Biblia

Comentario de 1 Samuel 6:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Samuel 6:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Ellos respondieron: —Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis sola; sino más bien, enviadle una ofrenda por la culpa. Entonces seréis sanados y entenderéis por qué su mano no se apartó de vosotros.

no la enviéis vacía. Éxo 23:15; Éxo 34:20; Deu 16:16.

pagadle la expiación. Lev 5:6, Lev 5:15-19; Lev 6:6; Lev 7:1-7.

y conoceréis. 1Sa 6:9; 1Sa 5:7, 1Sa 5:9, 1Sa 5:11; Job 10:2; Job 34:31, Job 34:32.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los sacerdotes y adivinadores (v. 1Sa 6:2) advirtieron contra el retorno del arca. Ellos aconsejaron a los líderes filisteos presentar una ofrenda para apaciguar al Dios de Israel y finalizar la plaga. En su entendimiento, el Dios de Israel era otra deidad entre muchas, quien ganó algunas contiendas contra su dios Dagón.

ofrenda transgresora: El regalo era una compensación por la transgresión contra Dios producto de la captura del arca.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

la expiación. El propósito detrás de esta ofrenda era a la vez reconocer y compensar su culpa por haber deshonrado al Dios de Israel. Estos paganos reconocieron su pecado y la necesidad de manifestar arrepentimiento, lo que hicieron conforme a su tradición religiosa por medio de ofrendas expiatorias.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— compensación: En calidad de ofrenda expiatoria que aplaque a la divinidad ofendida.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Ver Luc 5:16-18.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

c 237 1Sa 6:4; 1Sa 6:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

una ofrenda por la culpa. Lo de fabricar tumores o ratones de oro (vers. 4) indica que los filisteos practicaban una magia por la cual creían que si una persona quería librarse de algo, hacía una réplica de ello, y luego, o lo destruía o lo enviaba fuera para deshacerse de ello, tal como se describe en los vers. 4 y 5.

Fuente: La Biblia de las Américas