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El surgimiento y gobierno de David

Primero y segundo de Samuel eran originalmente un libro que entregaba un recuento de la transición entre el período de los jueces y la monarquía. Primero de Samuel cuenta del surgimiento de David al trono, y segundo de Samuel trata del reinado de David.

La exigencia para un rey estaba basada en la crónica decadencia moral y espiritual bajo los jueces. Como 1 de Samuel descubre, Israel es nuevamente llevado a la deriva por sus inefectivos gobernantes. Realmente ocurren desastrosos golpes como la captura del arca por los filisteos. Dios misericordiosamente lleva el arca de vuelta a su pueblo y pone a Samuel como su juez. Pero cuando Samuel envejeció, se desarrolla un debate a favor y en contra de la monarquía. Los hijos de Samuel no eran lo mejor para sucederlo, y no parecía haber otros líderes en el horizonte. Como consecuencia, el pueblo insistió en tener un rey, y Dios finalmente cumplió su deseo. Las Escrituras dicen que esta petición era una «gran maldad», ya que despreciaron a Dios para gobernar sobre ellos (1Sa 8:7; 1Sa 10:19; 1Sa 12:12, 1Sa 12:17-20).

El problema no era que el pueblo no necesitara un rey, sino que los israelitas no estaban dispuestos a servir al rey que ellos ya tenían, el Señor. ¿Cómo, entonces, seguirían a un rey humano quien tenía faltas y defectos? Pero Dios ya trabajaba para producir un gobernante de su propia elección. Él concedió a Saúl el ser ungido y reinar temporalmente, y luego llamar a David. Primero de Samuel cuenta la historia de como Dios llevó a David al trono a pesar de la tentativa de Saúl para lograr lo contrario.

Segundo de Samuel continúa con un recuento del reinado de David. Al principio fue rey sobre Judá solamente, gobernó por siete años y medio. Batalló una guerra con los sucesores de Saúl, hasta que finalmente ganó control sobre toda Israel.