comparte con Eli la verdadera naturaleza de su congoja. El anciano sacerdote le asegura entonces que Dios contestará en verdad su oración (1Sa 1:14-18).
C. En el curso del tiempo Dios «recuerda» a Ana (comparar con Gén 8:1) dándole un hijo a quien pone por nombre Samuel. Cuando lo destetó (probablemente no antes de los dos años de edad) lo llevó a Eli para dedicarlo a Dios (1Sa 1:26-28).
D. Después de la dedicación. Ana canta un bellísimo himno de alabanza que es la base del canto de María que encontramos en Luc 1:46-55. (Véase 1Sa 2:1-11.)
VII. Eli: un sacerdote indisciplinado (1Sa 2:12-17, 1Sa 2:22-36; 1Sa 4:1-22).
A. Se introduce ahora una nota triste a causa de los sacerdotes que eran hijos de Eli. Según el relato sagrado:
1. Eran hombres impíos (no salvos) (1Sa 2:12).
2. No tenían conocimiento de Dios (literalmente «hijos de Belial») (1Sa 2:12).
3. Robaban de las ofrendas a Dios (1Sa 2:14).
4. Intimidaban a los fíeles que iban al tabernáculo a ofrecer sacrificios (1Sa 2:14-16).
5. Cometían actos de adulterio en el mismo tabernáculo (1Sa 2:22).
6. Causaban que el pueblo de Dios pecara (1Sa 2:17, 1Sa 2:24).
B. Eli intenta corregir a sus hijos reprendiéndoles por su mala conducta, pero ellos continúan impasibles en sus malos caminos (1Sa 2:22-25).
C. Eli es advertido por un desconocido profeta de Dios acerca de las siguientes cosas:
1. Que sus dos malvados hijos morirían en el mismo día (1Sa 2:34).
2. Que Dios se buscaría un sacerdote fiel (1Sa 2:35). Nota: ha habido algo de especulación en relación con la identidad de este «sacerdote fiel». Examinemos brevemente este asunto:
3. Dios originalmente instituyó el sacerdocio a través de Aarón, quien era un descendiente de Leví (Éxo 28:43; Éxo 29:9).
4. Aarón tuvo cuatro hijos. Dos fueron matados por Dios a causa de su iniquidad (Lev 10:1-2). Los otros dos fueron Eleazar e Itamar. La línea de los sumos sacerdotes tenía que continuarse aparentemente por medio de Eleazar, pues a su muerte su hijo Finees le sucedió en el sacerdocio (Núm 25:11-13).
5. Sin embargo, por alguna razón que no se explica, el sacerdocio se cambió de la descendencia de Eleazar a la de Itamar en la persona de Eli.
6. Algunos estudiantes de la Biblia creen que 1Sa 2:35 es una referencia a Sadoc, de la línea de Eleazar, quien sería más tarde un fiel consejero espiritual del rey David (1Re 1:7-8). Esta profecía también indica que nunca faltaría un descendiente de Sadoc para acompañar a los reyes ungidos de Dios. Los sacerdotes de la línea de Sadoc ministrarían con Cristo en el templo milenario (Eze 43:19; Eze 44:15; Eze 48:11).
D. Dios se revela al joven Samuel una noche cuando descansaba en su cama en el templo. Lo principal del mensaje divino tenía que ver con el futuro juicio de la casa de Eli. A la mañana siguiente Samuel lo comparte renuentemente con Eli (1Sa 3:1-18).
E. Samuel es ahora elevado por Dios al oficio de profeta (1Sa 3:19-21).
F. Después de esto Israel es derrotado completamente por los filisteos. Durante la batalla, los filisteos se apoderan del arca del pacto y matan a Ofni y a Finees, los dos hijos de Eli (1Sa 4:1-11).
G. Las trágicas noticias llegan a Silo, lo que resulta en el fallecimiento de Eli y la total desesperación de su nuera (1Sa 4:14. 1Sa 4:18-22).
VIII. Unos filisteos frustrados (1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21).
A. La captura del arca del pacto por filisteos resultó ser para ellos una maldición en dondequiera que la llevaban.
1. En Asdod destruyó la estatua del dios-ídolo Dagón e hirió al pueblo con tumores (1Sa 5:1-7).
2. En Gat causó también gran destrucción y tumores parecidos (1Sa 5:8-9).
3. En Ecrón hubo también temor, consternación y tumores (1Sa 5:10).
Nota: El doctor John Davis escribe lo siguiente en relación con las varias plagas que sufrieron los filisteos: «Muchos piensan que esta es una referencia a la peste bubónica. Lo infieren de la mención de tumores y ratones (posiblemente ratas) que “destruyen la tierra’’ (1Sa 6:4-5).» (Conquesi and Crisis.)
B. Los filisteos colocaron el arca en un carro de madera nuevo arrastrado por dos vacas y también pusieron en él cinco ratones de oro (1Sa 6:1-11).
C. Luego llevaron el arca a un pueblo hebreo llamado Bet-semes, donde fue recibido primero con gran regocijo y posteriormente produjo gran tristeza, pues algunos hombres necios miraron dentro del arca y esto trajo el castigo divino sobre ellos (1Sa 6:12-19).
D. El arca es entonces llevada de Bet-semes a otro pueblo israelita llamado Quiriat-jearim. Aquí permanecería durante veinte años (1Sa 7:1-2).
IX. Samuel: un predicador ambulante (1Sa 7:1-17).
«Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. Y Jehová volvió a aparecer en Silo: porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo…» (1Sa 3:19-21).
A. En este momento Samuel, el gran profeta y sacerdote, reunió a Israel en Mizpa (otro pueblo de Palestina) para un gran avivamiento espiritual (1Sa 7:3-6).
B. Cuando los filisteos se enteraron de esta reunión, movilizaron su ejército y se prepararon para atacar. Ante el clamor de Samuel. Dios interviene y los filisteos son ahuyentados y derrotados (1Sa 7:7-14). «Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel» (1Sa 7:13).
«Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. Y todos los años iba y daba vuelta a Betel, a Gilgal y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares. Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel: y edificó allí un altar a Jehová» (1Sa 7:15-17).
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Las Porciones de 1Sa 8:1-22 al 1Sa 31:1-13.
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO UNIDO (1Sa 8:1-22 al 1Sa 31:1-13; y 2 de Samuel; 1Re 1:1-53 al 1Re 11:1-43; y 1 Crónicas; 2Cr 1:1-17 al 2Cr 9:1-31; Salmos; Proverbios; Eclesiastés; Cantar de los Cantares) podes consultar en 2 de Samuel.
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Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz
INTRODUCCIÓN
1. Nombre, texto y división
Los libros de Samuel deben su nombre al protagonista de su primera parte (1Sa 1:1-28 — 1Sa 15:1-35), a quien más tarde se atribuyó, junto con los profetas Natán y Gad, el conjunto de la obra (1Cr 29:29). En realidad, el título no corresponde al contenido, pues el gran protagonista de ambos libros es David, primero ensombreciendo al mismo rey Saúl (1Sa 16:1-23 — 1Sa 31:1-13) y después como rey de Israel y de Judá (2 Sa).
En la antigua Biblia hebrea, 1-2 Samuel formaban un único libro integrado en la colección de los llamados Profetas Anteriores. La versión griega de los LXX lo dividió en dos partes que unió a Reyes para formar los cuatro Libros de los Reinos, de los que 1-2 Sm eran los dos primeros. La Vulgata heredó el procedimiento de los LXX si bien cambió su título por el de Libros de los Reyes.
Las versiones modernas, por una parte retoman la antigua denominación hebrea de Samuel y, por otra, la posterior y artificial división en dos libros (1-2 Sm). De hecho, la sección de la muerte de Saúl, que ocupa dos capítulos (1Sa 31:1-13; 2Sa 1:1-27), se ve arbitrariamente cortada e interrumpida con la actual división.
Por lo que atañe al texto hebreo tradicional de Samuel — que forma parte del llamado “texto masorético” (TM) — no es precisamente de los mejor conservados. En cambio, los manuscritos hebreos de Samuel encontrados a mitad del siglo XX en la cueva 4 de Qumrán han aportado una revalorización del texto griego de los LXX y del supuesto prototipo hebreo sobre el que se hizo la versión.
2. Características literarias
Los libros de Samuel forman parte de la gran obra historiográfica, integrada por Jos, Jue y 1-2 Sm y 1-2 Re, que ha sido denominada Historia Deuteronomista, en virtud de la influencia que en ella tienen las perspectivas teológicas de Deuteronomio. El contenido global de esta obra abarca la historia de Israel desde los albores de la conquista de Canaán (Jos) hasta la destrucción de Jerusalén y la deportación a Babilonia (2Re 25:1-30). Concretamente, los libros de Samuel cubren un período de tiempo de casi un siglo, que incluye el final de la época de los Jueces, la institución de la monarquía con Saúl y su consolidación en el reinado de David. Con todo, su delimitación actual presenta algunas dificultades, pues su comienzo (1Sa 1:1-28 — 1Sa 7:1-17) parece prolongar las historias del libro de los Jueces mientras que los suplementos del final (2Sa 21:1-22 — 2Sa 24:1-25) interrumpen la llamada Historia de la Sucesión (2Sa 9:1-13 — 2Sa 20:1-26) que concluye con la entronización de Salomón y la muerte de David en 1Re 1:1-53 — 1Re 2:1-46.
a) Estructura y contenido
A pesar de lo dicho, la obra presenta una unidad coherente, estructurada a partir de sus personajes principales. Así, la primera parte (1Sa 1:1-28 — 1Sa 7:1-17) queda protagonizada por Samuel y, en menor medida, por la historia del Arca (1Sa 4:1-22 — 1Sa 6:1-21). La segunda parte (1Sa 8:1-22 — 1Sa 15:1-35) incorpora a Saúl, que comparte protagonismo con Samuel. La tercera parte (1Sa 16:1-23 — 2Sa 1:1-27) introduce a David, que en su proceso de ascensión al trono llega a ensombrecer el protagonismo del rey Saúl. En la cuarta parte (2Sa 2:1-32 — 2Sa 8:1-18) sobresale el protagonismo absoluto de David. En la quinta parte (2Sa 9:1-13 — 2Sa 20:1-26) David comparte protagonismo con sus hijos y, más concretamente, con Absalón (2Sa 13:1-39 — 2Sa 18:33-42). Finalmente, la sexta parte (2Sa 21:1-22 — 2Sa 24:1-25) es una breve colección de materiales dispersos relativos a David. He aquí, pues, el resultado esquemático de la estructura y división de los libros de Samuel:
I. — HISTORIA DE SAMUEL (1Sa 1:1-28 — 1Sa 7:1-17)
– Nacimiento e infancia de Samuel (1Sa 1:1 — 1Sa 4:1 a)
– Historia del Arca (1Sa 4:1 b — 1Sa 7:1)
– Samuel, juez de Israel (1Sa 7:2-17)
II. — SAMUEL Y SAÚL (1Sa 8:1-22 — 1Sa 15:1-35)
– Institución de la monarquía (1Sa 8:1-22 — 1Sa 12:1-25)
– Reinado y rechazo de Saúl (1Sa 13:1-23 — 1Sa 15:1-35)
III. — EL ASCENSO DE DAVID AL TRONO (1Sa 16:1-23 — 2Sa 1:1-27)
– Unción de David (1Sa 16:1-13)
– David en la corte de Saúl (1Sa 16:14 — 1Sa 20:42)
– David, fugitivo de Saúl (1Sa 20:42-14 — 1Sa 26:1-25)
– David, vasallo filisteo (1Sa 27:1-12 — 1Sa 30:1-31)
– La muerte de Saúl (1Sa 31:1-13; 2Sa 1:1-27)
IV. — DAVID, REY DE JUDÁ E ISRAEL (2Sa 2:1-32 — 2Sa 8:1-18)
– La unión de los dos reinos (2Sa 2:1 — 2Sa 5:5)
– La consolidación del reino unificado (2Sa 5:6 — 2Sa 8:18)
V. — LA SUCESIÓN DE DAVID (2Sa 9:1-13 — 2Sa 20:1-26)
– David y Mefibóset (2Sa 9:1-13)
– La guerra amonita (2Sa 10:1-19 — 2Sa 12:1-31)
– Amnón y Absalón (2Sa 13:1-39 — 2Sa 14:1-33)
– Rebelión de Absalón (2Sa 15:1-37 — 2Sa 20:1-26)
VI. — SUPLEMENTOS (2Sa 21:1-22 — 2Sa 24:1-25)
b) Proceso de formación y fuentes
La composición final, producto de la última redacción deuteronomista (realizada probablemente durante la época del destierro babilónico), es el resultado de un amplio proceso de formación que seguramente abarcó todo el período monárquico (siglos X-VI a. C.). A lo largo de este proceso se fueron incorporando al conjunto de 1-2 Sm toda una serie de fuentes y materiales de características y procedencias muy diversas. Simplificando el proceso, en este conjunto de materiales podemos distinguir fuentes independientes, añadidos posteriores y elementos redaccionales deuteronomistas.
— En 1-2 Sm se dan cita una serie de conjuntos homogéneos, amplios y relativamente autónomos, que delatan notable antigüedad, acusada cercanía con los hechos y escasos retoques redaccionales. Son los casos de la historia del Arca (1Sa 4:1-22 — 1Sa 6:1-21; 2Sa 6:1-23), de la historia de la subida de David al trono (1Sa 16:1-23 — 1Sa 30:1-31; 2Sa 1:1-27 — 2Sa 5:1-25) y de la historia de la sucesión de David (2Sa 9:1-13 — 2Sa 20:1-26; 1Re 1:1-53 — 1Re 2:1-46). A estas secciones habría que añadir otros conjuntos fragmentarios menores pero no menos antiguos, como las tradiciones sobre Samuel juez (1Sa 7:1-17) y Saúl rey (1Sa 11:1-15; 1Sa 13:1-23 — 1Sa 14:1-52; 1Sa 31:1-13).
— Entre los añadidos posteriores encontramos: a) materiales de origen profético, como las tradiciones sobre la infancia de Samuel y el rechazo de Saúl (1Sa 1:1-28 — 1Sa 3:1-21; 1Sa 13:1-23; 1Sa 15:1-35), los relatos de las unciones de Saúl y David (1Sa 9:1-27 — 1Sa 10:1-27; 1Sa 16:1-23), los episodios de la consulta a la hechicera de Endor y del censo de David (1Sa 28:1-25; 2Sa 24:1-25) o los núcleos más antiguos de las profecías de Natán (2Sa 7:4-17; 2Sa 12:1-14); b) documentos oficiales, como las listas de los hijos de Saúl y de David (1Sa 14:49-51; 2Sa 3:2-5; 2Sa 5:13-16), de los funcionarios y héroes de David (2Sa 8:16-18; 2Sa 20:23-26; 2Sa 23:8-39), o los sumarios de las campañas de Saúl y David (1Sa 14:47-52; 2Sa 5:17-25; 2Sa 8:1-14); y c) otro material más variado de tipo lírico-heroico, como las elegías (2Sa 1:19-27; 2Sa 3:33-34), el salmo (2Sa 22:1-51), la despedida de David (2Sa 23:1-7), su combate con Goliat (1Sa 17:1-58) y las gestas de sus héroes (1Sa 21:14-14).
— El material redaccional deuteronomista, particularmente escaso en 1-2 Sm, se deja ver en los discursos antimonárquicos de Samuel (1Sa 8:1-22; 1Sa 10:17-27 y 1Sa 12:1-25), en la oración de David (2Sa 7:18-29), en determinados sumarios, glosas y retoques fragmentarios (1Sa 2:22-36; 1Sa 4:16; 1Sa 7:15-17; 1Sa 13:1; 1Sa 14:47-51; 2Sa 2:10-11; 2Sa 5:4-5; 2Sa 7:1-17) y en algunas profecías y fórmulas de cumplimiento (1Sa 20:12-16; 1Sa 20:42; 1Sa 23:17-18; 1Sa 24:20; 1Sa 25:30-31; 1Sa 28:17-18; 2Sa 5:1-2; 2Sa 12:7-12; 2Sa 16:20-22).
c) Los libros de Samuel como historia profética
Considerados tradicionalmente como libros históricos, los libros de Samuel comparten con el resto de la Historia Deuteronomista su peculiar concepto y tratamiento de la historia de Israel, que se acerca más a la historiografía teológica y que podría definirse como historia profética, de acuerdo con la doble denominación, judía y cristiana, de la colección que los acoge:
— En cuanto Libros Históricos, 1-2 Sm se ocupan de una serie de acontecimientos que se verificaron en la vida de Israel en el período que va desde el final de la época de la confederación tribal hasta los últimos años del reinado de David (mitad del s. XI hasta el primer tercio del s. X a. C., aproximadamente). Y aunque los materiales reunidos en 1-2 Sm son más literarios y heroicos que propiamente históricos, se trata de los únicos testigos que nos pueden acercar con un mínimo de garantías a esa particular y decisiva etapa de la historia de Israel. Es verdad que, a diferencia de 1-2 Re, en 1-2 Sm no tenemos casi ningún dato cronológico, ni cita de anales u otras fuentes históricas, ni referencias a la historia extrabíblica. Pero los libros de Samuel nos ofrecen valiosos datos que permiten esbozar un contexto histórico verosímil según el cual, al predominio filisteo en la región, suceden los éxitos iniciales de Saúl y, sobre todo, el ascenso imparable de David. Es precisamente David quien logra la unidad de las tribus, conquista Jerusalén a la que constituye en capital del reino, organiza la administración y consolida el reino llegando a formar un pequeño imperio. Todo ello “consentido” en buena medida por la debilidad de las grandes potencias del área, Asiria y Egipto.
— Ahora bien, la denominación de 1-2 Sm como Profetas (anteriores) en el canon hebreo nos da nuevas luces sobre sus perspectivas históricas. En primer lugar, por el peso que en la historia adquieren determinadas figuras (especialmente Samuel, pero también Natán o Gad) y recursos proféticos, como las consultas oraculares o la utilización del esquema profecía-cumplimiento. Y en segundo lugar, por el peso que en la interpretación de esta historia tienen los juicios “proféticos” sobre los comportamientos y actitudes de sus protagonistas. En virtud de este factor, Saúl no es rechazado por sus errores políticos o por sus derrotas militares, sino por su desobediencia a la voluntad y preceptos divinos. Y, a la inversa, los éxitos de David quedan fundamentados tanto en la elección y protección de Dios (1Sa 16:13; 1Sa 18:12; 1Sa 18:14; 2Sa 5:10; 2Sa 5:12; 2Sa 17:14), como en su habitual actitud de consulta y respeto a los designios divinos (1Sa 23:2; 1Sa 30:8; 2Sa 2:1-2; 2Sa 5:19; 2Sa 5:23; 2Sa 7:18-29; 2Sa 15:25-26; 2Sa 15:31; 2Sa 24:10).
3. Claves teológicas de los libros de Samuel
Las anteriores reflexiones sobre el peculiar género literario de la Historia Deuteronomista, en general, y de los libros de Samuel, en particular, pueden servir perfectamente de transición al último apartado de esta introducción que trata de resaltar las principales claves teológicas de la obra (algunas de ellas, obviamente compartidas por el conjunto de la Historia Deuteronomista).
a) El principal objetivo de la obra es narrar la institución de la monarquía evaluada desde una doble perspectiva: negativa y positiva. La perspectiva negativa de la monarquía, heredada de las corrientes proféticas antimonárquicas del Reino del Norte, es fiel reflejo del juicio último deuteronomista sobre la historia de la monarquía, hecho a raíz de sus fracasos históricos (división de los reinos y caídas sucesivas de Samaría y Jerusalén). Esta perspectiva está particularmente representada en dos discursos de Samuel, el primero como respuesta a la petición del pueblo (1Sa 8:10-18) y el segundo como despedida y recapitulación del período premonárquico (1Sa 12:1-25). En ambos casos la monarquía es contemplada como un atentado contra la exclusiva realeza de Dios sobre su pueblo, como un peligro para la misma alianza y como un factor de posibles riesgos seguramente observados en los modelos vecinos (divinización de los reyes, privilegios y abusos de poder, opresión de los súbditos, política de alianzas perjudiciales, introducción de cultos paganos, etc.). Sin embargo, en esos mismos discursos y en otros lugares del resto de la obra se detecta también una concepción más positiva y optimista que contempla la monarquía como don de Dios (1Sa 8:7; 1Sa 8:22; 1Sa 12:13), como expresión de su designio y ámbito de su elección (1Sa 9:16; 1Sa 16:1; 1Sa 16:12; 2Sa 12:24-25), como objeto de su alianza (2Sa 7:1-29) o como instrumento de su poder salvador (1Sa 11:13; 1Sa 14:23; 1Sa 17:47; 2Sa 5:19; 2Sa 5:24; 2Sa 8:14). Esta concepción se verá avalada por las experiencias monárquicas positivas, pues fue bajo la monarquía unida de David y Salomón cuando Israel alcanzó sus más elevadas cotas de bienestar, poder militar y prestigio internacional.
b) Otra clave teológica significativa emana del perfil de los personajes protagonistas de la historia. Así, Samuel destaca en la primera parte como el último de los jueces de Israel y el profeta que interviene decisivamente en el nacimiento de la monarquía: primero corrigiendo las exigencias del pueblo que pide un rey como en todas las naciones (1Sa 8:5; 1Sa 8:20); después ungiendo como rey a Saúl, a instancias de la iniciativa divina y acompañándolo en sus primeros pasos; más tarde denunciando sus desobediencias y finalmente ungiendo como rey a David según el designio divino. En virtud de su mediación, la monarquía queda desde el principio íntimamente asociada al profetismo y mantendrá esta tendencia a lo largo de su andadura histórica. Por su parte, Saúl queda casi siempre en segundo plano, ensombrecido por Samuel y David y cuestionado ya desde su misma presentación ante el pueblo (1Sa 10:27; 1Sa 11:12). Sancionado muy pronto por el doble rechazo divino (1Sa 13:13-14; 1Sa 15:10 ss), Saúl contempla atormentado el ascenso imparable de David (1Sa 18:9; 1Sa 18:12), al que perseguirá obsesionado, hasta “sufrir” por dos veces el humillante perdón de su antagonista (1Sa 23:29-21 y 1Sa 26:1-25). Paradójicamente, sólo recuperará su dignidad al final cuando, rechazado por Dios y abandonado por visiones y profecías (1Sa 28:6; 1Sa 28:15), muere al tener que enfrentarse a los filisteos en clara desventaja (1Sa 31:1-4) y recibe los homenajes póstumos de los habitantes de Jabés (1Sa 31:11-13) y del mismo David (2Sa 1:11-12; 2Sa 1:19-27). En claro y pretendido contraste, la figura de David brilla desde su aparición (1Sa 16:1-23), se intensifica tras sus primeros éxitos (1Sa 17:1-58 — 1Sa 18:1-30) y se mantiene en la adversidad (1Sa 19:1-24 — 1Sa 30:1-31) para llegar a su plena eclosión en la primera parte de su reinado (2Sa 2:1-32 — 2Sa 8:1-18). De esta manera 1-2 Sm sientan las bases de un proceso idealizador que convertirá a David en anticipo y modelo ideal del futuro rey mesiánico esperado. A este proceso contribuirá decisivamente la llamada promesa dinástica (2Sa 7:1-29) y la alianza que la sustenta. Sin embargo, en lo que refiere a la idealización de David, se advierte una clara diferencia entre las historias del ascenso al trono y las de la sucesión. En la primera predominan los rasgos positivos; la segunda, en cambio, subraya las sombras de su figura, a saber, el adulterio con Betsabé y el crimen cometido con Urías junto con sus consecuencias (2Sa 11:1-27 — 2Sa 12:1-31), sus debilidades con sus hijos y subalternos (2Sa 13:1-39 — 2Sa 14:1-33), la traición de su hijo Absalón, el abandono de una buena parte del pueblo, los insultos y resentimientos de antiguos partidarios de Saúl (2Sa 15:1-37 — 2Sa 20:1-26), los nuevos castigos divinos (2Sa 21:1-22; 2Sa 24:1-25), la última conspiración de Adonías, Joab y Abiatar, y las consiguientes represalias encomendadas a su sucesor (1Re 1:1-53 — 1Re 2:1-46). A pesar de todo, la historia de la Sucesión contribuye también a resaltar el perfil humano de David dotándolo, al mismo tiempo, de las necesarias dosis de rigor y objetividad.
c) Íntimamente asociada a la figura de David aparece Jerusalén — su ciudad — que desde el principio adquiere un singular peso político y una evidente proyección teológica. En clave política, la conquista de Jerusalén por parte de David y su decisión de convertirla en capital única de los dos reinos tuvo consecuencias particularmente ventajosas: favoreció la comunicación entre las tribus del norte y del sur, consolidó la difícil unidad y contribuyó a la centralización de la administración del reino con la creación de las instituciones exigidas por la naciente monarquía. En clave teológica, las consecuencias fueron más determinantes: con el traslado del Arca (2Sa 6:1-23) Jerusalén pasa a convertirse en el centro religioso de las tribus, en objeto de elección divina como morada de su Nombre (título reforzado con la posterior construcción del Templo) y en la ciudad santa por excelencia. Las perspectivas abiertas por la promesa dinástica y la alianza con la dinastía davídica (2Sa 7:1-29) confieren a Jerusalén un especial significado teológico válido tanto para la Historia Deuteronomista como para el conjunto del AT.
d) Otra clave teológica de particular relevancia en 1-2 Sm es la preocupación por la unidad de las tribus y sus consecuencias para el desarrollo de la noción de Israel como exclusivo y único pueblo de Dios. En efecto, durante la época de los jueces, clausurada por Samuel, la confederación tribal se limitaba a reunirse periódicamente en el santuario donde se encontraba el Arca y a las alianzas ocasionales de tribus vecinas ante eventuales enemigos comunes. Fue la monarquía de Saúl la que contribuyó a ensanchar los límites tribales y a estrechar sus lazos de unión. Con todo, durante el reinado de Saúl no parece que fuera todavía muy profundo el grado de integración entre las tribus del sur y las del norte. De hecho, mientras las del sur se apresuraron a elegir a David como rey en Hebrón tras la muerte de Saúl (2Sa 2:4), las del norte permanecieron fieles a la menguada casa de Saúl (2Sa 2:8-9). Sólo tras la posterior elección y unción de David como rey de las tribus del norte (2Sa 5:3) se consumará una unidad que luego se mantuvo hasta el final del reinado de Salomón (1Re 12:1-33). Pero la suspirada unidad revelaría pronto sus limitaciones y la superficialidad de sus vínculos; incluso en los días mismos de David se sintió seriamente amenazada, pues al menos en dos momentos las tribus del norte mostraron su escasa identificación con David y su casa (2Re 15:2; 2Re 15:13; 2Re 19:10-14, 2Re 19:32-34; 2Re 20:1-2). Sin embargo, la experiencia de la nación unida bajo la monarquía de David (y más tarde bajo su hijo Salomón) contribuyó de forma determinante a la creación y consolidación de la noción de Israel como pueblo unido y fue una experiencia permanentemente añorada en el tormentoso devenir histórico del pueblo israelita.
En conclusión, las claves aludidas (junto a otras de menor relieve) constituyen la particular aportación de los libros de Samuel a la teología de la historia esbozada por la Historia Deuteronomista. La institución de la monarquía por medio de Samuel y las elecciones sucesivas de Saúl y David como reyes demuestran el protagonismo de Dios que dirige los destinos de su pueblo al que sigue revelándose a través de la palabra profética y sigue salvando como antaño a través de la nueva mediación monárquica.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
1Sa 1:1-28 : El nacimiento de Samuel se inscribe en el género literario del nacimiento del héroe y tiene sus paralelos más próximos en los nacimientos de Isaac (Gén 18:10-15; Gén 21:1-7) y de Sansón (Jue 13:1-25).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
1Cr 6:34-35.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— Ramá: El texto hebreo dice: Ramatáin. Sin embargo, otras referencias posteriores (1Sa 1:19) avalan la lectura de Ramá.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Elcana y sus dos esposas. Los primeros tres versículos preparan la escena, describiendo a los padres de Samuel en su peregrinaje anual al santuario en Silo. Era lícito casarse con más de una mujer (ver Deut. 21:15-17), y por cierto que una segunda esposa ha de haber sido una señal de afluencia. El cuadro general es el de una familia respetable y temerosa de Dios. Pero no era una familia totalmente feliz. La esterilidad puede todavía causar infelicidad psicológica, pero en la época del AT era mucho peor, en una sociedad que consideraba una vergüenza el que una mujer casada no tuvie ra hijos. A pesar de los intentos de Elcana de ayudar y consolar a Ana, la crueldad de Penina, su esposa-rival, hacía que su posición fuera intolerable.
Ramataim es una forma más larga del usual “Ramá” (ver v. 19). Según 1 Crón. 6:22-38 los descendientes de Zuf eran un clan levítico, pero el énfasis aquí es el hecho de que Elcana vivía en las tierras tribales de Efraín. Por eso era natural que adorara en Silo. Estos versículos ilustran algunas costumbres religiosas de aquella época. Familias enteras hacían una peregrinación anual a los santuarios como el de Silo, a fin de rendir culto a Dios ya sea en las épocas festivas o en alguna ocasión especial de la familia. Las familias presentaban animales para ser sacrificados. Después de haber sido ofrecido el sacrificio, parte de la carne era devuelta a los adoradores. Hay más detalles en 2:13-16. Tales porciones de carne eran evidentemente muy valoradas, pero en este caso fue motivo de favoritismo, celos, amargura y angustia.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
1.1 El primer libro de Samuel comienza en los días cuando los jueces aún gobernaban a Israel, posiblemente durante los años finales de la vida de Sansón. Samuel fue el último juez de Israel, y el primer sacerdote y profeta que sirvió durante la época de un rey. Fue el mejor ejemplo de lo que debe ser un buen juez, al gobernar al pueblo por medio de la Palabra de Dios y no por sus propios impulsos. Samuel fue el hombre que ungió a Saúl como primer rey de Israel.1.2 Aun cuando muchos grandes líderes del Antiguo Testamento tuvieron más de una esposa (como Abraham, Jacob, y David), esta no fue la intención original de Dios para el matrimonio. Gen 2:24 establece que en el matrimonio, dos personas llegan a ser una sola carne. ¿Por qué, entonces existió la poligamia en el pueblo de Dios? Primero, fue para producir más prole para ayudar en el trabajo del hombre y para asegurar la continuidad de la línea familiar del hombre. Hijos numerosos era símbolo de posición social y de riqueza. Segundo, en sociedades donde muchos hombres jóvenes morían en batalla, la poligamia fue aceptada como una forma de sostener a las mujeres que de otra manera se hubieran quedado solteras y, muy probablemente, desamparadas. De todas maneras, la poligamia a menudo causaba serios problemas familiares, como lo vemos en esta historia de Ana y Penina.1.3 El tabernáculo (tabernáculo de reunión) estaba ubicado en Silo, el centro religioso de la nación (véase Jos 18:1). Tres veces al año, todos los hombres israelitas debían asistir a una fiesta religiosa que se celebraba en el tabernáculo: la Pascua con la Fiesta de los panes sin levadura, la Fiesta de los tabernáculos y la Fiesta de las semanas (Deu 16:16). Elcana hacía este peregrinaje con regularidad para cumplir con los mandatos de Dios (para las regulaciones concernientes a la peregrinación, véase Exo 23:14-17 y para más acerca del tabernáculo, véase la nota a Exo 40:34).1.6 Ana no había podido concebir hijos, y en los tiempos del Antiguo Testamento, una mujer estéril era considerada una fracasada. Su esterilidad era una vergüenza social para su esposo. Los hijos eran una parte muy importante de la estructura económica de la sociedad. Eran una fuente de trabajo para la familia y su deber era cuidar a sus padres en su vejez. Si una esposa no podía tener hijos a menudo era obligada, por las costumbres del antiguo Medio Oriente, a entregar a una de sus siervas a su esposo para tener hijos por ella. Aun cuando Elcana pudo haber dejado a Ana (un esposo podía divorciarse de una esposa estéril), permaneció dedicado a ella amorosamente a pesar de la crítica social y de sus derechos bajo la ley civil.1.7 Parte de los planes de Dios para Ana era el retraso de sus años de fertilidad. Mientras que Penina y Elcana miraban las circunstancias externas de Ana, Dios seguía adelante con su plan. Piense en aquellos a su alrededor que están luchando con el tiempo que Dios toma en contestar sus oraciones y que necesitan su amor y ayuda. Al ayudar a aquellos que están luchando, usted puede estar contribuyendo a que permanezcan firmes en la fe y confiados en que Dios traerá satisfacción a sus vidas en su debido tiempo.1.8 Ana sabía que su esposo la amaba, pero ni siquiera el ánimo que él trataba de darle la consolaba. No podía dejar de escuchar las burlas de Penina y permitía que sus palabras erosionaran su autoestima. Aunque no podemos evitar que otros nos critiquen injustamente, sí podemos decidir cómo reaccionaremos ante sus palabras hirientes. En vez de enfrascarnos dentro de nuestros problemas, podemos disfrutar de las relaciones afectuosas que Dios ha traído a nuestras vidas. Al hacerlo podremos cambiar la autocompasión por esperanza.1.10 Ana tenía buenas razones para sentirse desalentada y amargada. No podía tener hijos; compartía su marido con una mujer que la ridiculizaba (1.7); su esposo amoroso no podía resolver su problema (1.8); e incluso el sumo sacerdote interpretó mal sus motivos (1.14). Pero en lugar de vengarse o de perder la esperanza, Ana oró. Llevó su problema a Dios con sinceridad.Todos nosotros podemos enfrentar momentos de «esterilidad» en nuestra vida cuando nada «damos a luz» en nuestro trabajo, servicio o relaciones. Es difícil orar con fe cuando nos sentimos tan ineficaces. Pero, como descubrió Ana, la oración abre el camino para que Dios obre (1.19, 20).1.11 Tenga cuidado de lo que promete en oración porque Dios aceptará su promesa. Ana deseaba un hijo tan desesperadamente que estuvo dispuesta a hacer un trato con Dios. Dios aceptó su promesa, y el hecho de que ella cumplió con su parte, a pesar de haber sido muy doloroso, dice mucho a su favor (1.27, 28).Si bien no estamos en la posición de negociar con Dios, El todavía puede decidir contestar la oración que lleve adjunta una promesa. Cuando usted ora, pregúntese: «¿Llevaré a cabo las promesas que hice a Dios si El responde a mi petición?» Es deshonesto y peligroso ignorar una promesa, especialmente a Dios. Dios cumple sus promesas y espera que nosotros cumplamos las nuestras.1.18 Anteriormente, Ana había estado tan desalentada que había enfermado físicamente y no podía comer. Ahora, regresa a casa sana y feliz. El cambio en su actitud puede ser atribuido a tres factores: (1) su oración sincera a Dios (1.11), (2) el aliento que recibió por parte de Elí, (3) su resolución a dejar su problema con Dios (1.18). Este es el antídoto para el desaliento: Dígale a Dios cómo se siente realmente y deje sus problemas con El. Luego confíe en el apoyo de buenos amigos y consejeros.1.26-28 Para cumplir su promesa (1.11), Ana renunció a lo que más quería -su hijo- y lo presentó a Elí para que sirviera en la casa de Dios. Al dedicar su único hijo a Dios, Ana estaba dedicando su vida entera y su futuro a El. Ya que la vida de Samuel era de Dios, Ana realmente no estaba renunciando a él. Más bien, se lo estaba regresando a Dios, quien se lo había dado a ella en primer lugar. Estos versículos nos muestran la clase de ofrendas que deberíamos dar a Dios. ¿Son ofrendas que nos cuestan poco (las mañanas de los domingos, un diezmo cómodo), o son ofrendas de sacrificio? ¿Se presenta usted ante Dios de manera simbólica o se presenta ante El con toda su vida?1.28 Probablemente Samuel tenía tres años, la edad en la que se acostumbraba destetar a los niños, cuando su madre lo dejó en el tabernáculo. Al decir «lo dedico también a Jehová», Ana estaba declarando que entregaba a Samuel a Dios, para un servicio de por vida. Por supuesto que ella no se olvidó de su hijo tan querido. Lo visitaba con regularidad. Y cada año le llevaba una túnica igual a la de Elí (2.19). En los años posteriores, Samuel vivió en Ramá (7.17), el pueblo natal de sus padres (1.19, 20).
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) Título Que significa: “Nombre de Dios”, es decir, invocar el nombre de Dios. Heb.: Schemu·’él; Vgc(lat.): Sá·mu·el.
(2) “De Ramataim-zofim.” O: “de Ramá, zufeo”. LXX: “de Armataim-zifa”; Vg: “de Ramataim-sofim”. Véanse 1Sa 1:19 y 1Cr 6:26, 1Cr 6:35.
(3) “Elihú”, M; LXX: “Eliou”; MLXX en 1Cr 6:27: “Eliab”; en 1Cr 6:34: “Eliel”.
(4) Por haberse establecido en el territorio de Efraín, pero Elqaná en realidad era levita. Véase 1Cr 6:19, 1Cr 6:22-28.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 0 1Sa 1:19; 1Sa 7:17; 1Sa 28:3
b 1 Jos 16:5; Jos 17:16
c 2 1Cr 6:27
d 3 1Cr 6:35
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Ramataim de Zofim. La localización de este pueblo es desconocida. En otros lugares (vers. 19 y 2:11) Ramá, (no Ramataim ), es citada como el pueblo donde residían Elcana y Ana. Quizás aquí se usa Ramataim para distinguir el Ramá de Elcana en la región montañosa de Efraín del Ramá que está en Benjamín y que fue donde residió más tarde Samuel (7:17; 19:18; 25:1).
Elcana. Es mencionado en los primeros dos cap. y en las dos listas genealógicas de 1 Cr 6:16– 38 que dan los antepasados de Samuel.
efrateo. Nótese que la lista genealógica en 1 Cr 6:22– 30 indica que Samuel era de la tribu sacerdotal de Leví. Su familia pertenecía probablemente a la familia coatita de Leví a la que le dieron ciudades en el territorio de Efraín (v. Jos 21:20, 21).
Fuente: La Biblia de las Américas
INTRODUCCIÓN AL PRIMER LIBRO DE SAMUEL
AUTOR: Samuel y otrosFecha: 930 a.C. y después
Paternidad literaria Si bien los dos libros de Samuel reciben el nombre de la figura clave de los primeros capítulos, Samuel sólo pudo haber escrito parte de 1 Samuel ya que su muerte está registrada en el capítulo 1Sa 25:1-44. Que en verdad él escribió un libro es atestiguado en 1Sa 10:25. Primero de Crónicas 1Cr 29:29 señala que Natán y Gad también escribieron tocante a los sucesos registrados en Samuel.
Trasfondo histórico Samuel surgió como el último juez en los 350 años de la historia de ese período. El libro abarca un período de 115 años, desde la niñez de Samuel hasta el comienzo del reinado de David. Samuel vivió en uno de los períodos más oscuros de la historia de Israel y llamó al pueblo a un avivamiento de la verdadera adoración de Jehová (el Señor; Hch 3:24). También estableció la monarquía, ungiendo tanto a Saúl (1Sa 10:1) como a David (1Sa 16:13). De modo que 1 Samuel constituye el eslabón entre los jueces y la monarquía.
Contenido Primero de Samuel da atención a tres personajes importantes: Samuel, Saúl y David (2 Samuel trata exclusivamente de David). La lección principal del libro tiene que ver con los efectos del pecado y la santidad en relación con el pueblo y sus líderes. Las historias mejores conocidas en el libro son las de David y Goliat (cap. 1Sa 17:1-58), David y Jonatán (cap. 1Sa 18:1-30) y Saúl y la adivina de Endor (cap. 1Sa 28:1-25).
BOSQUEJO DE 1 SAMUEL
I) Samuel, el último juez, 1Sa 1:1 – 1Sa 8:22
A) Su niñez y llamamiento, 1Sa 1:1 – 1Sa 3:21
1. Su madre, 1Sa 1:1 – 1Sa 2:10
a. Sus sufrimientos, 1Sa 1:1-8
b. Sus súplicas, 1Sa 1:9-18
c. Su hijo, 1Sa 1:19-23
d. Su sacrificio, 1Sa 1:24-28
e. Su cántico, 1Sa 2:1-10
2. Su ministerio, 1Sa 2:11 – 1Sa 3:21
a. La situación en Silo, 1Sa 2:11-36
b. El llamado de Samuel, 1Sa 3:1-21
B) Su guerra contra los filisteos, 1Sa 4:1 – 1Sa 7:2
1. La captura del arca por los – filisteos, 1Sa 4:1-22
a. La derrota de Israel, 1Sa 4:1-11
b. La muerte de Eli, 1Sa 4:12-18
c. La partida de la gloria: Icabod, 1Sa 4:19-22
2. La maldición del arca sobre los filisteos, 1Sa 5:1-12
3. La devolución del arca por los filisteos, 1Sa 6:1 – 1Sa 7:2
C) Su ministerio de avivamiento para Israel, 1Sa 7:3-17
D) Su advertencia a Israel tocante a sus demandas de un rey, 1Sa 8:1-22
II) Saúl, el primer rey, 1Sa 9:1 – 1Sa 31:13
A) El ascenso de Saúl, 1Sa 9:1 – 1Sa 11:15
1. La selección de Saúl, 1Sa 9:1-27
2. La coronación de Saúl, 1Sa 10:1-27
3. La conquista de los amonitas, 1Sa 11:1-15
B) El recordatorio de Samuel, 1Sa 12:1-25
C) El rechazo de Saúl, 1Sa 13:1 – 1Sa 15:35
1. Su ofrenda pecaminosa, 1Sa 13:1-23
2. Sus votos precipitados, 1Sa 14:1-52
3. Su obediencia parcial, 1Sa 15:1-35
D) El reemplazo de Saúl por David, 1Sa 16:1-23
1. David es escogido y ungido, 1Sa 16:1-13
2. David es empleado en la corte de Saúl, 1Sa 16:14-23
E) El ascenso de David sobre Saúl, 1Sa 17:1 – 1Sa 18:30
1. David derrota a Goliat, 1Sa 17:1-58
2. La amistad de David con Jonatán, 1Sa 18:1-4
3. La relación de David con Saúl, 1Sa 18:5-16
4. El matrimonio de David, 1Sa 18:17-30
F) El rechazo de David por Saúl, 1Sa 19:1 – 1Sa 26:25
1. David protegido por Jonatán, 1Sa 19:1-10
2. David protegido por Mical, 1Sa 19:11-17
3. David protegido por Samuel, 1Sa 19:18-24
4. David protegido por Jonatán, 1Sa 20:1-42
5. David protegido por Abimelec, 1Sa 21:1-9
6. David protegido por Aquis, 1Sa 21:10-15
7. David y su grupo de hombres, 1Sa 22:1 – 1Sa 26:25
a. En la cueva de Adulam y en Mizpa, 1Sa 22:1-5
b. Saúl mata a los sacerdotes, 1Sa 22:6-23
c. En Keila, 1Sa 23:1-12
d. En el desierto de Zif, 1Sa 23:13-29
e. En En-gadi, David perdona la vida de Saúl, 1Sa 24:1-22
f. David y Abigail, 1Sa 25:1-44
g. En el desierto de Zif, David perdona la vida de Saúl otra vez, 1Sa 26:1-25
G) El refugio de David en territorio filisteo, 1Sa 27:1 – 1Sa 31:13
1. David se convierte en vasallo de los filisteos, 1Sa 27:1 – 1Sa 28:2
2. Saúl consulta a la adivina de Endor, 1Sa 28:3-25
3. David es despedido por los filisteos, 1Sa 29:1-11
4. David destruye a los amalecitas, 1Sa 30:1-31
5. Los filisteos y la muerte de Saúl, 1Sa 31:1-13
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Ramataim de Zofím. Lit., los montes del Zofita. Un nombre más largo para Ramá (1Sa 1:19), ciudad en la región montañosa de Efraín a 8 km. al N de Jerusalén.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Texto divergente → §195. Se sigue LXX.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Ramataim-Zofim… Esto es, dos lugares altos de los que observan; Elcana… Esto es, Dios ha comprado, adquirido.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Esto es, dos lugares altos de los que observan.
1.1 Esto es, Dios ha comprado, adquirido.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[.] Todo empieza con una pareja humilde que vive su drama familiar en un pueblo montañés. Una mujer, afligida por su esterilidad, se queja a Yavé no se resigna a una vida aparentemente perdida. Yavé escucha a los afligidos y su respuesta va siempre más allá de lo que piden no solamente da un hijo a Ana, sino también un profeta a su pueblo. A Dios le gusta escoger sus servidores precisamente en estas familias sin esperanza de tener hijos. Es el Dios que da la vida a los muertos y la esperanza a los que no la tienen. Ver casos semejantes en el nacimiento de Isaac y en el de Juan Bautista (Lc 1,5). Ver el poema de Isaías (Is 54,1). Tenemos aquí una escena de la vida religiosa de aquel tiempo. En Silo está la tienda de campaña que cobija el Arca. Todavía no hay templo. Los peregrinos traen los animales para sacrificarlos. El padre de familia es el que sacrifica, cerca del santuario, las víctimas ofrecidas. Solamente a partir de David, los sacerdotes de la tribu de Leví pasarán a ser los intermediarios entre Yavé y su pueblo. Se ve también que la mujer, en situación inferior como lo será siempre en Israel, sólo vale por los hijos que da. Cada uno tiene las esposas que puede alimentar.
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[3] Señor de los ejércitos o Yahvé Sebaoth es un título que indica el poder de Dios. Muchas veces se refiere al dominio de Dios sobre los cuerpos celestes. En este verso es preferible entenderlo como el Dios que está asociado a las luchas de Israel. 1 Sam 17, 45[11] Su hijo como levita debería servir en el Tabernáculo, cuando le tocase el turno. Ana ofreció el hijo a Dios, para que le sirviera en el templo, desde los primeros años hasta la muerte y además fuera nazareo perpetuo. Num 4, 2; 8, 24.[20] Quiere decir El Señor me escuchó.[28] Este cántico de Ana, al hacer el ofrecimiento de su hijo, es a la vez acción de gracias y profecía.