Comentario de 1 Tesalonicenses 1:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención de vosotros en nuestras oraciones.
1:2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, — Veremos en el cap. 3 que al escribir esta carta Pablo había recibido muy buenas noticias acerca de la iglesia de Tesalónica: “cuando volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe” (3:6, 7). Por eso, con su corazón lleno de gratitud y gozo, da gracias a Dios por ellos. Sin embargo, Pablo siempre daba gracias a Dios por todos los santos: 2:13; 3:9; 2Ts 1:3; 2Ti 1:3; Flm 1:4-5; Hch 28:15; Rom 1:8; Flp 1:3; Flp 1:5) haciendo memoria (continuamente) de vosotros en nuestras oraciones, — “¿Tenía acaso Pablo una lista de los discípulos de Tesalónica que repasaba en oración con Silas y Timoteo?” (ATR).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Ver en Rom 1:8, Rom 1:9; Rom 6:17; 1Co 1:4; Efe 1:15, Efe 1:16; Flp 1:3, Flp 1:4; Col 1:3; Flm 1:4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
oraciones: Continuando con el modelo de la iglesia en Jerusalén, estos plantadores de la iglesia primitiva se dieron a la oración y a la predicación el evangelio (Hch 6:4). Como en otras ciudades, sufrieron dolores de parto al dar a luz a la iglesia en Tesalónica, y la iglesia reciéns nacida estaba profundamente arraigada en sus corazones (1Ts 2:13, 1Ts 2:17; 1Ts 3:5, 1Ts 3:6).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
nuestras oraciones. Pablo y sus compañeros oraban con frecuencia por todo el rebaño y tres de esas oraciones se ofrecen en esta carta (1Ts 1:2-3; 1Ts 3:11-13; 1Ts 5:23-24).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, — Veremos en el cap. 3 que al escribir esta carta Pablo había recibido muy buenas noticias acerca de la iglesia de Tesalónica: “cuando volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe” (3:6, 7). Por eso, con su corazón lleno de gratitud y gozo, da gracias a Dios por ellos. Sin embargo, Pablo siempre daba gracias a Dios por todos los santos: 2:13; 3:9; 2Ts 1:3; 2Ti 1:3; Flm 1:4-5; Hch 28:15; Rom 1:8; Flp 1:3; Flp 1:5) haciendo memoria (continuamente) de vosotros en nuestras oraciones, — “¿Tenía acaso Pablo una lista de los discípulos de Tesalónica que repasaba en oración con Silas y Timoteo?” (ATR).
Fuente: Notas Reeves-Partain
— damos gracias a Dios: Es habitual en Pablo comenzar todas sus cartas (salvo Gálatas) con una “acción de gracias” a Dios. Lo peculiar de esta carta es que la acción de gracias se prolonga en cierto modo hasta el final del capitulo 1Ts 3:1-13.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Rom 1:8; 1Co 1:4; Flp 1:3-4; Col 1:3; 2Ts 1:3; 2Ts 1:11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Agradecimientos Iniciales
Pablo comienza la mayoría de sus cartas informando de cómo él expresa gratitud a Dios por lo que está haciendo en la vida de los lectores. Esta oración-informe deja claro su propio amor e interés por sus amigos y también sirve para animarlos en sus vidas cristianas. Su tema es la constancia y energía con las que los lectores han mantenido su fe original y así llegan a ser testigos a otra gente. Las tres virtudes cristianas fundamentales, fe, amor y esperanza (cf. 5:8; 1 Cor. 13:13; Col. 1:4, 5), habían producido denodados esfuerzos y perseverancia a pesar de una situación adversa.
4, 5 Esta evidencia confirmó el hecho de que Dios había elegido a los lectores. Elección indica que no sólo Dios los había llamado por la predicación del evangelio (2:12), sino que ellos habían respondido a él con fe (2:13). Las palabras humanas expresando el evangelio hubieran sido inútiles si no hubieran ido acompañadas por el poder del Espíritu y por un sentido consecuente de convicción y seguridad de parte de los predicadores. Estos factores habían convencido a los oyentes de la verdad del evangelio y les capacitaron a aceptarlo y vivirlo hasta sus últimas consecuencias, como lo demostró su conducta subsecuente.
6-8 Los misioneros, como Jesús mismo, habían sido fuertemente atacados, pero resistieron firmes la oposición sin darse por vencidos. Del mismo modo también los lectores habían dado la bienve nida al mensaje, a pesar de la adversidad, con la clase de gozo que se debía sólo al obrar del Espíritu Santo en sus vidas (cf. Rom. 5:5; 14:17; Gál. 5:22). Esto hizo de ellos un ejemplo a otros cristianos en las dos provincias romanas de Macedonia y Acaya que cubrió más o menos el área de la Grecia moderna. Noticias sobre sus conversiones se habían difundido en esta área, en parte a través de la obra evangelística de los lectores mismos, y en parte por otras personas hablando acerca de ellos. A todo lugar es un término extranjero para todos los lugares donde podían hallarse cristianos. Pablo, obviamente, diría en un lugar lo que estaba sucediendo a los creyentes de otro lugar (parte de la confirmación de la verdad de las buenas noticias [3:6] era el decir cómo Dios estaba cambiando las vidas de la gente en muchos lugares diferentes), pero en este caso no necesitaba hacerlo.
9, 10 La respuesta de los tesalonicenses al evangelio está resumida en tres frases que sin duda reflejan el lenguaje de la predicación inicial. Primera, habían abandonado a los ídolos. La apelación a hacerlo así fue una parte necesaria del mensaje a los gentiles como opuesto al de los judíos (cf. Hech. 14:15; 17:22-31). Segunda, se habían vuelto al Dios vivo y verdadero para servirlo. Ya que algunas personas habían abandonado la idolatría meramente a base de una creencia que, o no había dioses, o que ellos no estaban interesados en la humanidad, es que el mensaje cristiano tuvo que subrayar una alternativa positiva. Tercera, ellos habían fijado su esperanza en Jesús como el único y solo salvador del juicio futuro. Jesús, sin embargo, no fue meramente hombre para tener tal función. El había sido levantado de entre los muertos por el poder de Dios, y por este hecho Dios estaba declarando que era su Hijo (cf. Hech. 17:31; Rom. 1:3, 4). La predicación de los judíos a los gentiles (responsabilidad que los cristianos naturalmente asumieron) cubrió los dos puntos previos; esta era la característica distintiva del mensaje cristiano.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
e 4 Efe 1:16; 2Ts 1:11