Biblia

Comentario de 1 Tesalonicenses 4:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Tesalonicenses 4:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por lo tanto, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino a Dios quien os da su Espíritu Santo.

4:8 Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, — Luc 10:16 (compárese Hch 5:4). En este texto Pablo enfáticamente afirma su inspiración (compárese 1Co 14:37).

Esta enseñanza de Pablo era muy diferente a lo que los tesalonicenses habían pensado antes de su conversión. Es posible que algunos hubieran dicho (como muchos dicen hoy en día), “Pero, Pablo sólo expresa su propia opinión”. Siempre conviene, pues, recordar que Pablo escribió mandamientos del Señor (1Co 14:37).

Dios hizo al hombre con libre albedrío; por lo tanto, el hombre puede aceptar o rechazar la palabra de Dios. Tiene libertad para hacerlo. Lo que el hombre no tiene es el poder de escapar de las consecuencias de su decisión.

— que también nos dio su Espíritu Santo. — Hch 2:38; Hch 5:32; Rom 5:5; Rom 8:9; 1Co 6:19-20; 2Co 1:22; Gál 4:6; 1Jn 3:24. Al darnos el Espíritu Santo Dios nos da todas las bendiciones de la salvación, y todos los privilegios y honores de la comunión con Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo (2Co 13:14). Los escritores del Nuevo Testamento a veces ponen el nombre “Espíritu Santo” (la causa) en lugar de los efectos logrados por El. No es correcto enseñar teorías acerca de una morada personal y literal (mística o misteriosa) del Espíritu Santo en los cristianos. Muchos dicen que El mora “personalmente” en nosotros, pero ¿qué quieren decir con esto? Tal expresión solamente causa confusión. Algunos aun enseñan, sin prueba bíblica, que el Espíritu Santo obra aparte de su palabra, y afirman que El hace ciertas obras en nosotros o por nosotros. Es obvio en este texto que el Espíritu Santo obra la santificación en nosotros por medio de sus enseñanzas (1Co 6:11; 2Ts 2:13-14; 1Pe 1:2). En 1Co 6:18-20 se ve la relación estrecha entre la morada del Espíritu Santo en nosotros y la pureza de vida.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

el que desecha, o rechaza esto. 1Sa 8:7; 1Sa 10:19; Jua 12:48.

no desecha a hombre. Pro 1:7; Pro 23:9; Isa 49:7; Isa 53:10; Luc 10:16; Hch 13:41; Jud 1:8.

nos dio su Espíritu Santo. Neh 9:30; Hch 5:3, Hch 5:4; 1Co 2:10; 1Co 7:40; 1Pe 1:12; 2Pe 1:21; 1Jn 3:24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

NO DESECHA A HOMBRE, SINO A DIOS. Los que rechazan las instrucciones del apóstol sobre la santificación y la pureza rechazan a Dios.

(1) Hacer caso omiso de la advertencia de Pablo es oponerse directamente al Espíritu Santo y a la pureza que el Espíritu desea. Dios juzgará y castigará a los miembros de la iglesia que descuidan la pureza moral con el fin de satisfacer sus propios deseos (v. 1Ts 4:6; cf. Heb 13:4).

(2) A todos los que están en el mundo y dentro de la iglesia visible que rechazan la verdad y se complacen en la injusticia (2Ts 2:12, nota) los abandonará Cristo cuando los creyentes fieles sean arrebatados «para recibir al Señor en el aire» (v. 1Ts 4:17; véase el ARTÍCULO EL ARREBATAMIENTO, P. 1724. [1Ts 4:16-17]). Sufrirán destrucción (1Ts 5:3), ira (1Ts 5:9), castigo (2Ts 1:8) y condenación (2Ts 1:9; 2Ts 2:12) «cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo… en llama de fuego» y castigue a todos los que no «obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (2Ts 1:7-8).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

nos dio su Espíritu Santo. El Espíritu de Dios es un don gratuito para todos los que creen en el Señor Jesucristo para salvación (cp. Hch 2:38; Rom 8:9; 1Co 3:16; 1Co 12:13; 2Co 6:16).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:8 Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, — Luc 10:16 (compárese Hch 5:4). En este texto Pablo enfáticamente afirma su inspiración (compárese 1Co 14:37).
Esta enseñanza de Pablo era muy diferente a lo que los tesalonicenses habían pensado antes de su conversión. Es posible que algunos hubieran dicho (como muchos dicen hoy en día), “Pero, Pablo sólo expresa su propia opinión”. Siempre conviene, pues, recordar que Pablo escribió mandamientos del Señor (1Co 14:37).
Dios hizo al hombre con libre albedrío; por lo tanto, el hombre puede aceptar o rechazar la palabra de Dios. Tiene libertad para hacerlo. Lo que el hombre no tiene es el poder de escapar de las consecuencias de su decisión.
— que también nos dio su Espíritu Santo. — Hch 2:38; Hch 5:32; Rom 5:5; Rom 8:9; 1Co 6:19-20; 2Co 1:22; Gál 4:6; 1Jn 3:24. Al darnos el Espíritu Santo Dios nos da todas las bendiciones de la salvación, y todos los privilegios y honores de la comunión con Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo (2Co 13:14). Los escritores del Nuevo Testamento a veces ponen el nombre “Espíritu Santo” (la causa) en lugar de los efectos logrados por El. No es correcto enseñar teorías acerca de una morada personal y literal (mística o misteriosa) del Espíritu Santo en los cristianos. Muchos dicen que El mora “personalmente” en nosotros, pero ¿qué quieren decir con esto? Tal expresión solamente causa confusión. Algunos aun enseñan, sin prueba bíblica, que el Espíritu Santo obra aparte de su palabra, y afirman que El hace ciertas obras en nosotros o por nosotros. Es obvio en este texto que el Espíritu Santo obra la santificación en nosotros por medio de sus enseñanzas (1Co 6:11; 2Ts 2:13-14; 1Pe 1:2). En 1Co 6:18-20 se ve la relación estrecha entre la morada del Espíritu Santo en nosotros y la pureza de vida.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Luc 10:16; Eze 36:27; Eze 37:14; Rom 5:5; 2Co 1:22; Gál 4:6; 1Jn 3:24.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

ñ 107 Luc 10:16

o 108 1Co 6:19

p 109 Eze 37:14; 1Jn 3:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

8 (1) Este versículo es la conclusión de la sección que comienza con el v.3.

8 (2) Es decir, desecha la exhortación de los versículos anteriores.

8 (3) El Espíritu Santo que Dios nos dio es el Santo, quien nos santifica, nos hace santos, delante de Dios ( Rom_15:16 ; 1Pe_1:2 ; 1Co_6:11). La voluntad (v. 3), ‘el llamamiento (v.7), y él Espíritu de Dios, tienen como fin nuestra santificación. Primero, Dios tuvo Su voluntad; luego, nos llamó, y después nos dio Su Espíritu Santo. Por medio de Su Espíritu podemos ser santificados para responder a Su llamado y cumplir Su voluntad.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

desecha. Trata a la ligera estos mandatos respecto a la pureza sexual.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

os… TR registra nos.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit. hace a un lado.

4.8 TR registra nos.

Fuente: La Biblia Textual III Edición